lunes, 24 de junio de 2024

Lectura semana 26/2024: Sueño entre cenizas, de María Suré, y El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez.

 








Lecturas de la semana 26/2024:  Comenzamos la última semana del mes de junio (y a allá que se va medio año). Tengo dos lecturas muy diferentes pero atractivas: Sueños entre cenizas, de María Suré y El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez.



Sinopsis: 


El equipo de Lágrimas de polvo rojo, la anterior novela de María Suré, se enfrenta en esta ocasión al asesinato de una joven estudiante en la ciudad de Valencia.

Cuando Diego Lago, profesor de Historia Antigua, se despierta aturdido, encuentra a su lado el cuerpo sin vida de Olivia, su alumna y amante.

El grupo de Homicidios, encabezado por los subinspectores ¡Runa Østberg y Rodrigo Melgar, se encargará de la investigación. Diego ha desaparecido; Rebeca, la compañera de piso de la fallecida, parece que no dice toda la verdad, y Cándido, el extraño vecino de las chicas obsesionado con la muerte y las experiencias extracorporales, en cambio, tiene mucho que contar.

Todo da un giro cuando aparecen unos restos arqueológicos en el piso de la víctima, que guardan un secreto desde hace más de dos mil años (420 pág. tapa blanda con solapas).




Sinopsis: 


El coronel es un veterano de la Guerra de los Mil Días que malvive en una casa de una villa en la costa atlántica colombiana junto a su esposa. La acción se desarrolla en 1958.

Durante 15 años, el coronel va cada viernes a la oficina de correos del puerto con la esperanza de recibir una confirmación con una pensión de veterano de la guerra civil. Sin ninguna fuente de ingresos, la única esperanza de ganancia es un gallo de pelea, heredado de su difunto hijo, que el coronel ha estado criando en su casa durante varios meses, con la intención de hacerlo pelear en enero y obtener un beneficio de las apuestas (145 pág., tapa dura).


jueves, 20 de junio de 2024

Reseña Un testigo llamado Cervantes, de Begoña Valero.


 








Datos técnicos:




Título: Un testigo llamado Cervantes.

Autora: Begoña Valero.

Editorial: Sargantana.

1ª edición: Enero/2024.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-127516-7-3.

Idioma: Español.

Nº pág.: 660.





Sinopsis:




Basada en hechos reales, Un testigo llamado Cervantes narra una insólita historia donde el egoísmo, la envidia y los celos se conjugan ante una justicia que no atiende a razones. Solo la verdadera amistad y el ingenio se aliarán para buscar una justa sentencia.

En 1580 desaparece en Valencia Jeroni, un joven pescador. Dado por muerto, la detención de los presuntos culpables llevará a Pere de Pax, un mercader mallorquín, a averiguar la verdad para intentar salvar a sus amigos de la horca.

Durante el proceso criminal, cuando existe riesgo inminente para la vida de los acusados, el soldado del tercio Miguel de Cervantes llega a Valencia tras sufrir unos penosos años de cautiverio en Argel. Por circunstancias del destino, su testimonio será crucial y desencadenará una serie de extraordinarias apuestas que perturbarán la paz de la ciudad. «Crimen, traición y misterio en una apasionante novela que nos rescata a un joven e intrépido Cervantes, soldado de los tercios y preso en Argel». Antonio Pérez Henares. Escritor, periodista y presidente de la asociación Escritores con la Historia.





Opinión Personal:





De nuevo leo, reseño y no dudo en recomendar una novela que atrajo mi atención en las cuentas literarias que frecuento en Instagram, porque tiene como protagonista al ilustre escritor de nuestras letras Don Miguel de Cervantes Saavedra. El título es Un testigo llamado Cervantes y su autora, Begoña Valero, natural de Banyeres de Mariola (Alicante), si bien reside en Valencia. Sin duda alguna, es una magnífica lección de historia, en la que el lector realiza un viaje literario al siglo XVI. El realismo que destila surte el efecto que acabo de comentar, con el aliciente de que los 45 capítulos titulados más el epílogo en el que se estructura el desarrollo de la trama, bien pudieron haber sucedido tal y como se desarrollan, apoyados en el rigor documental.

