Datos
técnicos:
Título: Yo
también fui Jack el Destripador
Autor:
Fernando García Calderón
Editorial:
Ediciones del Viento
1ª
edición: 2015
ISBN:
978-84-1537-76-3
Encuadernación:
tapa blanda con solapas
Nº
páginas: 384
Sinopsis:
John
Riordan, octogenario forense de Scotland Yard, se enfrenta a un
sujeto que posee, así lo asegura, delicados secretos del club al que
perteneció en 1888. Por él pasaron desde Bram Stoker o H.G. Wells
hasta Bernard Shaw. Desde Alfred Waterhouse hasta John Goodall,
máximo goleador de la estrenada liga de fútbol. Aquella elite de la
confidencialidad viviría, con interés inusitado, las andanzas del
asesino más arrogante que se recuerda.
John
Riordan, en su condición de ayudante del inspector Abberline, se ve
obligado a perseguir sombras que escapan de una época victoriana en
decadencia, cuando llega a Londres como un prometedor discípulo del
deductivo Joseph Bell y se enfrenta a una investigación de altos
vuelos. Habrá de esperar a la finalización de la II Guerra Mundial
para descubrir el mayor enigma de la historia del crimen.
Yo
también fui Jack el Destripador es la viva expresión de un tiempo
fronterizo entre los estertores de un siglo XIX velado por la
hipocresía moral y la eclosión de un mil novecientos que pondrá a
prueba la capacidad de regeneración del hombre y su instinto de
supervivencia.
Opinión
Personal:
No
me extraña que quienes hayan leído la novela de Fernando García
Calderón, Yo también fui Jack el Destripador,
quedaran encantados tras finalizar su lectura, y no es para menos,
porque toda ella es placentera y, sin duda alguna, el autor nos
ofrece, como digo en estos casos, un magnífico ejercicio literario,
con una narrativa exquisita, una gran variedad de recursos literarios
y una historia envolvente que atrapa al lector de principio a fin.
Las expectativas que tenía puestas en esta novela se han visto
cumplidas con creces.
Los
amantes de las novelas que encuadramos dentro de la metaliteratura,
libros que hablan sobre libros, estamos, sin duda alguna, de
enhorabuena. Eso sí, no espere el lector una novela con un ritmo
trepidante, ni mucho menos, pese a que en ella nos encontramos con
ingredientes propios de un thriller, de novela policíaca e incluso
tintes claros de novela negra. El ritmo es diría que pausado, para
así disfrutar de la misma y no perder detalle de lo que el autor
nos cuenta a lo largo de los 55 capítulos titulados, más un prólogo
final, en los que ésta se estructura, agrupados en seis partes,
encontrándonos al principio de cada una de ellas con citas, casi
todas ellas de escritores británicos. Incluso diría que nos invita
a seguir leyendo porque en cada capítulo nos adelanta, de alguna
manera, lo que nos vamos a encontrar en el siguiente; técnica con la
que, creo, logra conseguir este propósito. Y hablo de ritmo pausado porque en la novela
predomina claramente la narración sobre el diálogo.
(escena de Jack el Destripador)
John
Riordan es un octogenario
forense de origen irlandés, que nos recuerda, en primera
persona, la época en la que formó parte del equipo de la policía
de Scotland Yard que intentó atrapar a un asesino en serie en
el año 1888, en el que varias mujeres fueron asesinadas, todas ellas
prostitutas en las calles del East End londinense, cinco
de las cuales se mencionan en esta novela. Una época que nos
recordará tras recibir una extraña visita de alguien que se hace
llamar Bloom, quien le asegura tener en su poder documentos
que pueden comprometer a personajes que formaron parte del conocido
club elitista Diógenes. La recepción de una carta sin
remitente que contiene un escrito en el que Lewis Carroll se
declara ser el autor de los horrendos asesinatos cometidos en aquella
época, pues en ella figura la firma de Jack el Destripador,
es el punto de partida de una carrera, prácticamente contra el
reloj, que emprende el antiguo miembro de Scotland Yard para resolver
definitivamente este caso y salvar así el buen nombre del club del
que él también formó parte. Aunque no sin encontrarse con
obstáculos que van a dificultar el resolverlo definitivamente, lo
que nos mantendrá intrigados hasta el final, encontrándonos con un
desenlace en el que nos aguarda alguna sorpresa, aunque creo que el
autor va cerrando bien los diferentes frentes que había abiertos a
lo largo del desarrollo de la trama.
John
Riordan irá desgranando la historia a lo largo de dos líneas
temporales, tomando como punto de partida en una de ellas el año
1888 y en la otra nos situamos poco después de la finalización de
la Segunda Guerra Mundial. Fernando García Calderón lleva de
la mano al lector de un período a otro, de tal forma que lo prepara
para que sepa en cuál de las dos se encuentra mientras el
protagonista va narrando su relato.
