viernes, 29 de septiembre de 2023

Reseña La pequeña librería de Stefan Zweig, de Francisco Uría.

 









Datos técnicos:




Título: La pequeña librería de Stefan Zweig.

Autor: Francisco Uría.

Editorial: Almuzara.

1ª edición: Julio/2021.

2ª edición: Octubre/2021.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-18757-25-9.

Idioma: Español.

Nº pág.: 144.




Sinopsis:




En el verano de 1936, el barco que llevaba al gran escritor Stefan Zweig rumbo a América hizo escala en el puerto de Vigo. Con los dramáticos ecos de la Guerra Civil resonando en el ambiente, el celebrado autor de "El mundo de ayer" paseó por las calles de la urbe gallega entrando en contacto con una realidad no muy distante de los totalitarismos que le habían forzado a abandonar, desencantado, su amada Europa. En el curso de ese paseo, Zweig se detendrá ante el escaparate de una pequeña librería y conocerá a su propietario, Ramón, un hombre que, como él, es consciente del inmenso tesoro que supone la literatura. Ese encuentro será el germen de una fugaz pero valiosa amistad, cuyo legado se extenderá en el tiempo mucho más de lo inicialmente previsto. Con este escenario Francisco Uría despliega la trama de un relato que emociona al lector casi desde la primera página. Con un estilo claro y sugerente, el autor nos sumerge en una atmósfera de marcado encanto, no exenta de cierta nostalgia, en la que se sirve de una galería de variopintos personajes para fabular sobre el paseo de Zweig en la Ciudad Olívica, en una historia en la que los libros y los recuerdos juegan un papel esencial.




Opinión Personal:




Hay novelas que atraen la atención del lector por muchas circunstancias que las rodean. Hay novelas que sorprenden muy gratamente, sobre todo si están escritas por un autor novel. Hay novelas que, aunque tengan una corta extensión, nos llenan de tal forma que resulta muy difícil olvidarnos de ella y, sobre todo, no se duda en recomendar. Quizás el comienzo de esta reseña sea demasiado entusiasta, pero es que entre la portada y la historia que ficciona Francisco Uría en el desarrollo de la trama, y en poco menos de 150 páginas, me incitaron a compartir mis impresiones iniciando la reseña de esta forma.  La pequeña librería de Stefan Zweig rezuma literatura a lo largo de los seis capítulos en los que se estructura. Literatura y de la buena, sobre todo para quienes leemos al grandísimo escritor austríaco al que alude el título de la ópera prima.

(Isla de San Simón-Vigo)
Estoy seguro de que muy pocos lectores y españoles en general tienen constancia de la presencia de Stefan Zweig en Vigo durante varias horas, tras hacer una parada inesperada el vapor inglés Alcántara, que salió de Southampton y en el que viajaba a Iberoamérica, invitado por el Pen Club Internacional, donde se dirige a Brasil y Argentina para participar en un congreso. Esta atraque inesperado en el puerto de la Ciudad Olívica no le gustó al escritor, porque España estaba inmersa en una recién iniciada guerra civil. Sin embargo, Zweig decidió dar un paseo y se sorprendió no encontrarse con los episodios que implica un conflicto bélico. Se encontró con una ciudad relativamente tranquila, en la que sus habitantes vivían el día a día como si la lucha que se entablaba en el país no fuera con ellos, o eso fue la primera impresión que le causó las escenas que vio nada más pisar el puerto vigués.

Lo que acabo de escribir en el párrafo anterior puede servir como una introducción a lo que se encontrará el lector a lo largo de los seis capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama. Una trama que empieza y termina el 10 de agosto de 1936. En Galicia, la Civil Española duró poco tiempo, se convirtió en la retaguardia del ejército sublevado, aunque las represalias contra los republicanos fue muy dura, mediante la represión directa y la violencia. Esto que acabo de comentar lo comprobará el lector durante la historia que narra el abuelo, Ramón Castro, que es quien relata su encuentro con Stefan Zweig en La pequeña librería de Stefan Zweig. Este relato se inicia en casa de su hijo, en una de las comidas a las que es obligado a asistir tras el fallecimiento de su esposa. Iniciada la comida el abuelo se fijó en libro que «había encima del mueble grande de la cocina» (pág. 20), y que lo estaba leyendo su nieto mayor. Era un libro del escritor austríaco, El mundo de ayer. El abuelo se sorprendió y, al verlo, sirvió como excusa para hablar del paso de Zweig por su pequeña librería, en aquel lejano día de 1936. Como ya comenté en el segundo párrafo de esta reseña, el autor decidió bajar del barco y dar un paseo por la ciudad con el fin de comprar algún libro que le permitiera distraerse durante la larga travesía que le esperaba. En ese paseo se fijó en el expositor de una pequeña librería y no le gustaron los libros que vio, pero decide entrar en ella al sorprenderse que está abierta.

