Sinopsis:
Algunos secretos deberían permanecer enterrados para siempre…
Durante los últimos diez años Abby Cormac ha metido entre rejas a
algunos de los peores criminales del mundo. Cuando cree que todo eso ya ha
quedado atrás, un terrible suceso sacude su vida: en una lujosa villa del
Adriático su novio Michael es asesinado y a ella se le da por muerta.
Abby se promete a sí misma encontrar al asesino de Michael. Su
investigación la llevará hasta uno de los malhechores más peligrosos de los
Balcanes, y pronto se dará cuenta de que su novio no era el hombre a quien
creía conocer: Michael había descubierto un secreto terrible, una silenciosa
conspiración de traiciones y crímenes. Abby sabe que ese peligroso camino
conduce a la verdad, pero sus pasos son estrechamente vigilados para evitar que
los secretos de los muertos salgan a la luz.
Esta reseña forma parte de mi colaboración en el equipo de redacción del
blog Un Lector Indiscreto. Gracias a Bóveda por el ejemplar.
Tengo que empezar diciendo que la ignorancia es atrevida, y es que
no conocía a esta editorial, por tanto, no sabía que se dedicaba a publicar
historias que se desarrollan en momentos históricos determinados, en este caso,
el Imperio Romano.
Lo que me animó a leer esta novela fue su sinopsis pero,
lamentablemente, no es la historia principal ni tiene nada de lo que esperaba
encontrar. En ningún momento conseguí conectar con la protagonista. No sé si
por tener como escenario Kosovo, aun siendo después de la guerra, pero me ha
parecido una parte muy oscura, apagada.
Luego tenemos la otra parte, la que discurre en el año 337 d.C. en
Constantinopla. La que supuestamente no me iba a gustar pero que finalmente ha
sido lo mejor del libro. También nos encontramos con un asesinato que tendrá
que resolver Gayo Valerio Máximo, hombre de confianza de Constantino I.
Una forma de evidenciar cuál de ellas es la que lleva el peso del
libro es a la hora de la narración. Mientras que en la época actual es un
narrador en tercera persona quien cuenta lo que ocurre, en la era romana es
Gayo quien relata en primera persona todo el proceso de investigación en el que
está inmerso.
El autor nos presenta capítulos alternos, uno que trascurre en la
época actual y otro en el siglo IV d.C. Salvo los dos últimos capítulos, donde
la actividad es mucho más rápida y se intercalan las dos épocas. Esta división
hizo que no consiguiera seguir bien las historias en un primer momento, pero al
final se acoplan perfectamente, cuando vamos descubriendo datos con más de 1700
años de diferencia, pero que facilitan la búsqueda que se está realizando.
Sobre el estilo, no sé cómo definirlo, es más, he tenido una
sensación muy extraña. Mientras que al principio me parecía muy recargado,
hasta el punto de que había momentos en que no entendía siquiera lo que estaba
leyendo; la segunda parte del libro ha sido mucho más amena, lo que me ha
llevado a pensar que estaba escrito por dos personas totalmente distintas. Pese
al considerable número de páginas, la lectura del tramo final ha sido mucho más
rápida, aunque también tiene mucho que ver la calidad de la edición: una letra
decente, unos márgenes considerables y un papel consistente.
Me gustaría resaltar un par de escenas que me han sorprendido
mucho y que yo achaco a la traducción. De otra manera, sería totalmente
imperdonable.
«Me estrecha la mano pero no se presenta a sí mismo. Aguarda,
espera que lo reconozca.
-¿Marco Severo? -Es una ligera suposición, pero su sonrisa me dice
que he acertado-. No te veo desde...»
¿De verdad se saludaban así en la época romana? Si me ha parecido:
"¡Hola! ¿Qué tal? ¡Cuánto tiempo sin verte!". Lo mejor ha sido cuando
me he encontrado con "carteristas", ¿en qué parte de la túnica se
lleva la cartera? Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido leer cómo
escribían en un papiro del siglo IV con un BOLÍGRAFO. Insisto, debe ser error
de la traducción.
Como valoración final podría decir que es un buen estreno de un
autor novel, al que se le ve potencial pero que no ha conseguido reunir todas
las piezas para crear un buen puzzle, algunas no encajan. La cuestión es que ya
lleva varios libros publicados con considerable éxito, así que...
Reseña enviada por Isa, del blog Copiando Libros
El autor:
Tom Harper nació en
Alemania en 1977 y se crio en Bélgica y América. Estudió Historia en la
Universidad de Lincoln, Oxford y ahora es escritor.
Ha escrito diez novelas
entre las que se encuentran El templo perdido, The Book of Secrets y The Lazarus
Vault. Ha sido recientemente presidente de la Asociación de Escritores de
Novela Policíaca, y sus libros han sido traducidos a más de catorce idiomas y
publicados por editoriales de prestigio de todo el mundo.
La sinopsis parece muy sorprendente, aunque tu reseña me hace pensar que todo queda ahí.
ResponderEliminarBuscaré más reseñas.
Un saludo.
