miércoles, 11 de octubre de 2023

Reseña La frontera de piedra, de José Zoilo.


 









Datos técnicos:




Título: La frontera de piedra.

Autor: José Zoilo Hernández.

Editorial: Edhasa.

1ª edición: Marzo/2023.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta

y lazo de punto de lectura.

ISBN: 978-84-350-6414-9.

Idioma: Español.

Nº páginas: 528.




Sinopsis:




La antaño verde de la pradera casi ha desaparecido, y el frío arrecia. Son tiempos duros para los alanos, que luchan por su supervivencia. Goar es aún sólo un muchacho, pero ya sueña con emular las gestas de su abuelo, el gran guerrero Beuca, y cabalgar arco en mano junto a su primo Safrax. Pero el peligro acecha por todos los frentes. Desde el este, los demonios hunos, que ya los han expulsado de las tierras de sus antepasados, avanzan sin descanso; y al sur, el poderoso Imperio romano vigila a las tribus desde más allá de la frontera de piedra.

Pronto Goar se verá obligado a abandonar su hogar, junto con otros tantos compañeros, para servir bajo las enseñas de Roma. El destino de Safrax, sin embargo, quedará ligado a su pueblo para siempre. Pero esto será sólo el principio, pues la lucha por las tierras y el poder está por comenzar. El destino de las tribus parece estar sellado: El emperador Valente planea su destrucción en una gran batalla cerca de Adrianópolis. Sólo unidos podrán contener a las legiones. Y ésta es su historia. José Zoilo nos regala, con La frontera de piedra, una narración brillante de tonos épicos. Magnífica evocación de una época tan interesante como poco conocida, no sólo está escrita con perfecto rigor histórico, sino que la ficción sobresalta al lector a cada página y sus personajes, en su más pura esencia, puramente humanos, emocionan y cautivan. En definitiva, una novela inolvidable de principio a fin.




Opinión Personal:





La frontera de piedra es la tercera novela que leo del escritor José Zoilo Hernández, natural de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife, 1977) , con la que se alzó ganador de la VI edición del Premio Narrativas Históricas convocado por la Editorial Edhasa. El escritor lagunero escribe tramas que abarcan una extensión considerable de páginas, si bien, tal y como están relatadas por la voz narrativa de turno, uno se siente cómodo durante su lectura. Sin duda alguna, sabe cómo atraer la atención del lector porque acierta con la técnica en la que combina ingredientes de tal forma que le mantiene en vilo a lo largo de los capítulos. Pero, sin duda alguna, el gran aliciente de sus novelas son los personajes que perfila, carismáticos, muy humanos e inolvidables. Unos personajes en los que las emociones y los sentimientos están muy presentes, tanto en la vida personal como en las situaciones en las que el peligro les acecha porque, dadas las circunstancias que les toca vivir, son conscientes de que el día siguiente puede no existir para ellos. Como adelanta la sinopsis, José Zoilo nos regala, en La frontera de piedra, una narración brillante de tonos épicos.

(Ruinas Brigetio-actual Szony-Hungría)
El autor ficciona en La frontera de piedra un episodio muy poco conocido, como es la batalla de Adrianópolis, que supuso la caída del Imperio Romano de Oriente, porque el de Occidente duró un siglo más, una vez que Odocacro, rey de los hérulos, derroca a Rómulo Augústulo en el año 476. El plano que precede al cuerpo de la novela muestra la disposición de romanos y godos en el campo de batalla. También se adjunta un mapa del Imperio Romano de Oriente, en el que figuran las principales ciudades en las que se desarrollan los episodios que más peso tienen en la trama. Una trama estructurada en 32 capítulos y un epílogo, agrupados en dos libros bien diferenciados: El libro I abarca los años 374 a 378, y en el libro II los capítulos guardan relación con la batalla citada al comienzo de este párrafo, que tuvo lugar en el mes de agosto del 378 d. C.

