viernes, 25 de julio de 2025

Reseña La Casa de las Amapolas, de Desiée Ruiz.

 









Datos técnicos:






Título: La casa de las amapolas.

Autora: Desirée Ruiz.

Editorial: NdeNovela (Grupo Planeta).

1ª edición: Abril/2025.

Encuadernación: Tapa dura con solapas.

ISBN: 978-84-10140-23-3.

Idioma: Español.

Nº páginas: 424.






Sinopsis:





Flora, una solitaria mujer envuelta en un halo de misterio, vive retirada en La Casa de las Amapolas, un lugar idílico pero apartado de todo en plena sierra de Albarracín.

Tras la desaparición de su hija, Aurora, y de la amiga de esta, Blanca, Flora dejó atrás todo lo conocido: su hijo Dani, su marido y el trabajo, y se trasladó allí. Eso fue hace más de veinte años. Nunca más se supo de las chicas desaparecidas y ambas familias quedaron destrozadas. La Casa de las Amapolas se convirtió entonces en el refugio donde intentar cicatrizar sus heridas.

Ahora que el hijo de Flora también ha fallecido, su nuera y su nieta planean mudarse a La Casa de las Amapolas con ella, lo que trastocará la vida de las tres mujeres, removerá el pasado y sacará a la luz la terrible verdad de la desaparición de Aurora y Blanca.








Opinión Personal:







Villa Melania (reseña) fue la primera novela que leí y reseñé en este blog de la escritora zaragozana, aunque residente en Castellón, Desirée Ruiz, y una de mis mejores lecturas de 2023.No dudé en acercarme de nuevo a su narrativa, porque, al igual que la sinopsis, me atrajo mucho la portada de última publicación, La Casa de las Amapolas. Una portada que imanta por la cara de la joven que figura en ella, con un rostro que invita a contemplarlo porque su tez se presume pálida, y sobre la que resalta el color rojo intenso de la amapola. Me encontré con una novela en la que el misterio, la intriga y los secretos familiares son el hilo conductor de una ficción que invita a estar muy pendiente de las vicisitudes que acompañan a los personajes a lo largo de los 46 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama.

(Puente de los Cantautores, Zaragoza)
La trama de la La Casa de las Amapolas va de menos a más, con el aliciente que supone para el lector, incitado a no perder detalle de todo lo que sucede en una historia en la que las sorpresas están muy presentes. Una historia en la que los personajes se enfrentan a una serie de situaciones con las emociones a flor de piel, provocadas por todo lo que sucede en sus relaciones tras la desaparición de Aurora y de su amiga Blanca, pese a que hay episodios en los que semeja que las aguas vuelven a su cauce. Situaciones que entiendo que provocan el llamado efecto dominó, por lo que nos incita a preguntar cuál será la reacción de cada personaje a medida que se conoce lo sucedido en ese funesto día, ante el duelo al que se enfrentan las dos familias, destrozadas por una pérdida dolorosa, ya que van pasando los años y no hay rastro de ambas.

Desirée Ruiz planifica y desarrolla una trama que transcurre a lo largo de dos líneas temporales, en las que desdobla lo sucedido tras la desaparición de Aurora y Blanca, separadas ambas por un período de 25 años. Dos líneas temporales a las que hay que agregar algunos saltos en el tiempo a determinadas fechas, que aclaran o complementan el puzle que supone reconstruir los hechos que remueven la conciencia de quienes guardan una relación directa con una fecha de la que no se olvidan. Este entramado le confiere un plus de interés a lo que sucede a lo largo de los capítulos, porque a través de estos saltos se desgrana en pequeñas dosis lo que realmente sucedió durante el fin de semana en el que un grupo de amigos decide pasar en la Casa de las Amapolas

Al igual que en Villa Melania, en La Casa de las Amapolas cobra protagonismo, como un elemento destacado, la casa que sirve como refugio a Flora, que decide cambiar su vida desde que es consciente de que la desaparición de su hija Aurora es una realidad que le impide llevar una rutina como la que tiene. En ella acoge durante un tiempo a mujeres que pasan por una situación similar a la suya, como Silvia y Olga, a las que hay que añadir a Elisa ya Maya, nuera y nieta de la protagonista. Una casa que sirve de eje en torno al que giran los personajes que conforman el elenco de la trama, de nuevo dominado por la presencia de mujeres. La autora es consciente de cuándo utilizar los elementos góticos que encaja con acierto, y que para nada desentonan con la ambientación de esta novela. Con ellos provoca en el lector el efecto deseado, con situaciones en las que incluso logra que se inquiete ante el relato de la voz narrativa en escenas que cumplen estas características.

