Datos
técnicos:
Título: La
memoria de las olas.
Autora:
Marta Currás.
Editorial:
Juventud.
1ª
edición: mayo/2019.
ISBN:
978-84-261-4560-4.
Encuadernación:
rústica con solapas.
Idioma:
español.
Nº
pág.: 416.
Sinopsis:
Invierno
de 1924 en la ciudad de Vigo, una urbe moderna, industrial y muy
activa que convive en una simbiosis perfecta con el océano
Atlántico. Alrededor
de este mar, que gobierna el clima y los ritmos de la ciudad, las
historias de Santos y su pasión por Verne; de Cristina y su espíritu
artístico; de Beatriz y su malvada progenitora y del inglés Homer
K. Lochless y su búsqueda de un galeón hundido, acaban por
entrelazarse con la investigación de una misteriosa epidemia que
asola la ciudad y de un crimen cometido veinte años atrás. Aunque
no lo parezca, en esta historia de historias todo guarda relación,
incluso las cartas de un misterioso y casi invisible personaje, como
en un rompecabezas en el que cada pieza es clave para encajar la
siguiente.
Opinión
Personal:
En
octubre de 2018 leí y reseñé en este blog Visibilidad
Cero (reseña), de Fernando de Cea, novela ganadora del
XXI Premio Literario Nostromo, promovido por la Asociación de Amigos
de Nostromo, el Museo Marítimo de Barcelona y la Editorial Juventud.
Este año me acerco de nuevo a este premio literario a través de la
obra ganadora de la XXII edición, La memoria
de las olas, de Marta Currás. Fue a través
del blog de Las Inquilinas de Netherfield cuando descubrí la novela
sobre la que hoy comparto mis impresiones, y después tuve la inmensa
fortuna de ser el ganador de un ejemplar que sorteaban sus
administradoras. Forma
parte del grupo de novelas de las que cuesta despedirse por lo cómodo
que me sentí durante su lectura y, como digo en estos casos, me
gusta levantar el pie del acelerador para llegar al desenlace de una
forma muy suave.
(Antigua Panificadora de Vigo)
La
escritora madrileña afincada en Galicia consiguió, con las
descripciones que ofrece el narrador omnisciente, que me sintiera un
personaje más que pasea por Vigo. En todo momento me imaginé que
caminaba junto a ellos por sus calles y plazas, contemplaba extasiado
el ajetreo del puerto o el bullicio que imperaba en el mercado de A
Laxe, así como la novedad que supondrá para los vigueses la
inauguración de la Panificadora, porque significa un impulso más a
la industrialización de esta ciudad portuaria. A lo que acabo de
comentar hay que añadir un atractivo elenco de personajes, cuyas
historias se entrelazan, con lo que supone un aliciente más para
disfrutar con el engranaje perfecto que forman todos ellos, en el
que cada pieza es clave para encajar la siguiente. Sin duda alguna,
me imagino que el acoplamiento al que me acabo de referir supuso para
la autora un gran esfuerzo, porque tenía que estar muy pendiente de
los movimientos de cada uno de ellos para que el desenlace fuera el
que había planificado. Un desenlace que me resultó muy atractivo,
además de mantenerme en vilo hasta las últimas
líneas.
En
relación al engranaje al que me refiero en párrafo anterior, Marta
Currás estructuró la novela de tal forma que la intriga estuviera
muy presente a lo largo de los capítulos que la conforman. El lector
se encuentra con capítulos de corta extensión en los que se percibe que la
autora tiene muy claro en qué episodio terminarlos para que sienta
interés por lo que sucederá en los siguientes. Incluso cada
capítulo nos lleva de un personaje a otro porque su presencia guarda
relación con lo que relata el narrador. Esta estructura hace los
capítulos muy dinámicos y otorgan a la novela un ritmo ágil de
lectura, si bien los capítulos iniciales, en los que el narrador va
presentando a los personajes que más sobresalen en la trama, son de muy pocas páginas. A ese dinamismo que hay en cada capítulo hay que añadir
algunos saltos temporales a años posteriores que muestran al lector
episodios relacionados con los personajes principales a los que me
acabo de referir.
