jueves, 17 de julio de 2025

Reseña El silencio del contador de historias, de Pierre Jarawan.

 











Datos técnicos:





Título: El silencio del contador de historias.

Título original: Am ende bleiben die Zedern.

Autor: Pierre Jarawan.

Editorial: Grijalbo. (Grupo PRH).

1ª Edición: Octubre/2022.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-253-6161-6.

Idioma: Español.

Nº páginas: 480.






Sinopsis:





Los padres de Samir huyeron de la guerra del Líbano y se refugiaron en Alemania para salvaguardar el futuro de la familia. Pero, cuando él apenas tenía ocho años, su padre desapareció sin dejar rastro; una ausencia que nunca ha podido superar. Ese duelo sigue ensombreciendo su presente y lo empuja a viajar a Beirut en busca de su padre, pero con el anhelo también de conocer su propia historia y la de su familia.

Sin más pistas que una vieja fotografía y el recuerdo de los cuentos que le contaba su padre para dormir, Samir emprende un viaje que arrojará luz al pasado, al mismo tiempo que le descubrirá la infinita belleza de la tierra de sus antepasados, un Líbano exótico y hostil.









Opinión Personal:







Atrajo mucho mi atención El contador de historias, no sólo por la portada y el título, sino también por cómo el autor aborda la trama, como resalta la editorial en las primeras líneas de la sinopsis. El silencio del contador de historias es la ópera prima del escritor nacido en Jordania, Pierre Jarawan, si bien su padre es libanés y su madre alemana, y a los tres años marcharon para este país a causa de la guerra civil que asoló Líbano entre 1975 y 1990. Ópera prima con la que fue galardonado con la beca literaria de la ciudad alemana de Múnich y el premio Bayerischer Kunstförderpreis.

Pierre Jarawan empieza su carrera literaria con mucha fuerza, con una obra fascinante que atrapa al lector sin remedio desde las primeras líneas, en las que se encuentra con un comienzo expectante ante los episodios que se viven en las primeras páginas. El autor planifica y desarrolla una trama que arranca in media res, con un corto prólogo en el que el protagonista y narrador, Samir, sufre en vivo y en directo los acontecimientos que vive su país de origen, Líbano, para luego trasladar el relato a 1992. Son dos líneas temporales las que se alternan a lo largo de 47 capítulos, agrupados en tres partes bien diferenciadas, más un prólogo y epílogo. Dos líneas temporales que se alternan entre su país natal y Líbano, y que convergen en el último tramo de la novela. Dos líneas temporales contadas con un estilo elegante: «Beirut, la belleza resplandeciente de antaño, salía cojeando de entre las ruinas y acariciaba su rostro destruido; una ciudad que se tomaba el pulso» (pág. 29).

(Maaser-El-Chouf, Líbano)
Esta novela es muy atractiva porque el autor la enfoca como si de un cuento se tratara, pese a que en su desarrollo hay episodios que remueven conciencias, a la par que duros. Es una trama en la que, mientras afronté esta lectura, me acompañó la recopilación medieval de cuentos tradicionales de Oriente Próximo, Las mil y una noches, en la que Sherezade le cuenta historias al sultán para que no la mate tras desposarla. En este caso, es Brahim quien le cuenta a su hijo Samir, cuando la situación lo requiere, cuentos que guardan relación con su país de origen, Líbano, para que no olvide sus raíces. Otro tanto me sucedió con La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, en la que un muchacho es conducido por su padre a un misterioso lugar oculto de la ciudad vieja de Barcelona, y se encandila con la magia que atesora el Cementerio de los Libros Olvidados.

La trama de El silencio del contador de historias se desarrolla entre Alemania y el Líbano. Sin embargo, la voz narrativa describe de tal forma que los episodios que suceden en el país germano surten el efecto de que parecen ubicarse en el Líbano, porque la comunidad de libaneses desplazados siguen manteniendo sus tradiciones y las hacen extensivas a su día a día. «A mi fiesta de cumpleaños acudieron muchos vecinos de la calle. En mi pastel había ocho velas encendidas, y todos me cantaron el Sana Helwa ya Gameel, la versión árabe del Cumpleaños feliz»(pág. 77). Otro tanto sucede en el Líbano, en donde los hechos se desarrollan recién terminado el conflicto fratricida, si bien los personajes que transitan por esta subtrama son conscientes de que pudieron haber engrosado la lista de víctimas de que segó miles de vidas en ambos bandos contendientes, cuando relatan episodios que tuvieron lugar durante este cruento y doloroso período. «-Entonces llegaba el momento en el que Brahim necesitaba un cómplice. Le decía al tipo que alguien tenía que cubrirlo mientras cruzaba Beirut Oeste para encontrarse con el intermediario que le pasaba el whisky. Así que le ponía unos prismáticos y una radio en las manos, y le pedía que le avisara si veía barricadas en las calles o algún francotirador en los tejados»(pág. 248).

