jueves, 19 de enero de 2023

Reseña La danza del espíritu, de Luz Olier.

 








Datos técnicos:



Título: La danza del espíritu.

Autora: Luz Olier.

Editorial: Palabras de agua.

1ª edición: Abril/2021.

ISBN: 978-84-1220006-8-3.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

Idioma: Español.

Nº pág.: 436.



Sinopsis:



Norah, periodista, y Serge, director de cine, coinciden en un certamen cinematográfico que cambiará sus vidas. A partir de ese primer encuentro y por diferentes motivaciones, ambos se embarcan en la investigación de una masacre cometida treinta años atrás en un lugar helado de Minnesota. Las pesquisas de Norah y los descubrimientos de Serge les permitirá desvelar secretos que muchos creyeron enterrados. El destino, que entrelazó sus vidas, les convertirá en víctimas potenciales de aquellos a quienes investigan.

Un thriller que se desarrolla simultáneamente en el plano real e interdimensional, donde los sucesos y sus consecuencias van de la mano para crear una hipnotizante historia.
«La danza del espíritu» es el baile ritual que los nativos norteamericanos realizaban para defenderse del genocidio al que eran sometidos. En la actualidad, el presidente Biden ha paralizado la construcción de un oleoducto desde Alberta, en Canadá, hasta Texas, que habría podido contaminar el agua potable. Los indios, apoyados por asociaciones de ecologistas, se opusieron frontalmente también a la construcción de dicho oleoducto.



Opinión Personal:




La danza del espíritu es una novela que me atrajo por la sinopsis. La editorial Palabras de agua la cataloga como un thriller aunque, en mi modesta opinión, me dije que, tal y como se desarrolla la trama se encuadra mejor como suspense. En mi modesta opinión, el ritmo que le confiere el narrador omnisciente no me parecía propio de las novelas del género literario que menciono al principio de este párrafo, ni tampoco que hubiera una sucesión de dosis de acción a lo largo de los capítulos que provocara el efecto de que los episodios se sucedieran de modo que el relato resultara trepidante o, cuando menos, no diera lugar a descanso al lector porque en cada capítulo se encuentra con giros y episodios que atraen su atención. En todo caso, sí tiene una gran carga psicológica por el efecto que provocan en los personajes los episodios que se relatan, y por las respuestas, tensión e inquietud que muestran cada uno de ellos ante el desarrollo de estos. En base a lo que acabo de comentar, tengo claro que la trama de esta obra de la escritora, actriz y guionista madrileña Luz Olier contiene una historia con tintes propios de suspense porque uno de los dos principales personajes, la periodista Norah Adams, siente que corre peligro ante los planes que quieren llevar a cabo los miembros de una organización secreta, el Club Domain, por lo que procura escapar de sus garras por temor a lo que puedan hacer con su vida, porque la relacionan con un magnate mejicano que forma parte de este club. El lector se encontrará también ante una historia en la que recibe una información más directa que la que tienen los dos principales personajes sobre lo que sucede a lo largo de los capítulos, por lo que la sensación de incertidumbre y peligro se incrementa, ante el temor de que los miembros del club antes citado logren alcanzar los oscuros objetivos que planifican en sus reuniones.

(John Thrudell, actor, poeta y activista nativo USA)
La danza del espíritu tiene el atractivo de que varias fases de la trama se desarrollan simultáneamente en el tramo real e interdimensional, donde los sucesos y sus consecuencias van de la mano en esta hipnotizante historia, como adelanta la sinopsis. Unos episodios que estoy seguro atraerán la atención del lector, porque los dos principales personajes tienen la capacidad de observar hechos que se desarrollan en un mundo paralelo, que tanto pueden tener lugar en el pasado como en el futuro, como se podrá comprobar en determinados tramos de la novela. Unos hechos que, en un sentido u otro, guardan relación con el trabajo que realiza la periodista independiente de investigación Norah Adams, centrada en tratar de descubrir quién o quienes son los culpables de haber cometido una masacre que tuvo lugar treinta años atrás en un lugar helado de Minnesota. La capacidad de observar a la que me refiero en este párrafo también se manifiestan a través del director de cine, Serge Ivaluk, que también tiene alguna particularidad más con la que incluso sorprende a la periodista. Este director de cine rodó la película de la que se toma el título de la novela, y que gira en torno a un personaje real, John Thrudell, actor, poeta y activista nativo estadounidense quien, tras la trágica muerte de su familia, comenzó a escribir y a interpretar sus canciones.