(Puerto de Vigo)
En mi
modesta opinión, entiendo que el lector se encontrará con una obra
coral, impresión que deduzco del adelanto que ofrece la sinopsis, en
la que se anticipa que es una historia de historias planteada de tal
forma que, aunque no lo parezca, todo guarda relación. En los
primeros capítulos el narrador omnisciente sitúa las escenas iniciales en
Leiro (Orense), Vigo y Bath (al sur de Inglaterra), en las que el
lector se familiarizará con los personajes que más sobresalen entre
un elenco que es fiel reflejo de la sociedad de la época en la que
se desarrolla la trama, que comienza en otoño de 1923, y finaliza en
enero de 1925, con algunos saltos temporales a los que me acabo de referir en el párrafo anterior.
La escritora madrileña afincada en Galicia traza unos personajes bien construidos, representativos de
los diferentes estamentos sociales de la época, con unos rasgos psicológicos diría que profundos, que resaltan sobre todo en
los que tienen mayor presencia en la trama. Junto a los personajes
ficticios, el lector se encontrará también con históricos como la
fotógrafa Ruth M. Anderson o Antonio Sanjurjo Badía, el inventor de
la Boya Submarina. El lector no tardará en empatizar con la mayoría
de ellos, si bien hay alguno por los que su carácter malvado le
lleva a sentir una mayor aversión, caso de Elvira Castroval, aunque
sin embargo supone un gran aliciente para la novela, porque su
perversidad incita a que se esté muy pendiente de sus próximos
movimientos para conseguir los objetivos que se propone. Este
personaje ansía a toda costa relacionarse con la alta sociedad
viguesa, a la que pretende unirse mediante un matrimonio de
conveniencia de su hija Beatriz; aunque tiene también otros
objetivos más oscuros que es mejor que los conozca el lector que
sienta interés por esta apasionante novela de aventuras y misterio.
El capitán Homer K. Lochless es un personaje que no resulta
indiferente, porque el lector se preguntará quién es el misterioso
destinatario con el que se relaciona de forma epistolar. Mediante
correspondencia le informa de su próximo viaje a noroeste de España,
porque organiza una expedición para localizar y rescatar el tesoro
que se oculta bajo las aguas de la ría de Vigo, tras el hundimiento
de un galeón español apresado por los ingleses en la batalla de
Rande. Santos es otro personaje que resulta muy atractivo, porque su
pasión por los libros le llevan a abandonar el priorato de San
Clodio, en Leiro (Orense) para trabajar en la Panificadora que se
inauguraría en Vigo, recomendado por Don Francisco, de quien era su
chófer. Otro personaje destacado es Cristina, cuya vida cambiará
desde que se interesa por su futuro Manuel Castroval, si bien
desconoce el interés altruista que le mueve para
velar por su futuro. Hay otros personajes secundarios que merece la
pena seguir, como el capitán Stevens; Mathilda, el ama de llaves de
Lochless; Hipólito Rey, cuya amistad con Manuel Castroval se remonta
a unos años atrás, o Secundino Villalba, apodado el
Beato,
el encargado de la contabilidad y los pedidos de la Panificadora.
(Isla San Martiño-Cíes-Ría de Vigo)
Tal
y como avanzaban los capítulos de La
memoria de las olas
tuve presente en todo momento la figura de la gran escritora que fue
y sigue siendo reconocida como tal, Emilia Pardo Bazán, porque me
decía que la narrativa de Marta Currás —en
lo que a esta novela se refiere—
se aproximaba al naturalismo de la escritora que introdujo esta
corriente literaria en España. Las escenas costumbristas que relata
el narrador omnisciente, las descripciones sobre la ciudad olívica a
las que ya me referí en el segundo párrafo de esta novela, los
diálogos de los personajes, en los que queda reflejado su condición
social, así como el papel destacado de las mujeres en la trama,
acercan, en mi modesta opinión, a la narrativa de la autora a las pautas marcadas por esta corriente literaria. En lo que se
refiere al papel de la mujer, el lector se encuentra con que dos de
ellas se rebelan ante el destino que les tenía reservada la sociedad
de la época por su condición y estrato social al que pertenecen.
