martes, 10 de noviembre de 2020

Entrevista a Mercedes Guerrero, autora de El baile de las marionetas.

 



 

 

 

 

 

 

Leí varias novelas que tenían como punto de partida la Guerra Civil Española, y en las que de una forma u otra eran protagonistas los conocidos como Niños de la Guerra, llamados así porque España estaba sumido en un cruento conflicto fratricida y sus padres entendieron que lo más seguro para ellos era que fueran acogidos por otros países afines a la República Española. Si bien esos niños eran enviados a países del continente americano, la mayoría fueron exiliados a la extinta Unión Soviética u otros países europeos. Por eso creo que merece la pena entrevistar a Mercedes Guerrero, autora de El baile de las marionetas (reseña), porque su trama gira en torno a los conocidos como Niños de Rusia. 

Biografía:  

Mercedes Guerrero nació en Aguilar de la Frontera, Córdoba, en 1963. Diplomada como técnica de empresas y actividades turísticas, habla varios idiomas y durante dieciséis años ha dirigido distintas empresas relacionadas con el sector turístico. Hasta la fecha ha publicado cinco novelas: El Árbol de la Diana, La última carta, La mujer que llegó del mar (reseña), Las sombras de la memoria, Sin mirar atrás y El baile de las marionetas (reseña).

 

1) Francisco Portela.- Gracias por concederme esta entrevista. Tu novela El baile de las marionetas aborda un tema muy interesante, por lo que creo que merece la pena conocer cómo se fraguó la atractiva historia que contiene, porque tiene como protagonistas a niños que salieron en junio de 1937 del puerto de Santurce, en Bilbao, con destino a la extinta Unión Soviética.

Mercedes Guerrero. -He comentado ya en alguna ocasión que fue por pura casualidad. Mi hija me habló sobre un documental sobre los Niños de Rusia y pensé que conocía muy poco sobre ellos. Movida por la curiosidad, me sumergí de lleno en estudiar a este colectivo y hallé una documentación tan interesante que decidí escribir esta historia. Han sido casi tres años de intensa investigación y escritura en los que he estudiado a fondo la historia de Rusia en esos años convulsos y las peripecias de muchos de estos Niños.

2) F. P.- Ya está en las librerías la cuarta edición de El baile de las marionetas. ¿Esperabas que los lectores respondieran con tanto interés a tu última novela, pese a la crisis sanitaria que vivimos, y la consiguiente crisis económica que arrastra?

M. G.- Para mí ha sido una grata sorpresa comprobar la buena acogida de esta historia. Quizá la clave está en su originalidad, pues hay mucha literatura y películas sobre la Guerra Civil, pero de los niños exiliados en la Unión Soviética apenas hallé algunos libros de memorias escritos por los propios protagonistas. En cuanto a la crisis que estamos viviendo, ha sido reconfortante leer numerosos mensajes de lectores manifestando que mi libro los ha acompañado durante la dura cuarentena que hemos pasado.

3) F. P.- En la introducción a esta entrevista comento que esta es la primera novela que leo sobre los llamados Niños de la Guerra que tienen como destino la extinta Unión Soviética. ¿Por qué crees que los autores se decantan más por contar las historias de los que fueron enviados al continente americano, cuando la gran mayoría fueron repartidos por países del viejo continente?

M. G.- Hay que tener en cuenta que de España salieron alrededor de 34.000 niños durante la guerra. De ellos, solo 4.000 viajaron a la Unión Soviética, con la particularidad de que fueron los únicos que no volvieron tras el fin de la contienda por la negativa del gobierno soviético a permitirles el regreso a España. Esta circunstancia los llevó a forjar su vida en aquel país y crear sus propias familias. Los que regresaron a partir de 1956 vivieron estigmatizados por una sociedad española totalmente diferente a la que habían dejado en 1937 debido a su estancia en la URSS. Hay libros autobiográficos muy interesantes que narran las experiencias vividas en esos años, pero, como bien dices, pocas novelas de ficción sobre estos Niños.

