jueves, 30 de octubre de 2025

Reseña La lectora de Bécquer, de Mayte Esteban.


 








Datos técnicos:





Título: La lectora de Bécquer.

Autora: Mayte Esteban.

Editorial: Harper Collins Ibérica.

1ª edición: Mayo/2024.

Formato: Libro digital.

ASIN: B0D1887CFL.

Idioma: Español.

Nº páginas: 481.





Sinopsis:




Entre los majestuosos edificios de Segovia y los melancólicos versos de Bécquer, las vidas de la dulce Ana, el ambicioso Alvarito y el valiente Mateo se entrelazan en una historia donde el poder del destino se mezcla con el intenso magnetismo de la ciudad.

La epidemia de cólera de finales del XIX ha dejado a Ana huérfana de madre, a lo que se sumará, años después, la ausencia de su padre, militar de la Academia de Artillería, que ha sido destinado a Cuba.

Mateo Garrido es amigo de Ana desde niño, pues sus padres fueron cadetes a la vez en la Academia, y decide estudiar la carrera militar en la ciudad castellana siguiendo la estela familiar.

Los Martínez han progresado mucho desde que eran suministradores de capotes para el Ejército. Ahora nadan en dinero, pero este no les da la consideración social que ansía Ramona. Para ello planea emparentar con algún militar y pone sus ojos en Ana como esposa para su hijo Alvarito.

La lectora de Bécquer es el retrato de una ciudad pequeña en los albores del siglo xx, un pequeño mundo separado en dos por la muralla y por las convenciones sociales, que se desdibujan cuando llega San Juan. Sin embargo, en aquel 1902, las fiestas se teñirán de tragedia y pondrán a prueba el coraje de una muchacha que sobrevive aferrada a las palabras de un poeta.







Opinión Personal:







Mayte Esteban (Guadalajara, 1970) es la autora española de la que más libros he leído y reseñado hasta la fecha. El último publicado, La lectora de Bécquer, hacel número 11: 8 novelas y 3 relatos largos. Me encuentro muy cómodo con la lectura de sus obras, de estilo narrativo cuidado, cercano y envolvente, al que acompaña el aliciente de que, aunque la mayoría son de corte romántico, nunca se sabe con qué nos va a sorprender. Pese a que la novela romántica tiene unas pautas determinadas a seguir, la escritora arriacense es consciente de cómo tiene que dosificarlas para que el lector sienta interés, con el atractivo de que aborda temáticas que no dejan indiferente, con las que le confiere una mayor fuerza a la trama. Tramas siempre protagonizadas por un personaje femenino que refleja con claridad el rol que le corresponde desempeñar.

Con La lectora de Bécquer, Mayte Esteban vuelve a sorprendernos con una ficción que atrapa al lector desde las primeras líneas hasta el desenlace, no sólo por la historia en sí, sino también por el claro protagonismo que cobra la ciudad de Segovia a lo largo de los 80 capítulos en los que se estructura el desarrollo de trama. Capítulos en los que se percibe el cariño que le tiene la autora a esta urbe que tantos siglos de historia atesora entre sus milenarias piedras, y del que deja constancia en la Nota Histórica que acompaña al cuerpo de la novela. Una ciudad que se yergue a lo largo de las páginas, diría incluso con vanidad, porque sabe que tiene rincones muy atractivos que mostrar a los lectores, y que acompaña con retazos de su historia.

(Plaza Mayor,Segovia)
En mi opinión, catalogaría a la Lectora de Bécquer como narrativa contemporánea, porque las escenas costumbristas, el romance y el misterio están muy presentes, diría que en partes muy equilibradas,  y con un claro trasfondo histórico que influye en el devenir de habitantes. Y es que la mayor parte de su desarrollo abarca un período trascendental para la historia de España, por todo lo que significa la guerra de Cuba en (1895-1898). Un período en el que también la población empieza a sentir la influencia en sus vidas de los adelantos que influyen en bienestar de la población, caso de la presencia de la primera fábrica de luz. En relación con el misterio al que me refiero al comienzo de este párrafo, lo conforma una subtrama de corte policial, diría que en modo domestic noir porque, como adelanta la sinopsis, en aquel 1902, las fiestas se teñirán de tragedia y pondrán a prueba el coraje de una muchacha que sobrevive aferrada a las palabras de un poeta.

Segovia es una ciudad pequeña y los rumores corren como la pólvora, aderezados por la información con los que son adornados por los voceros de turno. Y es que se da por sentado que la joven Ana Crespo va a matrimoniar con Alvarito, el hijo mayor de Alfonso Martínez, dueño de la fábrica de luz y de una empresa que surte de capotes militares al Ejército. Este más que cantado compromiso hace que el lector esté muy pendiente, sobre todo en los primeros capítulos, de los episodios que giran en torno a la protagonista, porque es consciente de lo que supone para ella dar este paso hacia el altar, por lo que la intriga está servida. Una intriga que viene acompañada por Mateo Garrido, amigo de Ana desde la infancia, ya que un incidente que mantiene en vilo a los segovianos durante los primeros capítulos provoca que no pueda embarcar rumbo a Cuba. Un incidente en el que el destino marca una historia diferente para ambos y que prepara una serie de situaciones que conducen a un desenlace con interrogantes, y que la autora utiliza con buen tino para que no se pierda detalle hasta la última página.

La trama de La lectora de Bécquer es muy dinámica. Mayte Esteban tiene muy claro dónde ubicar a los personajes para que las situaciones que viven surtan en el lector el efecto deseado. Sin duda alguna, este es uno de los grandes atractivos de la novela, porque se percibe que hay un rigor documental detrás del que se sirve la autora para desarrollar las escenas que cobran un mayor protagonismo para que la intriga a la que me refiero en el tercer párrafo de esta reseña siga manteniendo su presencia. Y es que, pese a que Segovia es una ciudad pequeña, su trazado y los múltiples edificios históricos que lo conforman, dan para que los personajes se crucen o no en hechos trascendentales para el devenir que les espera, sobre todo a los que tienen un mayor peso en su desarrollo. En mi opinión, entiendo que tuvo que hacer un juego de malabares con el callejero para que fuera posible lo que acabo de comentar; y, sin duda alguna, en el que apenas debió quedar un rincón de esta ciudad que no sea mencionado por el narrador omnisciente.

