Crítico
y novelista austriaco nacido en Viena el 28 de Noviembre de 1881, de una
familia hebrea de ricos industriales. Dada la posición social de sus padres, no
siguió ningún estudio profesional. Desde un principio se dedicó a sus aficiones
literarias y se creó una sólida cultura, estudiando filosofía en la Universidad
de Viena. Antes de entrar en la Universidad, a los 19 años, Zweig publicó un
volumen de versos que denotan la gran impresión que habían producido en él los
líricos franceses, especialmente Verlaine y Berhaeren, que luego habían de
influir mucho en su temperamento artístico. Se advierten ecos de Rilke en sus primeros poemas,
de Hofmannsthal en el teatro, y de Schnitzler en las narraciones. Son
sus primeros poemas titulados Cuerdas de plata. Tras obtener el título de doctor en
Filosofía, reside un año en París. Luego va a Londres y se siente fascinado por
la obra del poeta William Blake.
Su primera novela aparece en 1904, El amor
de Erika Ewald, que narra la
historia del amor entre la pianista Erika Ewald y un virtuoso del violín
durante los ensayos para un concierto . La novela sería el género que más
prodigaría durante su exitosa carrera literaria. Su estilo literario era muy
particular, pues aunaba una cuidadosa construcción psicológica con una
brillante técnica narrativa.
Además de novela, también escribió teatro, poesía y
ensayo. Hizo un primer viaje a París en 1915, en donde el contacto con el
simbolismo francés le llevó a nuevos experimentos estilísticos: tradujo a
Rimbaud, Verlaine, Baudelaire y al belga A. Verhaeren, con quien mantuvo
estrecha amistad.
En 1910, visitó La India y en 1912 Norteamérica. En 1913 se estableció
en Salzburgo, donde habrá de vivir durante casi veinte años.
En 1914, cuando estalló la Primera Guerra Mundial, se
hallaba en Bélgica, donde iba a visitar a su amigo el poeta Emilio Verhaeren.
Fue movilizado por su país durante tres años, pero no estuvo nunca en los
campos de batalla. Hizo su servicio en Viena, en un despacho de los archivos de
la guerra.y luego de haber servido en el ejército austríaco por algún tiempo
(como empleado de la Oficina de Guerra, pues había sido declarado como no apto
para el combate). Ésta duraba todavía cuando obtuvo un permiso de dos meses,
que él aprovechó para trasladarse a Suiza. En 1917 hizo representar en Zurich
una obra dramática en nueve cuadros, Jeremías, en el cual se condenaba la
guerra. Esta obra es de tendencias pacifistas y en aquél entonces sólo podía
representarse en un país neutral.
De este período es Jeremiah, obra antibélica que
escribió mientras estaba en el ejército, publicada durante su exilio en Suiza.
Esta pieza teatral bíblica inspirada en la guerra europea fue exhibida en Nueva
York hacia 1939.
En territorio suizo encontró a otro pacifista expatriado,
su querido amigo Romain Rolland, el cual dijo de esta producción cuando se
estrenó, que era el mejor ejemplo, por él conocido, «de esa augusta melancolía
que sabe ver por encima del drama sangriento de hoy, la eterna tragedia de la
humanidad». Junto con Romain Rolland y otros amigos de diferentes países
beligerantes, fundó a aquél famoso grupo de escritores refugiados en Suiza que
defendieron, contra la guerra, la unidad espiritual de Europa.
De inmediato se radicó en Suiza donde trabajó como
corresponsal para la prensa libre vienesa, y produjo algunos trabajos en
diarios húngaros. Gracias a sus amistades, entre las que estaban Hermann Hesse
y Pierre-Jean Jouve pudo publicar sus visiones apartidistas sobre la turbulenta
realidad europea de aquellos días. Conoció a Thomas Mann y a Max Reinhardt.
Terminada la guerra, se volvió a su país, pero no se instaló en Viena,
sino en Salzburgo, volvió a Salzburgo donde, en 1920 se casó con Friderike Maria
Burger von Winternitz, una admiradora de su obra, a quien había conocido ocho
años antes. En esa ciudad lleva una existencia laboriosa, interrumpida tan solo
por sus frecuentes viajes, que le dan materia y ocasión de nuevas actividades.
Allí compuso los volúmenes de cuentos Amok (1922) y Confusión de sentimientos
(1925), reunidos luego en un ciclo, La cadena. ambién aparecieron los ensayos
contenidos en los tres trípticos titulados Tres maestros (1920), La lucha
contra el demonio (1925) y Tres poetas de la propia vida (1930). A este ciclo
cabe vincular otro tríptico, La curación por el espíritu (1932). El método
empleado en estas trilogías y en la serie de «miniaturas» históricas Momentos
estelares de la humanidad es la crítica psicológica de fondo freudiano.
Como intelectual comprometido, Zweig se enfrentó con
vehemencia contra las doctrinas nacionalistas y el espíritu revanchista de la
época. De todo eso escribió en una larga serie de novelas y dramas, en lo que
fue el período más productivo de su vida. El relato histórico Momentos
estelares de la humanidad, que publicó en 1927 se mantiene entre sus libros
más exitosos.