El autor planifica y desarrolla una ficción en la que marida varios géneros literarios: historia reciente del Líbano, romance, secretos familiares, intriga y misterio van cogidos de la mano. Una ficción en la que también el lector se encuentra rasgos intimistas, porque los sentimientos y las emociones están también muy presentes, sobre todo en episodios en los que los hechos que viven algunos de los personajes les hacen reflexionar sobre el impacto que supone para ellos las circunstancias que los rodean, sobre todo a Samir, su madre Runa, Karim y Yasmin, ambos padre e hija que emigraron también de Libano, y son amigos de la familia El-Hourari. Sin duda alguna, el autor ofrece al lector un complejo e intrigante puzle en el que las piezas que lo conforman van encajando a lo largo de los capítulos, incitando a que nos preguntemos qué desenlace nos espera.

El silencio del contador de historias supone para el protagonista y narrador una historia de búsqueda: de búsqueda de un padre que abandona a su familia sin motivo aparente, pero también una búsqueda de sus orígenes porque, pese a haber nacido en Alemania, se siente un libanés más, forjado por los cuentos que éste le contaba, plagados de fantasía, al estilo de la tradición oriental. Samir y Yasmin son amigos desde niños y, con el paso de los capítulos, se percibe que entre ambos puede entablarse una relación sentimental, si bien el tiempo pasa y la vida de cada uno lleva su propio camino; Karim, el padre de la joven, tiene también esa sensación. Sin embargo, el protagonista es empujado a realizar ese viaje, porque Yasmin no está conforme con la deriva que lleva la desordenada vida de Samir. Le pide que encuentre las respuestas a las preguntas que se plantea, pero también que se busque sí mismo.

(Zahlé, Líbano)
Pierre Jarawan ofrece al lector una novela muy visual. Una novela en la que el lector puede imaginarse cómo son los espacios por los que transitan los personajes. Sus descripciones invitan a imaginarnos cómo es la ciudad alemana en la que Samir vive con su familia -ciudad de la que no conocemos su nombre-, aunque en todo momento tengamos la impresión de que siguen viviendo en el Líbano. Pero sobre todo me atrajeron las descripciones que ofrece sobre el país de los cedros, Líbano, porque en todo momento sentí que acompañaba a Samir por las localizaciones que le invitan no sólo a recrearse en los sitios que le recuerdan a su padre, sino también a contemplar la reconstrucción de un país asolado por una guerra devastadora, y en la que todavía se puede contemplar las heridas que dejó este conflicto bélico.

El autor perfila un elenco de personajes que me ayudaron a que me sintiera muy cómodo durante la lectura de esta preciosa y dura novela, pero en la que sienten que una segunda oportunidad les espera en el país que los acoge. Son personajes muy reales, de carne y hueso como decimos en estos casos, porque están construidos de tal forma que, con el paso de los capítulos, nos familiarizamos con su forma de ser y actuar. Personajes con los que empatizamos por las preocupaciones que les atormentan, deseando que encuentren ese sosiego que necesitan: el amor y la amistad están muy presentes, al igual que la solidaridad, sobre todo en las situaciones más difíciles, como las vividas durante la guerra civil libanesa. A través de este elenco conocemos la reciente historia del Líbano, de la que recibimos interesante información de este período bélico tanto a través de los diálogos que mantienen como de la voz narrativa. Información que no deja indiferente porque relata la crudeza a la que se tienen que enfrentar los ciudadanos, conscientes de que en cualquier momento pueden ser ellos víctimas de esta lucha fratricida, de la que conocemos episodios impactantes que no olvidan.








Biografía:






Pierre Jarawan es escritor, poeta, guionista y presentador. Hijo de padre libanés y madre alemana, nació en 1985 en Jordania debido a la guerra civil en el Líbano. A los tres años se mudó con su familia a Alemania.

Comenzó a escribir cuando era adolescente inspirado por los cuentos para dormir que su padre le contaba de niño. Años más tarde se coronó ganador de varios campeonatos internacionales de Poetry Slam.

En 2016 publicó su primera novela, El silencio del contador de historias, por la que recibió la beca literaria de la ciudad de Múnich y el premio Bayerischer Kunstförderpreis, además de ser nombrado el autor con la Literaturstern des Jahres (estrella literaria del año) por el periódico AZ. Asimismo, esta novela fue reconocida como el mejor debut en alemán en el Festival du Premier Roman en Chambéry, recibió el Prix des lecteurs du Livre de poche 2021 y, traducida a seis idiomas, tuvo una gran acogida entre los lectores de todo el mundo. En 2020, Jarawan publicó su segunda novela.


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomada de la web de Penguin Libros. Fotografía del autor tomada de Pengüin Aula. Imagen de Maaser-El-Chouf tomada de la web Peek. Imagen de Zahlé tomada de Wikipedia. 







viernes, 11 de julio de 2025

Reseña El caso Donnington, de G. K. Chesterton.

 





                   




Datos técnicos:





Título: El caso Donnington.

Título original: The Donnington Affaire.

Autor: G. K. Chesterton.

Traductor: Guillermo Diaz Pintos.

Editorial: Encuentro. Colección Literaria nº 5.

Formato digital.

ISBN: 978-84-9055-828-7.

Idioma: Español.

Nº páginas: 925 (Este volumen incluye los 5 recopilatorios de relatos

protagonizados por el padre Brown y otros 5 relatos sueltos).





Argumento:





Aparece muerta la hermana de la novia del narrador local, el pastor local, y el sospechoso parece ser su propio hermano, huido de la cárcel. Su núcleo está en ser un caso de homicidio en el que la persona más culpable no es el homicida.





