Reseña Algún día volveré a buscarte, de Javier Arias Artacho.

 

Datos técnicos:

Título: Algún día volveré a buscarte.

Autor: Javier Arias Artacho.

Editorial: Umbriel.

1ª edición: Marzo/2022.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-165772-5.

Idioma: Español.

Nº pág.: 288.

Sinopsis:

En 1982, con apenas tres años, Samir fue abandonado por su madre en la playa de El Saler. Ella le vendó los ojos y le dijo: «no te muevas, vengo enseguida». Pero nunca lo hizo. Nadie supo por qué no regresó y aquel niño acabó en un centro de menores sin más identidad que su nombre y un puñados de recuerdos. Samir creció entre huérfanos y desheredados del mundo, pero con el decidido empeño de tener una oportunidad en la vida.

Treinta años después de que su madre lo olvidara en aquella playa, Samir ya no es un niño indefenso, sino capitán de la Policia Judicial de Valencia. Sin embargo, su pasado regresará a buscarlo misteriosamente. El hallazgo del cadáver de una mujer joven, asesinada horas antes en el mismo punto donde había sido abandonado de niño, no parecerá ser una casualidad. El hecho de que llevara su nombre y su número de teléfono, tampoco.

El capìtán Santos iniciará una investigación que se convertirá en un puzle donde las piezas de su pasado y el de su madre acabarán siendo fundamentales para descubrir la verdad sobre aquel cadáver. Al fin y al cabo, en el fondo de su ser, Samir siempre había esperado aquello: que algún día su madre volviese a buscarlo.

Opinión Personal:

En febrero del presente año leí y reseñé en este blog la novela del escritor barcelonés, afincado en Valencia, Javier Arias Artacho, Nadie sabrás de mi (reseña). Me gusta mucho cómo planifica y desarrolla las historias que crea, muy consistentes, por las que transitan unos personajes bien construidos, cercanos y muy vivos, y un estilo narrativo claro, directo y elegante, con el que conquista al lector desde las primeras páginas, y con el aliciente de que en el desarrollo de la trama de turno aborda temas que no dejan indiferente. Como me siento muy cómodo y disfruto con la lectura de sus obras, este año repito con su narrativa, Algún día volveré a buscarte, publicada por Umbriel Editores, su última novela publicada hasta la fecha, hoy comparto mis impresiones sobre esta obra.

(Playa de El Saler, Valencia)

Me gusta que un escritor sea versátil pero, sobre todo, que se encuentre cómodo en el proceso creativo de las obras que escribe y publica con la editorial que apueste por ellas para que los lectores las disfruten, y constaten lo que acabo de comentar al principio de este párrafo. Supongo que, quienes frecuentamos su narrativa, nos quedamos sorprendidos con que en esta ocasión apostara por publicar una novela de corte policíaco, lo que confirma mi opinión sobre la versatilidad de Javier Arias Artacho. Aunque, en mi opinión, entiendo que la trama policíaca sirve de espoleta para que el lector esté muy pendiente de lo que sucedió para que, como adelanta la sinopsis, siendo un niño de tres años, su madre abandonara a Samir en la playa de El Saler, al sur de Valencia.

Al igual que en Nadie sabrás de mí, el lector se encontrará en Algún día volveré a buscarte con tres líneas temporales que, en mi opinión, cobran protagonismo en la misma intensidad, porque comprobará cómo a lo largo de los 40 capítulos más un epílogo en los que se estructura esta novela, el autor construye un puzle complejo. Unas líneas temporales el narrador omnisciente reparte en muy pequeñas dosis todo lo que sucedió después de que su madre lo abandonara en la paya que menciono al final del párrafo anterior. «La playa de la dehesa era ancha y kilométrica, algo más desierta hacia el sur...Samir había recorrido aquellas playas muchas veces atravesando pinadas y dunas, entre retamas que florecían amarillas y jarillas que parecían cabelleras verdes agarradas a la arena» (pág. 237). Un abandono que, tal y como se suceden los capítulos, da a entender que algo malo le pudo haber sucedido a Anisa Awara para no volver a por su hijo. Desde ese episodio no se sabe nada de ella, o bien decidió abandonarlo definitivamente Valencia tras las experiencias desagradables vividas en la ciudad del Turia y marchar a Barcelona, ciudad que era su destino inicial.

Samir Santos es capitán de la Guardia Civil, destinado en la Policía Judicial de Valencia. Junto con su compañera de investigación, la teniente Amparo Ochoa, acude a la playa de El Saler, porque la Guardia Civil recibió el aviso de que habían encontrado el cadáver de una mujer joven, asesinada, en el mismo punto donde el capitán de la Policía Judicial de Valencia había sido abandonado de niño. Tras el hallazgo y las primeras pistas que surgen, Samir tiene la corazonada de que su pasado regresa a buscarlo misteriosamente. Un pasado del que sólo sabe su nombre y las interrogantes que se le acumulan, porque lleva toda su vida preguntándose por qué su madre lo abandonó mientras jugaba con ella en la playa. Con el paso de los capítulos, en su memoria se producen una serie de destellos en los que empiezan a asomarse algunos recuerdos sobre su progenitora, aunque muy difuminados. Su corazonada, y las primeras informaciones que recibe, le llevan a implicarse en la resolución de este caso, porque puede darle también respuestas a los interrogantes que tanto le preocupan, y que giran en torno al episodio que marcó su vida.

