viernes, 30 de agosto de 2024

Reseña La red de Alice, de Kate Quinn.


 








Datos técnicos:




Título: La red de Alice.

Título original: The Alice Network.

Traducción: Jesús de la Torre.

Editorial: Suma de Letras (Grupo PRH).

1ª edición: Febrero/2020.

ISBN: 978-84-9129-291-3.

Encuadernación: Rústica con solapas.

Nº páginas: 578.





Sinopsis:




En 1915 una red de valerosas espías dejó un legado de gloria y sacrificio. Pero también de traición. Treinta años después, ha llegado la hora de la verdad.

1947. La joven americana Charlie St. Clair está embarazada, soltera y a punto de ser expulsada de su muy decente familia. Mientras su mundo se viene abajo, su única ilusión es la débil esperanza de que su amada prima Rose, que desapareció en la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, siga viva.

1915. Un año después del estallido de la Gran Guerra, Eve Gardiner está deseando unirse a la lucha contra los alemanes, así que no duda un instante cuando es reclutada como espía de la organización clandestina conocida como «la red de Alice».

Tres décadas más tarde, obsesionada por la traición que destruyó la red, Eve pasa sus días entre botellas de alcohol encerrada en su ruinosa casa de Londres. Hasta que una joven americana aparece en su puerta pronunciando un nombre que Eve no ha escuchado desde hace décadas y embarcada en una misión: averiguar la verdad sin importar a dónde conduzca.

Heroísmo, amor y suspense en una apasionante novela inspirada en el episodio histórico real de la red de mujeres espías que salvó a más de mil soldados de la muerte.




Opinión Personal:




Cuando disfrutamos mucho con la lectura de una novela deseamos que el desarrollo de su trama se extienda, incluso si se trata de un buen tocho, con independencia del número de páginas que tenga. Y es que hay historias que contienen ingredientes literarios muy atractivos, con el añadido de que la voz narrativa de turno nos ofrece información sobre personajes desconocidos que desempeñaron un pape crucial para el devenir de hechos históricos trascendentales, y que nos ayudan a comprender mejor los episodios que lo conforman. En este caso, el interés es doble, porque buena parte de la trama se desarrolla durante la Primera Guerra Mundial: una Gran Guerra en la que la escritora estadounidense Kate Quinn rinde en La red de Alice un homenaje a una red de valerosas espías que dejó un legado de gloria y sacrificio.

(Grand Place-Lille-France)
Me gustó mucho la construcción de la trama de La red de Alicia. Los 45 capítulos más el epílogo en los que se estructura, se desarrollan a lo largo de dos líneas temporales de forma alterna. La primera es relatada en primera persona por la joven estadounidense, de 19 años, Charlotte St. Clair quien evoca las peripecias que la acompañaron en un viaje transatlántico que hace con su madre desde Nueva York a Southampton. Charlotte -Charlie, como figura en cada capítulo que relata y protagoniza- aunque inicia este viaje con un destino acordado por su familia, tiene el firme propósito de localizar a su querida prima Rose, desaparecida en la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, porque alberga la débil esperanza de encontrarla todavía viva. La segunda está relatada por un narrador omnisciente, con el foco puesto en la figura de Evelyn Gardiner -Eve-, una joven londinense que es reclutada como espía para formar parte de la red que lleva el nombre del título de esta novela. A lo largo de los capítulos se percibe que la autora los planifico y desarrolló a conciencia, con el aliciente de que tiene muy claro cómo desarrollar los episodios que tienen lugar en la conocida como Gran Guerra, con la intriga instalada en este relato, porque determinados hechos que vivió la protagonista de esta línea argumental decide darlos a conocer treinta años después. Una planificación que se refleja también a la hora de finalizar cada capítulo porque, de una u otra forma, guarda relación con el inicio del siguiente.