Opinión Personal:





Toca reencontrarse con el peculiar y carismático padre Brown, creado por el escritor inglés G. K. Chesteron, quien para perfilar su retrato parte del sacerdote católico John J. O´Connor, figura clave en su conversión a esta confesión religiosa. En este blog leí y reseñé en 2021 La inocencia del padre Brown, el primero de los cinco recopilatorios de relatos que protagoniza, a los que hay que unir unos pocos sueltos protagonizados también por este peculiar sacerdote metido a detective. Hoy le toca el turno a uno de estos últimos, El caso Donnington.

En El caso Donnington, Chesterton ubica la acción en uno de los valles del condado de Essex (Inglaterra), en el que ejerce los servicios eclesiásticos el reverendo John Barrington Cope, prometido con una de las dos hijas del barón Borrow Donnington, Harriet. Cope es despertado por un sirviente de Borrow Close anunciándole la desagradable noticia del fallecimiento de Evelyn Donnington -hermana de Harriet-, asesinada.

Me encontré con un relato muy entretenido de principio a fin. El autor planifica y desarrolla la trama de tal forma que plantea dudas al lector sobre la autoría del crimen. Un relato en el que parte de "unas notas originales que tomó el sacerdote adscrito a la parroquia de Borrow-in-the-Valley" y que el autor decide "Exponerlas con más detalle parece ser el mejor modo de poner a disposición del público los rasgos más destacados de este asombroso suceso". Sin duda alguna, la técnica que emplea Chesterton en El caso Donnington es muy atractiva para el lector

El padre Brown es un personaje con el que no se tarda en empatizar, aunque no se comulgue con la doctrina que profesa, o con ninguna. Incita a estar muy pendiente de sus movimientos, porque uno se pregunta en qué detalle o detalles se va a fijar,  en esta ocasión, para resolver el caso de turno. Es un sacerdote que sorprende a propios y a extraños porque, dada su apariencia, se duda de su capacidad para desempeñar la misión encomendada. Sorprenden los razonamientos que realiza para deducir conclusiones partiendo de lo más sencillo, de lo más natural, para resolver incluso el caso más complejo. Sorprenden también los conocimientos que tiene en determinados casos, y que podrían hacernos pensar su carencia de recursos para desenmascarar lo que se esconde tras el crimen cometido, pero es que juega con una gran ventaja porque, a parte del derecho divino, lo asiste también el gran servicio secreto que tiene la Iglesia.

(Prisión Parkurst-Isla de Wigth. U.K.)
Pese a la corta extensión de este relato -en torno a las 35 páginas-, me encontré con unos personajes bien definidos. El autor juega con la presencia de unos y otros, con los que uno se lleva varias sorpresas, porque nada es lo que parece. Los rasgos psicológicos de cada uno también cobra protagonismo, entre los que pone el foco en el único hijo varón de Borrow Donington, Soutby, declarado culpable y enviado a prisión. Y es que este muchacho se dedica al despilfarro, pero también a las malas compañías por los bajos fondos londinenes, para disgusto de su rico y avaricioso padre, quien dio por rotas las relaciones entre ambos. El lector se encontrará con otros personajes atractivos, que le dan un plus de interés a este relato, pero es mejor que descubra qué papel desempeñan si se sienten atraídos por las investigaciones que realiza este cura metido a detective.

El caso Donnington es un relato cargado de intriga y suspense, por lo que acabo de comentar, al igual que por el papel que desempeñan en la trama los demás personajes que conforman un atractivo elenco. Una trama en la que están muy presentes las sorpresas, porque nada es lo que parece. El caso Donnington  se lee del tirón, tiene un ritmo ágil y se suceden episodios dinámicos y atractivos.




Biografía:




G. K. Chesterton (Londres 1874 – Beaconsfield 1936), fue un literato y polemista inglés convertido en 1922 al catolicismo. Abandonó sus estudios de arte para dedicarse al periodismo. Comenzó escribiendo poesía y ensayos críticos sobre diversos escritores británicos, pero la fama y el reconocimiento internacional le llegaron con sus novelas y relatos, obras llenas de imaginación, sentido del humor y hábil manejo lingüístico, como El hombre que fue jueves, El Napoleón de Notting Hill, La esfera y la cruz o los celebérrimos relatos del padre Brown. Escribió además dos extraordinarias biografías de santo Tomás de Aquino y san Francisco de Asís, esta última publicada en castellano por Ediciones Encuentro.


Notas: Datos técnicos y sinopsis tomados de Amazon. Biografía y fotografía del autor tomadas de la web de Ediciones Encuentro. Fotografía del padre Brown tomada de la web de Zenda. Imagen de la prisión de Parkhurst tomada de la web Alchetron.com










miércoles, 9 de julio de 2025

Libros leídos y reseñados en junio/2025.

 







En junio fueron 5 los libros leídos y 4 los reseñados. 



-LOS LEÍDOS: 













-LOS RESEÑADOS:



-Subura. Bastardos de Roma, de Iñaki Uriarte


-El maestro de azúcar, de Mayte Uceda


-La nueva Magdalena, de Wilkie Collins.


-Vulcanalia, de Antonio J. Álvarez Balastegui. 


Avance retos literarios en los que participo



-Reto 25 españoles (año 2025):  (22/25) (+3) (88%).


