viernes, 30 de mayo de 2025

Reseña murciélagos blancos, de Óscar Montoya.


 








                 





Datos técnicos:





Título: Murciélagos blancos.

Autor: Óscar Montoya.

Editorial: AdN (Grupo Anaya).

1ª edición: Octubre/2024.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-10138-58-2.

Idioma: Español.

Nº páginas: 296.






Sinopsis:




Cuevas del Río, Granada, 1987. Lucas, Gloria y María Celeste son tres chavales que tienen una curiosa costumbre: cada vez que coinciden en la cueva de los Fiambres, se acuestan juntos en la misma cama, sueñan con ser escritores y se cuentan historias de miedo. Pero no hay nada tan terrorífico y sorprendente como el amanecer. Al día siguiente de una de esas noches de relatos, la familia más peligrosa del lugar reaparece y las heridas provocadas por unas tierras expropiadas se reabren. Las rencillas y la desconfianza aflorarán, y nadie se molestará en escuchar a los chavales: uno de ellos sabe mucho de mucha gente.

Murciélagos blancos es una crónica hilarante a ratos, emocionante siempre, en la que nada es lo que parece, y cuya trama ahonda en reflexiones sobre la adolescencia, la emigración, la corrupción rampante de los adultos y el poder transformador de las palabras.





Opinión Personal:






Desde que tuve la oportunidad de leer Últimos días de maternidad (reseña), novela autopublicada en Amazon en 2017 por Óscar Montoya (Alicante, 1975), me dije que estaba ante un autor que tiene muy claro cómo atraer la atención del lector. Un lector que se encuentra con historias cotidianas y cercanas, con las que nos sentimos muy identificados, pero que la voz narrativa de turno relata con un estilo fresco y distendido. Un estilo que hace que uno se sienta muy cómodo y esté muy pendiente de las vicisitudes que le acompañan al protagonista de turno. Situaciones que tienen la hilaridad por bandera, porque el escritor alicantino, aunque residente en Vigo, sabe sacarle ese punto de humor a episodios a los que nos enfrentamos en nuestro día a día, y que uno no se imagina que puedan ser contados de esa guisa, siempre con el respeto que se merecen.

En su última obra publicada, Murciélagos blancos, el autor me dejó muy gratamente sorprendido con la trama, el narrador empleado, pero sobre todo el estilo narrativo que utiliza. Sin embargo, pese a lo que acabo de comentar, tiene muy claro que, pese a los cambios que manifiesta, su señal de identidad está muy presente, consciente de que es el imán que atrae a quienes se interesan por su narrativa. Sin duda alguna, es un autor que tiene mucho ingenio y lo sabe explotar. Se agradece toparse de vez en cuando con quien nos sorprende con historias en las que se sirve de las técnicas narrativas tradicionales para conferirles su impronta.

Óscar Montoya nos sorprende con un noir rural, -con crítica social incluida-, que no tiene desperdicio, porque tal y como se relata la trama, no tardé en darme que, conforme avanzan los capítulos, nada es lo que parece en Cuevas del Rio, en la provincia de Granada, un pueblo en el que los días se suceden sin sobresaltos, porque cada mochuelo se preocupa por su olivo. Sin embargo, lo que parece que no deja de ser un atasco más, de los muchos que se aglomeran a la entrada de las poblaciones, se torna inquietante: uno de los afectados, conocido como el Trastornao, y con el aliciente de que acaba de salir de la cárcel, sale de su coche, escopeta en ristre, y la lía parda y acongoja a los demás afectados.

Murciélagos blancos es una novela coral que me mantuvo muy en vilo a lo largo de su desarrollo. Un desarrollo en el que en más de una ocasión me pregunté qué más situaciones intrigantes me esperaban, porque el retorno del hijo pródigo, el ya mentado Trastornao, abre la caja de Pandora, aunque puede decirse que sin él saberlo, porque el hombre no tiene muchas luces; ni el Trastornao, ni su parentela, el Buitre y la Mala Sombra, hermanos del susodicho. Y es que, como adelanta la sinopsis, junto a la reaparición de la familia más peligrosa del lugar, las rencillas provocadas por unas tierras expropiadas se reabren. Esto que acabo de comentar está magníficamente reflejado en la portada, porque ofrece una idea clara de qué provocó esas rencillas que tanta tensión provocaron entre los habitantes del pueblo. Pero también otro pueblo cercano, Bénar, cobra protagonismo en estas disputas, por el papel que desempeña uno de sus vecinos, al igual que los miembros de la Benemérita, que están muy pendientes de todo el embrollo que se monta, cual bola de nieve. Rencillas preocupantes, porque toman una dirección muy preocupante, con el temor que esto provoca a medida que se aproxima el desenlace. Sin duda, la Guardia Civil tiene que enfrentarse a un buen miura.

