En la portada de esta novela vemos a un señor de
edad y a un joven como si mirasen al pasado. Están viendo imágenes de una de
las épocas más dolorosas de la historia de nuestro país de la que casi nadie
que le ha tocado vivirla o sufrirla directamente quiere hablar de ella. Son
imágenes cruentas, impactantes, dolorosas. Aviones que sueltan bombas
destructoras, militares deteniendo ciudadanos sospechosos. Es la guerra civil
que enfrentó a hermanos contra hermanos, familias contra familias, a vecinos de
un mismo pueblo entre sí. Un conflicto sin sentido, que aún hoy día cuesta
trabajo cerrar las heridas del mismo. No hacía falta ir al frente para ver los
horrores del mismo. En las ciudades, en los pueblos se producían atrocidades,
quizás mucho peores, entre partidarios de un bando y otro. Sacas,
fusilamientos, paseos, detenciones, desapariciones.
- Que fue...
Miré a mi abuelo sin poder dar crédito a lo que decía.
- Es que yo pasé aquí mi infancia, pero la verdad es que no me gusta mucho hablar sobre ese tema (...) a pesar del tiempo transcurrido, ya ves, toda una vida, todavía me resulta un recuerdo muy doloroso...
Leonardo Cervera nos ofrece una novela corta pero
entretenida, entrañable, amena y didáctica. La guerra de mi abuelo (Roca
Ediciones). Nacido en Málaga, en 1970, es Licenciado en Derecho por la
Universidad de Málaga. Es especialista en Derecho Comunitario de la Unión
Europea. Trabajó en la unidad encargada de la política europea de protección de
datos personales. El año 2005 resultó ganador del premio internacional “Barbara
Wellbery”. Durante los años 2007 y 2008 vivió y trabajó en los Estados Unidos,
participando en el US Fellowship Programme de la Comisión Europea,
como EU Fellow de la Universidad de Duke (Carolina del Norte). Leonardo Cervera
es autor de La Primera en el Peligro de la Libertad (Arguval, 2007),
una novela histórica ambientada en la guerra civil española, y Lo que hacen
tus hijos en Internet (RBA,2009), una guía para padres sobre el uso de
Internet por los más jóvenes.
Setenta y cinco años después del inicio de la misma
las heridas aún no se han cerrado por completo. El autor de esta obra dijo el
día de la presentación de la misma que “se puede superar definitivamente el
conflicto si se adopta la perspectiva de las víctimas, de todas las víctimas»
Es partidario de utilizar el recuerdo para «honrar la memoria de las víctimas y
educar a los jóvenes sobre la importancia de los valores democráticos». Por
eso, así comienza La guerra de mi abuelo con esta dedicatoria : “A
los perdedores de la guerra civil, que fueron todos”.
La novela tiene dos narradores en primera persona,
el nieto y el abuelo. Pedro, el protagonista principal, es un niño de doce años
que sufre acoso escolar y cuyos padres acaban de separarse por culpa de la
obsesión de su madre por el trabajo.
El chico, buscará olvidarse de sus problemas personales escuchando las
historias que su abuelo, don Manuel Ávila, le cuenta sobre su niñez durante la
Guerra Civil. Así será como el niño se enterará de que sus antepasados vivían
en Marbella cuando estalló la contienda y de que, tras el bombardeo de la flota
del bando nacional, tuvo que refugiarse, junto a sus padres, en casa de unos
familiares que vivían en Málaga.
Nieto y abuelo se van contando sus historias,
distintas en el tiempo pero cada una de ellas marcadas por sus problemas. El
nieto se refugiaba en su abuelo contándole lo mal que lo estaba pasando en su
casa y en el colegio, a causa del acoso escolar al que era sometido, y el
abuelo le relataba lo difícil que fue sobrevivir a esa guerra, las penurias que
pasaban, pero también la solidaridad que había entre los vecinos ayudándose
unos a otros. Incluso tenían tiempo para juegos a pesar de las trabas que les
ponía un chico del bloque, hermano de un miliciano.
Con un lenguaje sencillo Pedro va escuchando todos
los acontecimientos ocurridos durante los primeros meses de la guerra civil en
Málaga. Sencillo pero no por ello nos deja de ofrecer algunos hechos
estremecedores, como la muerte de su bisabuela en un bombardeo en Málaga
mientras guardaba cola para conseguir un kilo de arroz o el espectáculo
dantesco que vivió su abuelo mientras abandonaban la ciudad porque los
nacionales se estaban acercando. Masacre que tuvo lugar realmente en la
carretera Málaga-Almería el día 8 de febrero de 1937, que causó la muerte a
varios miles de personas en un ataque en el que ancianos, mujeres y niños eran
perseguidos por los carros de combate italianos, bombardeados por la aviación
alemana desde el aire y por la marina franquista desde el mar.
Es una novela cuya lectura recomendamos, a veces divertida y otras veces triste. Real como la vida misma.
Una de las fotografías que el médico canadiense Norman Bethune tomó del éxodo de Málaga a Almería en febrero de 1937.
No hay comentarios:
Publicar un comentario