-Reto Nos gustan los clásicos (IX Edición):  2(4/8) (+1) (50%) 

4


jueves, 3 de julio de 2025

Reseña Sucedió en Benahambra, de Jaime Pérez de Sevilla Bautista.

 










Datos técnicos:





Título: Sucedió en Benahambra.

Autor: Jaime Pérez de Sevilla Bautista.

Editorial: Estrella del Norte.

1ª edición: Noviembre/2024.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-129232-3.0.

Idioma: Español.

Nº páginas: 442.





Sinopsis:





En Benahambra, un pueblo de la Costa del Sol que está próximo a celebrar su centenario, la vida es tranquila; hasta que una mañana aparece en la playa, ahogado, el cuerpo de Tomás, un niño de apenas ocho años. El hecho de que lleve el uniforme del colegio indica que puede no tratarse de una muerte accidental. La Policía Judicial de Málaga envía a la inspectora Marta Requejo para dirigir la investigación.

Felipe Tapia siempre quiso ser policía, al igual que su padre, Álvaro, todo un mito en el Cuerpo, ya retirado y que también vive en Benahambra. Superado por el caso, presionado por el alcalde de la localidad y lleno de dudas respecto a sus propias capacidades, Felipe, junto a Requejo, tratará de resolver el misterio que rodea a la muerte de Tomás. Para ello, ambos solicitarán la ayuda de Álvaro, el cual se plantea, como punto de partida, el principio cui bono?, es decir: ¿a quién puede beneficiar la muerte de un niño?

Durante la investigación, sucederán nuevos acontecimientos que pondrán en vilo a Benahambra e irán minando la estabilidad emocional de Felipe.






Opinión Personal:






En 2021 leí y reseñé en este blog la ópera prima del escritor madrileño Jaime Pérez de Sevilla Bautista, El mañana nos pertenece (reseña). Una ópera prima que parecía no ser tal, por la consistencia de la trama y el buen hacer literario del autor. Sucedió en Benahambra es su segunda novela publicada, y confirma las sensaciones que me provocaron la anterior. Sin duda alguna, Jaime Pérez de Sevilla tiene las ideas muy claras para atraer la atención del lector desde las primeras líneas y mantener constante el interés por todo lo que sucede a lo largo del desarrollo de la trama, porque apenas decae el ritmo de lectura.

Sucedió en Benahambra es una novela policíaca y de misterio en la que me encontré con ingredientes propios de este género literario con un claro sabor a clásico. Y es que nada es lo que parece y, tal y como se suceden los episodios, incita a preguntarnos quién puede estar de la muerte de un niño, de apenas ocho años, cuyo cadáver es encontrado en una playa, con el uniforme de colegio. Una muerte que, en un principio, y tal y como adelanta la sinopsis, indica que puede ser accidental.

La trama de Sucedió en Benahambra no da lugar a respiro a lo largo de los 79 capítulos cortos en los que se estructura, contada por un narrador omnisciente a modo de thriller. Una trama en la que se suceden episodios envolventes que, sobre todo en el último tramo, en el que se eleva la tensión narrativa. Un tramo en el que algunos personajes viven situaciones impactantes que jamás pensaron que sucederían en un pueblo cuyos habitantes llevan una vida apacible. Un pueblo que está muy pendiente de las próximas fiestas en las que celebran su centenario.

Jaime Pérez de Sevilla planifica y desarrolla una ficción en la que la investigación que se lleva a cabo tras el luctuoso episodio al que me refiero en el párrafo anterior se convierte en un complejo puzle, en el que los policías que forman parte de este operativo van a tener que hilar muy fino para que encajen todas las piezas, en las que la corrupción también está muy presente. Dadas las conjeturas a las que llegan los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tras analizar las pruebas recopiladas, presienten que los ciudadanos pueden empezar a preocuparse ante un posible nuevo caso. Sin duda alguna, el autor jugó muy bien las bazas para que el componente psicológico estuviera muy presente a lo largo de los capítulos, partiendo de que el agente Felipe Tapia, miembro de la Policía Local, es la primera vez que se enfrenta a una investigación de esta índole. También jugó al despiste, porque en ningún momento tuve la sensación de encontrar alguna pista que me pudiera indicar quién tenía todas las papeletas para señalarlo como presunto culpable.