En mi caso, uno de los grandes atractivos de Murciélagos blancos es el estilo narrativo. En esta ocasión, el autor se decanta por una narrativa indirecta, con diálogos entrecomillados. En mi opinión, entiendo que es muy acertado el empleo de este recurso literario, porque le va como anillo al dedo a las voces narrativas que emplea, tres en concreto, a los que hay que añadir alguna más a medida que se aproxima el desenlace. Lucas, Gloria y María Celeste son tres amigos que viven en Cueva del Río, en dos cárcavas colindantes. Óscar Montoya tiene que hilar muy fino para que las opiniones de los tres se complementen y no provocar que se crea que el narrador de turno está volviendo sobre lo mismo, sino que ofrece su punto de vista, sobre todo desde que los hechos se vuelven más complejos y cada uno de ellos defiende lo que le corresponde. Una narración en la que las alusiones literarias están también muy presentes, y que le confieren ese factor atractivo que tanto nos gusta

Murciélagos blancos es una novela por la que transitan personajes bien perfilados, verosímiles y que parecen estar dotados de vida propia, y que nos incitan a estar muy pendientes de las peripecias que viven. A estas peripecias les acompañan esos recuerdos que no se olvidan y que nos transportan a la niñez que ya se va dejando atrás. Los tres narradores son conscientes de que empiezan a formar parte de una cruda realidad. Personajes que transitan por unas localizaciones que son un fiel reflejo del mundo rural que les rodea, y que tan bien retrata el autor con certeros trazados. Certeros trazados con los que podemos imaginarlos cómo son a medida que avanza la lectura, sobre todo en los episodios en los que se viven las situaciones más álgidas. Situaciones en las que el invierno también está muy presente, con una nevada del copón, por lo que los habitantes de Cuevas del Río se encuentran con una dificultad más que añadir a las que se enfrentan esos días.

Murciélagos blancos es una novela muy bien escrita, que va de menos a más, y que nos incita a estar muy pendiente del desenlace que nos espera, porque puede arder incluso hasta Troya, o se alinean los astros para que no llegue la sangre al río, y aquí paz, y después gloria. Lucas, Gloria y María Celeste son tres jóvenes que ven cómo es una cruda realidad formar parte de un mundo que nada tiene que ver con los agradables recuerdos que guardamos de nuestros primeros años de vida. Para disfrutarla. 


Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web de la editorial. 



Biografía:





Óscar Montoya Martínez (Alicante, 1975) es licenciado en Derecho y reside en Vigo, donde trabaja en una empresa dedicada al comercio exterior. Tras haber escrito y autoeditado su primera novela, Últimos días de maternidad (2017), AdN apostó en 2019 por De otro lugar (finalista del premio Silverio Cañada, de la Semana Negra de Gijón) y Lo que te persigue (2021). Murciélagos blancos es su cuarta novela.



miércoles, 28 de mayo de 2025

Reseña La novia del viento, de Brenna Watson.

 

















Datos técnicos:







Título: La novia del viento.

Autora: Brenna Watson.

Editorial: Grijalbo.

1ª edición: Septiembre/2024.

ASIN: B0D6NFSQ3X.

Idioma: Español.

Formato: Libro digital.

Nº páginas: 490.







Sinopsis:








Londres, 1937. Si hay algo que Rebecca Heyworth odie más que asistir a las fiestas que organizan sus padres es saber que pronto se verá obligada a escoger marido. Ella no quiere a un hombre que la controle, solo quiere pintar y que la dejen vivir a su manera. De momento, tiene que conformarse con asistir a unas clases de arte, pero todo cambia cuando el atractivo Leopold se cruza en su camino.

Leopold Blum, un pintor de origen alemán afincado en París, es miembro destacado del surrealismo y acude a la capital inglesa para exponer su obra. Fascinado por la vitalidad y la pasión de la joven, la invita a acompañarlo a Francia.