Otro atractivo es el retrato de la sociedad de la época, a la que el acueducto romano separa. Y es que la vida de los segovianos se ve afectada por una serie de episodios que influyen en su día a día: los efectos de la reciente epidemia de cólera que segó la vida de varios de sus habitantes, el descontento de la población con lo que sucede en la Guerra de la independencia de Cuba, con todo lo que esto supone, sobre todo para quienes no pueden abonar la redención en metálico, y el impacto que provoca el fallecimiento de familiares en la isla caribeña. Pero también refleja el empuje económico de ciudadanos que se codean con la nobleza local y el efecto que tiene en el día a día de la población los adelantos que les sirven para mejorar sus condiciones de vida, con el papel que desempeña la fábrica de luz. Un empuje económico que lleva asociada una clara crítica social. Una sociedad que se mezcla en la noche de San Juan, y que supondrá un antes y un después en la vida de los segovianos.

(Acueducto de Segovia)
Mayte Esteban perfila unos personajes en los que, en mi opinión, hay una clara influencia galdosiana. Son cercanos, de carne y hueso, con un marcado trasfondo psicológico, sobre todo desde que tiene lugar el episodio al que me refiero en las últimas líneas del párrafo anterior, si bien también en capítulos anteriores sale a relucir a borbotones lo que llevan en su interior y provoca situaciones tensas, antecedente de que pueden significar un cambio en las relaciones que mantienen entre ellos. Ana Castro es una joven de 19 años en quien influye mucho en su carácter las vicisitudes que la acompañan, aunque sabe cómo defenderse ella sola si es necesario. Utiliza las rimas y leyendas de Bécquer como bálsamo ante determinadas situaciones, si bien entiendo que estaría más acorde con el título de la novela el que la autora reflejara versos o fragmentos  que hicieran alusión al capítulo de turno. La protagonista es el vértice de un triángulo que conforma con Mateo Garrido y Alvarito Martínez, dos personajes que protagonizan situaciones trascendentales para el desarrollo de los acontecimientos que se viven esos días en Segovia. Alvarito es un tarambana secundado por una engreída y presuntuosa madre, Ramona, quien no da su brazo a torcer ante las pretensiones que tiene para su familia, al querer codearse con la nobleza de la ciudad e intentar comprometer a su hija Laura en la misma causa. Una Laura que sorprenderá a los lectores con el paso de los capítulos, porque no todo sale como la progrnitora de de la joven pretende. Forman parte del elenco de la novela otros personajes que son un buen complemento para quienes tienen un mayor peso en la trama, caso de Julia, natural de Cantimpalo, a quien afecta de una forma muy directa los episodios que tienen lugar en esa noche festiva, y el vuelco que da su vida desde entonces. Benito Crespo, de buen corazón, es otro personaje secundario atractivo, sobre todo por el papel que desempeña desde que el padre de Mateo vuelve de Cuba, por las cargas familiares que suponen para él este incidente. Tampoco deja indiferente el papel que desempeña Jimena, amiga de la infancia de Laura, y cuya relación se truncó por imposición materna.

Para mí, La lectora de Bécquer es una muy buena novela. La trama es   muy entretenida, de ritmo ágil y episodios dinámicos, en la que las emociones y los sentimientos están muy presentes.  Mayte Esteban se sirve de una trama que no da lugar a tregua, con la ciudad de Segovia como protagonista indiscutible de la misma. Una ciudad que arropa a los personajes que transitan por sus milenarias calles, engalanadas por majestuosos edificios que invitan a visitarlos, tanto por su belleza como por la historia que atesoran.






Biografía:





Mayte Esteban (Guadalajara, 1970) es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Alcalá de Henares, aunque hace más de dos décadas que reside en un pueblo de Segovia. Su entrada en el mundo literario fue en 2014 de la mano de Detrás del cristal (y tuvo su continuación con La chica de las fotos, novela con la que fue finalista del III Premio Digital HQÑ, 2015. Otras novelas suyas son Entre puntos suspensivos (HQÑ, 2017), y Comer y amar todo es empezar. (HQÑ, 2019).

La colina del almendro es su primera novela romántica de trasfondo histórico.



Nota: Datos técnicos,  sinopsis y biografía de la autora tomados de Amazon.  Imagen de la Plaza Mayor de Segovia tomada de la web Acueducto2. Imagen de laa Plaza del Azoguejo y Acueducto de Segovia tomada de la web Mapcarta. Fotografía de la autora tomada de la web Todoliteratura. 








































sábado, 25 de octubre de 2025

Madame Bovary, de Gustave Flauvert.

 











Datos técnicos:






Título: Madame Bovary.

Autor: Gustave Flauvert.

Editorial: e-artnow.

Año de publicación inicial: 1856.

1ª edición: 2015.

ASIN: B011R648YE.

Formato: Libro digital.

Idioma: Español.

Nº páginas: 358.





Sinopsis:





Madame Bovary es una novela escrita por Gustave Flaubert y publicada en 1857. Es la historia de Emma Bovary, una mujer infelizmente casada que trata de escapar mediante relaciones prohibidas con otros hombres. La monotonía y las desilusiones de la vida cotidiana (el subtítulo es "Costumbres provincianas"), el adulterio y el suicidio aparecen como temas de esta novela. Las mujeres todavía no se habían emancipado y se esperaba que obedecieran a sus maridos, que se quedaran en casa mientras ellos iban a trabajar o abandonadas durante meses durante las guerras. Emma Bovary también sirve de voz a Flaubert, quien se declaró identificado con el personaje.
Gustave Flaubert (1821-1880) fue un escritor francés. Está considerado uno de los mejores novelistas occidentales y es conocido principalmente por su primera novela publicada, Madame Bovary, y por su escrupulosa devoción a su arte y su estilo.