Uno de los grandes atractivos de esta novela son los personajes, muy reales y muy cercanos, de los que decimos que nos podemos encontrar con ellos a la vuelta de la esquina. Esta cercanía ayuda a que se esté muy pendiente de lo que les sucede a lo largo de los capítulos, sobre todo a medida que las situaciones que viven se vuelven más complejas. Situaciones que provocan que la empatía se redoble en la mayoría de ellos, por lo que se resalta cómo puedan afectarles los episodios que alteran la vida de Benahambra. Las relaciones personales y los lazos familiares varían a lo largo de los capítulos, si bien en algunos casos la cercanía es mayor, aunque también sirve para criticar a quienes, en un sentido u otro, reflejan todo lo contrario, porque todos ellos muestran lo mejor y lo peor del ser humano en circunstancias similares. Situaciones que refleja bien el autor a través de quienes se preocupan más por velar por sus intereses, o los que se implican de lleno para que las investigaciones que se realizan ayuden a cerrar este caso. Por un lado, nos encontramos con un desagradable triángulo conformado por el alcalde de este pueblo, Gregorio Cuevas, más preocupado porque este hecho luctuoso no influya en la celebración de la próxima efemérides; Roberto Padilla, reportero del canal autonómico, que con su pose y sensacionalismo por bandera, busca sacar fama y provecho de lo que sucede esos días en este pueblo de la Costa del Sol. El tercer vértice lo conforma el inspector de homicidios de la Policía Judicial de Málaga Ignacio Velázquez, que sigue unos patrones de actuación muy dudosos. En el otro platillo de la balanza sitúo al ya mencionado Felipe Tapia, la particular relación que mantiene con su compañero Juan, que se tiran buenas pullas en sus diálogos, aunque con la camaradería que los caracteriza. No deja indiferente Álvaro Tapia, policía prejubilado y padre del protagonista, considerado en Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como una leyenda, y que acepta la colaboración externa en este caso. Otro personaje a tener en cuenta es el papel que desempeña la inspectora Teresa Requejo, a quien con el paso de los capítulos se le conoce no sólo por su labor profesional, sino también en el ámbito personal. Es de agradecer en novelas de este género literario que el autor de turno muestre el lado humano y personal de quienes están al frente de las investigaciones que llevan a cabo, porque suelen protagonizar también alguna subtrama atractiva, como este es el caso.

Me gustó mucho Sucedió en Benahambra, una novela muy bien escrita, adictiva y de ritmo ágil, y dinámica por la variedad de situaciones que viven los personajes. A lo largo de los capítulos se percibe el trabajo que el autor realiza en el mundo del séptimo arte, sobre todo en la viveza y naturalidad de los diálogos y en las descripciones que incitan a visualizar los espacios por los que transitan los personajes. Unos espacios en los que, pese a ser un pueblo ficticio, el autor tiene una idea clara sobre el plano, por lo que consigue que nos imaginemos por dónde se mueven los personajes.






Biografía:




Nació el 5 de febrero de 1983 en Madrid. Licendiado en Derecho en la Univesidad Complutense de Madrid y Diplomado en Estaudios Avanzados de Derecho Penal por la misma Universidad, es abogado ejerciente desde el año 2006.

En el año 2015 comenzó la carrera profesional como locutor de documentales y realities. En 2017 inició su carrera como actor de doblaje para cine y televisión participando, desde entonces, en proyectos de animación y ficción real. En el año 2019 inició su andadura como narrador de audiolibros. En 2023 fue premiado con el Anime Award a mejor intérprete de doblaje de castellano por su trabajo.


Notas: Datos técnicos, sinopsis, y biografía del autor tomados de la web de la editorial Viento del Norte. Fotografía del autor tomada de la web Planetadelibros. 



jueves, 26 de junio de 2025

Reseña Vulcanalia, de Antonio J. Álvarez Balastegui.

 









Datos técnicos:





Título: Vulcanalia.

Autor: Antonio J. Álvarez Balastegui.

Editorial: Caligrama.

1ª edición: Octubre/2024.

Formato: Libro digital.

ASIN: B0DKBBTC8T.

Idioma: Español.

Nº páginas: 582.





Sinopsis:




Entre los años 154 y 153 a. C. un suceso cambió para siempre el curso de la historia: la llamada segunda guerra celtíbera. Intrigas, ansias de riqueza y el poder del Senado romano son los ejes vertebradores de esta cruenta guerra. En ella, los celtíberos luchan por su supervivencia como pueblo frente a un enemigo dispuesto a todo por conseguir su objetivo: el saqueo y el control de Hispania. En esta fascinante novela, los personajes de uno y otro bando se ven arrastrados hacia un caos sin sentido, en el que incluso los dioses deberán tomar partido, desembocando finalmente en lo que los romanos denominaron con acierto la «guerra de fuego».





Opinión Personal:





Hay períodos de nuestra historia que están muy poco novelados, y uno de ellos es el que se conoce como la «Guerra de fuego», que tiene lugar entre los años 154 a 152 a. C. El escritor barcelonés Antonio J. Álvarez Balastegui la ficciona en la tetralogía que lleva por título el que acabo de mencionar. Vulcanalia es la primera novela que la conforma, en la que la voz narrativa describe lo sucedido durante este conflicto bélico. Me gustó mucho la puesta en escena de la trama, en la que se desarrollan una serie de episodios que atrajeron mi atención, tanto por el dinamismo con el que los relata como por el rigor documental.

(Ruinas Sekaiza-Zaragoza-Aragón)
Vulcanalia es una ficción que no da lugar a tregua, y esto es de agradecer en este género literario, a lo que hay que añadirle el ritmo fluido en el que está relatado por un narrador omnisciente. Está estructurada en 73 capítulos, agrupados en 10 libros, que nos mantienen expectantes, ante la variedad de situaciones que viven los personajes que transitan por las 582 páginas que la conforman. Situaciones que el autor planifica y desarrolla con interés, sobre todo en aquellos episodios en los que cobran protagonismo los creados por su imaginación, principalmente en los que se presiente que los intereses que persiguen no presagian nada bueno. Si a lo que acabo de comentar añadimos los hilos que mueven algunos históricos, el suspense está servido, con las dudas que plantea el desenlace que les espera a algunos de ellos.