Tras romper con su familia y su pasado, Rebecca viajará hasta la ciudad de la luz, donde se codeará con los artistas del momento, vivirá una intensa historia de amor y descubrirá su auténtico talento mientras la sombra de la Segunda Guerra Mundial se cierne sobre el futuro del mundo y amenaza con tomar las riendas de sus destinos.





Opinión Personal:





La novia del viento es la tercera novela que leo y reseño en este blog de la escritora que publica sus obras bajo el pseudónimo de Brenna Watson. Sin duda alguna, tanto por mi experiencia como por las opiniones vertidas por otros lectores sobre su narrativa, es de las más destacadas en nuestro país en la novela romántica. Estoy seguro de que los lectores que disfrutan con este género literario se sorprendieron con el giro que le confiere a su último título publicado, no sólo porque se adentra por primera vez en su narrativa en el siglo XX, sino también porque la trama gira en torno a la figura de la pintora británica Leonora Carrington y el romance que mantuvo con el también pintor francés Max Ernst, ambos pertenecientes a la corriente surrealista. 

(Rue Jacob, París)
Brenna Watson es una autora que escribe muy bien, con un estilo propio que la define y con el que consigue atrapar al lector de forma irremediable desde las primeras líneas hasta el desenlace, al que puede decirse que llegamos sin prácticamente darnos cuenta. El rigor documental, la naturalidad con la que la voz narrativa describe todo lo que sucede a lo largo de los capítulos, el realismo y verosimilitud de hechos y personajes que conforman esta historia, son un gran aliciente para estar muy pendiente del relato del narrador omnisciente. El lector disfruta de una ficción en la que la autora marida con precisión episodios protagonizados en la vida real con ficticios, sobre todo en lo referente a la pintora británica, aunque también diría que en menor medida por el pintor. Ella lo sabe y nosotros lo agradecemos, conscientes de que afrontamos una lectura placentera.

La protagonista es un personaje muy atractivo, no sólo por las descripciones que de sus rasgos físicos realiza la voz narrativa, sino por la enorme evolución que experimenta a lo largo de los capítulos. Ya en las primeras páginas la autora nos ofrece un bosquejo de lo que nos espera de Rebecca Heywort, porque tiene muy claro qué es lo que quiere, pese a las rígidas normas que le impone la alta sociedad londinense de la época, y en las que inciden sus estrictos padres. Rebecca Heywort ansía ser pintora pero, sobre todo, una mujer libre, sin ataduras. En Londres es una de las alumnas más aventajadas de los Ewans, que regentan un taller de pintura. La vida de esta joven da un vuelco desde que sus profesores organizan una exposición, ya que el afamado pintor surrealista, Leopold Blum, pasa unos días en la capital británica, y quieren que muestre su opinión sobre los lienzos expuestos.

Lo que acabo de comentar en el párrafo anterior presagia lo que parece ser un romance entre dos personajes de diferentes clases sociales. Sin embargo, Rebecca Heywort no lo tendrá muy fácil para que su sueño se haga realidad. El carácter decidido que la define hace que no dude en enfrentarse a sus padres ante la insistencia de que deben apoyar el destino que ansía alcanzar, lo que provoca que se enfrente a una espiral de situaciones que se siguen con sumo interés. Se encuentra con una serie de trabas a las que enfrentarse, si bien su carácter resiliente presagia que las solventa, aunque no siempre con el resultado deseado, a lo que se suma la cruda y dura realidad de la Segunda Guerra Mundial, conflicto que le conduce a tomar decisiones trascendentales para su supervivencia. Unas decisiones que le llevan a viajar fuera de las fronteras francesas, en las que le esperan destinos insospechados dada la mella que está haciendo en ella este conflicto bélico. Decisiones tomadas ante el peligro que corre Leopold Blum, quien hace años que reside en París, pero es hijo de judíos.

(Cafe de Flore, París)
La novia del viento contiene unos ingredientes literarios muy atractivos, incluso diría que sirven como aliciente para quienes no frecuentan este género literario y quieren probar suerte por primera vez. Estoy seguro de que el buen hacer de Brenna Watson los ganará para la causa. Ingredientes literarios que flanquean de tal forma al romance que viven, que surten el efecto de que lo engullen porque, la sensación que tuve al respecto, es que los lazos sentimentales que los une fluye con naturalidad, supeditados tanto por sus inclinaciones artísticas como por el estallido la Segunda Guerra Mundial porque, como adelanta la sinopsis, amenaza con tomar las riendas de sus destinos.