(Casa de la Ciudad-Valencia (s. XVI)
Un testigo llamado Cervantes parte de una historia inédita que protagoniza el autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha. Una historia que se remonta al mes de noviembre del año 1580 en el que, tras ser rescatado de su cautiverio en Argel por el redentor trinitario fray Juan Gil, declara como testigo en un juicio que se celebra en Valencia por el asesinato de un joven pescador, y que se alarga hasta octubre de 1581. Pese a que la trama se desarrolla a lo largo de 660 páginas, la lectura es amena, adictiva y tiene un ritmo fluido. Está estructurada en 45 capítulos titulados más epílogo, en cada uno de los cuales hay episodios de interés y giros que incitan a estar muy pendiente ante la incógnita que supone el devenir de los personajes que interactúan en las subtramas que la conforman.

Junto a la sólida base histórica de esta novela, entiendo que la trama contiene elementos propios de varios géneros literarios. Como adelanta la sinopsis, el mercader mallorquín mosén Pere de Pax es quien decide averiguar la verdad sobre ese luctuoso episodio para que demostrar que sus amigos están apresados injustamente en la Casa de la Ciudad, por lo que estimo que ejerce labores de carácter detectivesco. A lo que acabo de comentar añado que hay rasgos característicos del thriller, dado que el testimonio de Cervantes origina apuestas que perturban la paz de la ciudad y las consecuencias que se derivan de estas, porque en determinados personajes se refleja el lado más ruin del ser humano. Estuve muy pendiente del proceso judicial abierto sobre este caso, así como del funcionamiento de la justicia en esa época en el Virreinato de Valencia. El proceso judicial está acompañado por escenas carcelarias, en las que se describen las condiciones inhumanas en las que permanecen los presos que son enviados a las celdas según los delitos que cometen. Otro tanto sucede con las penosas condiciones de los cautivos en las prisiones de Argel, llamadas baños; en este caso, el del Rey y el de la Bastarda. Pero también hay lugar para el romance, tanto en Valencia como en Argel, y que originan escenas intrigantes, por el cariz que cobra el de la ciudad de la Berbería, pero también levantan más de una sonrisa, dadas las escenas que se desarrollan al respecto en la ciudad del Turia.

Junto con lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, un gran atractivo es el carácter metaliterario que contiene. No sólo por conocer a un joven Miguel de Cervantes que pasa cinco años de cautiverio en Argel, que refleja en parte de su obra, sino también por las alusiones a otros autores, tanto de forma implícita como explícita. A lo largo de la novela se percibe una clara influencia de la narrativa de Blasco Ibáñez, como por ejemplo el punto de partida de la misma, las referencias a la huerta valenciana y a sus pescadores. Otro tanto sucede con la alusión a escritores valencianos porque el recién liberado cautivo en Argel conoce a algunos en la librería del escritor y editor Juan de Timoneda, la más famosa de Valencia. También asiste a las representaciones de la Corrala de la Olivera, que le sorprenden muy gratamente.

Begoña Valero planifica y desarrolla  un complejo entramado, en el que no queda ningún cabo suelto por atar a medida que el desenlace se presiente cercano. Un entramado que comienza in media res. «A pesar de la despiadada lluvia con la que amaneció, esta no fue un inconveniente para que Tonet decidiera salir de buena mañana. Necesitaba buscar productos que aportaran alguna enjundia a la extenuada despensa de su madre» (pág. 13). Pero una serie de episodios le llevan a toparse con una sorpresa que le deja aterrorizado, porque descubre que unas cuencas vacías lo miraban. «No solo eso, había emergido el rostro completo con nariz, orejas boca...La mayor impresión la recibió al comprender que eran restos humanos» (pág. 21) Son dos las líneas argumentales que conforman esta novela, separadas por un breve período de tiempo y que confluyen de tal forma que no me di cuenta de ese nexo, provocado por el interés que muestran el desarrollo de ambas. Subtramas que se alternan a lo largo de los capítulos, cortadas de tal forma que me incitaron a preguntarme qué más podía sucederle en los siguientes episodios a los personajes que interactúan en ellas. La primera focaliza la atención en Valencia, en torno al juicio al que me refiero en el párrafo anterior. La segunda tiene lugar en Argel, en donde el narrador omnisciente relata las adversidades que acompañan al protagonista durante su encierro en la prisión llamada el Baño del Rey, prisión que el Príncipe de los Ingenios refleja -porque en gran parte es autobiográfica-, en su comedia Los baños de Argel.