Esta primera novela de la tetralogía muestra el germen que sirve de base a los posteriores títulos que la conforman. Un germen en el que se pone de manifiesto los tira y afloja que hay entre ambos bandos contendientes. Pero también incide en la perspectiva que hay sobre el mismo en Roma, ansiosa por una victoria con la que paliar los problemas internos que se les puede avecinar a sus habitantes, sobre todo ante la reacción de la población al respecto. Sin embargo, los celtíberos saben qué bazas utilizar, porque son conscientes de que la razón les asiste ante las injustas peticiones de la capital del imperio. Un germen en el que también están presentes episodios que semejan fantásticos, pero surten esta impresión porque la voz narrativa los describe de tal forma que consigue que nos fascine lo que en ellos sucede, y que no deja de ser la labor que desempeñan determinadas hechiceras o adivinas, a quienes el paso del tiempo parece conducirles a realizar sortilegios que atemorizan a quienes acuden a ellas para consultarles o pedirles ayuda como sanadoras o adivinas.

Es muy atractiva la perspectiva que le confiere Antonio J. Álvarez Balastegui a esta guerra de fuego, porque la voz narrativa me relata, prácticamente a la par, lo que sucede tanto en Roma como en Celtiberia, no sólo en los prolegómenos de este conflicto, sino también durante el mismo y los efectos que producen en unos y otros el desenlace que se pretende, muy dispar en los dos bandos beligerantes. Perspectiva en la que mostré mucho interés en las estrategias que planifican los mandos de ambos ejércitos. En este sentido, me gustó el enfoque que le confiere el autor a las batallas, porque muestra más cómo se desarrolla en líneas generales, otorgando dinamismo a la voz narrativa para que mantenga informado al momento sobre lo que sucede en las tropas celtíberas y romanas, y en las que las avanzadillas desempeñan también un papel trascendental.

Vulcanalia es un magnífico viaje literario a este tiempo pretérito de nuestra historia. Un viaje literario que nos lleva por las poblaciones que conforman Celtiberia, sobre todo desde que la lucha entre ambos bandos es una realidad. Ciudades que figuran en el mapa que acompaña al cuerpo de la novela, junto con otros esquemas y planos que adjunta el autor. Merece la pena recrearse en los parajes que rodean a estas poblaciones, descritos con tal nitidez que surte la impresión de deambular por esas tierras junto a los personajes, sobre todo por el papel que desempeñan en las batallas que tienen lugar. Unos parajes de los que los nativos aprovechan el conocimiento que tienen para determinar los enclaves en los que plantar cara al enemigo con éxito o, cuando menos, provocarles el mayor número de bajas posible.

(Curia Hostilia-Roma)
El lector disfrutará de las descripciones que ofrece el narrador omnisciente tanto sobre las diversas ciudades de Celtiberia como sobre Roma y Ostia. Unas descripciones que nos incitan a imaginar cómo era el trazado de estas urbes y los distintos espacios de la capital del imperio por los que transitan los personajes, al igual que el puerto de Ostia. Ciudades celtíberas bien fortificadas y de las que no perdí detalle sobre su vida cotidiana. Unas costumbres en las que son de interés las reuniones que se mantienen en la casa comunal a la hora de tomar decisiones, los festejos que realizan o las relaciones personajes que mantienen, en las que el papel de la familia está muy presente, al igual que los ritos de iniciación que siguen los varones para demostrar que pueden ser admitidos como nuevos guerreros. En Roma se ofrece una visión sobre las diferentes barriadas que la conforman, al igual que la vida regalada que llevan los patricios, y el poder y fuerza que tienen los senadores, sobre todo a la hora de adoptar medidas que les favorezcan en un conflicto del que quieren sacar el mayor provecho posible. No me olvido de las escenas que tienen lugar en los bajos fondos, como en la Subura o en las tabernas del Foro, en donde tienen lugar episodios que no presagian nada bueno. Sin embargo, me pareció un tanto excesivo incidir en la liturgia de unos y otros en las ceremonias en las que invocan a los dioses de turno, sobre todo los llevados a cabo por los sacerdotes romanos, e incluso las relativas a las deidades familiares.

Antonio J. Álvarez Balastegui muestra un atractivo elenco de personajes para que el lector siga con interés el desarrollo de la trama y, tal y como se suceden los capítulos, por las tres restantes novelas de esta tetralogía. Sin duda alguna, los personajes conforman un magnífico soporte a esta ficción, y en los que estos están perfilados con tal fuerza que consiguen que no perdamos detalle de las vicisitudes que los acompañan, que no son pocas, sobre todo a medida que la guerra es un hecho real y es imprevisible el destino que les puede deparar. Por las páginas de Vulcanalia transita un elenco de ficticios y reales que dan mucho juego a la trama, sobre todo por los diferentes intereses que incitan a actuar de la forma en que lo hacen cada uno de ellos. El hecho de que figure la relación de personajes de la novela antes del cuerpo de la misma y esté conformada por un amplio listado, no es impedimento alguno para que nos hagamos un lío con ellos, sino que los rasgos que los caracterizan y el papel que desempeñan ayudan a que nos familiaricemos sobre todo con los que cobra un mayor protagonismo. Hay una interesante interactuación de ficticios con históricos, lo que confiere un mayor interés por las situaciones que protagonizan. En mi caso, atrajeron mi atención personajes como Caro de Sekaiza, Cayo Mario, el centurión Décimo Marcio o el emisario del senado romano Marco Cornelio Gallus, al igual que Tiresio, el hijo del ya mencionado Caro, o el papel que desempeña el histórico Retógenes a la hora de tomar decisiones entre los mandos militares celtíberos, y los dos cónsules que marcan las directrices a seguir por el ejército imperial. Destaco también el papel que desempeñan los femeninos Daleninar, La Reina del Silencio o La Dama del Mirlo Negro.