En ese mismo año de 1928 le vemos en Rusia, invitado por
los organizadores de las fiestas celebradas en este país con motivo del centenario
del nacimiento de Tolstoi. Hombre de letras, ajeno a la polémica política, y
libre, por tanto, de todo prejuicio de secta, Zweig, en estos artículos,
contempla el panorama espiritual de Rusia.
Dos años después visitó a Albert Einstein en su exilio en
Princeton. Zweig cultivaría la amistad de personalidades como Máximo Gorki,
Rainer Maria Rilke, Auguste Rodin y Arturo Toscanini.
En 1934, publicó su triple biografía Mental Healers,
a la vez un ensayo sobre los orígenes de la Ciencia Cristiana (religión
espiritualista fundada por Mary Baker Eddy) y el psicoanálisis.
Tras el aumento de la influencia nacional socialista en
Austria, Zweig se trasladó un tiempo a Londres; ya por entonces se vio en
dificultades para publicar en Alemania, pese a lo cual pudo escribir el libreto
para Die schweigsame Frau, ópera del compositor Richard Strauss.
Definido
como «no ario», fue defendido por Strauss, quien se negó a eliminar el nombre
de Zweig como libretista del cartel de la obra Die Schweigsame Frau (La
mujer silenciosa), estrenado en Dresd. Hitler rehusó ir al estreno, como
estaba planeado, y poco tiempo después, tras sólo tres representaciones, la
obra fue prohibida.
La religión
judía no fue parte de su educación. En una entrevista sostuvo:
"Mi madre y mi padre eran judíos sólo por un
accidente de nacimiento".
Sin embargo, una de sus novelas, El Candelabro Enterrado narra la historia de un judio, que hizo del objetivo de su vida el preservar la menorá.
En 1936, sus libros
fueron prohibidos en Alemania por el régimen nazi.
En 1938,
se divorció de su primera esposa. Al año siguiente se casó con Charlotte
Elisabeth Altmann y, tras el inicio de la guerra Zweig se trasladó a París Poco
después, viajó a Inglaterra, en donde obtuvo la ciudadanía. Vivió en Bath y
Londres antes de viajar a los Estados Unidos, República Dominicana, Argentina y
Paraguay, con motivo de un ciclo de conferencias, quedando impresionado por el
número de asistentes a sus conferencias y por el recibimiento que se le hacía
en muchos países de Sudamérica. Sin duda este hecho influiría más tarde en la
decisión de instalarse en Brasil cuando abandonó definitivamente Europa.
Después
de la publicación de su Novela de ajedrez en 1941 se mudó a Brasil,
donde escribió La tierra del futuro (1941). En esta obra, examina la
historia, economía y cultura del país. Citando a Américo Vespucio, describe
cómo los primeros navegantes europeos vieron al Nuevo Mundo:
En Petrópolis, junto a su esposa, desesperados ante el futuro de Europa y su cultura (después de la caída de Singapur), creían en verdad que el nazismo se extendería a todo el planeta. Un 22 de febrero de 1942 se suicidaron.
Zweig escribió novelas, como Los prodigios de la vida,
La estrella bajo el bosque, La cruz, Buchmendel, Veinticuatro horas en la vida
de una mujer o Novela de ajedrez; historias cortas, como Caleidoscopio, conjunto
de relatos breves; dramas, como Theresite o La Casa al borde del mar;
biografías, como María Antonieta, llevada al cine llevada al cine por la
M.G.M., Fouché, el genio tenebroso, María Estuardo, Erasmo de Rótterdam, Paul Verlaine,
Casanova, Stendhal o Tolstoi.
Hace no mucho leí la primera novela de este autor, y me quedé fascinada... tengo todas las demás que escribió entre mis pendientes.
ResponderEliminarLeí veinticuatro horas en la vida de una mujer. Me impresionó el relato de Zweig y su maestría con que describía los acontecimientos que motivaron a una mujer a adoptar la resolución que tomó, en una época en que todo era para ellas prejuicios en una sociedad machista.
ResponderEliminarPor ningún lado encontramos la poesía de Zweig traducida al español. Aunque pudiera no estar al nivel de su prosa y pese a que obviamente la rima en alemán se perdería al traducirla, no se entiende que no pueda hallarse (ni en papel ni en Red) la poesía de Zweig traducida al español. Sólo hemos encontrado un poema, que precisamente hemos incluido en ZdeP.
ResponderEliminarsi tienen algún conocimiento al respecto, se agradece la información.
Otra cuestión. La novela Clarissa está inconclusa (claramente, a diferencia de La embriaguez de la metamorfosis, que se duda si está inacabada o bien Zweig quiso darle ese final abierto). El problema de Clarissa es que viene incluida en el recopilatorio que sacó Acantilado en Navidad-2012, junto con el resto de sus novelas y al precio de 50 euros. Lógicamente es demasiado para un volumen en que vienen las demás novelas, que ya hemos leído. Clarissa debería publicarse por separado.
Saludos desde Granada (España).