Esa rebelión que se refleja en varias escenas que protagonizan,
llevan al lector a sentir interés por conocer si consiguen hacer
realidad los sueños que anhelan: una, relacionada con su afición;
otra con una relación sentimental que a todas luces se presiente
imposible que fragüe, sobre todo por la diferencia social que separa
a ambos personajes, y el gran escollo que supone su malvada
progenitora.
Marta
Currás describe con detalle las costumbres sociales que imperaban en
la época, tanto en la clara diferencia de estamentos sociales que se
percibe a lo largo de los capítulos, como las relaciones que marcan
las pautas entre los personajes que forman parte de la clase alta
viguesa, así como la distancia e incluso el rechazo que muestran los
primeros, sobre todo las damas, hacia la clase trabajadora, y que se
refleja en varias escenas de la novela. En esa clase alta quiere
integrarse, nada más llegar a Vigo, Elvira Castroval, acompañada su
hija Beatriz, y Manuel, su marido, que servía de enlace entre los
fabricantes de la maquinaria que la Panificadora utilizaría para
cocinar diariamente pan para ciento cincuenta mil personas. Una
Panificadora con la que se familiarizará el lector a lo largo de las
diversas escenas que tienen lugar en esta industria. Junto a las
descripciones ya mencionadas en el segundo párrafo de esta novela,
el narrador ofrece escenas en las que cobran importancia la
gastronomía gallega de la época, de tal forma que invita al lector
a percibir los olores y sabores que la caracterizan, si bien el
salitre también estará presente en algunas fases de la trama,
sobre todo en aquellas escenas en que los temporales interrumpen la
rutina de los vigueses.
La
memoria de las olas es una novela de aventuras y misterio, en la
que hay un alto presencia de elementos metaliterarios de corte clásico, lo que supone un
aliciente más para quienes disfrutan con la lectura de obras
consideradas como tales. Uno de los autores es Julio Verne, a quien
se menciona en la sinopsis, y a cuyas obras es muy aficionado Santos,
sobre todo a una de las más conocidas del escritor francés, 20
leguas de viaje submarino. Esa afición a la lectura y su
espíritu soñador serán la espoleta que cambiará su futuro.
Prefiero que sea el lector quien descubra quiénes son los otros dos
autores clásicos que de una forma u otra tienen relevancia en la
trama, aunque seguro que se llevarán una grata sorpresa a medida que
van deduciendo su identidad. Pero Marta Currás intercala en la trama
elementos propios de otros géneros literarios, por lo que podemos
encuadrarla como narrativa contemporánea. El lector se encontrará
con escenas propias de la novela romántica, histórica, costumbrista, y de
misterio, porque se investigará una
misteriosa epidemia que asola la ciudad y un
crimen cometido años atrás, así como serán desvelados también
secretos familiares que afectan sobre todo a uno de los personajes
principales. Sin duda alguna, el lector disfrutará con la lectura de
una historia de aventura y misterio apasionante con un claro sabor a clásico.
Biografía:
(Madrid,
1975) vive en Galicia desde los catorce años, es Bióloga de
profesión y ha trabajado en laboratorios de Microbiología y
Bioquímica durante casi veinte años. Lectora voraz desde los tres
años, escribe e imagina sus propias historias desde niña. Ha sido
finalista en diversos concursos de microrrelatos y cuentos,
consiguiendo así publicar algunos de sus textos. Desde hace algún
tiempo también se dedica a la escritura de novelas. Templados
por el sol, mecidos por el viento
(Círculo
de lectores, 2018) fue su primera novela publicada, inspirada en uno
de sus viajes por la costa oeste estadounidense. La
memoria de las olas
es
su segunda novela.