Opinión Personal:






Por fin me decidí a leer y compartir mis impresiones sobre la que se considera una de las obras cumbres del realismo literario, Madame Bovary, del escritor francés Gustave Flauvert. No me marqué muchas expectativas con esta novela, porque tratándose de un clásico es difícil dar por sentado que va a satisfacerlas, sobre todo si es un autor poco frecuentado. En mi caso, me gustó mucho esta ficción, sobre todo por el retrato que muestra Gustave Flauvert de la sociedad francesa de la época, y los detalles con que la voz narrativa describe las situaciones que viven los personajes. Sin embargo, es una lectura más bien pausada, pero para mí entretenida pese a que hay pocos giros narrativos.

Por la temática que aborda el autor, entiendo que es una obra que rompe moldes en la narrativa universal porque el tema principal es el adulterio y el suicidio, sobre todo por los motivos que conducen a esta drástica decisión. Madame Bovary fue publicada por entregas en La Revue de París en 1956 y, al año siguiente, ya como novela por el editor Michel Lévy Frères, en Librerie-Éditeus, como figura en la portada original que se muestra en la Wikipedia. Pero al éxito entre los lectores le siguió el escándalo y el autor fue llevado a juicio, por tachar su obra de obscena, al atentar contra la moralidad. Una moralidad fingida, porque ya se sabe cómo actúan muchos que se dicen puritanos y luego de puertas adentro ponen en práctica todo lo contrario. Menos mal que el tribunal absolvió a los tres acusados: autor, editor e impresor.

Madame Bovary es una ficción que se desarrolla a lo largo de 35 capítulos en tres partes bien diferenciadas. Parece ser que este personaje está basado en uno real: la tragedia de Delphine Delamare y su marido Eugène, y de la que el autor conoció los hechos en su momento y le sirvieron como base para narrar la vida de su protagonista, Emma Bovary.

(Tostes-Francia)
Me llamó mucho la atención el comienzo de la novela, porque en este capítulo se relata la llegada de Charles Bovary a un colegio de Rouen en el que inicia sus estudios. Este episodio atrae, porque tal y como se desarrolla, da una idea del carácter del personaje, de quien en todo momento tuve la sensación de que su personalidad apenas evoluciona. Un personaje que, pese a sus escasas cualidades, consigue finalizar la carrera de Medicina y encuentra trabajo como auxiliar médico en Tôtes. Es un inicio interesante porque sirve como punto de partida para que el protagonista muestre interés por Emma, hija del tío Roualt, un granjero que vive en Les Bertaux, en «una granja de buena apariencia...El corral iba ascendiendo, plantado de árboles simétricamente espaciados, y cerca de la charca se oía el alegre graznido de un rebaño de gansos» (cap. II).

El personaje de Emma Bovary es muy diferente a las heroínas que nos encontramos en las novelas, sobre todo si en ellas se refleja la historia de quienes se les considera adelantadas a su tiempo, porque consiguieron alcanzar metas impensables para las mujeres de la época. Emma Bovary se diferencia de las demás porque se rebela contra la apatía que supone para ella una vida que considera que no es la que esperaba tras casarse con un médico. No lo esperaba porque en su forma de entenderla influyen las novelas que lee y siente que le tiene que pasar lo mismo. En este sentido, en más de una ocasión me dije que podía haber una cierta influencia de El Quijote en la actitud idealista de Emma Bovary, porque entiendo que Flaubert resalta esta afición de una forma similar al efecto que surte en Alonso Quijano. Una lectura que le hace mezclar la realidad y la fantasía, empujada esta última por la asistencia a un evento social que la vuelve más soñadora todavía. Esa vida soñadora cree que puede llevarla a cabo junto a su marido Charles Bovary, quien se fijó en ella y pidió su mano a su padre, que «tenía una granja de buena apariencia. En las cuadras, por encima de las puertas abiertas, se veían caballos de labranza comiendo tranquilamente en pesebres nuevos». Pero ese amor que ansía no surge entre el matrimonio, lo que provoca que se fije en otros hombres para cumplir sus sueños. Sueños que la llevan a meterse en un círculo vicioso difícil de salir, porque se vuelve presuntuosa, situación que incita a estar muy pendiente de cómo resuelve las maniobras económicas que lleva a cabo para que la economía familiar vuelva a su cauce.

Pese a que son pocos los giros inesperados que hay en esta novela, sí que me encontré con una serie de situaciones que llamaron poderosamente mi atención. Situaciones en las que los personajes secundarios conforman un elenco atractivo, por la influencia que tienen, sobre todo en Emma Bovary, quien ansía llevar un tren de vida diferente a la apatía que supone la convivencia con su marido, porque quiere alcanzar unas metas que le permitan codearse con quienes disfrutan de una vida más regalada. El engreído farmacéutico sr. Homais y el oscuro comerciante Lheureux, tienen mucho que ver en lo que acabo de comentar, a los que hay que añadir el papel que desempeña en la vida del matrimonio la madre de Charles. Sin embargo, la presencia del sacerdote Bournisien provoca una serie de diálogos que mantiene con los anteriores, principalmente con Homais, sobre todo de carácter místico, dados los ideales de unos y otros. Son diálogos que no tienen desperdicio y dan mucha viveza a los episodios que protagonizan. Diálogos en los que el sacerdote y el farmacéutico exponen sus puntos de vista que guardan relación con lo que representan ambos, y que no tienen desperdicio por la pertinaz defensa que hacen sobre sus opiniones.