4) F. P.- Tal y como se plasman a lo largo de los capítulos los episodios que relata la voz narrativa, se percibe que hay una exhaustiva labor de documentación para escribir una historia ficticia basada en testimonios reales. ¿Tuviste que dedicarle mucho tiempo a la recopilación de información para reflejar en la novela la historia que tenías planificada? ¿Puedes contarnos cuál fue el testimonio de los Niños de Rusia que más te impresionó?

M. G.- Esta historia es un compendio de historias. Conforme avanzaba en la investigación iba hallando tantas vivencias, tantas anécdotas… He tardado más en documentarme que en escribir la novela. Los personajes son ficticios, pero todos tienen un fondo real, unas vivencias que han ido contando estos Niños a través de entrevistas en medios de comunicación, en libros de memorias o en documentales. Muchos de ellos eran huérfanos, pero otros tenían familias que los enviaron porque, en pleno bombardeo de sus ciudades y en medio del hambre y el caos, creyeron que estarían más seguros fuera de España. También hubo algún caso excepcional en el que había problemas familiares. Pero en lo que coinciden todos es que pensaban que aquel viaje sería temporal. Jamás imaginaron que muchos se quedarían allí para siempre.

En cuanto a testimonios, hay muchos y muy interesantes que no he podido plasmar en la novela por su extensión, pero tuve la oportunidad de conocer de primera mano algunas anécdotas muy curiosas. Una Niña que ahora vive en España me contó que, tras la II Guerra Mundial, se graduó en Técnico de carreteras y puentes, y mientras trabajaba en la autopista que se estaba construyendo desde Minsk a Moscú, supo que entre los presos que trabajaban en las obras había muchos españoles. No obstante, sus superiores le prohibieron hablar con ellos por ser enemigos del pueblo y nunca llegó a cruzar una palabra con ellos. Otra niña me contó que, nada más finalizar la contienda, asistieron en una calle de Moscú a un desfile de prisioneros de guerra escoltados por soldados soviéticos. Una mujer rusa alargó su mano entre la multitud y le ofreció un trozo de pan a un soldado alemán, que lo recibió con hambre y desesperación. Todos los que estaban a su alrededor repararon en aquel gesto, pero nadie la increpó, guardando un compasivo silencio hacia aquellos jóvenes presos.

(Vapor Habana)

5) F.P.- A parte de los testimonios de estos Niños de Rusia la trama abarca un contexto histórico concreto, así como unos escenarios reales y unos hitos históricos que se describen a lo largo de los capítulos. ¿Tenías muy claro qué personajes tomarían parte en esos hechos históricos destacados del siglo XX, o su participación surgió según su evolución?

M. G.- La historia del siglo XX siempre me ha atraído. Se ha escrito mucho de la IIGM con historias localizadas en Centroeuropa, pero la incursión de Alemania en Rusia quizá sea la menos conocida. Trabajando en esta novela hallé un material extraordinario y a unos narradores excepcionales: los Niños de Rusia y sus testimonios reales. A partir de ahí creé mis personajes y los introduje en aquellos años convulsos, pues me pareció interesante contar una parte de la historia de Rusia de la mano de españoles que fueron testigos privilegiados y en parte protagonistas en ella.

Hay también hechos interesantes en la carrera espacial, como la Catástrofe de Nedelin, un suceso que la Unión Soviética ocultó al mundo hasta la década de los 90. Otro punto llamativo fue la revolución cubana. Muchos de estos Niños fueron llevados allí y vivieron la historia de primera mano, ya fuera como traductores entre los enviados soviéticos y los funcionarios cubanos o como científicos o economistas, en un país que se había quedado sin mano de obra especializada debido al éxodo hacia Estados Unidos tras la revolución.