Otra peculiaridad de esta novela que hoy reseño son los rasgos de los dos principales personajes, la periodista independiente de investigación, Norah Adams, y el director de cine Serge Ivaluk. La primera, que es la que más peso de los dos tiene en el desarrollo de la trama, es una joven mestiza atractiva, que colabora con el diario Affairs de Nueva York, y cuyo director le encarga cubrir un evento que se aleja de su línea de trabajo habitual, pues le encarga cubrir el festival de cine que tiene lugar en el anfiteatro del TIFF Bell Ligthbox de Toronto, en el que se proyecta la película La danza de los espíritus, del director de cine Serge Ivaluk. Este es un cineasta de origen inuit, nacido en la isla de Baffin en Canadá. Ambos son dos personajes que se alejan de los arquetipos propios que protagonizan una novela, y cuya forma de ser y actuar atraerá al lector, sobre todo desde que mantienen un primer contacto en el evento antes mencionado, y que se estrechará a lo largo de los capítulos, sobre todo desde que determinados episodios originan que la relación entre ambos sea más continua. Incluso en la distancia, el contacto se incrementa desde que el peligro acecha a la periodista, por lo que el director de cine está muy pendiente de su protección. El vínculo que los une confiere cierta dosis de intriga al vínculo que mantienen ambos personajes, porque en más de una ocasión me pregunté si se forjaría una relación más íntima.

(Danza de los espíritus-Indios USA)
La autora construye una trama que me resultó muy entretenida a lo largo de los veintidós capítulos en los que se estructura su desarrollo, agrupados en dos partes bien diferenciadas, si bien se podría definir a la última, conformada sólo por tres capítulos, como el desenlace. Un desenlace en el que estuve muy pendiente de su desarrollo, aunque tal y como se desarrollan los capítulos que lo conforman me pareció previsible, pero no así el destino que le espera a cada uno de los implicados en los hechos cruciales que relata la voz narrativa, como lo sucedido en la matanza que tiene lugar en Cloquet, en Minnesota, o los proyectos que planifica llevar a cabo el Club Domain, porque el poder económico que tienen sus miembros les hace pensar que pueden actuar por encima del bien y el mal por lo que, si como si de dioses se trataran, toman decisiones que guardan relación con el orden mundial. Unas decisiones que, una vez se conocen, ponen, cuando menos, los pelos de punta. Sin duda alguna, el lector se encontrará con una trama trabajada con celo, en la que puede decirse que todo lo que sucede a lo largo de los capítulos origina un efecto dominó en los personajes que conforman el elenco que transita por las páginas de esta novela. En mi modesta opinión, diría que Luz Olier hace una denuncia social sobre el trato que reciben los indios nativos de Estados Unidos, ante el continuo abandono que sufren por la administración estatal. De hecho, en un sentido u otro, los indios están muy presentes a lo largo de los capítulos, incluso algunos están encabezados por proverbios de diversos pueblos amerindios. En relación a lo que acabo de comentar, la autora resalta las tradicionales danzas circulares que los pueblos de Norteamérica ejecutaban desde tiempos prehistóricos, en la cual los participantes creían que sus parientes muertos regresarían y la gente de raza blanca perecería.

La danza del espíritu es una novela que me resultó muy entretenida pese a que, como ya comenté en esta reseña, el desenlace me resultó muy previsible, aunque no así el destino que le espera a cada uno de los implicados en los hechos cruciales que se relatan a lo largo de los capítulos. El lector se encontrará con una historia que le lleva desde Nueva York hasta Cloquet, en Minnessota, en la que hace 30 años se produjo una masacre sobre la que parece que no interesó en su momento que se supiera lo que sucedió realmente en aquella fecha fatídica, porque las autoridades optaron por cerrar la investigación sin ofrecer una explicación concreta. Uno de los grandes atractivos de la novela es que el narrador omnisciente me ofrece una mayor información que los personajes sobre el desarrollo de lo que sucede a lo largo de los capítulos. Esto origina que estuviera muy pendiente, sobre todo, de las reacciones de la periodista Norah Adams, sobre todo desde que alguien está interesado en obtener de ella una información determinada. En base a esta información, cada vez es más consciente de que su madre, Vanessa Adams, no falleció en un accidente de tráfico A lo largo de los capítulos las sorpresas y los secretos dan un vuelco a la vida de la periodista, que queda muy sorprendida desde que tiene conocimiento del pasado desconocido de su progenitora, porque la relacionan con un magnate mexicano que forma parte del llamado Club Domain. Desde ese descubrimiento, Norah Adams es consciente de que su vida corre peligro y le aconsejan que se oculte durante un tiempo. Aunque su labor como periodista de investigación es consciente de que quiere obtener todas las respuestas necesarias que aclaren las dudas que se le acumulan.