(una de las calles de Whitechapel en Londres)
Quienes
hayan leído novelas cuya trama se desarrolla en la época
victoriana, seguro que se les hará familiar la ambientación que tan
magníficamente recrea el autor, en donde está patente la decadencia
de la sociedad de ese período tan bien reflejado en la literatura y
en el cine. Me sentí un personaje más de la misma pues podía
imaginar que, realmente, paseaba por los lugares por donde se mueven
éstos, ya que las escenas están descritas de tal forma que se nos
hacen muy visuales. Desde las instalaciones del club Diógenes, a las
calles de las humildes barriadas del East End londinense, en donde se
hacinan y malviven sus habitantes, y a donde, paradójicamente,
acuden miembros destacados de la alta sociedad londinense, en donde
desde el anonimato pueden dar rienda suelta a sus instintos más
primitivos. O incluso moverme por el subsuelo de la ciudad, en donde
tendrán lugar escenas propias de una novela negra.
Y
así es cómo iremos conociendo a los distintos personajes que por
ella desfilan, muchos de ellos históricos y otros creados por la
imaginación del autor, todos ellos bien perfilados y creíbles. Por
sus páginas nos encontraremos con nombres que, sin duda alguna,
serán muy conocidos sobre todo por los lectores que disfrutan de las
obras de los autores clásicos, en este caso mayormente británicos,
como sir Arthur Conan Doyle, Bernard Shaw, H.G. Wells o Lewis Carroll,
unos tomando parte activa en el desarrollo de la trama y otros como
personajes pasivos; o nombres que, en su época, destacaron en otros
campos, como el médico y profesor escocés Joseph Bell, el
ajedrecista Joseph Henry Blackburne o el pintor Walter
Sickert, éste de origen alemán, a quien dadas las
características de sus pinturas, se le relacionó también con la
figura de Jack el Destripador. De todos ellos es John
Riordan a quien mejor conoceremos, al ser quien narra la historia
en primera persona,aunque también destacaría en la segunda línea
temporal al misterioso Bloom o la señora Beak, ama de
llaves del forense.
Sin
duda, con lo que más disfruté fue con las connotaciones literarias
de la novela; desde el propio John Riordan, que creo es un
claro exponente de la sociedad victoriana, en el que, en mi modesta
opinión, se notan claras influencias de la figura de Sherlock
Holmes. El forense tendrá además en Bloom a su
particular Moriarty, como él le llamará en más de una
ocasión. Connotaciones literarias que se extienden a la presencia
del club Diógenes, que será un personaje más de la novela,
los Irregulares de Baker Street, unos y otros creados por la
pluma de Conan Doyle. Sin olvidarme, por supuesto, de las
constantes alusiones a Lewis Carroll y sus novelas Alicia
en el país de las maravillas y Alicia a través del
espejo. Y me atrevería a decir también que hay ciertas
referencias a Alejandro Dumas y su novela Los tres
mosqueteros.
Pero lo que en este párrafo comento ya será el lector quien diga si
está conforme con estas apreciaciones mías o no.
Biografía:
Comenzó
la andadura literaria probando fortuna en los mil y un certámenes de
relatos de la geografía española. Ha sido reconocido, entre otros,
en los premios Jauja (Valladolid, 1989), Gabriel Miró (Alicante,
1992), Juan Ortiz del Barco (San Fernando, 1994), Jara Carrillo
(Alcantarilla, 1995), Max Aub (Segorbe, 1995), Villa de Iniesta
(Iniesta, 1996), Cuentos de Invierno (Ponferrada, 1997), Alfonso
Sancho Sáez (Jaén, 1997), Villa de Quintanar (Quintanar del Rey,
1998), Miguel Cabrera (Morón de la Frontera, 1999) y Marco Fabio
Quintiliano (Calahorra, 2000).
Los
resultados superaron las expectativas y, en 1997, dio el salto a la
novela con dos galardones consecutivos: El
vuelo de los halcones en la noche (Félix
Urabayen) y El
hombre más perseguido (Ateneo-Ciudad
de Valladolid).
El
siglo XXI marca su abandono de los concursos y la prolongación de
una carrera, lenta pero comprometida, que lo lleva a publicar cuatro
novelas más y dos volúmenes de relatos. Será a partir de 2005
cuando García Calderón deforme los géneros en una novela de corte
histórico y una obra de intriga que califica de “novela gris
marengo”, obteniendo un nivel de ventas que no había conocido
hasta ese instante.