(Baño Real-Argel -capital actual de Argelia)
La trama de Un testigo llamado Cervantes se desarrolla en un trasfondo histórico interesante, porque el emperador Felipe II tiene varios frentes abiertos en los que mueve los peones según sus intereses. Se preocupa por los cautivos apresados por los argelinos que se dedican al corso, por lo que no duda en facilitar las labores de rescate para que los redentores mercedarios y trinitarios, y mercaderes, rescaten el mayor número de presos posibles capturados y llevados a Argel. El Rey Prudente y el Sultán turco son conscientes de que necesitan alcanzar la paz, o al menos una tregua duradera, para concentrar sus fuerzas y derrotar a otros enemigos que no les dan lugar a respiro. En este interés mutuo cobra trascendencia el espionaje entre ambos bandos, como se refleja en varios episodios de esta novela. Los cautivos en Argel están muy pendientes también de la inestabilidad que muestra el gobierno de la ciudad, por el baile de reyes o beys que se suceden, porque les afecta su forma de proceder contra ellos, de lo que es testigo directo el propio Manco de Lepanto por el trato que recibe de unos y otros.

Merece la pena recrearse con las localizaciones que describe la voz narrativa porque son muy visuales e incitan a imaginarse cómo son los espacios por los que se transitan los personajes, Valencia, Argel y el pueblo de pescadores de El Grao. Argel focaliza la atención del lector en Miguel de Cervantes y otros cautivos presos en las cárceles ya citadas en esta reseña, o que desempeñan trabajos en las casas de quienes los compraron, al igual que las relaciones que se establecen entre los cristianos y los renegados, sin olvidarme de las descripciones que se hacen sobre esta ciudad, por cuyas calles pueden moverse algunos cautivos por deferencia e interés de sus amos centro neurálgico de la piratería. Valencia es un personaje más de la novela por la trascendencia que tiene en la trama. Una ciudad descrita con los suficientes detalles para que el lector sienta que acompaña a los personajes en su recorrido por sus calles, plazas y edificios más representativos, sobre todo aquellos que guardan relación con el juicio tras el hallazgo del cadáver por el joven Tonet, descrito en esta reseña, al igual que por la ruta que sigue Cervantes tras ser liberado, porque le gusta disfrutar de una ciudad que le atrae y pasear entre sus amables gentes. En esa época Valencia está llena de vida y trasiego, por la labor que realizan los mercaderes para transportar sus mercancías por mar a otros puertos mediterráneos de ambas orillas, así como para fletar embarcaciones con las que rescatar a los cautivos presos en la zona del Norte de África denominada Berbería, con el peligro que conlleva el ser abordados por los piratas que andan al corso.

La trama de Un testigo llamado Cervantes gira en torno a la figura del joven Miguel de Cervantes, su cautiverio de cinco años en Argel y la ansiada liberación para retornar a tierras cristianas. No deja indiferente por su forma de ser y actuar, sobre todo por el empeño que muestra en determinadas empresas y su relación y cercanía con los presos que comparten cautiverio con él, a los que trata de ayudar dentro de las limitaciones que suponen las condiciones en las que se encuentra. Pese a lo que acabo de comentar, entiendo que es una novela novela coral por el gran peso que tienen los personajes secundarios que cobran un mayor protagonismo. Personajes secundarios inolvidables, tanto los reales como los ficticios, que corroboran lo que comento sobre esta adictiva trama, y que prefiero que sea el lector quienes lo ratifiquen. Entre los personajes, las mujeres desempeñan un papel trascendental, por la relación que, de una forma u otra, las une con este caso que se juzga en Valencia. Un elenco entre los que se encuentran un buen número de reales y otros ficticios creados por la imaginación de la autora, y que interactúan entre ellos con total naturalidad, y que puede consultarse en el dramatis personae que figura en el epílogo. A través de ellos se ofrece un claro retrato de la sociedad de la época en la España del siglo XVI, pero también son un fiel reflejo de la condición humana. Una condición que se manifiesta, sobre todo en Valencia, desde que se cruzan las extraordinarias apuestas sobre los rumores que se extienden por la ciudad en torno al cadáver hallado descuartizado. En Argel, por los intereses que mueven a los capitanes de las naves moriscas que salen al corso para beneficiarse del lucroso negocio que les ofrece el apresamiento de cristianos. Una condición humana que se refleja en la relación que se mantiene entre los cautivos y de éstos con los renegados. Una relación en la que también está presente la traición y la denuncia, porque pueden beneficiarles estas artimañas que utilizan para obtener un rédito de los propietarios de quienes son privados de su libertad en las cárceles en las que son recluidos.

