Hoy
toca rendirle mi pequeño homenaje al gran director de cine, maestro de
maestros, sir Alfred Hichcok. El nombre de mi blog, Un Lector Indiscreto se me
ocurrió por su mítica película, y para mi modesto entender, una de las mejores,
La ventana indiscreta, con James Stewart y Grace Kelly, dos de sus
actores favoritos con los que trabajaría en varias películas.
Precisamente,
en la presentación de mi blog digo que un lector es como James Stewart que, en
la famosa película, para escapar al tedio de su convalecencia, observaba
meticulosamente la vida de sus vecinos. Con los libros pasa lo mismo, pues“me
voy enterando de lo que en ellos sus autores me cuentan. Así, irán desfilando,
personajes legendarios, reales o imaginarios, gente de toda condición social,
acontecimientos históricos que influirán de uno u otro modo en el devenir de la
Humanidad. Sentimientos, emociones, celos, alegrías, tristezas, todo lo que
conforma la condición humana y que, aunque sean de una u otra época, bien
pueden darse en nuestros días, porque las costumbres sociales van evolucionando
con el tiempo pero lo que es universal, lo que no cambia, son las sensaciones
que experimentan los protagonistas, con las cuales nos sentiremos, en la gran
mayoría de las ocasiones, identificados.”
Alfred
Joseph Hitchcock nació el 13 de agosto de 1899 en Leytonstone (Inglaterra),
hijo menor de Emma y William Hitchcock, matrimonio de clase media que se
dedicaba a al comercio de verduras. Su estricta educación católica, unida a su
aspecto algo grueso, hizo que el pequeño Alfred fuera un niño tímido y apocado,
elementos de su personalidad que lo acompañarían durante toda su vida. Fue
educado en colegios católicos, estudiando desde 1910 con los jesuitas en el St.
Ignatius College de Londres.
Debido a la muerte de su padre tuvo que abandonar
el colegio en 1915 para comenzar a trabajar en la Compañía telegráfica Henley.
Hitchcock siempre fue un ávido admirador de Charles Dickens y Edgar Allan Poe y
un amante del cine, especialmente tras haber visto "El nacimiento de
una nación" de David Wark Griffith.
Fue
en esta época cuando el joven Alfred comenzó a apasionarse por el mundo del
cine, consiguiendo su primer trabajo relacionado con la industria fílmica al
ingresar en 1920 como diseñador de rótulos para la Famous Players Lasky de la
Paramount.
Fue con “El Enemigo De Las Rubias (The
Lodger)” (1927) cuando Hitchcock comenzó a plasmar su verdadero estilo
cinematográfico, manejando con maestría el suspense con el protagonismo
principal de Ivor Novello, una gran estrella del cine británico de la época. En
la película también ofrecía su primer cameo, un hecho característico en casi
todos sus trabajos posteriores.
En
la Famous Players Lasky conoció a Alma Reville, que trabajaba como montadora, y
con la que se casaría en 1926. Alma fue ayudante de dirección y guionista de
varias películas de su marido.
Su
primera película completamente acabada: El jardín de la alegría, una
coproducción germano-británica que se haría muy popular. Poco después, el
realizador londinense dirigió la primera película de cine sonoro de Inglaterra:
Blackmail, en 1929. Durante el rodaje, recibió la visita sorpresiva de
Isabel Bowes-Lyon, duquesa de York, quien sería la madre de la actual monarca.
Con
películas como Asesinato, El hombre que sabía demasiado y, sobre todo, 39
escalones se convirtió en todo un emblema del nuevo cine internacional
británico. Luego vendría su salto a Hollywood visitando, junto a su
familia, Nueva York en 1937 para entrevistarse con David O. Selznick,
productor de Lo que el viento se llevó. Las condiciones del productor
convencieron a Hitchcock y se trasladó junto a su familia a Estados Unidos en
1939.
En “Sospecha” coincidió por primera vez con Cary Grant, y en “La Soga” con James Stewart, sus dos actores favoritos que volvió a utilizar con frecuencia a lo largo de su carrera.
En “Sospecha” coincidió por primera vez con Cary Grant, y en “La Soga” con James Stewart, sus dos actores favoritos que volvió a utilizar con frecuencia a lo largo de su carrera.