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomados de la web de Editorial Juventud. Imagen de la Panificadora de Vigo, tomada de Wikipedia. Imagen del Puerto de Vigo, tomada de la web Vigoempresa.com. Imagen de la isla de San Martiño, tomada de la web Wikiloc.
A mí, si empezamos con unos personajes bien construidos y definidos, ya me vale la pena leerla; creo que es fundamental para una novela, por muy buena que sea una narrativa o la historia de fondo, como los personajes no engranen bien, no hay nada que hacer.
ResponderEliminarMe la llevo.
Besitos Paco 💋💋💋
Muy buena reseña, Paco! Me encanta el título y me gusta lo que cuentas.
ResponderEliminarBesos
Cuando leí lo del tesoro escondido bajos las aguas, recordé a Julio Verne, no sé muy bien por qué.
ResponderEliminarMe encanta la ciudad de Vigo, aunque en 1923-25 no se parecería mucho a cómo es hoy. Tomo nota de la novela. No sé qué voy a hacer para que me regalen otra vida , en este caso de rentista para poder dedicarme solo a leer, jaja.
Un beso y espero que te encuentres bien al igual que los tuyos.
¡Hola! Pues aunque en un principio no es una novela que me llamase la atención especialmente y que no soy yo muy fan de la narración naturalista, tras leer tu reseña sí que has conseguido despertarme curiosidad, así que no descarto leer este libro cuando me apetezca algo más pausado.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Pues no me sonaba de nada y en un principio no me llamaba mucho, pero me has ido convenciendo poco a poco a lo largo de la reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues chiquillo, me encanta lo que cuentas y me la llevo del tirón Paco.
ResponderEliminarBesos
Tiene todo para gustarme, sin duda. Personajes, misterio, metaliteratura, esa estructura tan ágil con capítulos cortos y saltos al pasado... Vamos, que está hecha para mí
ResponderEliminarGracias por la recomendación
No la conocía, pero me has convencido, me la llevo anotada y la buscaré
ResponderEliminarBesos
Paco, últimamente me descubres muchas editoriales que no conocía. Creo que te lo he dicho ya. Ni idea de este libro, de esta autora, de esta editorial pero que, viendo lo que cuentas, hay que apuntarlo. Besos
ResponderEliminarA mí me pasa como a ti. Cuando un libro me gusta mucho tengo un enfrentamiento interno. Por una parte quiero terminar de leerlo y descubrir su desenlace. Por otra parte no quiero continuar leyendo para que la agradable sensación perdure. Así que habitualmente yo también levanto el freno del acelerador :-)
ResponderEliminarTal y como hemos hablado esta novela te ha encantado, y eso se nota en cómo nos muestras en tu reseña los aspectos más identificativos de la misma: personajes bien definidos, historia entretenida, lectura rápida con capítulos cortos y saltos al pasado, ....
Desde luego me has convencido.
Un saludo.
Hola.
ResponderEliminarNo conocía el libro y por el momento no creo que lo lea, tengo demasiados pendientes, pero gracias por la reseña.
Nos leemos.
Me ha gustado mucho la portada, el título y lo que nos cuentas. No lo conocía. Muchas gracias por el descubrimiento. Besos.
ResponderEliminarUn placer conocer nuevos autores y tu entrada motiva un monton a buscarla.
ResponderEliminarHola, yo tampoco conocía ni a la autora ni la novela pero leyendo tu reseña estoy convencida de que me gustará, porque tiene muchos ingredientes que me llaman: misterio, personajes bien construidos, una ciudad que conozco... Así que desde luego que me la llevo. Besinos.
ResponderEliminarOtra vez que me sorprendes con libro y autora, no los conocía. La ambientación que tiene y la pasión con lo que lo cuentas hace que me plantee buscarla.
ResponderEliminarBesos
Muy interesante lo que nos cuentas de esta novela. Particularmente desconocía el Premio Nostromo. Me gusta mucho la ambientación en Vigo y la época y me llama mucho la atención las escenas costumbristas que describes y que la compares con Pardo Bazán. Una muy buena reseña y apetecible lectura. Un abrazo
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