(Plaza de la Seo-Valencia)
Disfruté mucho con la lectura de Un testigo llamado Cervantes. Es una magnífica lección de historia, basada en un episodio inédito de la vida de Miguel de Cervantes quien, tras cinco años de cautiverio en Argel, testifica en un juicio que tiene lugar en Valencia, al encontrarse descuartizado un cadáver, cuyos restos aseguran pertenecer a un joven pescador valenciano, que vive en el poblado de el Grao. Begoña Valero planifica y desarrolla un entramado complejo, que comienza in media res, que redobla el interés del lector en conocer todo lo que sucede hasta converger en ese potente capítulo inicial y continuar hasta un desenlace atractivo y en donde no faltan las sorpresas. Los episodios son narrados con tal realismo, que bien pudieron suceder tal y como los relata el narrador omnisciente. Episodios en los que se perciben elementos propios de otros géneros literarios, metaliteratura incluida, lo que le confiere un mayor aliciente a la trama, con rasgos propios de la narrativa blasquiana. La novela se desarrolla en un trasfondo histórico interesante, con el emperador Felipe II moviendo sus peones para favorecer sus intereses, entre los que se encuentra su conflicto con los otomanos, sin olvidarse de facilitar el flete de naves para que se pudieran rescatar el mayor número de cautivos en Argel por los frailes redentores dominicos y trinitarios. La autora ofrece a lo largo de los capítulos un fiel reflejo la sociedad valenciana del siglo XVI, sus costumbres y las relaciones interpersonales en las que no falta el empleo del valenciano en los diálogos, sobre todo por las clases sociales más bajas, al igual que en los procedimientos judiciales. Pese al papel trascendental que desempeña Cervantes, entiendo que estamos ante una novela coral, por el peso que tienen en la trama personajes secundarios que cobran protagonismo y en la que trasciende el papel de la mujer, sobre todos quienes, de una forma u otra, guardan relación con el caso llevado ante el Justicia Criminal. Unos pasan un buen tiempo en prisión, con el temor de ser condenados a la horca, los hay también quienes obran con buena fe para resolver o ayudar a resolver este proceso judicial, aunque otros muestran el lado más ruin del ser humano.





Biografía:





Es natural de Banyeres de Mariola (Alicante) y vive en Valencia. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia, trabaja en la Generalitat Valenciana. Es autora de las novelas El trabajo de los libros (Editorial Denes, 2012) y La casa del compás (Grijalbo, 2017). Guionista del cortometraje ganador del primer premio en la IV Mostra Internacional de Cinema Educatiu (MICE 2016) titulado El tonto del bote. Ha sido jurado del III Premio Nacional de Novela Ateneo Mercantil de Valencia y de los XXXIX y XL Premio Ciudad de Valencia de narrativa. Es senadora del Museo de la Imprenta y de las Artes Gráficas de Valencia, como reconocimiento a la labor realizada en la difusión de la historia de la imprenta a través de la literatura. Miembro de la Red de Escritoras del Mediterráneo, puesta en marcha por Casa Mediterráneo, un consorcio público dirigido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Miembro de la asociación de Escritores con la Historia, cuya finalidad es dar a conocer la historia de España, a través de la literatura, desde el rigor y el conocimiento. En 2024 es galardonada con el Premio Odilo a la mejor autora novela histórica, por Un testigo llamado Cervantes. Es un prestigioso premio que concede la XXV Semana de Novela Histórica de Cartagena.


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de la Editorial Sargantana. Fotografía de Begoña Valero tomada de la web Todoliteratura. Imagen de la Casa de la Ciudad en Valencia, tomada de Wikipedia. Imagen de los Baños del Rey tomada de la web del diario La Vanguardia. Imagen de la Plaza de la Seo tomada del diario Las Provincias. 










jueves, 13 de junio de 2024

Reseña Las voces del barranco, de María Dolores García Pastor.