Leer las novelas de Brenna Watson es realizar un viaje literario en el tiempo a la época en la que ubica la historia de turno. Un viaje en el que tiene muy en cuenta la ambientación espacio temporal, las localizaciones por las que transitan los personajes y el perfil de éstos. La ambientación es exquisita, porque el lector siente que les acompaña por las localizaciones que transitan. Localizaciones en las que se percibe la crueldad y barbarie provocada por este conflicto bélico, del que unos buscan resguardarse en los lugares más alejados, pero también los hay que no dudan en alistarse, formar parte de la Resistencia o colaborar en los proyectos que se crean para procurar a la población las necesidades básicas para subsistir. Sobrecogen las imágenes que se describen de lo que está sucediendo en las islas británicas con el continuo bombarbeo de los aviones de la Lutfwaffe, o el terrible destino que les espera a miles de ciudadanos franceses apresados por las tropas nazis, sobre todo si son judíos, porque son internados, en un principio, en campos de trabajo, pero con posterioridad enviados a campos de exterminio en Alemania y Polonia. No deja indiferente lo que sucede en el poblado de Saint-Martin-D´Ardèche, al que se había trasladado la pareja  para alejarse lo más posible de París y estar preparados para tomar las decisiones que fueran necesarias por si empeora la situación para ambos, aunque prefiero que sea el lector quien averigüe lo que les sucede mientras viven en este rincón de Francia. Son muy atractivas las descripciones que se muestran sobre el París bohemio, al que no tarda en adaptarse la protagonista, y en el que asiste a reuniones de artistas de este movimiento que tienen lugar en locales como el Café de Flore, entre otros.

(Campo intern. Les Milles, Francia)
Brenna Watson es una escritora que tiene un estilo narrativo elegante, al que le confiere su sello personal, con el que consigue que el lector disfrute de una lectura con ritmo fluido y variedad de situaciones atractivas, al igual que con una interesante presencia de diálogos muy vivos y naturales. Diálogos que ayudan a conocer más a los personajes, que muestran sus  emociones y sentimientos, sobre todo en los episodios más difíciles, dolorosos e inciertos que viven desde el estallido de la Segunda Guerra Mundial.





Biografía:




Brenna Watson, licenciada en Historia y con estudios de Filología y Derecho, ha pasado los últimos quince años leyendo y corrigiendo novelas de otros autores, hasta que decidió sentarse frente al ordenador y escribir su propia historia.

Ha publicado pequeños ensayos sobre materias diversas, además de reseñas y entrevistas, en varios medios. Es una gran aficionada a la lectura y a las series de televisión estadounidenses, y le encanta comprarse zapatos. Vive en un rancho en las montañas junto a su marido, sus dos perros y tres gatos.



Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de Penguinlibros. Fotografía de la autora tomada de Lecturalia. Imagen de la rue Jacob en París tomada de la web Vergue. Imagen del Cafe de Flore, en París, tomada de la web Paris Musées Collections. Imagen del centro de internamiento Les Milles tomada de la web Liberation Route Europe. 












jueves, 22 de mayo de 2025

Reseña Nada sucede la víspera, de Chufo Lloréns

 










Datos técnicos:




Título: Nada sucede la víspera.

Autor: Chufo Lloréns.

Editorial: Grijalbo.

1ª edición: Noviembre/2024.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-253-6882-0.

Idioma: Español.

Nº páginas: 464.




Sinopsis:





Barcelona, finales de 1969. El marqués de Soto, don Julio Urquízar, es hallado muerto y con signos de violencia. Lo que se esconde tras este trágico suceso empezó a fraguarse a principios de ese mismo año...

Seis meses antes. El mundo de esplendor en el que el marqués vivía se tambalea. Por un lado, le acecha el peligro de la ruina económica. Por otro, la relación con su esposa lleva años inmersa en una especie de guerra fría, y su primogénito se comporta como un irresponsable vástago de casa rica. El marqués solo se siente cercano a su hija Marina, una universitaria aburrida de su ambiente con ansia de explorar otros lugares, barrios y amores.