(Hotel Ritz-Carlton-NY-USA)
Luz Olier planifica y desarrolla una novela diría que más bien de personajes, pese a que las localizaciones por las que transitan están descritas de una forma clara y concisa, que ayudan a imaginar cómo son los espacios por los que se mueven. Traza unos personajes bien perfilados, diría que de carne y hueso, en los que refleja lo mejor y lo peor del ser humano. Unos personajes en los que se refleja de una forma clara quienes están en uno y otro bando, y entre los que se mantiene un claro pulso con el que pretenden dominar al contrario, bien para conseguir llevar a cabo los oscuros objetivos que se proponen, o bien para evitar que los villanos logren hacerlos realidad. Pese a que domina la narración frente al diálogo, el ritmo de lectura me resultó fluido, e incluso muy fluido en varios tramos de la novela, sobre todo cuando la intensidad narrativa y la tensión dialéctica están muy presentes, y en aquellos episodios en los que se presiente que va a tener lugar algún vuelco narrativo que influya en el devenir de los personajes, sobre todo a medida que el desenlace está próximo. Sin duda alguna, en La danza del espíritu la gran fuerza psicológica de los personajes supone un gran atractivo para el lector, lo que origina que las reflexiones estén también presentes, sobre todo en aquellos episodios que les provocan un gran impacto, y que influyen en las decisiones que tomen en relación con el devenir que les espera tras descubrir hechos que guardan relación con ellos.



Biografía:



Nacida en Madrid, Luz Olier estudió periodismo y desde muy joven colaboró como guionista para la radio y la televisión. A los 19 años escribió su primera novela seriada para la cadena radiofónica CAR-REM: “Sombras del pasado. En 1969 debutó como actriz profesional en teatro con “Sólo Dios puede juzgarme”, de Emilio Romero, en la compañía de Vicente Parra. Ha partir de ese momento, ha participado en decenas de obras de teatro y en espacios televisivos como “Estudio 1”, “Novela”, “Pequeño estudio”, “Barrio Sésamo” y ha sido actriz invitada en series como “El Comisario”, “Abogados”, “Hospital Central”, “Cuéntame”, entre otras. A lo largo de su vida Luz Olier fue galardonada con numerosos premios de interpretación y literarios, entre los que cabe destacar los de mejor actriz por “El Acero de Madrid”, de Lope de Vega, en el T.E.U. (Teatro Español Universitario) en 1963; mejor actriz por “La Dama Duende”, en el Festival del Siglo de Oro en El Paso (Texas. EE. UU) en 1981; mejor actriz por “La Discreta Enamorada” en el Festival del Siglo de Oro en El Paso (Texas. EE. UU.) en 1983; mejor actriz por “Don Gil de las Calzas Verdes”, en el Festival del Siglo de Oro en El Paso (Texas. EE. UU.); Premio de la AETIJ por su obra de teatro infantil: “El País de los Sueños” en 1971, Premio Margarita Xirgú por su radioteatro “Mujer del Sombrero con Flor”, en 2006.


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía  y fotografía de la autora tomados de la editorial. Imagen de John Thrudell tomada de la web KALW. Imagen de la danza de los espíritus tomada de la web Antrophistoria. Imagen del Hotel Ritz-Carton en NY tomada de la web The Ritz-Carlton.





7 comentarios:

  1. No me sonaba de nada y no conocía a la autora. Pinta bastante bien. Tomo nota y a ver si logro hacerle hueco.
    Besotes!!!

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  2. Hola Paco, últimamente se etiqueta a muchas historias como Thriller para atraer lectores, cuando no es necesario y eso puede crear frustración por no darse lo que se promete. Si la novela es atractiva, trata temas interesantes (aunque el final sea previsible), y hay personajes bien perfilados, a mi ya me vale. Me la llevo apuntada. Besos.

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  3. Que sea previsible le resta interés pero te diré que lo del tramo real e interdimensional es la primera vez que lo leo y eso sí llama mi atención. Besos

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  4. No la conocía, y aunque el hecho histórico y la masacre me atraen, eso de interdimensional me echa hacia atrás ahora mismo. No te digo para otro momento. Besos

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  5. Últimamente a todo se califica como thriller y no es bueno porque puede crear falsas expectativas en el lector que luego se vean defraudados aunque, quizás, la novela sea muy buena pero perteneciente a otro género.
    Yo tampoco conocía el libro ni la autora y veo que merece mucho la pena. La previsibilidad veo que no le quita interés.
    Besos

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  6. A pesar de no tener el ritmo trepidante del thriller parece que la has disfrutado. A mí no termina de convencerme, quizá por la previsibilidad de la que nos hablas en cuanto a su desarrollo. Apertas

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