(Albufera-Valencia)

Algún día volveré a buscarte es una novela que empieza in media res, que se puede deducir de la sinopsis, por lo que el lector estará muy pendiente por cómo el narrador omnisciente enlaza este inicio con el relato que ofrece  para llegar a este punto de partida. Un inicio in media res en el que el autor cuida con celo todo la información que ofrece la voz narrativa, distribuyéndola entre las tres líneas temporales, con las que conforma una trama muy adictiva y dinámica, de forma que las piezas del complejo puzle encajan en el desenlace, y que forma para Samir una imagen reveladora. Un comienzo que también provoca que los personajes se conozcan en un principio de forma superficial, como si de la punta de un iceberg se tratara, porque su personalidad se perfila más en profundidad a medida que se suceden los capítulos, en los que también se conocerá como era realmente la mujer cuyo asesinato investiga la Guardia Civil, al igual que la madre de Samir, el ingeniero Miguel Pons, con el que vino desde Damasco, porque había ido a hacer un trabajo en una empresa y regresaba para Valencia, o Marc e Isabel, su primer amor, quienes le acompañaron durante su adolescencia.

Javier Arias Artacho construye una historia que invita a la reflexión por todo lo que le sucede al protagonista y las preguntas que se hace sobre su identidad, así como los prejuicios y el racismo que conlleva, porque lo ven como alguien diferente, no sólo por lo que acabo de comentar, sino también porque el abandono que sufrió provoca que pase parte de su vida, hasta cumplir la mayoría de edad, en el centro de acogida Los niños de Santiago Apóstol, en Alzira (Valencia). Una reflexión que también acompaña al capitán Samir Santos a lo largo de los capítulos su particular Pepito Grillo, que le ofrece al lector se hará una idea sobre la evolución de su personalidad. Pero también le acompaña la nostalgia por lo que supuso su paso por ese centro de acogida, porque en él tuvo lo que más se le pareció a un padre, Delacroix, y también a un hermano, Marc, como se podrá comprobar en los episodios en los que aparecen estos dos personajes, pese a lo que se pueda deducir por el trato que recibe de éste joven rebelde. Nostalgia de una época que tiene su propia banda sonora, porque cuando los episodios se prestan a ello, se mencionan canciones y grupos musicales de la época. 

                   (Barrio Ruzafa-Valencia)

Me gustó mucho Algún día volveré a buscarte. En relación con las dos novelas anteriores que leí de Javier Arias Artacho, esta es su novela más valenciana, y en la que está muy presente, sobre todo el magnífico escritor Vicente Blasco Ibáñez, de quien en este blog leí y reseñé Cañas y barro y La barraca. Me atrajeron mucho las descripciones que ofrece sobre El Saler y la Albufera o El Palmar, sobre todo por la comparación que se percibe con estos parajes muy presentes en la narrativa blasqueña y el deterioro que sufre este espacio natural emblemático de Valencia. Pero también está presente Sorolla y sus colores, «Era junio y el cielo tenía un azul tan limpio que el cielo hacía brillar la arena como un oro opaco...Dolores llevaba un vestido blanco y un sombrero de paja, como una pintura de Sorolla» (pág. 173). El ritmo de lectura es fluido y el estilo narrativo del autor claro, cercano y elegante. En este sentido, me volvieron a gustar las metáforas que utiliza, relacionadas todas ellas con los episodios de los capítulos que entiendo que guardan relación con estas figura gramatical. El lector se encontrará con una trama adictiva, dinámica y entretenida, que lo mantiene en vilo por el suspense que le imprime la investigación que realiza el protagonista, Samir Santos, acompañado por la teniente Amparo Ochoa, en relación con el cadáver de una mujer joven encontrado en la playa de El Saler, en la que Samir fue abandonado de niño.  Las primeras informaciones que recibe le llevan a pensar que, de alguna forma, el pasado regresa a buscarlo misteriosamente. Más que catalogarla como thriller, calificaría a Algún día volveré a buscarte como narrativa, porque la trama la conforman una serie de ingredientes que, en mi opinión, están equilibrados. Algún día volveré a buscarte tiene una trama en la que está muy presente el amor, el desamor, la amistad, las segundas oportunidades, los prejuicios, los celos y el racismo. Una trama en la que los sentimientos y las emociones están muy presentes, y en la que la línea temporal del presente se desarrolla a través de una investigación policíaca de corte clásico.

Biografía:

Javier Arias Artacho nació en 1972, En Barcelona, aunque creció en Argentina, país al que está ligado emocional y familiarmente. Es licenciado en Filología Hispánica y Diplomado en Ciencias Religiosas. Ejerce como profesor en secundaria y bachillerato, y como articulista en medios de comunicación.

Está casado, tiene tres hijas y reside en Valencia. Su trayectoria como escritor le ha permitido sumar el respeto de crítica y lectores. En el ámbito de la educación, destacan sus libros de marcado trasfondo social, como Náufragos o Sólo donde eres tú. Sin embargo, sus novelas más conocidas son Eitana, la esclava judía, El general maldito, La tierra del viento y su última obra, Nadie sabrá de mí.

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de la web de Umbriel Editores. Imagen de la playa de El Saler tomada de la web de la Comunitat Valenciana. Imagen de la Albufera de Valencia tomada de la web de Kali Travel. Imagen del barrio de Ruzafa tomado de la web Iberia Joven.