Es
entonces (2008) cuando interrumpe su vida literaria para reconstruir
su vida personal, zarandeada por el infortunio de su familia y el
síndrome de fatiga crónica que lo aqueja. Tras un largo periodo de
trabajo silencioso, investigando las andanzas africanas del erudito
sevillano Juan Ángel Santacruz de Colle -nacido con el siglo XX y
fallecido en Tanzania en la década de los setenta-, regresa en 2015
con Yo
también fui Jack el Destripador(Ediciones
del Viento). A este seguirán el libro de cuentos Diario
de ausencias y acomodos (Ediciones
Alfar) y la novela Nadie
muere en Zanzíbar.
Nota: Datos técnicos y sinopsis, tomados de la web de la editorial. Biografía, tomada de Wikipedia. Láminas que acompañan al cuerpo de la reseña, tomadas de google imágenes. Fotografía del autor, tomada de su web.
Es un gran novela, en eso coincidimos.
ResponderEliminarUna reseña estupenda Paco. Se nota que la novela te ha convencido. Desde luego tiene ingredientes muy atractivos.
ResponderEliminarBesos
Me llamó la atención cuando salieron las primeras reseñas, pero ahora mismo tengo demasiado pendiente.
ResponderEliminarUn beso
Pintaza. Ya me llamaba de antes y ahora al ver tu reseña se confirma.
ResponderEliminarBesos.
La tengo bien anotada desde hace tiempo, ahora solo me falta hacerme con ella y buscarle un hueco ;)
ResponderEliminarBesos.
Me gustó cuando lo leí. Un besote
ResponderEliminarA mí también me gustó, una lectura muy recomendable
ResponderEliminarBesos
Un libro que sin duda leería de no ser porque tengo un montón acumulado y pendiente. Me lo apunto para una futura lectura. Besos
ResponderEliminarApuntado en la wishlist!
ResponderEliminarAh, que bien, Paco, encontrarme con tu reseña de esta novela. Es que hacía mucho tiempo que la tenía en el punto de mira pero no me decidía porque voy escasa de tiempo de lectura (¡y quién no!) y no conozco al autor. Creo que las palabras mágicas con las que me has conquistado han sido "magnífico ejercicio literario". Muchas gracias por tu excelente análisis de lectura. Un abrazo.
ResponderEliminarPor el titulo no me llamaba nada, la verdad, pero leyendo tu reseña me has convencido q es una novela q va a gustarme. Gracias por la recomendacion. Besinos.
ResponderEliminarBueno, ya conoces mi opinión. Me gustó mucho, es muy compleja, completa y está perfectamente bien escrita. En cuanto a la ambientación, coincido contigo, es magnífica, tanto que una parece estar en el mismo Londres de la época. Besos.
ResponderEliminarLa leería con gusto. Besos
ResponderEliminarHola, Francisco. Esta lectura Martina y yo la tenemos pendiente. Tu buena reseña me deja con ganas de comenzarla. Reseñas con profundidad y me encanta.
ResponderEliminarUn placer leerte y pasar por aquí.
Coincido contigo en todo. Me encantó como esrcibe el autor, la atmósfera que crea, lo bien que está documentada y esa capacidad de fusionar ficción y realidad. Un libro genial. Me alegro que lo disfrutaras.
ResponderEliminarUn beso.
Cuando empecé a ver esta novela, no me llamaba, pero viendo vuestras reseñas me está picando mucho la curiosidad y al final voy a tener que rendirme y leerla
ResponderEliminarBesos
Ya me vale que aún la tenga pendiente...
ResponderEliminarTiene buena pinta, lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn beso ;)
Esta novela la tengo apuntada, aunque me costó decidirme a añadirla a mi lista
ResponderEliminarBesos!
Reseñón!! Si ya la tenía en mi lista de deseos, ahora la subrayo, a ver si cae prontito.
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo que hacerme con ella, se que me gustará
ResponderEliminarBesos
Que maravilla de novela y de reseña¡¡ Me has puesto los dientes largos, cuando uno se encuentra una novela de esta envergadura no le importa que el ritmo sea más pausado, así se deleita más con ella. La época me encanta y aunque no conocía al autor, me parece un trabajo excelente. Intentaré hacerme con ella. Un abrazo Paco
ResponderEliminarLo tengo pendiente!!
ResponderEliminarCon reseñas así, como para no leerlo! =)
Besotes
Se ve que te ha gustado mucho, a mi no me termina de convencer, no disfruto como tú con la metaliteratura.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMuy buena reseña y la novela tiene una pinta fantástica. Anotada queda sin duda para futuras lecturas :)
Besos!
Lo conocí el otro día y me pareció todo un caballero con el que se pueden tener grandes conversaciones de literatura. Quiero leer este libro me dijo Marisa que le había encantado.
ResponderEliminar