 









Datos técnicos:





Título: Las voces del barranco.

Autora: María Dolores García Pastor.

Editorial: Palabras de Agua.

1ª edición: Diciembre/2023.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-127169-1-7.

Idioma: Español.

Nº pág.: 490.





Sinopsis:





Una niña abandonada por su padre antes de nacer. Una madre incapaz de superar el abandono de su marido. Un pueblo aislado del mundo cuyos habitantes hallan aliciente en la fabulación y la maledicencia. Todo ello y mucho más en una novela coral sobre mujeres que se atrevieron a desafiar las convenciones de su época. Rencores, venganzas, amor, espiritismo, la lucha feminista en sus inicios, el cinematógrafo, atentados anarquistas... En una época de grandes cambios algunas mujeres se atrevieron a enfrentarse al mundo y a su estricta moral para vivir a su manera. Esta es la historia de Úrsula, una de las protagonistas de El domador de lagartijas, y de cómo y por qué llegó a ser lo que fue. Pero también es la historia de Clemencia, una muchacha de casa bien que tomará las riendas de su vida más allá de los límites de su pueblo y su familia.




Opinión Personal:




El domador de lagartijas (reseña) fue la primera novela que leí y reseñé en este blog de la escritora María Dolores García Pastor (Barcelona1970). Me gustó mucho tanto la historia como el enfoque que le confiere a la trama, ambientada en la posguerra española en un pequeño pueblo ficticio de la provincia de Valencia, porque está reflejada desde la perspectiva de la inocencia infantil, aunque las extraordinarias circunstancias que viven les catapultan a una madurez impropia de esas edades. Al comprobar que su nueva novela, Las voces del barranco, es una precuela del título  citado al principio de este párrafo, tuve muy claro que merecía la pena leerla, porque en ella se habla sobre uno de los personajes que atrajeron mi atención, la temible Úrsula, que en el pueblo tiene fama de bruja. Y ya lo creo que merece la pena conocer su historia.

(Millares-Valencia)
Úrsula vive la vida a su manera porque las maledicencias la empujan a no amoldarse a los dictados de la sociedad, consciente de que determinados personajes catapultan la mala fama que la rodea e influyen en que se redoblen las habladurías de sus convecinos.  Vecinos que la señalan como bruja, porque están convencidos de que utiliza sus malas artes para causarles males que repercutan en su salud, deterioren la de los animales que les dan sustento, o provoque en ellos males mayores. Pese a lo que acabo de comentar, en determinados episodios el lector comprobará cómo algunos de ellos mantienen tratos con este personaje, porque saben que con las hierbas que recoge en el bosque cercano elabora pócimas que les ayudan a curar las heridas que les provocan los trabajos que realizan o incluso enfermedades que les aquejan. En diferente nivel social, Clemencia tiene el mismo objetivo que Úrsula, porque también quiere vivir su vida al margen de los dictados de la sociedad. Dictados que incitan a su hermano a obligarle a que se vaya a vivir una temporada a la capital con su tía para que le ayude a encontrar un buen pretendiente con el que casarse.

Las voces del barranco es una novela estructurada en tres partes bien diferenciadas, cada una de ellas divididas en 16 capítulos. Tres partes que abarcan un período que transcurre desde los últimos años del siglo XIX hasta 1912, en el que se perciben los cambios novedosos que empiezan a influir en el día a día de la sociedad, entre los que en España el feminismo da los primeros pasos con los que las mujeres luchan para que se les reconozcan los derechos que les corresponden en igualdad de condiciones que el hombre. Años de cambios que se reflejan a lo largo de los capítulos, sobre todo los que tienen lugar en la capital, Valencia. Al pueblo apenas llegan noticias de estos avances, salvo el cinematógrafo, a través de Pedro López de Arístegui,  uno de los escasos personajes que se presenta en un lugar que apenas recibe visitas de forasteros, porque desea mostrar a sus habitantes las cortas películas rodadas por los hermanos Lumière, pese a las reticencias iniciales de estos. Otro tanto sucede con uno de los ingenios que empiezan a circular por el país, como el cuatriciclo; en este caso es Agustín Beltrán, el hijo del alcalde del pueblo, quien asombra a sus convecinos al presentarse en casa de sus padres conduciendo uno desde la ciudad del TuriaPersonajes que atraen la atención del lector y provocan las reacciones de los vecinos del pueblo, por las decisiones que toman una vez que deciden pasar un tiempo entre ellos. En este sentido, de entre los muy pocos foráneos que se acercan al pueblo, del que más pendiente estuve fue de  Manuel, dados los episodios que protagoniza avanzada la trama. Para crear su perfil literario, entiendo que la autora parte de un personaje real.

