Datos técnicos:
Título: El silencio del contador de historias.
Título original: Am ende bleiben die Zedern.
Autor: Pierre Jarawan.
Editorial: Grijalbo. (Grupo PRH).
1ª Edición: Octubre/2022.
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-253-6161-6.
Idioma: Español.
Nº páginas: 480.
Sinopsis:
Los padres de Samir huyeron de la guerra del Líbano y se refugiaron en Alemania para salvaguardar el futuro de la familia. Pero, cuando él apenas tenía ocho años, su padre desapareció sin dejar rastro; una ausencia que nunca ha podido superar. Ese duelo sigue ensombreciendo su presente y lo empuja a viajar a Beirut en busca de su padre, pero con el anhelo también de conocer su propia historia y la de su familia.
Sin más pistas que una vieja fotografía y el recuerdo de los cuentos que le contaba su padre para dormir, Samir emprende un viaje que arrojará luz al pasado, al mismo tiempo que le descubrirá la infinita belleza de la tierra de sus antepasados, un Líbano exótico y hostil.
Opinión Personal:
Atrajo mucho mi atención El contador de historias, no sólo por la portada y el título, sino también por cómo el autor aborda la trama, como resalta la editorial en las primeras líneas de la sinopsis. El silencio del contador de historias es la ópera prima del escritor nacido en Jordania, Pierre Jarawan, si bien su padre es libanés y su madre alemana, y a los tres años marcharon para este país a causa de la guerra civil que asoló Líbano entre 1975 y 1990. Ópera prima con la que fue galardonado con la beca literaria de la ciudad alemana de Múnich y el premio Bayerischer Kunstförderpreis.
Pierre Jarawan empieza su carrera literaria con mucha fuerza, con una obra fascinante que atrapa al lector sin remedio desde las primeras líneas, en las que se encuentra con un comienzo expectante ante los episodios que se viven en las primeras páginas. El autor planifica y desarrolla una trama que arranca in media res, con un corto prólogo en el que el protagonista y narrador, Samir, sufre en vivo y en directo los acontecimientos que vive su país de origen, Líbano, para luego trasladar el relato a 1992. Son dos líneas temporales las que se alternan a lo largo de 47 capítulos, agrupados en tres partes bien diferenciadas, más un prólogo y epílogo. Dos líneas temporales que se alternan entre su país natal y Líbano, y que convergen en el último tramo de la novela. Dos líneas temporales contadas con un estilo elegante: «Beirut, la belleza resplandeciente de antaño, salía cojeando de entre las ruinas y acariciaba su rostro destruido; una ciudad que se tomaba el pulso» (pág. 29).
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(Maaser-El-Chouf, Líbano) |
La trama de El silencio del contador de historias se desarrolla entre Alemania y el Líbano. Sin embargo, la voz narrativa describe de tal forma que los episodios que suceden en el país germano surten el efecto de que parecen ubicarse en el Líbano, porque la comunidad de libaneses desplazados siguen manteniendo sus tradiciones y las hacen extensivas a su día a día. «A mi fiesta de cumpleaños acudieron muchos vecinos de la calle. En mi pastel había ocho velas encendidas, y todos me cantaron el Sana Helwa ya Gameel, la versión árabe del Cumpleaños feliz»(pág. 77). Otro tanto sucede en el Líbano, en donde los hechos se desarrollan recién terminado el conflicto fratricida, si bien los personajes que transitan por esta subtrama son conscientes de que pudieron haber engrosado la lista de víctimas de que segó miles de vidas en ambos bandos contendientes, cuando relatan episodios que tuvieron lugar durante este cruento y doloroso período. «-Entonces llegaba el momento en el que Brahim necesitaba un cómplice. Le decía al tipo que alguien tenía que cubrirlo mientras cruzaba Beirut Oeste para encontrarse con el intermediario que le pasaba el whisky. Así que le ponía unos prismáticos y una radio en las manos, y le pedía que le avisara si veía barricadas en las calles o algún francotirador en los tejados»(pág. 248).