Quizás el lector se sienta en un principio un tanto perdido ante la variedad de pueblos que se citan a lo largo de los capítulos y los nombres de los personajes que más sobresalen en esta novela. En mi caso, me sirvió de gran ayuda el fragmento que el autor extrae de Ambrosio, obispo de Milán, que precede a la relación de Dramatis Personae, que también me ayudó, y en la que se citan los personajes ficticios y reales que mayor presencia tienen en la novela. Un fragmento en el que el citado obispo dice que «Los hunos se han lanzado sobre los alanos, los alanos sobre los godos y los godos sobre los taifalos y los sármatas; los godos, expulsados de su tierra, se han lanzado sobre nuestra frontera, y no se atisba el final». En cuanto a los personajes, tomé buena nota de los que más me atrajeron, tanto por sus circunstancias personales como por el papel que desempeñaron en el acuerdo al que llegaron los llamados pueblos bárbaros para enfrentarse al emperador romano Valente, al igual que en la decisiva batalla de Adrianópolis.

A lo largo de los siglos las migraciones son un detonante que cambia la percepción que se tiene sobre las relaciones entre los pueblos, y cómo los migrantes tienen que buscar nuevos territorios para instalarse, siempre bajo el consentimiento de aquellos que quieran acogerlos en sus dominios. En este sentido, los alanos están preocupados por los muchos vecinos que les rodean en la gran estepa, con el problema que esto supone. Y es que se dan cuenta de que los veranos cada vez son más duros y los inviernos más gélidos, lo que conlleva una escasez de alimentos. A lo que acabo de comentar hay que añadir el cada vez más fuerte empuje de los hunos, que los expulsaron de sus tierras, lo que les obliga a buscar nuevos asentamientos. Por su carácter nómada, decidieron establecerse en tierras que los greutungos no utilizan, por lo que fue fácil llegar a un acuerdo con esta tribu goda. Pero, ante «la presencia en las cercanías de una caravana de mercaderes con una exigua escolta...que buscaban intercambio que podía serles de interés» (pág. 42), son conscientes de que pueden mitigar la hambruna que se les acerca, aunque tienen que pagar un alto precio, porque varios de sus jóvenes son reclamados para engrosar las filas del ejército romano. Esta presencia significa el cambio para uno de los jóvenes del asentamiento alano: Goar, un personaje del que estuve muy pendiente a lo largo de los capítulos, no sólo por lo que para él significó abandonar a los suyos, sino también por el futuro que le espera al tener que desplazarse hacia una tierra en la que la vida es muy diferente a la que lleva en la estepa.

(Emperador Valente y Fritigerno, caudillo tervingio)
Me llamó mucho la atención el título de la novela: La frontera de piedra. Pero a medida que avanzan los capítulos se aclara la incógnita. Los llamados pueblos bárbaros se asombran ante las construcciones que contemplan al otro lado del río Istro (actual Danubio). Unos pueblos que, ante el empuje de los hunos, se acercan al limes porque desean que el emperador les faciliten tierras para asentarse, a cambio de que sus guerreros combatan junto con las legiones imperiales. Sin embargo, sólo permiten asentarse dentro del imperio a una parte de los tervingios encabezados por Fritigerno y Alavivo. Pero las peticiones de los godos y las largas como respuesta de los romanos originan un tira y afloja entre unos y otros. Los godos, ante la dilatación de las respuestas que reciben sobre los problemas que les acucian y el sentirse traicionados, recapacitan y greutungos, tervingios y alanos llegan a la conclusión de que no les queda otra solución que unirse para enfrentarse al poder del emperador Valente. Se dan cuenta de que por separado no pueden conseguir sus objetivos, sobre todo desde la dura derrota que el emperador infringió a Atanarico, juez de los tervingios (título equivalente a rey).