María Dolores García Pastor planifica y desarrolla la trama de tal forma que a lo largo de los capítulos se alternan las historias de Úrsula y Clemencia, por lo que el lector estará pendiente de lo que le sucede a ambas y la relación que mantienen pese la distancia que las separa, sobre todo, desde que la segunda vive en la capital y sólo visita el pueblo en determinadas fechas del año, principalmente por Navidades. La trama comienza con interés porque, pese a que Adelaida está embarazada, su marido la abandona con la excusa de que se marcha para encontrar un empleo con el que mantener a su mujer y al bebé que está en camino. Adelaida siente cómo el mundo se le viene encima al encontrarse abandonada y sola en un pueblo, y por el que transita como un muerto en vida, sin relacionarse con sus vecinos. Es el padre Amable quien se interesa por ella, desde que le advierte que tiene que bautizar a su hija: el sacerdote y la ya mencionada Clemencia ejercen como padrinos de la recién nacida y se comprometen a velar por ella para que no le falte quien tenga que echarle una mano cuando lo necesite. Don Amable le da trabajo en la casa parroquial y el sacerdote enseña a la niña en su tiempo libre, lo que origina que entre ambos se forje una estrecha relación.  

(Amalia Domingos Soler-Espiritista)
Con el paso de los capítulos, Úrsula es consciente de que su destino está marcado,   porque a lo largo de su ciclo vital la acompañan varios personajes que deciden emprender el camino cuando se acostumbra a su presencia, les toma cariño e incluso siente especial atracción por ellos. Un cambio que también se refleja en Clemencia, su madrina, para quien supone una gran sorpresa la forma de vida que la espera, dado el impacto que recibe una vez es acogida en Valencia por su tía Engracia. El fin determinado del viaje que le obligan a realizar se convierte en el descubrimiento de un mundo desconocido para ella, al que no tarda en adaptarse dadas las influencias que tiene la hermana de su padre para ser aceptada por la alta sociedad. Un mundo en el que se siente muy cómoda e incluso le lleva a replantearse la idea inicial que tiene sobre las relaciones sentimentales, porque descubre una pasión insospechada y a la vez prohibida en una época en la que la mujer tiene que amoldarse a los dictados impuestos por la sociedad.

Los ecos del barranco es una novela de personajes, por lo que los espacios por los que transitan pasan a ocupar un segundo plano. Pese a lo que acabo de comentar, me gustaron las descripciones que ofrece el narrador omnisciente sobre el pueblo ficticio en el que viven. Un pueblo ficticio ubicado cerca de Millares, entre barrancos y quebradas. « El pueblo está colgando de la montaña y no tiene más que una entrada o salida, como le quiera llamar, el resto es todo monte. Si hasta dicen que va a dejar de llegarnos el coche y que tendremos que ir caminando hasta Millares a buscarlo...» (pág. 293). Un frondoso bosque en el que Úrsula se encuentra en comunión con la naturaleza, porque de él se sirve para elaborar las pociones que provocan el efecto sanador en quienes solicitan sus servicios, o también para utilizarlos contra quienes sienten aversión hacia su persona. Pociones que trabaja con maestría por las sabias enseñanzas que recibió de Misia Sádaba, una exótica curandera que pasa una larga temporada en el bosque y le enseña todo lo que sabe, advirtiéndole del buen uso que debe darles. Otro tanto sucede con Valencia, a la que tanto los personajes como la voz narrativa citan como la capital pero, por las descripciones que ofrece son localizaciones conocidas de la ciudad del Turia, caso del Nuevo Eixample o la playa de la Malvarrosa, en la que tienen lugar una serie de escenas. Una Valencia en la que la autora describe episodios en la que, de forma puntual, toman parte Joaquín Sorolla y Blasco Ibáñez, y la tía Engracia presenta a Clemencia personajes como Rosario de Mora, con quien no tarda en entablar amistad, Cuquita de Moncada y las sesiones de espiritismo que organiza en su residencia, o Manuel Ortiz, el aspirante a pretendiente de la recién llegada a la ciudad, y muy pagado de sí mismo.