Esta curiosidad será la que llevará a la joven a iniciar una apasionada relación con Jaco, el hijo de su antigua niñera, que aspira a salir de la pobreza gracias al boxeo. Pero mientras el romance avanza a escondidas, una amenaza empieza a cernirse sobre la furtiva pareja.




Opinión Personal:





Se hace raro escribir y publicar la reseña de Nada sucede la víspera, tras la reciente sorpresa, anunciada la semana pasada por el grupo editorial Pengüin Random House, del fallecimiento de su autor, Chufo Lloréns. De su bibliografía sólo leí La ley de los justos (Grijalbo, 2015), un considerable tocho de 1153 páginas pero que, una vez metido en faena, el entretenimiento y el buen hacer literario está asegurado y no se percibe la sensación de enfrentarse a un texto voluminoso. En este ocasión la trama es de menor extensión, a lo que hay que añadir que el escritor barcelonés, considerado un referente en España en la novela histórica, sorprende con la publicación de una ficción que en mi opinión catalogo como de misterio o intriga, como se prefiera definirla.

(Barrio del Putxet, Bacelona)
En el párrafo anterior catalogo esta novela de misterio o intriga, entiendo que de corte clásico, con un prólogo en el que el lector se encuentra con una escena desagradable, en la que el narrador omnisciente describe la muerte violenta del marqués de Soto, don Julio Arquizar, en su casa señorial del barrio del Putxet, en la zona noble de Barcelona. Una muerte que, dados los indicios que se perciben en la inspección ocular inicial, todo apunta que  que pudo haberse suicidado. La trama comienza en el llamado tardofranquismo, más en concreto a finales de 1969, un período en el que la aristocracia de la ciudad condal está en decadencia, pese a que todavía se celebran eventos sociales en las residencias de los miembros que la conforman y en los clubs de élite de los que forman parte. ¿Qué motivo le habrán llevado a tomar tan drástica decisión?

En Nada sucede la víspera está estructurada en 68 capítulos más un prólogo y epílogo, agrupados en cinco partes. Junto a lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, la voz narrativa retrocede seis meses antes de lo sucedido en ese funesto desenlace. Con el paso de los capítulos, cobra protagonismo el romance que mantiene a escondidas la joven Marina, la más cercana de los vástagos al marqués de Soto, con Jaco, el hijo de la que fue su niñera. En más de una ocasión, y tal y como se desarrolla esta relación, me pregunté si una vez más está condenada al fracaso o finaliza con el desenlace deseado, pese a la diferencia de clases entre ambos. Pregunta que me hice porque tuve muy en cuenta la cierta relación que todavía mantiene la familia del marqués con quienes formaron parte de su servicio y vivieron hasta no hace mucho en la casa del guardés, Juana y Genaro, junto con sus hijos Jacobo, Marta y Tonio.

(Palacio de Deportes, Barcelona)
Con esta base de inicio, la voz narrativa nos sumerge en una trama muy atractiva y adictiva. Chufo Lloréns planificó y desarrolló una ficción en la que los giros inesperados están muy presentes a lo largo de los capítulos. Unos giros en los que la voz narrativa ofrece la información necesaria en pequeñas dosis para que el puzle coja forma a medida que se aproxima el desenlace. Unos giros en los que también cobra protagonismo la presencia del inspector Joaquín Querejeta, de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona. Joaquín Querejeta es un personaje de corte muy literario, vocacional, muy observador y pendiente de todo lo que pueda guardar relación con el caso que investiga, porque está convencido de que las pruebas que recaba le permitirán cerrarlo. Es, sin duda, un verdadero dolor de cabeza para los malos.

Uno de los grandes atractivos de esta novela es el contexto histórico en el que se desarrolla, con el aliciente de que realiza varios saltos temporales hacia mediados del siglo pasado y la guerra civil española para aclarar determinados hechos que influyen en el devenir de varios personajes. Contexto histórico complementado por las escenas costumbristas que nos encontramos a lo largo de los capítulos, fiel reflejo del día a día de los barceloneses de aquel entonces, maridadas con maestría con las situaciones que viven los personajes. Personajes que transitan por una ciudad que ya tiene un gran peso en el país, por el empuje que tiene el puerto y la industria. Chufo Lloréns los ubica por una urbe de contrastes, ya que en determinados episodios se adentran por zonas que nada tiene que ver con su hábitat habitual, si bien predominan los espacios más propios del estamento al que pertenecen.