(Albarracín, Teruel-Aragón)
Desirée Ruiz tiene muy claro por dónde llevar a los personajes para que las localizaciones por las que transitan estén muy en consonancia con los episodios que protagonizan, con el añadido de que los conoce muy bien y sabe qué puntos utilizar para que provoquen el efecto deseado. De hecho, el paraje en el que ubica la Casa de las Amapolas está situado en la sierra de Albarracín, cuya población que lleva el mismo nombre fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Al igual que lo que comento sobre Albarracín, también se percibe en Zaragoza, en donde transcurren varios episodios. El paraje que rodea esta casa, tal y como la describe el narrador omnisciente, provoca esa sensación de paz interior y tranquilidad que ansían sus moradoras, porque sienten que es el lugar ideal para cicatrizar las heridas que tanto tardan en cauterizar, por el pasado que las atormenta. La autora describe con detalle ese vergel lleno de vida, y del que las tres mujeres no se cansan de contemplar por la belleza que les rodea, y que las anima a realizar las actividades que tanto les apasionan. Heridas de las que nos informan cuando la situación se presta a ello, porque no es fácil exponerlos, conscientes de que pueden hacer daño. 

La Casa de las Amapolas es una novela de misterio e intriga en la que el lector se encuentra con unos personajes complejos, si bien en un principio los conoce de forma superficial. La trama incita a estar muy pendiente de los episodios que protagonizan quienes lo conforman porque, de una forma u otra, guardan relación con el triste episodio al que ya me referí en esta reseña. Al igual que en Villa Melania, de nuevo los personajes femeninos son los que tienen una mayor presencia y protagonizan situaciones que no dejan indiferente, aunque también destaco el papel de Yago, que realiza labores de jardinería para Flora y su presencia impone a las mujeres que viven en la casa, a quienes les parece que está rodeado de misterio y reservado, parco en palabaras. Unos personajes en los que, con el paso de los capítulos, también están presentes los rasgos intimistas, porque las reflexiones y dudas que se plantean nos ayudan a conocer más su interior. Conforman un elenco atractivo en el que  el amor, el desamor, la amistad y las segundas oportunidades forma parte de sus vidas a lo largo de los capítulos, en los que el perfil psicológico cobra mucha fuerza, porque esas dos desapariciones les conduce a vivir situaciones límite, en las que se muestra lo mejor y lo peor del ser humano. La voz narrativa incita a estar muy pendiente de las reacciones de los personajes, una vez que se remueve el pasado y sale a la luz la terrible verdad de la desaparición de Aurora y Blanca, como adelanta la sinopsis.

La Casa de las Amapolas es una novela muy bien escrita, diría que con un estilo narrativo depurado y un ritmo fluido, aunque la autora surte el efecto de que los episodios se desarrollan de forma más sosegada que el rutinario, provocado por la paz y la tranquilidad que emana del precioso paisaje que rodea la casa.






Biografía:





Desirée Ruiz Pérez (Zaragoza, 1973) es escritora y profesora en Castellón, apasionada por las historias que conectan con las emociones humanas. Ganadora del I Certamen de Relato Corto Bohodón en 2009, ha explorado distintos géneros narrativos en antologías y microrrelatos. Su debut novelístico con Ofelia descalza (2015) marcó el inicio de un camino literario que continuó con El silencio acuna pesadillas (2020) y Villa Melania (2023). Ahora publica su nueva novela, La casa de las amapolas.



Nota: Datos técnicos, sinopsis, fotografía y biografía de la autora  tomados de la web Planetadelibros. Imagen Puente de los Cantautores, en Zaragoza, tomada de la web Hoy Aragón. Imagen Albarracín tomada de la web del ayuntamiento de este municipio. 




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