María Dolores García Pastor perfila unos personajes que conforman un universo muy atractivo, tanto los que viven en el pueblo ficticio como en Valencia. Quienes hayan leído El domador de lagartijas se reencontrarán con algún personaje conocido más, caso de Cosme Moreno, el herrero, del que conoce cómo se forjó el matrimonio de sus padres, y entiendo que también Leocadio Beltrán, el hijo falangista del alcalde, quien guarda relación con la familia Beltrán de esta novela. Son muy peculiares los vecinos de Úrsula, de quienes tiene que soportar y combatir las maledicencias que se vierten sobre ella, aunque también los hay que son moderados y prestan más atención a su trabajo, y no dudan en relacionarse con quien lleva una vida diferente a la suya. La forma de actuar de sus habitantes origina que se sienta rechazo hacia a ellos. Tienen el chismorreo como principal distracción, porque fuera del trabajo no saben en qué ocupar su tiempo libre, dado que apenas reciben visitas que les saquen de su rutina, y reciben las novedades que cuentan quienes apenas les visitan, al igual que la prensa, que les llega con mucho retraso. Por eso son habituales los corrillos en episodios que atraen su atención, para poder opinar e interpretar a su manera lo que han visto y hacer creer a los demás que la suya es la versión correcta. Incluso el alcalde, Cándido Beltrán, es la comidilla del pueblo en determinadas facetas personales sobre todo en la segunda y tercera parte de la novela. Un alcalde que, a parte de lo que acabo de mencionar, tiene en casa dos frentes abiertos, porque su esposa Leocadia y su hermana Clemencia andan a la gresca en modo continuo y Agustín, el único hijo del matrimonio, no le anda a la zaga, sobre todo desde que la imponen estudiar es  carrera universitaria.

(Playa de Malvarrosa-Valencia)
El joven Agustín Beltrán no me dejó indiferente, por la evolución que muestra a lo largo de los capítulos, al aprovechar las circunstancias familiares que lo amparan.  Comete tropelías en el pueblo, es el cabecilla de los amigos que lo adulan y se sirve de ellos como esbirros, sobre todo para ensañarse con Úrsula. Provoca encuentros para molestarla con escenas soeces, aunque también se propasa en otras, por lo que la intriga está asegurada. Úrsula no duda en hacerles frente porque no consiente su vejaciones, pagándoles con su misma moneda, pero valiéndose de los medios que conoce.

Me gustó mucho Las voces del barranco, precuela de El domador de lagartijas. Ambas se pueden leer de forma independiente, porque el único nexo que las une es Úrsula, uno de los principales personajes de la novela a la que precede, en la que un narrador omnisciente relata por qué llegó a ser lo que fue. Al igual que Úrsula cobra también protagonista Clemencia Beltrán, dos mujeres de diferente clase social pero unidas porque se atreven a enfrentarse al mundo y a su estricta moral para vivir a su manera, si bien el origen de esta decisión es diferente, como se podrá comprobar a lo largo de los 48 en los que se estructura el desarrollo de la trama, agrupados en tres partes diferenciadas. Tres partes que abarcan un período de tiempo atractivo porque, a parte de ser testigos de un cambio de siglo, les sorprenden tanto los avances tecnológicos como sociales que se muestran a lo largo de los capítulos. Aunque la novela tiene una extensión de casi 500 páginas, el ritmo de lectura me resultó fluido, pese a que predomina la narración frente a los diálogos, si bien estos no tienen desperdicio. En buena parte de las conversaciones de los personajes está presente la maledicencia, que provoca rencores y venganzas, pero también en las que también están presentes temas como el amor, el espiritismo y la lucha feminista en sus inicios. Las voces del barranco es una novela de personajes, aunque atraen determinadas descripciones que ofrece la voz narrativa, tanto del pueblo como de la capital, Valencia, tal y como la acostumbran a nombrarla los personajes en sus charlas. El lector se encontrará con una trama compacta, bien escrita y en la que los giros están presentes, en los que no faltan muertes que sorprenden a los vecinos y episodios desagradables.