(Catedral Rouen, Francia)
Madame Bovary es una novela muy realista en la que Gustave Flauvert retrata la sociedad de la época, e incide en los aspectos reprochables por los que sobresale, sobre todo en la alta sociedad provinciana. Emma Bovary siente envidia de los que tienen posibles y quiere equipararse a ellos para hacer realidad su mundo idealizado, amparándose en las metas que debe alcanzar su marido. Un realismo que también se refleja en las descripciones de las localizaciones por las que transitan los personajes, y que en algunas de ellas surten un efecto incluso diría que cinematográfico, caso de la asistencia de la protagonista al baile que se celebra en el castillo de Vaubyessard, su presencia en la ópera de Rouen, o incluso algunas escenas bucólicas. Un realismo en el que la alegoría está también presente, por el significado que entiendo que representan varios personajes, ya citados dos párrafos más arriba en esta reseña, por la influencia que tienen en las decisiones que sobre todo toma Emma Bovary, pese a que el sacerdote está muy pendiente de que, sobre todo la protagonista, se mantenga fiel a la moral de la época y los dictados de la Iglesia al respecto.

Pese a que Madame Bovary es una novela de ritmo más bien pausado y pocos giros, merece la pena conocer su historia por cómo aborda Gustave Flaubert temas tan escandalosos en tiempos de Napoleón III, como el adulterio y el suicidio. 





Biografía:






Gustave Flaubert fue un gran escritor francés, reconocido mundialmente por su obra Madame Bovary y su búsqueda de la palabra exacta, es considerado uno de los mejores novelistas de Occidente del siglo XIX. Empezó sus estudios de Derecho en París sin acabarlos y conoció a Víctor Hugo, con quien viajó por los Pirineos y Córceda en 1840. En 1844 se mudó con su madre y su sobrina a Croisset, tras la muerte de su hermana, a una casita cerca del Sena, donde permanecería hasta su fallecimiento.

Comenzó una tortuosa relación con la poetisa francesa Louse Colet, con la que se escribió una valiosa colección de cartas. Visitó París durante la Revolución de 1848 y frecuentaba los salones parisinos, concretamente el regentado por George Sand, de ahí su gran influencia y conocimiento cultural. Allí entabló muy buenas amitades pertenecientes al mundo literaio, como Maxime du camp, Élimi Zola, Alphonse dadet o Turgenev, con los que terminaría viajando y compartiendo experiencias que posteriormente plasmaría en sus obras.

Entre 1848 y 1849 escribió la primera parte de La tentación de San Antonio y dos años después empezó a gestarse su obra más conocida, Madame Bovqary, la cual tardó más de 4 años en escrib ir hasta quedar satisfecho. La obra fue acusada de inmoral, pero tras juzgar a Flaubert lo declararon inocente. En cuanto a su recibiniento, la novela fue aclamada por el público francés, lo que le permitió costearse viajes y centrarse en escribir más obras, todas ellas basadas en experiencias y recuerdos de juventud.

Flaubert falleció a la edad de 58 años de una hemorragia cerebral y fue enterrado en el panteón familiar de Ruan. En 1890 se inauguró un monumento dedicado a su memoria en el museo de esta ciudad.


Notas:  Datos técnicos y sinopsis tomados de Amazon. Imagen de Tostes, en Francia, tomada de la web France This Way. Imagen de la catedral de Rouen tomada de Wikipedia, al igual que la fotografía de Gustave Flauvert. Su biografía fue tomada de la web de Lecturalia. 
















jueves, 23 de octubre de 2025

Reseña Números rojos, de Jon Arretxe.

 























Datos técnicos:








Título: Números rojos.

Título original: Zenboki gorrik

Autor: Jon Arretxe.

Traductora: Cristina Fernández Blanco.

Editorial: Erein.

1ª edición: Marzo 2025.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-1093-022-3.

Nº páginas: 192.







Sinopsis:






Han pasado ya más de diez años desde que Mahamoud Touré llegó a la Pequeña África de Bilbao, dejando a su familia en Burkina Faso para luchar por un futuro mejor. Tuvo que cruzar el desierto del Sáhara, el estrecho de Gibraltar y sufrir mil penalidades. Con el paso del tiempo, su mujer y sus hijos, desengañados por las promesas incumplidas, se fueron olvidando de Touré, y él se vio abocado a una vida llena de infortunios.

Después de sobrevivir a Las Palmas en la anterior entrega, esta vez el destino lleva a Touré hasta Barcelona, donde tendrá mucho tiempo, demasiado, para meditar sobre su vida convertida en una huida constante, sobre las desgracias sufridas y los fallos cometidos, y donde sentirá el peso de una soledad más opresiva que nunca. Lejos de sus incondicionales Osmán, Xihab y Cristina (Sa Kené), tendrá que sobrevivir haciendo cosas que nunca habría imaginado, y que le arrastrarán al nivel más bajo de degradación.

En Números rojos Jon Arretxe nos ofrece un retrato de la cruda realidad que se esconde bajo las bonitas estampas turísticas de Barcelona, dejando a la vista los rincones en los que buscan refugio los inmigrantes ilegales, los indigentes y los más necesitados. La undécima de Touré es una novela dura pero honesta, con momentos de ternura y de violencia, una novela diferente.







Opinión Personal:






Fiel a la saga que protagoniza el peculiar detective Touré, comparto una nueva reseña sobre las vicisitudes que protagoniza este antihéroe en cada una de las localizaciones en las que su creador, el escritor vizcaíno, aunque residente en tierras navarras, Jon Arretxe, tiene a bien ubicarlo en su nuevo destino. Un destino en el que se encuentra con escenarios similares al submundo de la Pequeña África, como es conocida la calle San Francisco, en BilbaoHace diez años que abandonó su Gorom-Gorom natal, en Burkina Faso, donde queda su familia. La abandonó en busca de un futuro mejor, desde el que poder enviarles un dinero que les permitiera salir de las penurias que les acompañan en su día a día. Un mundo mejor que no llega porque se encuentra metido en un laberinto del que le es muy difícil salir.

