jueves, 20 de noviembre de 2025

Reseña El sumario, de Francisco Muro.

 











Datos técnicos:





Título: El sumario.

Autor: Francisco Marco.

Editorial: Umbriel.

1ª edición: Noviembre/2024.

Formato: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-10085-34-3.

Idioma: Español.

Nº páginas: 464.






Sinopsis:






Alonso Torquemada, un periodista atormentado por su pasado y su adicción al alcohol, se enfrenta a uno de los descubrimientos más explosivos de la historia española: un sumario judicial de 1908 que expone una demanda de paternidad contra el rey Alfonso XII. Este documento, de ser confirmadas sus acusaciones, podría haber alterado radicalmente la línea de sucesión de los Borbones.

A medida que Torquemada se adentra en su investigación, se sumerge en una oscura red de corrupción y engaño que abarca desde el submundo de la prostitución hasta la corrupción policial. Su búsqueda lo enfrenta a criminales implacables y a miembros de la alta sociedad, cada uno con sus propios secretos y agendas ocultas, dispuestos a poner en riesgo su vida y la de quienes lo rodean.




Opinión Personal:






Atrajo mucho mi atención la novela publicada en noviembre de 2024 por Umbiel Ediciones, El sumario, del escritor barcelonés Francisco Marco, y que tiene como punto de partida el incendio del Palacio de Justicia en Madrid, el 4 de mayo de 1915. Un incendio que sirve de base al autor para planificar y desarrollar una ficción cuyo eje central es el sumario judicial de 1908 -que se dio por destruido en este siniestro- porque, de ser cierta la demanda de paternidad interpuesta por dos hijos adulterinos de Alfonso XII, pudo haber removido la línea sucesoria de los Borbones, como adelanta la sinopsis. Sin duda alguna, es una ficción muy entretenida y adictiva, aunque me encontré con algunos episodios que no me terminaron de convencer, incluido el desenlace, que me pareció un tanto precipitado.

(Incendio TS, Madrid)
En mi opinión, El sumario contiene una trama de intriga escrita a ritmo de thriller con dosis de espionaje, a lo largo de los 110 capítulos en los que se estructura su desarrollo. Una trama diría que de corte clásico, porque la investigación que realiza el periodista Alonso Torquemada muestra el avance de la misma en pequeñas dosis, en la que incluso entiendo que hay también algunas pistas falsas. Y es que algunos pasos que da le conducen a situaciones que no le proporcionan el resultado esperado, aunque es consciente de que también le pueden abrir otras puertas para descubrir nuevos hilos del que tirar. En más de una ocasión, me dije que este era uno de los principales atractivos de El sumario, porque la persistencia del protagonista incita a estar muy pendiente de las averiguaciones que realiza, sobre todo al encontrarse ante una serie de situaciones en las que presiente que está en grave riesgo su vida y la de quienes le rodean. Sin embargo, también tuve la sensación de que se volvía un tanto repetitivo en algunas tomas de decisiones, porque entendía que ya me había encontrado con alguna situación similar.

A lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, añado que El sumario tiene elementos propios de novela negra, porque Alonso Torquemada se sumerge en un mundo en el que están muy presentes los bajos fondos de la sociedad madrileña. Unos bajos fondos en los que son habituales los tugurios en los que se atreve a entrar el reportero, y en los que domina la prostitución y las drogas, pero también gente del hampa, que no duda en utilizar la fuerza si es necesaria e incluso se quita de en medio a quien le estorba sin temor alguno. Pero también sabe moverse por los lugares donde pasan sus momentos de ocio los miembros de la alta sociedad, por los contactos que tiene en esta para ejercer su actividad como reportero. De hecho, a medida que se aproxima el desenlace, recibe toques de atención verbales y no verbales, porque no quieren que husmee en nada que pueda hacer saltar las alarmas y ponerle en bandeja la publicación de un artículo que echaría por tierra la corrupción que campea entre quienes se cobijan a la sombra del poder del Estado. Estos episodios me mantuvieron muy en vilo, porque más de alguna vez me dije que este personaje no era muy consciente del peligro que corría, sobre todo si destilaba alcohol.