Al igual que sucede en las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, las que se desarrollan en la conocida como Gran Guerra nos ofrecen información sobre hechos o personajes desconocidos para la mayoría de los lectores. En este caso es la labor de espionaje que realizan las mujeres reclutadas por el Gobierno de Su Majestad para servir a la Corona, para que les faciliten objetivos militares o anticiparse a los planes que hayan trazado para sus inmediatas operaciones militares. Son mujeres que reclutan entre la ciudadanía, porque quienes se ponen en contacto con ellas estiman que pueden serles de utilidad, sobre todo las que muestran un mayor patriotismo, porque quieren aportar su ayuda para derrotar al enemigo. Como indico en algunas reseñas, merece la pena leer con interés la nota de la autora que acompaña al cuerpo de la novela, la extraordinaria labor que hicieron estas mujeres espías en Lille, y que se refleja a lo largo de los capítulos, en los que la voz narrativa describe la instrucción que reciben en Folkestone, en el caso de Eve Gardiner, y el riesgo para sus vidas que supone trasladar los informes a sus superiores.

Louise de Bettignies
Por las páginas de La red de Alice transitan unos personajes muy atractivos, creíbles, con una interactuación natural entre reales y ficticios, entre los que sobresale la figura ficticia de la espía ya citada al final del párrafo anterior. En mi opinión, entiendo que la protagonista de la segunda línea temporal, creada por la imaginación de la autora, es la que tiene un mayor desarrollo de su personalidad, por lo que se es testigo de su ciclo vital. Eve Gardiner es de un personaje excéntrico, carismático, inolvidable y no deja indiferente, y destila humor en las conversaciones en las que tiene muy claro cuándo utilizar este recurso. Charlotte St. Claire -Charlie- también ofrece una evolución interesante, si bien no tan profundizada como la que se manifiesta en la espía, por razones lógicas de edad. Eve y Charlie conforman un triángulo muy peculiar, a la par que atractivo, con el que ejerce las funciones de chófer y cocinero de la londinense, el enigmático Finn Kilgore, de quien le llevará un tiempo al lector conocer por qué tiene determinadas reacciones y los demonios que lo atormentan. Sin duda alguna, son muy atractivas e intrigantes las peripecias que les acompañan, al igual que las conversaciones que mantienen entre ellos, ricas en matices.

Sin embargo, es en la segunda línea temporal en donde nos encontramos con un variado elenco, fiel reflejo del papel que desempeña cada uno en la Primera Guerra Mundial. Es un elenco muy equilibrado de personajes, entre los que figuran históricos como Louise de Betignie, alias Alice Dubois -o Lili, come se le llama habitualmente en la novela-, y Maríe Léonide Vanhoute, alias Charlotte, con quienes trabaja la protagonista de la segunda línea temporal. Otro personaje histórico, que desempeña un papel destacado en esta subtrama, es el capitán Cecil Aylmer Cameron, encargado de la red de espionaje Alice, a quien llevan los informes que estiman pueden servir de interés para el servicio de inteligencia. Atrajo mucho mi atención el ficticio René Bordelon, un especulador y colaboracionista -con lo que significa para los franceses el que alguno de sus conciudadanos presten servicios al enemigo- que tiene un restaurante en Lille y que es un personaje más de la novela, por todo lo que sucede en sus estancias, decoradas con lujo. Es un personaje que no deja indiferente, por todos los episodios que protagoniza en los capítulos en los que interviene.

La pasión que siente Kate Quinn por la historia se refleja en la magnífica ambientación, porque refleja con detalle lo que sucede en las localizaciones por las que transitan los personajes a lo largo de las dos líneas temporales que conforman la trama. La primera línea temporal transcurre durante el año 1947, en el que la voz narrativa describe cómo todavía permanece en la población los ecos de un conflicto bélico recién finalizado. Una población que poco a poco recupera su vida cotidiana, aunque todavía tienen que utilizar la cartilla de racionamiento para alimentarse, y convivir con la devastación que las ciudades y poblaciones de los países aliados bombardeadas por los nazis, en este caso Inglaterra, Francia y Bélgica. En el mapa que se encuentra antes del cuerpo de la novela se resaltan las principales poblaciones en las que se desarrollan las dos líneas temporales. Destacaría la ciudad del norte de Francia, Lille, gris y oprimida por la fuerte presencia de soldados nazis, las descripciones que hace Charlie sobre Limoges, Roubaix, Oradour-sur-Glane, Grasse y Grenoble. Oradur-sur-Glane escenario de las prácticas de terror y violencia de los nazis, con el fin de intimidar a la oposición de la población civil y la acción de partisanos y guerrilleros.