(Calle Robador, Barcelona)

Números rojos es la nueva entrega que protagoniza el burkinés. Y ya van once, de las que no leí las dos primeras, pero como si las leyera. Y es que Touré lo tiene todo para no tardar en empatizar con él y acompañarlo en ese valle de lágrimas por el que le toca deambular. Lo bueno que tiene esta saga es que la conforman novelas autoconclusivas, y de corta extensión. BaEn cada nueva entrega el autor recuerda situaciones puntuales de las anteriores que sirven para poner al día a quienes sientan interés por conocer a uno de los detectives más singulares de nuestra literatura.

Cada entrega que planifica y desarrolla Jon Arretxe es muy intensa, tiene elementos propios de la novela negra, incluida la crítica social y situaciones límite a las que se enfrenta el protagonista, en las que está obligado a darlo todo si quiere salir con vida de los atolladeros en los que se mete. Digo atolladeros, porque parece que Touré actúa como un imán que atrae todos los líos que encuentra en su camino. Líos en los que sabe que en cualquier momento puede recibir una bala o una tajada que lo mande de vuelta a su tierra, pero con los pies por delante. Últimamente el color carmesí está muy presente en su literaria vida, porque a los truculentos episodios vividos en Bilbao le siguen otros que incluso le acarrean pérdidas doloras, y lo que es peor, familiares, como en el vivido París. Por eso Touré teme que de nuevo vuelva a encontrarse con esa guadaña que puede segar alguna vida más. ¿Le pasará en Barcelona lo mismo?.

La trama de Números rojos es muy intensa. El ritmo de esta saga ya es ágil en sí, pero es que en esta ocasión diría que alcanza velocidad de thriller, provocada por los varios frentes abiertos que se le presentan a este simpapeles, y cada cual mejor. Y eso que la sinopsis ya adelanta que es una novela dura, pero honesta, con momentos de ternura y violencia: una novela un tanto diferente. El título es acertado porque los números rojos son habituales en este inmigrante, pero es que a ello hay que añadirle los números rojos morales, psicológicos. Y es que su estancia en Barcelona, y en concreto en el Raval, le da tiempo hasta para pensar y sopesar las alternativas que se le presentan para enderezar su vida. Touré se encuentra con gente buena, como Teresa, una monja de Las Hermanas de la Caridad, con la que mantiene algunos diálogos que le hacen recapacitar. Teresa le da de comer como a los indigentes, al igual que El Chiringuito de Dios, otra ONG, que también atiende a los más necesitados. Sin embargo, es consciente que vive en un universo que no se lo pone fácil, y se enfrenta a su eterno tira y afloja. Si Teresa es el día para Touré, el búlgaro Petko, y Carme, son la noche. Touré ya sabe cómo funciona la noche en estos lugares, en los que se encuentra con unos especímenes que, en cualquier momento, pueden darle una puñalada por la espalda, o propinarle una buena paliza, de la que sale muy mal parado. Si en los títulos precedentes las pasó canutas, en este también se lleva una buena ración.


(Plaza del Peiró, Barcelona)
Muy acorde con el desarrollo de la trama es la ambientación. Si ya el Raval es un barrio que se tiene por uno de los más marginados de este país, Arretxe le da una vuelta de tuerca muy acorde con la fauna humana con la que se relaciona Mahamoud Touré. La visión que ofrece del conocido como Barrio Chino ofrece ubicaciones que sorprenderán al lector que conozca esta zona que formaba parte del llamado Distrito V de Barcelona. Edificios emblemáticos como la Filmoteca de Cataluña, la plaza del Pedró y su monumental fuente o la Rambla del Raval están descritas de tal forma que quien los conozca bien parece que le hablsn de sitios diferentes, porque las descripciones que hace Touré sobre estos espacios provocan esa sensación: «Voy a sentarme en el extremo de un banco que ya ocupan dos sikh, uno de ellos el de b barba blanca. Me hacen sitio amablemente, y desde aquí sigo observando el panaorama de la Rambla del Raval, que me resulta tan desolador como mi propia vida» (pág. 73). Pero, sobre todo, por el papel que desempeña en la trama, está el enorme gato del escultor Pedro Botero.

Números rojos es una novela negra de corta extensión que se lee con fruición, en la que el lector se encuentra con episodios muy vivos y dinámicos, y obligan a que Touré muestre su lado más oscuro, porque es consciente de que su supervivencia está en juego, en un mundo en el que las drogas, los narcopisos y las bandas neonazis están muy presentes, al igual que la turistificación. Aunque Touré recibe también una noticia que le hace tomar la decisión que tanto ansiaba.  ¿Volverá a tropezar en la misma piedra?



Biografía:



Es doctor en Filología Vasca, licenciado en Educación Física y ha completado, en los conservatorios de Bilbao y Vitoria, sus estudios de piano y canto. Desde el año 2004 reside en Arbizu (Navarra). Este polifacético y existoso autor tiene la creación literaria por oficio, ofrece conferencias sobre sus libros o viajes y, además, canta ópera.

Su incursión en la escritura fue a través de la literatura de viajes, 7 Colores, Tubabu, El sur de la memoria, ...aunque durante los últimos años se ha centrado en el género negro. Ha publicado títulos como Shamarán, Sueños de Tánger o La banda de Arruti...y, fundamentalmente, la saga de su detective-vidente Touré. Un personaje a través de cuyas andanzas el autor nos hace partícipes de las vivencias y penalidades de los «sin papeles».

Autor inagotable, también ha escrito literatura dirigida al público infantil y juvenil, con títulos como Hacia la Gran Muralla o Los latidos de la Tierra.



Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de la web de la editorial Erein. Fotografía del autor tomada de wikipedia. Imagen de la calle Robador en Barcelona tomada de la web Idealista. Imagen plaza del Peiró tomada de la web Metrópoli Abierta. 






jueves, 16 de octubre de 2025

Reseña El octubre de las pequeñas cosas, de Fernando Sánchez-Ballesteros.

 















Datos técnicos:





Título: El octubre de las pequeñas cosas.

Autor: Fernando Sánchez-Ballesteros.

Autoeditado Amazon.

Encuadernación: Tapa dura.