Uno de los grandes aciertos del autor en el desarrollo y planificación de la trama es el carácter dinámico de los capítulos en los que se estructura. Sin duda alguna, la variedad de situaciones que se vive en cada uno de ellos origina que el ritmo de lectura sea fluido, pese a que la voz narrativa tiene un mayor protagonismo que los diálogos entre los personajes. Un dinamismo que le sirve al lector para estar muy pendiente de las diferentes subtramas que enriquecen a la principal. Un dinamismo con el que la voz narrativa nos mantiene informados tanto sobre lo que sucede en los movimientos estratégicos que hay entre las tres tribus godas, como los que tienen lugar en el imperio romano de Oriente, porque Tienen  la sospecha de que, más temprano que tarde, deben enfrentarse a los pueblos godos que se asientan dentro del limes.

Una de las grandes características que definen la narrativa de José Zoilo es el perfil de los personajes que transitan por las páginas de sus novelas. Sin duda alguna, el autor tiene muy en cuenta esta baza, porque es muy consciente de la empatía que el lector muestra con quienes conforman el elenco de las historias que escribe, en las que interactúan con naturalidad figuras históricas con las que son creadas por su imaginación. Ya advierto de lo que sucede si uno se de encariña con ellos, porque si esto ocurre nos llevamos un buen disgusto cuando se enfrentan a episodios en los que sus vidas corren serio peligro. Un disgusto que es mayor si el personaje de turno pasa a mejor vida o, lo que es peor, si la pierde en un lance cruento o inesperado. Si bien parece que es el caudillo alano Sáfrax quien cobra un destacado protagonismo, está claro que el lector tiene ante sí una obra coral. Una obra coral en la que la voz narrativa no toma partido en su relato, ni por los llamados bárbaros ni por los romanos, sino que todo lo que sucede a lo largo de los capítulos es narrado desde la perspectiva que ofrecen los contendientes que se enfrentarán en la batalla de Adrianópolis. A lo que acabo de comentar añado el atractivo de las historias personales de los que tienen un mayor peso en la trama, al igual que las de algunos secundarios que a medida que se aproxima el desenlace adquieren una mayor presencia. En mi caso, me encontré con personajes en los que la intriga está muy presente, porque sorprenden los episodios que protagonizan, por lo que incitan a interesarse por el misterio que encierra su forma de proceder, caso de la greutunga Hilduara o Baddo, la hija del noble tervingio Gundebaldo. Entre las historias personales me atrajo mucho la del citado noble tervingio, no sólo por su comportamiento en el seno familiar, sino también por la evolución que muestra como guerrero comprometido con los pueblos aliados que se enfrentan a los romanos. Otro tanto sucede con el centenario romano Marcial y su relación con los jóvenes alanos recién llegados a Brigetio quienes, tras su formación, pasan a formar parte del ejército imperial. En este sentido también añado el papel que desempeña el general de caballería romano Víctor, de origen sármata, y su relación con el alano Pablo, sin olvidarme de Flavio Constancio, tribuno de la Scholae Palatina del emperador Valente, sobre todo en el Libro II.

(Batalla de Adrianópolis)
Me encantó La frontera de piedra. Como ya comenté en mi cuenta de Twitter (se he mace muy raro llamarla X), en mi caso creo que este calificativo se queda corto. Quizás entienda el lector que esta sea una reseña muy entusiasta, no lo niego, pero es la única forma que tengo de compartir las impresiones que me causaron su lectura. Como resalta la editorial al final de la biografía de José Zoilo, es, sin duda alguna, uno de las grandes voces de la novela histórica actual. Las tres novelas que leí del escritor tinerfeño me encantaron: sus trabajos literarios dicen mucho sobre el celo con el que cuida su narrativa. Creo que un merecido reconocimiento a su labor es el palmarés de premios literarios que atesora. En sus obras se ciñe mucho a la labor documental que realiza para ofrecer al lector una historia lo más aproximada posible a los hechos que relata la voz narrativa de turno, en este caso un narrador omnisciente, y aprovecha las lagunas documentales para crear episodios que incrementan el interés por todo lo que sucede a lo largo de los capítulos. Al igual que entiendo que es consciente que el lector se fija mucho en el perfil que confiere a los personajes, para que esté muy pendiente de su transitar por las páginas de sus novelas.