Me encontré con un protagonista con el que es muy difícil empatizar, dados los rasgos que lo caracterizan; sin embargo, es un personaje literario atractivo por cómo se desarrollan los episodios que protagoniza, y un claro antihéroe. Alonso Torquemada es un reportero que trabaja en el diario El Imparcial, aunque el pasado que lo atormenta no le deja ser el periodista al que le auguran una buena carrera profesional. El fallecimiento de Catalina, de quien estaba muy enamorado, supuso para él un duro golpe, y del que no levanta cabeza. La vida desordenada, el alcohol y la cocaina lo están convirtiendo en un verdadero desperdicio. Sin embargo, el tesón profesional no lo pierde, sobre todo en los momentos de lucidez, en los que es consciente de que la investigación que realiza puede suponer para él el relanzamiento de su carrera profesional. Es un personaje de escasa vida social, y sólo se relaciona con los demás según sus intereses, pese a que Candela, una joven periodista y compañera del diario en el que trabaja, quiere ayudarlo, aunque él la ve como una competencia muy directa, por la eficiencia que muestra como profesional. Pese a lo que acabo de comentar, me dije que había que estar muy pendiente de esta relación, porque incluso presentí que podía llegar a ser sentimental.

(Calle Amor de Dios, Madrid)
Francisco Marco ofrece al lector una ficción muy visual, e incluso diría que cinematográfica, de todo lo que sucede a lo largo de los capítulos titulados en los que se estructura el desarrollo de la trama. En todo momento tuve la sensación de que acompañaba a Alonso Torquemada en su investigación, porque todas las situaciones que vive son muy dinámicas y desencadenan una serie de sorpresas que incitan a estar muy pendiente de lo que le espera al protagonista en los siguientes capítulos. Un dinamismo que se refleja también en las diferentes localizaciones de Madrid, de las que se sirve para reunirse con quien pueda facilitarle datos que le ofrezcan, por muy nimios que le parezcan, porque es consciente que, de esa información, puede deducir
el origen del incendio que destruyó el mítico edificio del Palacio de las Salesas Reales obre todo, el destino del al sumario

Los episodios que se suceden en El sumario rezuman realismo en cada página, de tal forma que todo lo que relata el narrador omnisciente tiene una base histórica y documentada con rigor, que el autor desgrana a lo largo de los capítulos. Un realismo que viene reforzado con las notas que se resaltan en cursiva sobre lo que Alonso Torquemada fue anotando en sus cuadernos, relacionadas con los hechos que estima interesantes para sus investigaciones. Un realismo que se refleja también en algunas cartas que se transcriben en cursiva, incluso documentos oficiales que se remiten los personajes. Este efecto conduce al lector a que viva, como si de un espectador en primera fila se tratara, los hechos históricos que le afectan, caso de la Gran Guerra, la llamada gripe española o la alternancia de liberales y conservadores en el gobierno, sin olvidarme del papel que desempeña Alfonso XIII al respecto. Un período en el que se atisban cambios que conducirán a la proclamación de la Segunda República. En este sentido, Francisco Marco refleja con claridad lo que acabo de comentar a través de los personajes que transitan por las páginas de esta atractiva novela, sobre todo en los diálogos que mantienen, porque aportan sus puntos de vista de los diferentes hechos históricos que viven. Unos personajes bien perfilados, fiel reflejo de las diferencias sociales que hay en esa época, con un elenco muy variado, entre los que se interrelacionan históricos con ficticios pero, sobre todo, me atrajeron los que forman parte de los bajos fondos madrileños, sobre todo por la relación directa que tienen con el protagonista, en especial dos mujeres que pueden considerarse fatales, como la Madame Celestina y Clara de Osuna, con las que vive episodios que no tienen desperdicio, al igual que el papel que desempeña el abogado Pablo Berguía en el transcurso de sus investigaciones.

(Gran Vía, Madrid)
Pese a las pequeñas pegas que comento, merece la pena leer El sumario, de Francisco Marco, bien escrita y con un ritmo ágil y dinámico. El narrador omnisciente ofrece un gran fresco de la sociedad madrileña de la época, en la que los bajos fondos están muy presentes. Una novela escrita con ritmo ágil, en la que los personajes aluden en sus diálogos a hechos históricos del momento, al igual que se atisban cambios que abocan al país a la Segunda República.





Biografía:





Francisco Marco Fernández es académico de la Real Academia Europea de Doctores, doctor en Derecho Penal, abogado, máster en Derecho de Sociedades y detective privado.

Dirige desde los 25 años la mayor agencia de detectives española, Método 3, famosa por haber intervenido en los casos más representativos de los últimos diez años en España. En la actualidad dirige la consultoría de riesgos y de business intelligence, Marco & Co.

Es autor de catorce libros, entre los que destacan los best sellers El método confidencial, Operación Cataluña o La España inventada. Además, ha escrito las novelas La preparadora de juicios, Realpolitik o Los secretos de Alba.






No hay comentarios:

Publicar un comentario