jueves, 20 de agosto de 2020

La felicidad conyugal, de Lev Tolstói.

Leído.

Título: La felicidad conyugal.
Autor: Lev Tolstói.
Editorial: Freeditorial (enlace).
1ª edición: 26/07/2019.
publicación inicial: 1859.
Formato: Ebook.
Idioma: Español.
Nº pág.: 98.



Sinopsis:



Serguéi Mijäilovich llega a la casa de campo de Pokróvskoye para administrar la herencia de María Alexándrovna. Ella es doce años más joven que él, pero entre ambos surge un amor que se consuma en matrimonio. Al principio viven tiempos felices; sin embargo, su felicidad conyugal se verá alterada cuando la pareja se traslade a San Petersburgo y al éxito de María en la vida de la alta sociedad le acompañen los celos de su esposo. Las obsesiones individuales, la responsabilidad y el amor frente a los demás son claves en esta obra basada en la propia vida de Tolstói.




Opinión Personal:



De nuevo traigo a este blog otra novela corta de uno de los máximos exponentes de la narrativa universal, el escritor ruso Lev Tolstói. Si en octubre de 2019 compartía mis impresiones sobre Dos húsares (reseña), en esta ocasión le toca el turno a La felicidad conyugal, de cuyo título tomé buena nota tras leer la interesante reseña de Meg, la administradora del blog Cazando estrellas. Aunque mi relación con la narrativa de Tolstói ya viene de años atrás, pues todavía guardo un grato recuerdo de mi lectura de Guerra y Paz, una de sus dos novelas consideradas como la cúspide de la ficción realista, junto con Ana Karenina.
(San Petersburgo-Rusia)
La felicidad conyugal es una novela corta estructurada en nueve capítulos, agrupados en dos partes bien diferenciadas, con el amor de pareja como tema central. En la primera, Serguéi Mijäilovich llega a la casa de campo de Pokróvskoye para administrar la herencia de María Alexándrovna. Pese a que ella es doce años más joven que él, se siente atraída por quien fuera amigo de su padre, y ahora es tutor y administrador de su herencia. Este sentimiento se percibe a lo largo de los cinco capítulos que la conforman en los que, sobre todo la joven Masha, idealiza la pasión que siente por Serguéi, si bien observa cómo él mantiene desde otra perspectiva su relación inicial entre ambos. Tolstói refleja esa idealización tanto a través de las reflexiones como de las descripciones que realiza la joven protagonista y narradora. La segunda parte muestra un matrimonio en el que el idealismo es abandonado con el paso del tiempo y se instala en una relación en la que aparecen los roces, porque los cónyuges tratan de encontrar un camino en el que ese amor que les une no se vea afectado por las decisiones que tomen uno u otro. El idealismo queda reflejado en los capítulos iniciales a través del ambiente rural en el que se desarrollan las escenas que describe la voz narrativa. En los siguientes, el cambio se simboliza una vez que deciden trasladarse una temporada a Petersburgo, aunque también viajarán por el extranjero. En ambas partes el escritor ruso refleja su percepción de la vida campesina y critica los excesos de la alta sociedad aristocrática

Entiendo que quienes leímos La felicidad conyugal llegamos a la misma conclusión, porque sorprende cómo el autor de esta magistral obra se mimetiza con la protagonista de esta novela corta y el lector se olvida de que es Tolstói quien mueve los hilos de este personaje. Un personaje que cobra protagonismo por encima de todos los demás, incluido su marido Serguéi Mijäilovich, pese a que también se conocerá en profundidad, si bien algunas de sus actuaciones se perciben desde un segundo plano, pero diría que también lo conoce desde la perspectiva de Masha, aunque es mejor que sea el lector quien juzgue la forma de proceder de ambos personajes. Junto a ellos hay tres secundarios que tienen influencia sobre el matrimonio, caso de Katia, la institutriz de Masha, y Tatiana Semiónovna, madre de Serguéi y muy chapada a la antigua, o la princesa D., la prima de su marido, quien la introduce en la vida social de la aristocracia.
(Baden-Baden-Alemania)
Baden-Baden - Wikipedia, la enciclopedia libreTolstói muestra en sus novelas que tiene una narrativa impecable con la que el lector se sumerge de pleno en la historia que relata el narrador de turno. Y es que todo lo que acontece en La felicidad conyugal lo absorbe de tal forma que uno se siente un personaje más de la trama, hasta el punto de que se cree un verdadero entrometido, sobre todo en aquellos episodios en los que las escenas alcanzan un grado de intimidad tal, que uno se muestra realmente incómodo mientras son descritas por la narradora y protagonista. A ello hay que añadir la gran capacidad que tiene a la hora de reflejar los perfiles psicológicos de los personajes, a través de los que demuestra que es un gran conocedor del alma humana. Si hay algo que une a su obra literaria es que el lector no tarda en familiarizarse con los personajes que conforman el elenco de sus novelas, porque profundiza en ellos de tal forma que incluso consigue que se retengan los mínimos detalles que los caracterizan. El escritor ruso utiliza un estilo llano y directo, sin artificio alguno, pero sutil para describir con sencillez tanto sus rasgos psicológicos como los escenarios por los que transitan los personajes. A lo largo de los capítulos se describen paisajes o escenas de interior muy visuales y plásticas, bien por la narradora o a través de los diálogos que mantienen los personajes.