Actrices
que interpretaron películas con el genial director fueron sus míticas rubias Ingrid
Bergman, que en 1948 deja de actuar con Hichcok para trabajar con Roberto
Rosellini. Con ella rodó Encadenados , protagonizada con Cary Grant
y Spellbound acompañada de Gregory
Peck como actor principal. Su nueva
musa, Grace Kelly, a la que dirigió en La ventana indiscreta,
coprotagonizada por James Stewart, Crimen perfecto con Ray Milland, y Atrapa
a un ladrón , con Cary Grant. La boda de su "musa" con el
príncipe Rainiero III de Mónaco y su retirada del cine, hicieron que su salud
empeorase momentáneamente.
Alfred
Hitchcock siempre procuraba escoger para sus películas actores y actrices ya
conocidos por alguna faceta, ya fuera la de la sensualidad, la simpatía o la
seducción, pensando que así el papel quedaba más fácilmente definido desde el
principio.
A
mediados de la década de los 50 también se estrenó con gran éxito una serie de
televisión llamada “Alfred Hitchcock Presenta” (1955), una serie en la cual
presentaba él mismo unas historias cortas en la línea de sus películas. con
episodios de misterio y suspense dirigidos por gente como William Witney, Sydney
Pollack, Ida Lupino, Robert Stevenson, Robert Altman, William
Friedkin o Arthur Hiller. Cada episodio se iniciaba con la silueta del maestro
del cine de suspense y los compases de "Marcha Fúnebre para una
Marioneta" de Gounod.
En
1958 recibió varios premios: el Globo de Oro a la mejor serie de televisión y
la Concha de Plata en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián por "Vértigo
(De entre los muertos)"
protagonizada por James Stewart y Kim Novak. Por desgracia, ese mismo
año le diagnosticaron un cáncer a su mujer, lo que le afectó profundamente.
Característica
común a muchas de sus películas fue el reservarse en ellas una breve aparición
(cameo), siempre sin diálogo. Estas breves apariciones se convirtieron en la
firma particular que Hitchcock introducía en todas su películas.
Paulatinamente, fue situando dichas apariciones cada vez más próximas al inicio
de la película, porque, tal como le contó a François Truffaut el público sabía
que dicha aparición se produciría y esto causaba un efecto de distracción con
respecto al desarrollo del film.
Su preocupación era
encontrar un estilo narrativo propio, para lo cual descubrió nuevas
posibilidades expresivas en el montaje, en los movimientos de cámara y en el
empleo de la luz. Lo suyo era el arte de la cámara: su enorme dominio de la
imagen, a nivel persuasivo y sentimental, hacía que el público se identificara
con sus historias y con sus personajes y convertía en verosímiles la fantasía y
el misterio, las situaciones extrañas y originales con que vestía la realidad.
Su extraordinaria narrativa cinematográfica llevaba al público a vivir
apasionadamente lo que sucedía en la pantalla.
Hitchcok, un maestro del
cine, un genio del suspense. Películas inolvidables como Vértigo, Psicosis,
Los pájaros, Cortina rasgada O Frenesí dan fe de ello.
El 29 de abril de 1980,
uno de los grandes autores cinematográficos de todos los tiempos, falleció a la
edad de 80 años. Su epitafio: “Esto es lo que le pasa a los chicos malos”.
Les dejo con este documento sonoro en el que el propio Hickcok nos habla sobre su película La ventana indiscreta.
Fuentes: www.biografíasyvidas.com, www.alohacriticon.com, www.cinefania.com, wikipedia, You Tube
Una biografía muy completa, me encantan sus películas, son inolvidables
ResponderEliminarbesos
Gracias, Tatty, para mí es el genio de los genios. Son inolvidables y no pasan de moda sus películas, como ocurre con otras. Un abrazo, Paco.
ResponderEliminarExtraordinaria crónica, Paco, he visto muchas de las películas de este genio del suspenso, y también sus series de tv, tenía la costumbre como dices, de aparecer en sus películas, un flash subliminal, era su sello. Fue el precursor de los juegos de cámaras y de luces en los filmes, que él como buen director manejaba a la perfección.
ResponderEliminarSaludos,
Blanca
Entre lo que decís tú y Tatty ya no tengo más que decir. Todo eso es sir Alfred Hitchcok.
ResponderEliminarUna estupenda entrada sobre el genio del cine por antonomasia. Aún recuerdo la primera vez que vi "La soga"; mi fascinación ante la trama y, sobre todo, el lenguaje cinematográfico empleado, aún perdura. 1beso!
ResponderEliminarTienes toda la razón Tizire. Sus películas son inolvidables para todo aquel que le gusta el género del suspense y en él Hitchcok es un maestro. Uno no se cansa de ver sus películas. Besos, Paco.
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