Biografía:





Barcelona, 1970. Es Licenciada en Ciencias de la Información por la UAB. Ha colaborado recomendando libros en diferentes medios (Onda Cero, La tormenta en un vaso, La Biblioteca Imaginaria). Autora de El susurro de los árboles (Fundación Drac, 2008) y El Café de la Luna (Alrevés, 2012), ha participado en los libros colectivos Relatos de Mujeres Viajeras (Casiopea Ediciones, 2011), Sonrisa de Gato (Jirones de Azul, 2009), Scream Cielo Abierto, alto al trabajo infantil (SM, 2009), Sorbo de letras (Gobierno de La Rioja, 2010) y Más cuentos para sonreír (Hipálage, 2009). Sus relatos han aparecido en revistas como Parteaguas(México), Contemporary Literary Orizont (Rumanía) y BCN-Week (España). Ganadora de los Premios YoEscribo.com de Novela en su edición 2008, del Concurs de Relats Breus de Dones “Paraules d’Adriana” en sus ediciones 2014 y 2016, del Certamen de Escritura Scream “Cielo Abierto” en sus ediciones 2008 y 2009 y del Concurso Literario La Rosa de Barcelona en el año 2006, además de finalista o mención especial en numerosos certámenes. Actualmente recomienda libros en el espacio radiofónico Lectura Obligatòria en La Ciutat, Onda Cero Barcelona.


Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomada de la web de la editorial Palabras de Agua. Imagen de Millares tomada de la web Valencia Turismo. Imagen de la espiritista Amalia Domingo Soler tomada de Wikipedia. Imagen de la playa de la Malvarrosa tomada de la web Visitas Guiadas Valencia. 
















lunes, 10 de junio de 2024

Lectura de la semana 24/2024: Un testigo llamado Cervantes, de Begoña Valero.

 




Comenzamos nueva semana del mes de junio. Toca viaje literario al siglo XVI, con la novela histórica de la escritora Begoña Valero, Un testigo llamado Cervantes.






Sinopsis: 



Basada en hechos reales, Un testigo llamado Cervantes narra una insólita historia donde el egoísmo, la envidia y los celos se conjugan ante una justicia que no atiende a razones. Solo la verdadera amistad y el ingenio se aliarán para buscar una justa sentencia. En 1580 desaparece en Valencia Jeroni, un joven pescador. Dado por muerto, la detención de los presuntos culpables llevará a Pere de Pax, un mercader mallorquín, a averiguar la verdad para intentar salvar a sus amigos de la horca. Durante el proceso criminal, cuando existe riesgo inminente para la vida de los acusados, el soldado del tercio Miguel de Cervantes llega a Valencia tras sufrir unos penosos años de cautiverio en Argel. Por circunstancias del destino, su testimonio será crucial y desencadenará una serie de extraordinarias apuestas que perturbarán la paz de la ciudad. «Crimen, traición y misterio en una apasionante novela que nos rescata a un joven e intrépido Cervantes, soldado de los tercios y preso en Argel». Antonio Pérez Henares Escritor, periodista y presidente de la asociación Escritores con la Historia (660 pág., rústica con solapas).

jueves, 6 de junio de 2024

Libros leídos y reseñados en mayo/2024.


 






Allá que se nos fue el mes de mayo, por lo que toca hacer balance de los libros leídos y reseñados.  Han sido un total de 4 los leídos y 5 los reseñados.


Los leídos: 





                                                        
                   





                               





















-Los reseñados: 



-Primavera mortífera, de Lajos Zilahy.


-La colina de los gatos, de Eva Baeza. 


-Tiempos para la Lyrica, de Jon Arretxe. 


-Ciudad de cenizas, de Kike Corella. 


-El cisne de Vilamorta, de Emilia Pardo Bazán.




-Avance retos literarios en los que participo






-Reto Autores de la A a la Z (Edición 2004):  (14/24) (58%) (+3).


-Reto 25 Españoles (2024): (15/25) (60%) (+3).