ISBN: 978280461680.

Idioma: Español.

Nº páginas: 286.





Sinopsis:




¿Qué harías tú si recibieses un paquete con un dedo amputado y te invitasen a participar en uno de los casos policiales más impactantes de los últimos tiempos?

Gael, un librero soriano jubilado, lector voraz y obstinado soñador, decidió no dejar escapar su oportunidad y embarcarse en esta trepidante aventura. Acompañado de Hana, una joven y reconocida periodista, intentará resolver un caso repleto de enigmas, misterios, momentos de acción y, sobre todo, de mucho, mucho humor. Todo ello aderezado con una buena dosis de literatura, cine, series y música.

Esta es la tercera novela del autor de Arai no es nombre de perro —novela finalista del XXXVI Premio Literario Felipe Trigo— y La Colina del Inglés. En esta nueva entrega disfrutarás de una lectura con un discurso sencillo, irónico y sin hechos grandilocuentes que logrará que te replantees tus principios y valores morales porque, a veces, la justicia es de todo menos justa.





Opinión Personal:





Fernando Sánchez-Ballesteros es un autor independiente que tiene muy claro cómo atraer la atención del lector para que se interese por sus novelas, y de quien leí y reseñé en este blog las tres que publicó hasta la fecha, incluida ésta. La cercanía de su estilo literario y personajes consiguen que no se pierda detalle de las vicisitudes que les acompañan, al igual que incitan a la reflexión por los temas que aborda en su narrativa. Un estilo literario sencillo, pero cuidado y ameno, que incita a que no decaiga el interés por lo que sucede a lo largo de los capítulos en los que se estructuran sus ficciones.

(Plaza Mayor, Soria)
El octubre de las pequeñas cosas es su última obra autoeditada hasta la fecha. Una obra en la
que se aprecian los rasgos propios de su narrativa, porque la música, el cine y las alusiones literarias son el sello que las caracteriza. Una banda sonora atractiva, con canciones conocidas por la mayoría de los lectores, de las que extrae fragmentos que son un claro resumen del desarrollo de cada capítulo. También el cine está muy presente, no sólo en lo que se refiere a películas en concreto, sino también a los parecidos que algunos personajes tienen con actores archiconocidos, caso del protagonista, un interrogante más para quien se interese por esta muy entretenida novela. En mi opinión, diría que en este caso la palma se la lleva la metaliteratura, no sólo por las alusiones literarias, que son unas cuantas y casi todas ellas relacionadas con la novela negra, que en este caso le viene como anillo al dedo. Y es que alude también a la peculiar pareja que forma el protagonista con la inesperada compañera que le ayuda a resolver un misterio que les provocará unos cuantos dolores de cabeza, por los enigmas que tienen que resolver para encontrar las pistas que les conducen a descubrir al culpable o culpables de cometer esas amputaciones -porque, a parte de la que se cita en la sinopsis, hay alguna más-, y que les está dando más trabajo del previsto.

Gael se ha jubilado hace poco. Gael es un soriano de pura cepa, apellido incluido -tuve que buscarlo en Internet, porque no daba crédito- Su librería tiene un nombre peculiar: 975. Tras el fin de su vida laboral no fue capaz de que nadie se interesara por ella; ni su exnuera, Deva, viuda de su hijo Miguel. No le queda otra solución que venderla. Pero la anodina rutina del exlibrero va a dar un vuelco impensable, por un episodio que le llevará a replantearse un nuevo rumbo a su existencia tras jubilarse. Y todo por recibir un dedo amputado envuelto en un meticuloso paquete. ¿Quién diantres cometería semejante crimen, y por qué es él el destinatario?

Quizás a los habituales de lo negrocriminal les llame la atención el enfoque que le confiere el autor a esta novela. Y es que El octubre de las pequeñas cosas contiene una trama de misterio, incluso diría que de corte clásico, porque las pistas falsas también están presentes. De hecho, el título extrañará a los habituales de esta rama de la ficción literaria, pero es que guarda relación con el episodio al que me refiero en el párrafo anterior. Una novela de misterio que catalogaría como cozy crime -tan en boga hoy día-, por lo agradable de su desarrollo. Y es que no hay rastro alguno de escenas de sexo, violencia ni situaciones truculentas, en las que la sangre sale a borbotones, si bien sí se menciona alguna gotilla que otra, pero nada que ver con lo que es habitual en las investigaciones que se llevan a cabo para resolver el crimen de turno. La crítica social está muy presente: el autor pone el foco en la justicia, y nos hace reflexionar sobre la percepción del sistema judicial, tal y como lo adelanta la sinopsis.

(Monasterio San Juan de la Peña, Huesca)
Fernando Sánchez-Ballesteros ofrece al lector una trama con una gran viveza y variedad de situaciones, de tal forma que la intriga está muy presente a lo largo de los 29 capítulos en los que se estructura. Una trama con un ritmo ágil, que se apoya no sólo en la presencia del exlibrero, sino también en el otro personaje que le acompaña en esta peculiar investigación: Hana, una joven periodista que llama la atención, no sólo por los rasgos que la definen, sino también por el reconocimiento profesional que tiene entre sus colegas. Sin duda alguna, esta peculiar pareja son el alma de la novela, por la singular relación que mantienen, lo que conduce a que se esté muy pendiente de las decisiones que toman para resolver el misterio  que se investigan. Decisiones que en ocasiones son difíciles de aceptar, dada la dispar personalidad que los define, lo que provoca cierta tensión entre ellos, aunque son conscientes de que están condenados a entenderse, si quieren que la investigación tenga el desenlace deseado.