6)F.P.- Junto al trasfondo histórico de El baile de las marionetas, hay que destacar el perfil de los personajes que transitan por sus páginas. Ante una novela coral como esta, supongo que es muy difícil construir los perfiles de unos personajes cuyas personalidades se ven afectadas tanto por los horrores de la guerra, como por todo lo que significa para ellos el exilio. ´

M. G.- En mis conversaciones con otra Niña me narraba que, ante la falta del calor y de la seguridad de sus padres, las amistades eran mucho más intensas que en una situación normal, y los amigos se convertían en auténticas familias. La idea inicial fue crear unos personajes creíbles y cargados de humanidad. Entre tanta desolación y crueldad, cada actor tenía una función especial para crear una atmósfera de esperanza. Con este grupo de personajes tan dispar y a la vez tan unido he tratado de contar esta historia, dura por el contexto que vivieron, pero con un halo de esperanza en la bondad del ser humano.

(Avda. Nevsky-Leningrado)

7) F. P.- En la web del grupo editorial se resalta que es una historia de supervivencia. Y es que de la vida en la Casa de Niños de Nevski en Leningrado, pasaron a la dura realidad a la que se enfrentaron en su ciclo vital. ¿Qué pensabas mientras escribías el manuscrito sobre el devenir que les esperaba a unos niños que ansiaban encontrar un futuro más tranquilo, pensando siempre en el regreso a su tierra natal?

M. G.- Fui construyendo poco a poco la historia. Tenía muchos datos y anécdotas, pero por desgracia tuve que prescindir de algunas para no hacer decaer el ritmo de la narración. Durante los primeros años, los niños vivieron en una Arcadia feliz y particular, ciegos ante la realidad social que se vivía en el exterior del internado, pues apenas se relacionaban con el pueblo ruso e incluso se le traducían al español los libros de estudio soviéticos. Llegaron allí con una idea ensalzada sobre la sociedad marxista que poco a poco se les va a ir desdibujando. Van a presenciar violentas purgas a cuidadores y profesores por el simple hecho de querer regresar a España; y un día, de repente, se ven abocados a participar en otra guerra que no es la suya. Los que sobrevivieron creían que volverían al fin a casa, pero por segunda vez se les fue denegado el permiso. Fue entonces cuando tomaron las riendas de su vida, aceptando que iban a quedarse allí muchos años. La mayoría tuvo acceso a estudios superiores y se forjaron un buen futuro. Otros, los más rebeldes, no tuvieron tanta suerte.

8) F.P.- El lector se encuentra con dos líneas temporales con un atractivo muy parejo. ¿Fue difícil mantener el equilibrio entre ambas o tuviste que modificar aspectos de una u otra para que no se perdiera interés por su desarrollo?

M. G.- Escribí las dos historias de forma independiente. Después fui intercalando capítulos de pasado y presente haciendo coincidir los hechos para tener al lector intrigado y esperando el siguiente capítulo. La historia presente es un complemento de la histórica, que es realmente la que yo quería contar. Consideré que el hecho de tener dos narraciones temporales la haría más atractiva e interesante.

9) F. P.- Sin embargo, veo que los lectores sienten más atracción por las peripecias que les toca vivir en el exilio a Rafael, Iñaki, Victoria o Manuel. ¿Crees que es el carisma de estos personajes el que influye en el éxito que está cosechando El baile de las marionetas?

M. G.- Esa era la idea, la de crear personajes entrañables e interesantes. A cada uno le otorgué una personalidad que complementara al resto de la pandilla: Victoria era el alma del grupo, la más madura, y hacía un poco de madre de todos. Manuel arrastraba una fuerte carencia afectiva y mucho rencor hacia su madre por haberlo enviado allí, y necesitaba a sus amigos para sentirse valorado. Rafael era de una lealtad testaruda e inquebrantable que arrastró un sentimiento de culpa durante toda su vida, lo que le llevó a cuidar de todos hasta el final. Teresa tuvo una vida breve, pero trajo la alegría al grupo de amigos. Y, por último, el más entrañable: Iñaki. Era un “Juan sin miedo”, noble y bueno, un niño encerrado en un cuerpo de adulto que se hacía querer por todos. Según me cuentan los lectores, es el que más les ha gustado.

10) F. P.- Aunque me encuentro entre quienes se sienten también atraídos por cómo se desarrollan los capítulos que conforman la primera línea temporal, con episodios que no dejan indiferente al lector, como los que tienen lugar en el hospital de Médicos Sin Fronteras en Kabul, Amad Shah Baba, y las posteriores decisiones que toma la doctora Edith Lombard, así como el difícil papel que desempeña su padre, Édouard Lombard.