Pese a lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, entiendo que estamos ante una novela de personajes en la que no hay un protagonista determinado, sino que todos desempeñan un papel esencial en el devenir de la trama; como digo en estos casos, se percibe el efecto dominó a lo largo de los capítulos. Personajes perfilados con realismo y que parecen cobrar vida propia, porque la forma de ser y actuar, al igual que los rasgos que los caracterizan, así lo indica. Sin duda alguna, el autor fue un maestro en crear personajes acordes con la trama y  fiel reflejo de la sociedad que les toca vivir. Sobresale el papel que desempeña cada uno, sobre todo si toman parte, de una forma u otra, en hechos que tienen lugar durante tiempos convulsos, o en determinados episodios que puedan significar un vuelco para sus intereses, como sucede en Nada es lo que parece.

(Calle Hospital, Barcelona)
El elenco coral es muy atractivo, aunque en estos casos solemos inclinarnos y fijarnos en varios, según el papel que desempeñan en la trama. De todos ellos, se me hizo muy lejano Julio José, llamado el Marquesito, que no da un palo al agua y vive la noche barcelonesa, acompañado de su perrito faldero y su auténtico bufón, Joaquín Diezma. También cuesta digerir el papel que desempeña la esposa del marqués, la alemana Renata von Klatz, no sólo por el fuerte carácter que tiene, sino también por las situaciones que protagoniza en el seno de esta familia. En el otro plato de la balanza sitúo a Asunción Martín, más conocida como la Tomata, que es una prostituta que ejerce el oficio más antiguo del mundo en Las Ramblas, y el papel que desempeña en el devenir de Pompeyo desde que llega a Barcelona. También el esfuerzo que realiza Jacobo, más conocido como Jaco, el hijo mayor de los antiguos guardeses del marqués. Jaco trabaja en el diario La Vanguardia y le gusta el boxeo, por el que siente pasión, pero también porque siente que le va a servir para subir algún escalafón en la sociedad. Pese a que tiene un rol menor, aunque relevante, si bien sin comerlo ni beberlo, como se dice en estos casos, incluyo en este grupo a Ramón, el novio de Marta.

En Nada sucede la víspera, el lector encontrará con una ficción bien escrita, con un estilo más directo y no tan detallado como suele ser habitual en la obra de este autor, con un ritmo muy fluido y unos diálogos muy vivos y diría que muy cinematográficos, en los que se refleja el estamento social al que pertenece cada personaje. La ambición, amores imposibles, secretos familiares, la traición y el afán de superación están muy presentes a lo largo de sus páginas.




Biografía:





Chufo Lloréns  (Barcelona, 1931-2025) estudió Derecho, si bien desarrolló su actividad como empresario en el mundo del espectáculo. Desde siempre apasionado por la Historia, inició su carrera literaria en la década de los ochenta.

Entre sus obras destacan Catalina, la fugitiva de San Benito (2008), La otra lepra (2010) y La saga de los malditos (2011), todas ellas publicadas en Debolsillo. Te daré la tierra (Grijalbo, 2008) y Mar de fuego (Grijalbo, 2011), ambas ambientadas en la Barcelona medieval, fueron grandes éxitos de ventas y le convirtieron en uno de los autores más reputados entre los lectores de novela histórica tanto en España como en el extranjero. Los derechos de traducción se han vendido en doce países, sumando más de 1.250.000 ejemplares en todo el mundo.

Tras ese aclamado díptico medieval, Chufo Lloréns retomó otro periodo histórico, la Barcelona modernista, para su monumental La ley de los justos (Grijalbo, 2015) y amplió sus horizontes narrativos con El destino de los héroes (Grijalbo, 2020), donde nos ofreció una intensa visión de las primeras décadas del siglo XX y de los grandes conflictos que se vivieron en Europa y España.

Sus dos últimas novelas, La vida que nos separa y Nada sucede la víspera, nos dejaron un retrato espléndido de la España del tardofranquismo.


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de la web de Planetadelibros. Fotografía de Chufo Lloréns tomada de la web de la Casa del Libro. Imagen del Putxet tomada de la web Metrópili Abierta. Imagen del Palacio de Deportes de Barcelona, tomada de la Wikipedia. Imagen de la calle Hospitalet, de Barcelona, tomada de la web de TripAsvidsor.  













miércoles, 14 de mayo de 2025

Reseña Matilde, de Angelique Pfitzner.