Sin duda alguna, el autor le saca jugo a una ficción que lo tiene todo para entretener al lector. El hecho de que el protagonista se encuentre con una investigación que puede definirse como amable, provoca que combine con agudeza situaciones rocambolescas, fino humor, ironía, acción e intriga. A lo que acabo de comentar hay que añadir el carácter soñador de Gael, que en ocasiones no acepta la realidad que le rodea y en su defecto busca más bien soluciones novelescas, fruto de su voracidad lectora. Sin embargo, esta voracidad lectora sorprenderá a Hana cuando activa el modo Wikipedia y la desarma con la información que le ofrece en determinados supuestos que analizan. El octubre de las pequeñas cosas es una novela con pocos personajes, pero los suficientes para que protagonicen una trama muy entretenida, y que transitan por localizaciones de nuestra geografía patria y por Escocia.






Biografía:






Estudió en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad de Alcalá de Henares, es documentalista, bibliotecario y escritor. Con su primera novela "Arai no es nombre de perro" consiguió ser finalista de la XXXVI edición del prestigioso Premio Literario Felipe Trigo en 2016 con muy buenas críticas.










Nota: Datos técnicos y sinopsis tomados de Amazon. Biografía y fotografía del autor tomadas de Babelio. Imagenes de la Plaza Mayor de Soria y del Monasterio de San Juan de la Peña, en Huesca, tomadas de Wikipedia. 

miércoles, 8 de octubre de 2025

Reseña Ocho millones de dioses, de David B. Gil.


 




                

                                






Datos técnicos:







Título: 8 Millones de dioses.

Autor: David B. Gil.

Editorial: Suma de Letras (GPRH).

1ª edición: Mayo/2019.

Encuadernación: Libro digital.

ASIN: B07q472B71.

Idioma: Español.

Nº páginas: 772.







Sinopsis:





Toledo, 1579. El padre Martín Ayala recibe la inesperada encomienda de regresar a Japón -el país donde se formó como sacerdote y misionero- diez años después de ser apartado de la misión por su relación ilícita con una joven japonesa. Alguien está asesinando con ritual crueldad a los padres cristianos en dichas costas. Ayala, considerado el máximo conocedor del idioma y las costumbres niponas en el seno de la Iglesia, deberá desentrañar las razones que se ocultan tras estas muertes.

Japón, año 7 de la Era Tenshô. Kudô Kenjirô, hijo de un samurái rural, es elegido para una ingrata labor: proteger a un extranjero llegado con la intención de investigar unos crímenes inciertos. Kenjirô pronto descubrirá que fuerzas extrañas conspiran para que el visitante no lleve a buen puerto sus pesquisas. Juntos recorrerán un Japón devastado por la guerra y emponzoñado por las conspiraciones. A medida que el jesuita se reencuentra con su pasado, el curso de la investigación se desvelará fundamental no solo para la pervivencia de la cristiandad, sino para el propio futuro del país.








Opinión Personal:








Por fin tomo contacto con la narrativa del escritor gaditano David B. Gil. Ya tardaba, porque tenía en mente leer alguna de sus novelas de ficción histórica que tanto éxito tienen entre la crítica especializada y los lectores. Varias ediciones de sus novelas son fiel reflejo de lo que acabo de comentar, sobre todo la gran acogida que sigue teniendo su ópera prima, autoeditada en Amazon, El guerrero a la sombra del cerezo, y con la que ganó el premio de novela histórica Hislibis. Pero me decanté por Ocho millones de dioses, un fascinante viaje literario al Japón medieval que encandila desde las primeras líneas hasta la última, y eso que estamos hablando de un tocho de 772 páginas en su versión digital. Bendito tocho. Tremenda obra de arte se ha currado don David B. Gil, con una novela que estoy seguro disfrutaría hasta el mismísimo Umberto Eco.

(Castillo de Anotsu, Japón)
La novela comienza en el año 1579 con la presentación del padre Martín Ayala y el joven samurai Kudo Kenjirodos personajes que representan dos mundos opuestos, pero a los que el paso de los capítulos les cambia la forma de ver al compañero con el que tiene que emprender un viaje a lo desconocido. En mi opinión, es uno de los grandes atractivos de esta apasionante trama, porque dan mucho juego e interés a lo largo de los capítulos. Un interés que viene resaltado por las diferentes opiniones que muestran sobre las vicisitudes que comparten, pero contrastan con naturalidad. Una naturalidad que, con el paso del tiempo, les ayuda a conocerse mejor, tanto a ellos mismos como al compañero, lo que les lleva a pensar que no son tan diferentes. Sin duda alguna, los diálogos que mantienen a lo largo de la trama aportan una riqueza extraordinaria, lo que le confiere claros rasgos intimistas. Con el paso del tiempo se producen escenas emotivas entre ellos, sobre todo en las situaciones en las que su vida corre serio peligro.

En Ocho millones de dioses el autor demuestra el gran talento que tiene porque planifica y desarrolla una novela de ficción histórica, maridada con otros géneros literarios en perfecto equilibrio. Una ficción histórica que transcurre en un Japón medieval que vive el principio del fin de los llamados señores de la guerra. Un Japón en el que se disputan verdaderas partidas de ajedrez en las que los participantes consiguen un débil equilibrio, siempre muy inestable, porque las piezas caen de un lado y de otro según las directrices marcadas por los principales interesados en provocarlo. Es un verdadero juego de tronos en el que las conspiraciones, las traiciones y las alianzas convenidas están al orden del día, al igual que los asesinatos, fiel reflejo de lo que sucede a lo largo de los 51capítulos titulados más prólogo y epílogo.

Sin embargo, entre tanta inestabilidad la población del país del sol naciente está muy arraigada a las costumbres ancestrales, por lo que son muy vigilantes con los extranjeros que vienen de occidente, sobre todo portugueses y españoles. Son muy celosos de sus tradiciones y si estos bárbaros -como así les llaman a lo largo de los capítulos-, quieren mantener tratos comerciales con ellos, no les queda otra que acatarlas. Pese a ese celo, no tardan en acostumbrarse a comerciar con estos extranjeros, de quienes reciben con cierto interés mercancías desconocidas por los nativos. Sin embargo, lo que no acepta la mayoría es la fe que predican los llamados bateren (padres), a quienes les supone un ingente trabajo convencer a los nativos que tienen muy enraizadas sus creencias religiosas.