Vulcanalia es una novela adictiva, de ritmo fluido, aunque no constante, bien escrita y con un lenguaje muy cuidado. En mi caso, la liturgia de los sacerdotes romanos rompen un tanto la constancia del ritmo. Tampoco soy muy partidario de excesivas notas a pie de página, aunque sólo me sirvo de ellas si es realmente necesario. El lector no pierde detalle de todo lo que sucede en esta segunda guerra celtíbera, estimulado por las diversas vicisitudes que acompañan a los personajes y el dinamismo de las situaciones que viven. Es la primera de las novelas que conforman la tetralogía Guerra del fuego





Biografía:





Antonio J. Álvarez Balastegui, nació en Barcelona el 6 de junio de 1962. Estudió Bellas artes; empresario, autodidacta, estudioso y amante de la historia. Anteriormente, ha publicado dos ediciones del libro de los aromas: Historia, mitos y leyendas (1.ª Edición 2004, 2.ª Edición 2006). En 2022 publicó su primera novela de la saga Guerra de fuego, Vulcanalia. En 2024 publica su segunda novela de la saga Guerra de fuego, Novendalia.







Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web de Caligrama. Imagen de ruinas Sekaiza tomada de Wikipedia. Imagen de la Curia Hostilia tomada de la web Arounds Us.

viernes, 20 de junio de 2025

Reseña La nueva Magdalena, de Wilkie Collins.

 











Datos técnicos:





Título: La nueva Magdalena.

Título original: The New Magdalene.

Autor: Wilkie Collins.

Traductores: J. M. Lacruz y A. del Moral.

Editorial: Funambulista.

1ª edición: Septiembre/2018.

Año publicación inicial: 1873.

Idioma: Español.

Nº páginas: 400.






Sinopsis:





Mercy Merrick es una mísera muchacha de la calle, rechazada por la sociedad, que, tras fracasar en los numerosos intentos de rehabilitarse, decide marchar a Francia y trabajar de enfermera voluntaria en la guerra franco-alemana. Durante una batalla, conoce a Grace Roseberry, huérfana de un coronel británico, de camino a Inglaterra para convertirse en dama de compañía de una pariente noble y desconocida, lady Janet Roy. Cuando Grace perece a causa de un obús alemán, Mercy, tras muchas vacilaciones, decide suplantar la identidad de la fallecida valiéndose de los documentos de esta. A pesar de sus continuos remordimientos, la vida de Mercy parece tomar por fin un rumbo diferente: la noble dama la acoge calurosamente como hija adoptiva. El futuro parece sonreír a la impostora. Sin embargo, la visita del bondadoso y rebelde reverendo Julian Gray, sobrino de lady Roy, trae consigo una perturbadora sorpresa: ¡la verdadera Grace Roseberry tal vez no habría muerto! Wilkie Collins firma en este thriller, lleno de suspense y emociones, una de sus novelas de mayor crítica social sobre la condición femenina, al tiempo que ofrece un conmovedor retrato de una María Magdalena pecadora y redimida de los tiempos modernos.





Opinión Personal:





Hacía años que no me acercaba a la narrativa del escritor británico Wilkie Collins, de quien en 2012 leí y reseñé en este blog su novela Corazón y ciencia (reseña). En esta ocasión me decanté por La nueva Magdalena, editada también por Funambulista y publicada por primera vez en 1873. Ambas son novelas muy diferentes, si bien el romance está muy presente en las dos. Wilkie Collins fue un escritor prolífico y muy popular de la época victoriana, y que utiliza la crítica social para incidir en los problemas que afectan a sus conciudadanos.

La primera pregunta que me planteé al decantarme por esta novela fue el título: La nueva Magdalena. Entiendo que hay en ella una clara alusión a este personaje bíblico. Un personaje bíblico reconocido en las escrituras, de las que se deduce o interpreta que tuvo una relación muy directa con Jesucristo, e incluso se la tilda como pecaminosa. Una pregunta que queda respondida a lo largo de los capítulos por la deriva que en ellos toma el personaje al que se refiere el título.

Me llamó mucho la atención la técnica que utiliza el autor en esta ocasión. Una novela que está estructurada en dos actos y las escenas se suceden como si de una obra de teatro se tratara, acotaciones incluidas, en este caso entre paréntesis. Sin embargo, la narración es la propia de una novela al uso, en esta ocasión con un texto relatado por un narrador omnisciente. Esta técnica puede parecer a primera vista un inconveniente, pero en absoluto interrumpe el ritmo narrativo. En mi caso, me dije que ayuda mucho a seguir con interés lo que sucede en los dos escenarios en los que tiene lugar esta historia, que transcurre entre el otoño y el invierno de 1870 durante la guerra franco-prusiana.