 









Datos técnicos:






Título: Matilde.

Autora: Angelique Pfitzner.

Editorial: Lloret Negre.

1ª Edición: Abril/2022.

ASIN: B09WZ9WRP1.

Formato: Libro digital.

Idioma: Español.

Nº páginas: 280.





Sinopsis:






Desde la mirada de Matilde, con noventa y siete años, viajamos junto al silencio de una generación de hombres y mujeres que no han sido reconocidos y tampoco valorados. La generación del silencio de nuestros abuelos. Entre los muros de la residencia de ancianos Aguaviva Center en Sant Cugat del Vallés, provincia de Barcelona, conoceremos la vida de la protagonista, junto al testimonio de más ancianos que un día fueron jóvenes, con ganas de libertad y una censura social absoluta. En una España disfrazada de promesas, el cambio social, económico, político y religioso desde 1929 hasta el año 2019, la historia de muchos abuelos es testimonio de vidas que jamás debemos olvidar.

La novela arranca en el funeral de la madre de Matilde y la figura de la muerte que acompaña a nuestra protagonista durante toda su vida. La pesada losa de obedecer, callar y ser fiel a las tradiciones y al sistema, todo cuánto se descubre en esta novela forma parte de cada uno de nosotros. Entre las páginas conoceremos voces anónimas, la realidad vivida durante casi los cien últimos años de España, y una reflexión para la juventud de este presente que tanto puede aprender de los mayores.




Opinión Personal:






Me gustan mucho las novelas protagonizadas por personajes de avanzada edad, narradores de su ciclo vital, en el que inciden, sobre todo, en determinados episodios del período histórico que les tocó vivir y que marcan su devenir. Matilde, de la escritora muniquesa Angelique Pfitzner, aunque reside en Barcelona, es otro título a añadir a las preferencias que acabo de comentar, con el aliciente de que su testimonio es el de una mujer anónima que no quiere que se quede en el olvido todo lo que vivió durante los 97 años de su larga existencia «En este vagón del tiempo, donde la vida se me escapa junto a los recuerdos, necesito escribir el pasado en su orden cronológico antes de perderme en una fosa abismal que los médicos llaman demencia, sin curación posible» (Cap. 14).

(Martos-Jaén)
Me gustó mucho la estructura que le confiere la autora a su primera incursión en la narrativa histórica, en la que el costumbrismo está también muy presente. Una estructura conformada a base de saltos temporales engarzados con tal precisión que los episodios que relata del presente le sirven de puente -al que uno apenas se da cuenta que lo cruza- para rememorar ese pasado que tanto la marcó. En mi opinión, el comienzo es muy atractivo, porque arranca con la fecha en la que se entierra a la madre de Matilde, pero también, pasados varios episodios, lleva al lector a la residencia de ancianos Aguaviva Center, en San Cugat del Vallés (Barcelona), el último domicilio que elige para vivir la protagonista y narradora. Una estructura que incita a preguntarse por qué tomó la decisión de residir los últimos años de su vida en el otro extremo del país, ya que nació en Martos, en la provincia de Jaén.

Matilde es un ejercicio de memoria con mayúsculas, no sólo por lo que comento en el párrafo anterior, sino también porque es una novela testimonio en la que se refleja todo lo vivido por ella y quienes como ella han sufrido el silencio, una censura social absoluta, como adelanta la sinopsis, en especial las mujeres. La trama no sólo está plagada da recuerdos personales, sino también es memoria histórica en la que resalta episodios que no quiere que sean olvidados, para que se tenga constancia de lo sucedido esos años del oscurantismo que les tocó vivir, no sólo durante la barbarie que supuso la Guerra Civil Española, sino también durante los duros y cruentos años de postguerra. Es un testimonio del que no se pierde detalle, a los que también hay que añadir los de otros residentes que se reúnen con la protagonista y narradora a la hora de la merienda, y toman ese receso del día como costumbre para compartir y analizar sus experiencias personales al respecto.

