Sinopsis:
Carmelo
regresa al pueblo de su Andalucía natal por primera vez. Hace
treinta años que su madre lo sacó de allí cuando tenía sólo tres
años huyendo de un horrendo acontecimiento del que fueron testigos y
que condicionó su vida y la de todos los habitantes del lugar en los
días del alzamiento del General Franco. El joven irá desentrañando
el secreto al mismo tiempo que el ficticio equilibrio de la pequeña
comunidad se desmorona según la verdad es revelada. En un paraje
abrupto y seco que le vio nacer y junto a unos personajes duros como
la inmisericorde tierra en la que sobreviven, Carmelo recorrerá un
difícil camino hacia sí mismo, descubriendo las hazañas y
villanías de las que es capaz del ser humano.
Opinión
Personal:
Aparte
de la sinopsis, esta novela me atrajo por el título y la portada.
Ambos son muy sugerentes. Desde luego que sí. A medida que avanzamos
en la lectura de El silencio entre las palabras nos damos
cuenta del porqué de este título y esa fotografía que supone, en
principio, una incógnita. ¿Quién es la pareja que posa ante el
fotógrafo?.
“El
silencio está poblado de voces”, parece ser que dijo el escritor
mexicano Octavio Paz. La calma y el silencio tienen sus violencias
latentes. Y también es cómplice, diría yo, pues la historia que
nos relata Juan Enrique Soto así nos lo confirma. Silencio es lo que
se encuentra Carmelo cuando, tras treinta años de ausencia, vuelve
al pueblo que le vio nacer, a su Andalucía natal. Su madre marchó a
París con su hijo de pocos años para escapar de algo horrendo que
había sucedido el día en el que Franco se sublevó, a mano armada,
contra el poder legalmente establecido. Sabemos que en esta contienda
se cometieron verdaderas atrocidades entre ambos bandos, sobre todo
en los pueblos, hechos dolorosos que rompieron familias, que
truncaron vidas inocentes, que rompieron amistades que parecían
inquebrantables.
Juan
Enrique Soto nos traslada al año 1966, en pleno franquismo, a la
España rural, al pueblo en donde los ecos de la contienda aún
permanecían latentes. Sus vecinos habían llegado como a una especie
de acuerdo tácito para que todo siguiese su curso como si en aquel
fatídico día no hubiese ocurrido nada. Pero cuando ven que llega
Carmelo temen que esa paz ficticia se rompa y vuelvan los fantasmas
del pasado.
El
silencio entre las palabras es una novela costumbrista impregnada
de realismo en todas sus páginas. Nos podemos imaginar cada escena,
cada espacio, cada personaje que traza el autor con rasgos
perfectamente definidos. Personajes que conoceremos en profundidad
cómo son, su actuación ficticia ante los demás y los
remordimientos que les corroen y que temen que se descubra la
falsedad que ocultan. Agustín, el párroco; Remigio, el alcalde;
Cosme, el maestro; su hija Reme, la doctora que cuida por la salud
física y mental de los vecinos, como Marta, la esposa de Héctor, de
la que siempre estará pendiente y más todavía desde que Carmelo
regresa a sus vidas, pues sabe que querrá averiguar lo que ocurrió
realmente y teme que, tras el descubrimiento, la falsa paz que reina
en el pueblo salte por los aires. Sobre todos ellos planea la figura
de Héctor, el terrateniente, el que se cree que todo gira en torno a
lo que él diga, se cree un dios y lo que ordena y manda hay que
cumplirlo a rajatabla, so pena de encontrarse con su furia. Una furia
que dejaría marcado a más de uno.
Pero
entre todos ellos destacaría, sin duda, al personaje de Gervasio, un
ser camaleónico, al que toman por el tonto del pueblo pero es más
listo que nadie. Su pasión eran las abejas: cuidaba los panales de
la casa en la que vivía Carmelo. Y su forma de entender la vida la
explicaba a través de los conocimientos que tenía sobre ellas. Es
un personaje que me recuerda al creado por Miguel Delibes para su
novela Los Santos Inocentes, Paco. Mientras leía un capítulo
en el que Carmelo es invitado a cazar, Gervasio actuaba de una forma
similar al creado por la pluma del escritor pucelano. Un personaje
que sorprenderá al lector.
El
silencio entre las palabras está estructurada en 17 capítulos
titulados, de poca extensión. El autor nos ofrece una novela escrita
con una prosa cuidada, elegante, rica en matices literarios, con un
trato exquisito de la palabra, nos deleita con la historia que nos
relata un narrador omnisciente.
Biografía
del autor:
Juan
Enrique Soto, nació en
un pequeño pueblo cerca de Frankfurt, Alemania, pero se crió en el
popular barrio de Vallecas, Madrid. Ha publicado la novela El
silencio entre las palabras con la Editorial Baile del Sol y La Barca
Voladora con Creápolis Impulsa. Revista de creación digital La
Barca
(Distribución gratuita en PDF). Participación en diversas
antologías de relatos. Columnista de opinión en los diarios La
Opinión de Málaga
y Diario de Las Palmas.