Oda Nobunaga
Sin duda alguna, el trasfondo histórico es muy atractivo, sobre todo por la vívida imagen con la que describe el narrador omnisciente lo que acabo de comentar en los párrafos anteriores. David B. Gil se amolda a la tranquila cadencia de la rutina de este país, a la que el lector se adapta sin suponerle impedimento alguno el ritmo narrativo que maneja, según las circunstancias que acompañan a los protagonistas. Un ritmo que diría que es el adecuado para que el lector disfrute y se recree con las vicisitudes que acompañan a los protagonistas a lo largo de los capítulos. Ocho millones de dioses es una novela para leer sin prisas, para deleitarse con cada uno de los episodios que protagonizan ambos personajes -puede decirse que los dos son protagonistas por el peso parejo que tienen en la trama con el paso de los capítulos-. Es un verdadero viaje literario en el tiempo, porque el rigor documental ayuda de tal forma que el lector no pierde detalle de todo lo que sucede en el Japón feudal. Detalles cuidados con celo por el autor, que da cumplida cuenta de determinados términos, muy propios de los usos y costumbres de la época, y que emplean tanto la voz narrativa como los personaje, a través de los famosos, y en ocasiones vilipendiados pies de página, pero que en esta ocasión merece la pena pararse en algunos de ellos, porque ayudan a comprender mejor la escena de turno. A lo que acabo de comentar hay que añadir la interesante nota histórica que acompaña al cuerpo de la novela, al igual que el mapa y la relación de personajes que la precede.

El largo viaje que emprenden los dos personajes principales les conduce a enfrentarse a una aventura incierta, en la que lo desconocido y el misterio forma parte de esa búsqueda que les lleva a encontrar las respuestas necesarias para resolver los crueles crímenes rituales de los que siguen teniendo constancia a lo largo de la llamada Ruta Okaido, que es la que les conduce a las diferentes localizaciones a las que tienen que desplazarse. El padre Ayala y su joven protector, Kudo Kenjiro, se adentran por caminos en los que el peligro acecha, pero también la acción, porque se enfrentan a una serie de dificultades que deben sortear con destreza, en las que incluso su vida corre serio peligro. Un peligro que el autor describe con total maestría, porque me entusiasmé con las descripciones que el narrador omnisciente ofrece sobre escenarios que parecen fantasiosos -sin serlo-, pero es que ese es el efecto que logra, e incluso tienen claros rasgos góticos. Peligro que, sobre todo, se encuentra en la batalla contra los bonzos, así como en las escaramuzas y duelos en los que toma parte el samurai rural.

Por las páginas de Ocho millones de dioses transita un elenco de personajes inolvidables y ricos en matices, lo que incita a que se esté muy pendiente del papel que desempeñan a lo largo de los capítulos. El lector se encontrará con una clara representación de los diferentes estratos que conforman la hermética sociedad japonesa, y en los que los que la mujer desempeña papeles impensables en la vieja Europa, caso de la dama Reiko, o la oficial Nozomi, del clan de Fuwa Torayasu, daimio convertido al catolicismo, aunque con una forma muy peculiar de practicarlo. Dan mucho juego a la trama Igarashi Bokuden y Masamune, del clan Hidaridos personajes que resultan muy poco fiables,  por las misiones que cumplen. En más de una ocasión me pregunté qué desenlace puede tener su relación dadas las afiladas conversaciones que mantienen en determinadas situaciones. Tampoco deja indiferente la historia del padre jesuita Enzo Fabbiano de Padua, y la relación que mantiene con Martín Ayala, que despejará unas cuantas incógnitas del pasado. El lector se encontrará con una interactuación natural de históricos con ficticios, de tal forma que, al ser los primeros desconocidos, invitan a investigar si son reales, por el peso que desempeñan en las diferentes subtramas, caso del papel trascendental que del daimio Oda Nobunaga. Sin duda alguna, el comportamiento de todos ellos ayuda a que no decaiga el interés por todo lo que sucede a lo largo de los capítulos.

(Templo Honno-ji, Japón)
Quienes quieran tener un primer contacto con la historia del Japón medieval, tienen en Ocho millones de dioses una apasionante novela que, pese a que la trama se desarrolla a lo largo de 772 páginas, tiene un ritmo más bien pausado pero constante, escrita con un lenguaje muy cuidado, diálogos que invitan a la reflexión y una ficción en la que las conspiraciones, las traiciones y las alianzas convenidas están al orden del día, al igual que los asesinatos. Sin duda alguna, es un novelón con mayúsculas. 








Biografía:







David B. Gil (Cádiz, 1979) es licenciado en Periodismo, posgraduado en Diseño Multimedia y máster en Dirección de Redes Sociales. Ha trabajado como redactor editorial para DC Comics en España y Latinoamérica y ha sido responsable de comunicación en diferentes organizaciones políticas, además de redactor en varios medios de comunicación.

Autopublicó El Guerrero a la sombra del cerezo, que fue finalista del Premio Fernando Lara y única obra autoeditada en ganar un Premio Hislibris de Novela Histórica en la categoría de mejor autor Novel 2015. Actualmente publicada por Suma de Letras (2017), continúa siendo la ficción histórica mejor valorada por los lectores de Amazon España. Su segundo trabajo, Hijos del dios binario (Suma, 2016), fue finalista del premio Ignotus y elegida como la mejor obra de ciencia ficción en español de 2016 por publicaciones como Xataka, Hobby Consolas o La Casa de El. Ocho millones de dioses (Suma, 2019), su tercera novela, ha sido galardonada con el X Premio Hislibris de Novela Histórica (mejor novela en español). Forjada en la tormenta (Suma, 2022), su cuarta novela, nos sumerge de nuevo en el Japón feudal.


Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de Amazon. Fotografía de David B. Gil tomada de la web de Zenda. Imagen del castillo de Anotsu, del templo Honno-Ji y de Oda Nobunaga tomadas de Wikipedia.