En mi opinión, más que un thriller entiendo que La nueva Magdalena tiene una trama de intriga en la que el suspense está muy presente, incluso hasta en el epílogo, por cómo se desarrollan los hechos que protagonizan los personajes. Y es que el ritmo, sobre todo durante la segunda escena, es algo más pausado que en la primera. En el ritmo influye el que en determinados episodios algunos diálogos son algo más extensos, por los razonamientos que exponen los personajes a sus interlocutores para aclarar sus posturas ante las situaciones que se vive esos días en la residencia de lady Janet Roy. Otro tanto sucede con la intervención del narrador omnisciente, porque no duda en mostrar su punto de vista cuando lo estima conveniente. Pese a lo que acabo de comentar, mostré interés por todo lo que sucede a lo largo de los 29 capítulos más el epílogo en los que se estructura el desarrollo de la trama, porque estuve muy intrigado en conocer el desenlace que me espera ante el cúmulo de situaciones que se desarrollan en la residencia de la anciana aristócrata, Janet Roy. y que van de menos a más. Situaciones en las que los giros inesperados están también presentes.

Una vez que la suplantación de identidad es un hecho, Wilkie Collins juega con los personajes, porque pone al límite sus fuerzas emocionales, sobre todo a medida que se acerca el desenlace, e incluso en el epílogo. Fuerzas emocionales que defienden con ahínco, especialmente desde que los sentimientos aparecen en escena, ya que Horace Holmcrotf se prenda de la joven que ejerce de dama de compañía y lectora de la anciana aristócrata. Un límite en el que también está muy presente la condición social de cada uno, pero también la de parentesco, teniendo en cuenta el papel que desempeña Julian Gray, sobrino de la dueña de Villa Mablethorpe, en donde se desarrolla toda la segunda escena. Situaciones en las que influye cada vez más el remordimiento que aflora en el personaje femenino que decide adoptar la identidad falsa, a la que se refiere la sinopsis. Un remordimiento que se incrementa, sobre todo,  desde que advierte la presencia del predicador Julian Gray, sobrino de la aristócrata.

Sólo son cinco los personajes que conforman el elenco de esta novela, con la presencia de secundarios, aunque más bien testimonial, sobre todo miembros del servicio de Villa Mablethorpe, al igual que los soldados que están bajo el mismo techo que los dos personajes femeninos en la primera escena. Personajes que manifiestan un fuerte perfil psicológico, lo que provoca que sean ricos en matices, ya que el lector los conocerá en mayor profundidad a medida que crece la tensión en torno a la figura de Grace Roseberry, la ama de compañía y lectora de la anciana aristócrata Janet Roy. El autor muestra una clara crítica social, sobre todo en el papel que desempeña la mujer en situaciones como esta, en la que principalmente lady Janet Roy pone énfasis en el estatus que ocupa, y no permite que nadie le diga cómo tiene que actuar ante la cuestión que se plantea. Una crítica en la que también alude a Grace Roseberry quien, pese al pasado que tuvo, quiere darle un vuelco a su vida y aprovechar la atención que le brinda la anciana aristócrata para disfrutar de las comodidades a las que pronto se acostumbra, pese al remordimiento que la atormenta. Atrajo mucho mi atención la presencia de Horace Holmcroft, que fue reportero de guerra en el conflicto franco-prusiano, y el sobrino de la aristócrata, el joven predicador Julian Gray, que protagonizan escenas muy atractivas.

La nueva Magdalena es una novela en la que el escritor inglés pone a prueba el límite emocional de los personajes ante el dilema que plantea Grace Roseberry por el remordimiento que la atormenta,  que origina un cúmulo de situaciones en las que la fuerzas emocionales están muy presentes. La trama tiene una estructura de obra de teatro, pero desarrollada como una novela al uso. Una trama en la que el lector recibe información más directa que los personajes, lo que redobla el interés por lo que sucede a lo largo de los 29 capítulos y epílogo en el que se estructura, en donde no faltan giros inesperados.





Biografía:





Wilkie Collins nació en Londres en 1824. Muy joven entró como aprendiz en una empresa de comercio de té, que abandonó pronto para dedicarse a la literatura, campo en el que rápidamente alcanzó el éxito. Considerado uno de los padres de la narrativa policíaca, durante sus sesenta y cinco años de vida escribió veintisiete novelas, y más de cincuenta historias cortas. Fue amigo íntimo de Charles Dickens desde que se conocieron en marzo de 1851, fecha en que comenzó una fructífera colaboración. Sus novelas de misterio La dama de blanco (1860) y la policíaca La piedra lunar (1868) están consideradas obras cumbres en sus respectivos géneros.

Aquejado de «gota reumatoide», se aficionó al consumo severo de láudano. Como resultado de esta adicción, experimentó durante toda su vida alucinaciones paranoides; por ejemplo, declaraba que se encontraba constantemente acompañado de un doble suyo, invisible para todos los demás, que él apodaba «el Fantasma Wilkie».

Collins nunca se casó, pero vivió, a temporadas, con la viuda Caroline Graves. Además, tuvo tres hijos con otra mujer, Martha Rudd. En 1870, volvió definitivamente con Mrs. Graves y, hasta su muerte, en 1889, mantuvo ambas relaciones.


Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de la web de la editorial. Fotografía del autor tomada de Wikipedia.