La frontera de piedra tiene un ritmo de lectura fluido y ameno, con el que me sentí muy cómodo a lo largo de los capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, a lo que hay que añadir el dinamismo que les confiere. Otro tanto sucede con el desenlace, y todo los episodios que se relatanen torno a la batalla de Adrianópolis. No es un autor que se recree en los lances del combate, sino que se centra, sobre todo, en lo que les sucede a los personajes que más peso tienen en la novela y participan en la batalla, así como el destino que les espera. Los godos  son conscientes de que la batalla puede ser decisiva para que cambie el destino de los pueblos que se aliaron para enfrentarse al poderoso ejército romano, y la esperanza se convierta en una realidad con la que poder ver con ilusión el futuro que les espera. Una contienda que tiene el aliciente de que también se intercalan episodios que tienen lugar en la retaguardia, por lo que el narrador omnisciente consigue que el lector esté muy pendiente de estos interesantes intervalos. Una batalla que conduce a algunos capítulos en los que me sorprendieron giros que tienen lugar en el escenario en el que se enfrentan ambos ejércitos, pero sobre todo en la retaguardia y en el epílogo. Sin duda alguna, el tramo final de la novela supone un gran colofón para una trama que imanta desde las primeras páginas. Una novela de tintes épicos en la que la corrupción, la ambición, el rencor, el odio, el sacrificio, la supervivencia y la venganza están muy presentes




Biografía:




José Zoilo (San Cristóbal de la Laguna, Tenerife, 1977) se dedica profesionalmente en su Tenerife natal al desarrollo rural y la agricultura. Pero, como él mismo se define, es, en realidad, «un biólogo enamorado de la novela histórica». Desde siempre aficionado a la Historia, se inició como escritor con El alano (Ediciones B, 2019), primera parte de su trilogía «Las cenizas de Hispania» (a la que siguen Niebla y acero y El dux del fin del mundo), ambientada en el último siglo de la Hispania romana. Tras ganar con esta primera novela el Premio de Novela Histórica de Pozuelo de Alarcón 2020, publicó El nombre de Dios (Ediciones B, 2020), en el escenario de la batalla de Guadalete, con la que se alzó con el Premio Cerros de Úbeda 2021. Su última obra, Lordemano (Ediciones B, 2021), en la que cambió de tercio a época vikinga, ganó el Premio de Novela Histórica Ciudad de Cartagena 2022. Ahora, con La frontera de piedra, se alza ganador de la VI convocatoria del Premio Edhasa Narrativas Históricas, y es, sin duda, una de las grandes voces de la novela histórica actual.

Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de la web de Edhasa. Fotografía de José Zoilo tomada de la web de la cadena SER. Imagen de restos de ruinas de Brigetio tomada de la web giory hyrec. Imagen de Valente y Fritigerno tomadas de la web CurioSfera Historia. Imagen de la batalla de Adrianópolis tomada de la web Escuelapedia. 


4 comentarios:

  1. Hola Paco, debo decir que aunque tengo al autor en mi lista de pendientes, aún no me he animado con ninguna de sus novelas. Esta por la época en que se desarrolla me llama mucho, a ver si de una vez
    me pongo con él. Besos.

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  2. Ya la tenía apuntada y tras leerte, no tengo la menor duda de que terminaré leyéndola. Este autor nunca defrauda.
    Besotes!!

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  3. Como ya sabes yo también la he estado leyendo casi a la par que tú, pero yo he ido más lenta. La cantidad de pueblos y sus representantes me han vuelto un poco loca hasta que ya los fui ubicando. Coincido contigo en lo mucho que me ha gustado, aunque pienso que en otro momento la hubiera podido disfrutar más, mi despiste era considerable. Lo que más me ha llamado la atención es el ansia de poder y de venganza que tiene el ser humano, da igual la raza y el tiempo. Tremendo. Besos

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  4. Este es para mi marido. Le va a gustar. Un beso

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