Ramón Castro era un hombre que, en los albores de la guerra civil «era muy joven pero lo suficientemente mayor para que no lo reclutaran» (pág. 29) se encuentra momentáneamente al cargo del pequeño establecimiento, porque quien realmente regenta la librería es su padre. Ramón Castro se sorprende al tener frente a él a un cliente en una fecha tan inusual, porque lo habitual es que la librería estuviera cerrada. El cliente le pregunta si tiene algunos libros en alemán, y le muestra un libro con poemas de Goethe, que reposa en una estantería. El cliente es descrito con certeros rasgos, por lo que seguro que le sirven al lector para darse cuenta de quién es el personaje que acaba de entrar en la librería. Este libro fue el detonante que sirvió para mantener una conversación con un autor que le cambió la vida, porque se llevó una inesperada sorpresa al tener ante sí a quien era ya, en aquel entonces, el escritor más vendido del mundo, y que me resultó muy interesante. Conversación en la que los libros son los protagonistas, y me resultó muy fructífera, por todo lo que supone el proceso que conlleva su escritora —en este caso desde el punto de vista de Zweig, muy celoso de su trabajo, y una vez que sale a la venta. Una conversación en la que no faltan la alusión a los libreros y el poder que tienen los libros, y el énfasis que pone en sus lectores.

(Barrio del Calvario-Vigo)
Tras la primer toma de contacto, se percibe un trato cercano y de compromiso entre Ramón Castro y Stefan Zweig, por todo lo que significan los libros para ambos, sobre todo en los tiempos tan duros y crueles que vive España. Un trato que sirve para abordar temas que preocupan mucho al escritor, si bien el librero, al comprobar el cariz que toma la conversación, le solicita en varias ocasiones que baje la voz, porque pueden verse metidos en un compromiso, y a él acarrearle graves problemas. De hecho, la intriga está presente mientras ambos conversan. Una intriga que se convierte en tensión con un alarmante  episodio inesperado

La pequeña librería de Stefan Zweig tiene una trama que está muy bien ambientada, pese a la corta extensión de la novela. Una trama en la que las dos voces narrativas reflejan los dos períodos de los que se habla a lo largo de los capítulos: la Guerra Civil Española y los estertores de la dictadura franquista. En mi opinión, entiendo que hay dos voces narrativas, porque si el abuelo Ramón Castro es quien relata buena parte de la historia, la complementa en el último tramo su nieto mayor. Una trama en la que hay también elementos costumbristas, como se podrá comprobar durante la comida que mantiene la familia, pero también en la que se habla de la relación que éste mantuvo con su mujer ya fallecida. Sin duda alguna, dos formas muy distintas de comprobar el papel que desempeña la mujer en una y otra época.

Disfruté muchísimo con la lectura de la ópera prima del escritor Francisco Uría. Como ya comenté en la reseña, rezuma literatura por los cuatro costados. El escritor austríaco es el eje sobre el que gira la trama de La pequeña librería de Stefan Zweig, con todo lo que este gran autor significa. Su obra está muy presente a lo largo de los seis capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, aunque también cobra importancia las alusiones que se hacen a los libreros, los libros y lo que significan para quienes son asiduos lectores. La pequeña librería de Stefan Zweig es una novela corta pero que merece la pena leer a ritmo lento, para empaparse de todo lo que significa la obra del que era el autor más vendido en aquel entonces, y en la que el escritor austríaco está muy preocupado por lo que preveía que iba a suceder en el Viejo Continente,  porque «presiento que será un sobrenombre absurdo porque la próxima guerra que llegue, y que habremos de sufrir, hará que aquella parezca insignificante» (pág. 93). Como resalta la editorial en el fragmento que sigue al final de la sinopsis en la contraportada, el autor nos sumerge en una atmósfera de marcado encanto, no exenta de cierta nostalgia



Biografía:




Francisco Uría despliega la trama de un relato que emociona al lector casi desde la primera página. Con un estilo claro y sugerente, el autor nos sumerge en una atmósfera de marcado encanto, no exenta de cierta nostalgia, en la que se sirve de una galería de variopintos personajes para fabular sobre el paseo de Zweig en la Ciudad Olívica, en una historia en la que los libros y los recuerdos juegan un papel esencial.





Nota: Datos técnicos, sinopsis, fotografía y biografía del autor, tomada de la web de la editorial Almuzara. Imagen de la Isla de San Simón, en la Ría de Vigo, tomada de la web VigoÉ. Imagen del barrio del Calvario en Vigo tomada de la web VigoÉ










2 comentarios:

  1. Hola Paco, esto leyendo muy buenas reseñas de esta novela y me llama la atención esa breve visita de Zweig a Vigo, además el autor me encanta así que me apetece mucho leerla. Ya la tengo apuntada. Besos.

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  2. No conocía esta novela. Me dejas con muchas ganas. No sabía de ese paso de Zweig por Vigo. Apuntadísima me la llevo.
    Besotes!!!

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