El autor planifica y desarrolla una ficción en la que marida varios géneros literarios: historia reciente del Líbano, romance, secretos familiares, intriga y misterio van cogidos de la mano. Una ficción en la que también el lector se encuentra rasgos intimistas, porque los sentimientos y las emociones están también muy presentes, sobre todo en episodios en los que los hechos que viven algunos de los personajes les hacen reflexionar sobre el impacto que supone para ellos las circunstancias que los rodean, sobre todo a Samir, su madre Runa, Karim y Yasmin, ambos padre e hija que emigraron también de Libano, y son amigos de la familia El-Hourari. Sin duda alguna, el autor ofrece al lector un complejo e intrigante puzle en el que las piezas que lo conforman van encajando a lo largo de los capítulos, incitando a que nos preguntemos qué desenlace nos espera.
El silencio del contador de historias supone para el protagonista y narrador una historia de búsqueda: de búsqueda de un padre que abandona a su familia sin motivo aparente, pero también una búsqueda de sus orígenes porque, pese a haber nacido en Alemania, se siente un libanés más, forjado por los cuentos que éste le contaba, plagados de fantasía, al estilo de la tradición oriental. Samir y Yasmin son amigos desde niños y, con el paso de los capítulos, se percibe que entre ambos puede entablarse una relación sentimental, si bien el tiempo pasa y la vida de cada uno lleva su propio camino; Karim, el padre de la joven, tiene también esa sensación. Sin embargo, el protagonista es empujado a realizar ese viaje, porque Yasmin no está conforme con la deriva que lleva la desordenada vida de Samir. Le pide que encuentre las respuestas a las preguntas que se plantea, pero también que se busque sí mismo.
(Zahlé, Líbano) |
El autor perfila un elenco de personajes que me ayudaron a que me sintiera muy cómodo durante la lectura de esta preciosa y dura novela, pero en la que sienten que una segunda oportunidad les espera en el país que los acoge. Son personajes muy reales, de carne y hueso como decimos en estos casos, porque están construidos de tal forma que, con el paso de los capítulos, nos familiarizamos con su forma de ser y actuar. Personajes con los que empatizamos por las preocupaciones que les atormentan, deseando que encuentren ese sosiego que necesitan: el amor y la amistad están muy presentes, al igual que la solidaridad, sobre todo en las situaciones más difíciles, como las vividas durante la guerra civil libanesa. A través de este elenco conocemos la reciente historia del Líbano, de la que recibimos interesante información de este período bélico tanto a través de los diálogos que mantienen como de la voz narrativa. Información que no deja indiferente porque relata la crudeza a la que se tienen que enfrentar los ciudadanos, conscientes de que en cualquier momento pueden ser ellos víctimas de esta lucha fratricida, de la que conocemos episodios impactantes que no olvidan.
Biografía:
Comenzó a escribir cuando era adolescente inspirado por los cuentos para dormir que su padre le contaba de niño. Años más tarde se coronó ganador de varios campeonatos internacionales de Poetry Slam.
En 2016 publicó su primera novela, El silencio del contador de historias, por la que recibió la beca literaria de la ciudad de Múnich y el premio Bayerischer Kunstförderpreis, además de ser nombrado el autor con la Literaturstern des Jahres (estrella literaria del año) por el periódico AZ. Asimismo, esta novela fue reconocida como el mejor debut en alemán en el Festival du Premier Roman en Chambéry, recibió el Prix des lecteurs du Livre de poche 2021 y, traducida a seis idiomas, tuvo una gran acogida entre los lectores de todo el mundo. En 2020, Jarawan publicó su segunda novela.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomada de la web de Penguin Libros. Fotografía del autor tomada de Pengüin Aula. Imagen de Maaser-El-Chouf tomada de la web Peek. Imagen de Zahlé tomada de Wikipedia.
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