M. G.- Considero que la historia de Afganistán es algo desconocida y sumamente interesante. Con los acontecimientos que vive la doctora Lombard quise crear un paralelismo con los niños españoles salvados también de otra guerra, aunque en este caso en unas circunstancias diferentes y con un futuro más prometedor. También es una reflexión sobre cómo, en pocos años, un país puede pasar de ser próspero y civilizado a una destrucción total de vidas, de ciudades y de los valores más elementales del ser humano. En cuanto a Édouard Lombard, el padre de la doctora, guardaba muchos secretos que nunca se atrevió a sacar a la luz, pero la aparición del collar con la perla de ámbar junto con la decisión de su hija serán los detonantes de unos recuerdos que había atesorado durante décadas.

(Cámara de ámbar-Leningrado)

11) F. P.- Supongo que también terminarías encariñándote con estos Niños de Rusia, aunque que también sentirías tristeza por episodios que les afectan. ¿Qué pensabas cuando te tocaba describir esas situaciones, algunas de ellas funestas? ¿Hubo también en la primera línea temporal algún episodio que te provocó también esas mismas sensaciones a la hora de describirlas?

M. G.- Como madre, me sentí muy unida a la doctora Lombard y quise expresar sus sentimientos de protección con aquel niño afgano que le devuelve de manera inesperada su instinto maternal.

En cuanto al resto de personajes, también me sentía un poco la madre de todos cuando los guiaba en sus peripecias, y sufría cuando ellos padecían. He sentido como hijo mío a Iñaki, protegiéndolo a través de sus amigos. Creo que el secreto de los personajes ha sido su carisma y su gran empatía con el lector, que los ha adoptado como suyos y ha compartido sus andanzas y sentimientos.

12)F. P.- Otro gran atractivo de la novela es la exquisita ambientación que acompaña a los Niños de Rusia en sus peripecias por la Unión Soviética, y la que se encuentra el lector en la primera línea temporal, tanto en Canadá como en París y Madrid. ¿En cuál de las dos líneas temporales te sentiste más cómoda a la hora de describir los escenarios por los que transitan los personajes?

M. G.- Por mi trabajo anterior como agente de viajes, he tenido la suerte de conocer la mayoría de los escenarios donde transcurre la línea actual, aunque ayudada a veces por las tecnologías, por lo que me ha resultado fácil. Para contextualizar la Rusia comunista me he servido de libros publicados en esa época donde había una excelente descripción de las ciudades donde transcurría la historia.

13) F. P.- El baile de las marionetas tiene unos ingredientes muy atractivos y equilibrados. En la sinopsis se menciona una perla que perteneció a la famosa Cámara de Ámbar de San Petersburgo. ¿Qué te atrae de esta Cámara de Ámbar, orgullo de los Romanov, para incorporarla a la trama?

M. G.- La Cámara de Ámbar ha sido protagonista de numerosas novelas y películas. Es un tema muy atractivo por el misterio que la envuelve desde que desapareció. Mis Niños vivían cerca del palacio de Catalina y tuvieron la oportunidad de verla antes de que fuese saqueada por el ejército alemán. Consideré que una pieza minúscula y simbólica de ella podría ser el nexo común de las dos líneas temporales de la trama. De esta forma, se me ocurrió incorporarla a la historia y hacerla pasar de mano en mano, creándole una leyenda maldita.

14) F. P.- Disfruté mucho con el enfoque que le das a los capítulos en los que el espionaje está muy presente, porque me traían a la memoria a algunos de los grandes autores del género. Tal y como describes los capítulos en los que está muy presente la carrera espacial y todo lo que ésta significa para ambas potencias, supuse que frecuentas la lectura de novelas de espías.