Angelique Pfitzner planifica y desarrolla la trama en 31 capítulos. Capítulos en los que se alternan escenas costumbristas con hechos familiares que marcan la vida de este personaje tan cercano y con el que no se tarda en empatizar. Episodios relatados con emoción y sentimiento por lo que significa la familia para esta mujer ya anciana, sobre todo por quienes velaron por su seguridad en tiempos convulsos, al igual que a quienes fueron víctimas de la barbarie del conflicto fratricida y represión franquista. Escenas costumbristas de su infancia y adolescencia, descritas con detalles claros y precisos, y que ayudan a que los visualicemos en nuestra imaginación. Un día a día que Matilde recuerda con añoranza, consciente de la diferencia abismal que existe hoy con las limitaciones que había en aquel entonces para distraerse en los momentos de asueto y para realizar tareas cotidianas, y que suponen para el lector un ejercicio evocador.

(Iglesia Santa Bárbara-Madrid)
Matilde es un viaje en el tiempo en el que por sus páginas desfilan noventa años de nuestra reciente historia, desde 1929 hasta 2019. En este período realizamos un verdadero viaje literario imaginario a tierras andaluzas, sobre todo a Martos, en la provincia de Jaén, pero también a la pedanía de Albendín, en la de Córdoba, a Madrid y los últimos años el lector visitará Barcelona, tanto por boca de la narradora como por varios de los ancianos que con ella conviven en la residencia ya citada en esta reseña. Localizaciones que influyen en la personalidad de este personaje, sobre todo quienes comparten con ella de una forma muy directa algunos años de su vida. Personajes bien perfilados y muy reales, y de los que me pregunté en más de una ocasión si alguno de ellos fue real o está construido de una forma u otra partiendo de quienes fueron sus familiares o convecinos. Esta misma pregunta me la hice sobre Matilde, porque también puede ser un personaje que representa a las mujeres de su generación, por lo que significó para ellas defender unos ideales diferentes a quienes se sublevaron contra el Gobierno legalmente establecido «Fuimos la generación del silencio, cuya gran mayoría ha preferido coser en la boca todo recuerdo. En mi caso no puedo»(Cap. 12). Son los masculinos quienes cobran una mayor trascendencia, por el significado que tiene la figura del hombre en esa época, aunque también hay alguno femenino que me hizo estar pendiente de su presencia en los episodios en los que toman parte.

Me gustó mucho Matilde, una novela testimonio en la que la protagonista relata en primera persona casi un siglo de la reciente historia de España, en el que vio cómo le cambia la vida el fallecimiento de su madre. La trama está contada con sencillez, pero con un estilo cuidado, envolvente y cercano. Matilde rememora con emoción y sentimiento su ciclo vital, en el que evoca a quienes fueron un puntal para ella, en especial quienes sufrieron con sus carnes y pagaron con sus vidas la crueldad desatada durante el triste y doloroso período doloroso reciente de nuestra historia que fue la guerra civil y la represión durante la postguerra. Matilde atrajo también mi atención por episodios desconocidos durante la guerra civil y postguerra, que tuvieron lugar en la provincia de Jaén, y lo que significó Córdoba en este período. Una región en la que, aunque en determinadas zonas el conflicto fratricida duró muy poco, no así la conquista de otros pueblos y ciudades, como los que se citan en la novela, en las que Queipo de Llano utilizó la barbarie en su máxima expresión. El lector se encuentra con una serie de giros en los que los episodios funestos están muy presentes, pero también en los que el valor de vecinos que arriesgaron sus vidas por salvar la de otros. Otro tanto sucede con las reflexiones que deja plasmadas a lo largo de los capítulos, y que invitan a meditar sobre lo que significa esta generación en nuestro país.






Biografía:





Escritora de novelas género negro. Directora dos años del programa semanal en radio “Una hora con Angelique”. Miembro de la junta del Festival de Novela Negra del Garraf Cubelles Noir www.cubellesnoir.com. Miembro de la Junta del Festival de Novela Negra Matarranya Negra. Creadora y directora del Festival Lloret Negre. Miembro de la junta de la Asociación de Literatura LEE o Muere. Directora del programa de novela negra en News Cat TV. “Lee o Muere La Orilla negra”. Colaboradora literaria en varios medios de comunicación, prensa escrita y radiada. Prologuista, presentadora y escritora en varias antologías.



Nota: Datos técnicos, sinopsis, fotografía y biografía de la autora tomados de Amazon. Imagen de Martos (Jaén) tomada de la web del Ayuntamiento de Martos. Imagen de la Iglesia de Santa Bárbara en Madrid tomada de la web de la Archidiócesis de Madrid.