Entre
sus galardones literarios se destacan: ganador del Primer Certamen de
Relatos Himilce, finalista en el Tercer Certamen Internacional de
Novela Territorio de la Mancha 2005, ganador del I Concurso de
Relatos de Terror Aullidos.com y del Primer Premio de Poesía Nuestra
Señora de la Almudena, Valladolid. Ha sido finalista o recibido
mención en los certámenes V Hontanar de Narrativa Breve, XVIII
Concurso Literario de Albacete, Primer Concurso Internacional de
Cuente Breve del Taller 05 y Primer Certamen Literario Francisco Vega
Baena. Algunas de sus obras pueden encontrarse en diferentes portales
de la web.
Datos
técnicos:
Título:
El silencio entre las palabras
Autor:
Juan Enrique Soto
Editoral:
BAILE DEL SOL, 2012
ISBN:
9788415019947
Nº de páginas: 154
págs.
Nota: sinopsis, datos técnicos y fotografía del autor tomadas de la web de la editorial; biografía tomada de es.scribb.com
Nota: sinopsis, datos técnicos y fotografía del autor tomadas de la web de la editorial; biografía tomada de es.scribb.com
Ya la había visto por ahí y me parece una propuesta muy interesante que no me importaría leer en absoluto.
ResponderEliminarNo la conocía pero parece una lectura interesante, no me importaría animarme con ella
ResponderEliminarBesos
Me gusta lo que cuentas, tomo nota que no conocía este libro.
ResponderEliminarBesos
Uf, qué buena pinta. Y tienes razón, la portada te atrae. ¿Quién no tiene por casa alguna foto así de algún antepasado?
ResponderEliminarGracias por la recomendación.
Saludos
No me sonaba de nada este libro. Y pinta bastante bien. Lo tendré muy en cuenta.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues la verdad es que parece interesante, besotes
ResponderEliminarPues yo voy a desmarcarme de los comentarios... La verdad es que tuve una epoca hará como 10 años en la que consumí taaantas novelas de corte costumbrista que ahora las dosifico muchisimo. No porque no me atraigan, sino porque al final tengo la sensacion de leer lo mismo. Pero la tendré en cuenta, eso seguro. Besos
ResponderEliminarMe parece muy interesante tu reseña. Sin embargo, no sé si son los calores de estos días y que transcurre en Andalucía, pero me parece una lectura para tiempos más frescos y tardes más cortas, con rebeca y taza de té, ¿me equivoco? Abrazos.
ResponderEliminarMe lo anoto para una futura lectura, ahora mismo no es el tipo de libro que me atrae (será el calor).
ResponderEliminarUn beso!
Hace tiempo que no me decanto por el costumbrismo, así que me puede ayudar a volver al género. Lo tendré en cuenta para más adelante. 1beso!
ResponderEliminarEs verdad que título y portada son muy sugerentes. Y además tengo la sensación de que me va a gustar Gervasio. Y para rematar, acabo de ver que está a muy buen precio la versión kindle. Así que blanco y en botella :)
ResponderEliminarBesos!
Tiene buena pinta y no descarto leerla si llega a caer en mis manos
ResponderEliminarBesos
No solo lo he leído, sino que también lo he degustado, como no podía ser de otra manera. La utilización de las palabras para visualizar una escena, el baile entre pensamientos, o mejor, a través de ellos, la calidez del conocimiento, que te acerca a la historia sin pensar en cómo lo está logrando... Todos los efectos meritorios, y las metáforas tan geniales, que no puedo por menos de reflejar como un eco de las palabras del autor, que son desgarros:
ResponderEliminar"... con el alma embarrada y sucia hasta la mirada, respirando a mordiscos..."
Salvaje. Y como este, tantos y tantos que me han dejado con el asombro asomando tras una sonrisa o tras el sentimiento trágico de la vida y milagros de Gervasio, entre otros. Impresionante este personaje, junto con esa complicación añadida al relatar el proceder de las abejas como si fuera el de los mismos personajes de la novela. Creo que el capítulo del Gervasio cuerdo, "Ataque de cordura", es el exponente del drama narrado, porque si bien los asesinatos se van desvelando a medida que llega el final, es el sufrimiento de este personaje lo que me conduce sin tregua a padecer yo, atravesando un camino tortuoso entre la dudosa felicidad de la ignorancia y la crueldad de conocer un destino que parece no tener sentido.
Me encanta cuando la lectura me hace sentir que he llegado no solo a alguna parte, sino a la parte.
No pinta mal. NO me importaría leerlo si cae en mis manos.
ResponderEliminarBs.