M. G.- Sí, soy muy aficionada a las novelas y películas de la II Guerra Mundial y de espionaje o de misterio. En mis novelas hay un poco de todo: intriga, historia, romance… Suelo tener dos o tres libros leyendo a la vez, cada uno de materias diferentes, pero me gusta colocar mis historias en esos años de convulsión mundial, aunque siempre desde un enfoque diferente. En La mujer que llegó del mar, la trama se sitúa en Irlanda, a pesar de ser una historia de la IIGM, o en Las sombras de la memoria, donde se alude a la historia de la Resistencia francesa, pero desde Córdoba, mi ciudad. En este último, El baile de las Marionetas la acción se sitúa en la Rusia comunista.

15) F. P.- También quiero hacer hincapié en los diálogos que mantienen varios personajes, sobre todo en el último tramo de la novela. Y es que después de lo que les tocó vivir en exilio, tienen que enfrentarse a la cruda realidad que les rodea, por lo que significó para ellos su estancia en la Unión Soviética y lo que se encuentran en el país al que tanto ansiaban regresar. A lo largo de los capítulos, pero sobre todo en determinados episodios y en los diálogos que mantienen varios de los personajes que menciono al principio de esta pregunta, se percibe que la voz narrativa mantiene una clara imparcialidad en El baile de las marionetas. Supongo que tendrías que andar con tiento para conseguir que el lector fuera consciente de la imparcialidad en una novela que puede levantar suspicacias por el tema que aborda.

M. G.- “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”. Creo que esta frase lo resume todo. Yo no quería escribir una novela sobre la guerra civil española, sino la historia de un grupo de niños cuyo destino cambió por completo cuando montaron en aquel barco que los llevó a Leningrado. Como bien expones, me he esforzado por ser imparcial, porque creo que en una guerra no hay vencedores ni vencidos, solo víctimas. Lo fueron en todos los escenarios de la novela: en Afganistán, en España y en Rusia.

16) F. P.- Espero que esta entrevista sirva para que más lectores sientan interés por disfrutar de la atractiva historia que relata la voz omnisciente en El baile de las marionetas. Y ya para finalizar, ¿podrías darnos algún adelanto sobre tu próximo trabajo literario?

M.G.- La próxima novela está situada en dos localizaciones principales: París y Ámsterdam, con dos líneas temporales. Tiene relación con mi anterior novela La mujer que llegó del mar, pues narro la interesante vida de un personaje de esa historia y vuelven algunos de sus protagonistas. Te avanzo un detalle de la sinopsis:

Es una historia de codicia y generosidad, de lealtades y traiciones en una ciudad, Ámsterdam, recién liberada del ejército nazi donde se trafica con joyas y obras de arte, con el honor familiar y con el poder.

Nota: Imagen de la portada de El baile de las marionetas y biografía de la autora, tomada de la web de Megustaleer. Fotografía de Mercedes Guerrero, tomada de su web personal. Imagen del vapor Habana, tomada de la web BBC.com. Imagen de la Avenida Nevsky, en Leningrado, tomada de Wikipedia. Imagen la Cámara de Ámbar en Leningrado, tomada de Wikipedia.






5 comentarios:

  1. Muy buena e interesante entrevista. Es un tema sobre el que he leído poco y me gustaría, debe haber miles de historias enterradas por ahí. Es de los que leería sin dudar, aunque quizá no en este mismo momento. Gracias por descubrírmela.
    Besos

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  2. Qué buena Paco. Gracias por la entrevista. A Mercedes tuve la oportunidad de conocerla y me encantó. También me gustó mucho algún libro que leí suyo. Este no lo he leído y la verdad, ganas hay. Besos

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  3. Muy buena entrevista Paco. Me hace tener muchas ganas de leer esta novela. Sin duda muy original la historia. Me pone los pelos de punta pensar que aunque sean nombres ficticios, son historias reales. Un abrazo

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  4. No soy de leer entrevistas, pero esta me ha parecido muy interesante. Lo cierto es que no sabía nada acerca de estos exilios, y con lo fan que soy del drama, me parece muy interesante. Lo único que me chirría es que esté contada a dos tiempos, pues solo el del pesado suele interesarme. Gracias por la entrevista, estaré atenta a la novela, a ver si leo alguna reseña por ahí.

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