Biografía:

Escritor ruso, León Tolstói es considerado como uno de los más grandes autores de la literatura universal de todos los tiempos. Su obra es fundamental para entender el desarrollo de la novela contemporánea, siendo el mayor ejemplo del movimiento realista.
Tolstói alcanzó una gran popularidad no sólo en Rusia sino también en el resto del mundo gracias a obras tan importantes como Guerra y Paz, Ana Karenina, Los cosacos o La muerte de Iván Illyich. Su dominio de la psicología de los personajes le valió los elogios de autores como Flaubert, Chéjov, Joyce, Mann, Proust o Faulkner.
La obra de Tolstói ha sido llevada al cine de manera recurrente desde principios del siglo XX; Guerra y Paz, Ana Karenina, Resurrección o La última estación son algunos de los títulos que más se han adaptado. Además, también hay versiones teatrales e incluso operísticas de sus novelas.
Tolstói murió en 1910, a los 82 años de edad, aquejado de una fuerte neumonía. A su entierro acudieron miles de personas desde todos los rincones de Rusia para acompañar su último viaje.
Nota: Datos técnicos y sinopsis, tomados de la web de Freeditorial. Biografía del Tolstói, tomada de Lecturalia. Imagen de San Petersburgo, tomada de de la web Prensacanada.com. Imagen de Baden Baden tomada de Wikipedia. 












5 comentarios:

  1. Solo he leído "Guerra y paz" y "Ana Karenina". Eso sí, dos veces cada una. Son tan grandiosas que cuando luego leí un pequeño libro autobiográfico, "Recuerdos", aun siendo muy bueno, me dejó un poco desinflada. Puede que sea por eso por lo que no he vuelto a leer más cosas del autor. Y tiene novelas más cortas como esta que deben de estar muy bien y debería animarme. Esta y "La última estación" me atraen hace tiempo.
    Un beso.

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  2. Hola, de Tolstoi he leído varias novelas, pero esta no la conocía. Me la llevo apuntada. Besinos.

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  3. ¡Hola!
    Aún no he leído nada de Tolstoi, pero ganas no me faltan, lo que pasa es que el libro que tengo en casa es Guerra y paz, y, siendo sincera, que sea un tochal me echa para atrás; así que me apunto este, que tiene pinta de que me va a gustar^^
    ¡Un saludo!

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  4. Muy interesante la novela que nos traes en esta ocasión. Ciertamente no la conocía, y es que hay muchas veces que conocemos las obras que más resuenan de un autor, y hay otras que quedan un poco olvidadas pero que son igualmente muy interesantes, como es el caso. Un abrazo

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  5. Muy buen comentario de esta novela corta. La leí hace un tiempo y me atrapó la trama ágil. Si bien he leído muchos libros de Tolstói y sus diarios en este libro en el autor prevalecen los sentimientos que transmiten. Leí una edición de Banda Oriental de Uruguay que tiene una interesante. Ahí me enteré de cómo decidió morir León Tolstói. Que se tomó un tren y murió en una pequeña estación. Dice la leyenda que sus últimas palabras fueron que quería morir como los pobres. O algo parecido. Su narrativa, tanto como su vida son atrapantes. También sus experimentos en el terreno de la educación y la lectura.

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