(Grasse-Francia)
No dudo en recomendar La red de Alice, de la escritora estadounidense Kate Quinn -y que catalogo como novelón-, en la que resalta el papel que desempeñaron durante la Primera Guerra Mundial las mujeres que fueron reclutadas como espías por el servicio de inteligencia exterior del Reino Unido para operaciones que, en este caso, realizaron en Lille las labores que coordinó la jefa de esta red, Louise de Bettignies -alias Alice Dubois-, para trasladar los informes a los mandos militares a los que estaban subordinadas. El lector se encontrará con dos líneas temporales ambientadas en 1947 y 1915, ambas muy atractivas, y que se desarrollan de forma alternativa a lo largo de los 45 capítulos más el epílogo en el que se estructura el desarrollo de la trama. De estas mujeres valientes, fuertes y que no dudan en arriesgar su integridad física para realizar las misiones que les encomiendan, son tres las que atraen la atención del lector, dos de ellas personajes reales y la tercera, ficticia. Es esta última, Evelyn Gardiner, de la que se sirve la autora para enlazar todo lo que sucede a lo largo de las dos subtramas, porque las peripecias que la acompañaron durante su ciclo vital ofrecen una historia en la que salen a la luz los demonios que la atormentan, al igual que le sucede a quien le sirve como chófer y cocinero, el enigmatico Finn Kilgore. Ambos forman un peculiar triángulo con la joven Charlotte St. Clair -Charlie-, quien viaja con su madres desde Estados Unidos a Southampton, desde donde van a trasladarse hasta Suiza, porque está embarazada y la familia decide que aborte. Pero Charlie tiene el firme propósito de hacer realidad su única ilusión: la débil esperanza de reencontrarse con su amada prima Rose, que desapareció en la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. La red de Alice es una fascinante historia de lectura fluida, con episodios duros y espeluznantes, que describen la crueldad con la que los alemanes mantuvieron el cerco a la población civil en ambas contiendas mundiales. Historia por la que transitan unos personajes reales y ficticios muy atractivos y construidos con una interesante evolución personal, sobre todo los que más peso tienen en ambas líneas temporales, en especial la exespía ya mencionada en este resumen, un personaje que no tiene desperdicio. Kate Quinn utiliza las alusiones metalaliterarias en algunos diálogos, con las que construye unas metáforas atractivas, al igual que también incide en las reflexiones internas de las dos protagonistas. Otro tanto sucede con las conversaciones que mantienen el peculiar trío formado por estos dos personajes femeninos, y Finn Kilgore, que le confieren mucho interés a la novela.





Biografía:





Kate Quinn nació en el sur de California y estudió en la Universidad de Boston, donde realizó su licenciatura y un máster en Voces Clásicas. Aficionada durante toda su vida a la historia, escribió la saga The Empress of Rome y dos libros ambientados en el Renacimiento italiano, donde cuenta la primera época del célebre clan de los Borgia, antes de volcar su atención en el siglo XX con La red de Alice. Todas sus obras han sido traducidas a múltiples idiomas. Kate y su marido viven ahora en California con sus dos perros llamados Caesar y Calpurnia.



Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora tomados de la web de Penguinlibros. Imagen de la Grand Place en Lille y de Louise de Bettignies tomadas de Wikipedia. Imagen de Grasse tomada de la web France.fr.






Biografía:










3 comentarios:

  1. Gracias Paco, lo leí hace ya algún tiempo y tengo buen recuerdo (a pesar de la absenta, je,je) . Hay mucho libro de la IIGM pero no tantos de la primera y por eso lo diferencio. Un abrazo

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  2. Hola Paco, tuve la novela en mis manos hace unos meses y al final no me animé con ella, tras tu reseña me parece una historia potente que creo me gustará. Me la llevo apuntada. Besos.

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  3. A mi me encantó también, espero seguir leyendo más novelas de la autora. Abrazos

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