Parece que en esta novela todo se junta, la intención y la traducción. Saludos.
EliminarMe gustan las historias que alternan pasajes del presente con el pasado, y si combinan intriga policial, mejor.
ResponderEliminarNo conocía al autor, y la editorial apenas me suena. El título realmente llama, lástima la traducción. Aun así, me lo apunto.
Saludos.
Eso es lo malo, Loli, el encontrarte con una traducción que deja que desear. Saludos.
EliminarA la hora de comentar las reseñas tenéis que tener en cuenta quién las firma. Hace ya un mes que tengo un equipo de redacción en el blog. Esta reseña es de Isa, del blog Copiando Libros.
ResponderEliminarEn cuanto a la novela, el problema está claro que es en la traducción. Ayer hablé con la editorial y ya le pasaron la nota a la editora. A ver si no vuelven a ocurrir estas cosas, aunque me temo que más de un fiasco así nos vamos a llevar.
Este no me lo apunto, no me ha llamado, aún así gracias por la reseña, besotes
ResponderEliminarla sinopsis me llamó la atención pero no termino de engancharme quizás por ello no he sentido más curiosidad por él.
ResponderEliminarMe gusta la foto que has escogido. En cuanto a los comentarios, yo también los hago como si lo estuviera haciendo a la persona que ha escrito la reseña, aunque pueda parecer que te lo hacen a ti. De todas formas, gracias por nombrarme.
ResponderEliminarMe gustó mucho esta escultura cuando la vi. Pensé que era lo que mejor podía acompañar a la reseña.
EliminarNo conocía el libro, pero tomo nota porque lo que cuentas resulta muy interesante, gracias.
ResponderEliminarSaludos.
Pues esos peros que señalas... No me dejan con muchas ganas de leer esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
Creo que son demasiados peros, Margari y el más importante es que la historia esté bien traducida. Besos.
EliminarYa le di mi opinión a Isa en su blog: me gusta mucho la editorial, pero éste no me lo voy a apuntar de momento. 1beso!
ResponderEliminarYa la leí, Tizire. Un beso.
EliminarLamentablemente, hay traductores muy malos que se creen muy buenos, y así nos va... Esta es una batalla perdida, pero las editoriales son las máximas culpables por no contratar a los mejores y no comprobar después el resultado final. A mí me ha pasado con "Inferno" de Dan Brown, una novela que cuesta 22,50 euros y tiene una cantidad de errores que da miedo...
ResponderEliminarPues menos mal que no soy mucho de Dan Brown porque quien se haya echo con la novela, al igual que tú, pues ni te cuento. Algo tendremos que intentar entre todos para que no ocurran estas barbaridades y más tratándose de editoriales fuertes. Un abrazo, Paco.
EliminarMe acaban de pasar este libro y no habia leido ninguna reseña sobre él,esta es la primera ,y la verdad es que me tira aun poco para atrás.Lo dejaré para otra ocasion.
ResponderEliminarBesos
Muy buenas... Acabo de encontrarme un anuncio sobre el libro en una web, y, curioseando, curioseando, llegué hasta aquí. Me ha parecido interesante la reseña, pero aún más el hilo argumental desarrollado entre todos, blogueros y comentaristas, sobre las traducciones.
ResponderEliminarQue un stylus sea una aguja de disco puede hacer que alguno salte a una coincidencia con pen [http://diccionario.reverso.net/ingles-espanol/stylus], y de ahí a bolígrafo solo hay una tremenda empanada mental histórica.
No es la segunda ni la séptima ocasión en que me ha pasado ésto: Encontrar traducciones literales, de traductor web o titulado universitario iletrado (NO es tan solo un oxímoron, es una realidad cotidiana), amparadas bajo un sello editorial. Recuerdo un artículo de Arturo Pérez-Reverte sobre los correctores de estilo, compendios de la gramática oficial y la que no lo era, personas muy leídas que vigilaban por una cierta pulcritud del lenguaje y la coherencia del texto. Supongo que el corrector ortográfico y gramatical de los procesadores de textos los habrá arrinconado, o directamente expulsado, del proceso interno de una publicación. Aunque sea al revés, puede uno reirse algo sobre el tema en esta referencia: http://www.elqueapagalaluz.com/2013/06/speaking-in-silver.html
La pena es que si te gusta leer hay veces que los gazapos son tan burdos que haciendo ingeniería linguística inversa se da uno cuenta de que la expresión original llega a no tener nada que ver, o que se usa una expresión absolutamente fuera de lugar, como expresiones médicas, técnicas, o de otros contextos, cuyas traducciones precisan de un término equivalente PERO NO IGUAL.
En cuanto al lenguaje y modos coloquiales actuales o pasados, puede que no sea La guerra de las Galias, pero la autora Lindsey Davis sabía hacer un lenguaje creíble a la par que formal o informal según la circunstancia. Pero esa era otra traducción.
También te encuentras cosas buenas: la serie de Harry Potter gana mucho en la magnífica traducción, por ejemplo, respecto a su simplista y macarrónico original.
Un saludo.