Datos
técnicos:
Título: El
cielo sobre Canfranc.
Autora:
Rosario Raro.
Editorial:
Planeta (Grupo Planeta).
1ª
edición: Abril/2022.
2ª
impresión: Mayo/2022.
Encuadernación:
Tapa dura con sobrecubierta).
ISBN:
978-84-08-25596-3.
Idioma:
Español.
Nº
páginas: 521.
Sinopsis:
Canfranc,
1944. La joven Valentina Báguena, colaboradora de la Resistencia
contra las fuerzas de ocupación nazis en el sur de Francia, descubre
que la guerra cambia por completo la forma de vivir, de pensar y,
sobre todo, de amar cuando conoce al paracaidista alemán Franz Geist
el mismo día en que un incendio destruye el pueblo de Canfranc. Tras
la devastación producida por el fuego, los habitantes de este lugar
serán víctimas, además, de una de las mayores estafas de la
historia de España. Un hecho de dimensiones extraordinarias, pero
casi desconocido hasta ahora.
El
cielo sobre Canfranc es
una novela que late desde el corazón del Pirineo para desplegarse
después hacia sus otros escenarios aragoneses, gallegos y franceses.
Rosario Raro vuelve con esta obra al territorio mítico de su exitosa
Volver
a Canfranc,
para mostrarnos que, a veces, el tren equivocado puede llevarnos a la
estación correcta.
Opinión
Personal:
Me
encandiló Rosario Raro (Segorbe-Castellón, 1971) con su exitosa
ópera prima Volver
a Canfranc. Me
gusta su buen hacer literario. Las temáticas que aborda en sus novelas
son muy poco conocidas por la mayoría de los lectores, entretiene con tramas muy consistentes, en las que el rigor documental es
la base que utiliza para conferirle realismo a la trama de turno, y
conmueve con las historias que protagonizan unos personajes muy vivos, de carne y hueso, en los que refleja cualquier detalle mínimo que los identifique. Si
disfruté mucho con Volver
a Canfranc, no
sabría
qué calificativo elegir para definir el efecto que provocó en mí
la lectura de esta obra, porque creo que se quedaría corto.
|
(Estación Canfranc-Alto Aragón-Huesca) |
A
lo largo de los 143 capítulos más un epílogo en los que se
estructura esta novela, se
percibe que la escritora segorbina disfrutó
mucho con la planificación y desarrollo de su trama.
Una trama en la que me dije que era una
de las que más me atrajo el resumen visual que ofrece la editorial
en la portada y
en las imágenes de la época que figuran en las guarda. guardas en las que
muestran fotografías de la mítica estación ferroviaria de
Canfranc, el incendio que calcinó el pueblo de Canfranc en 1944, así
como imágenes
de
diarios de la época relacionadas con noticias sobre este devastador
incendio y todo lo que se genera en torno al mismo.
Una estructura que hace que la narración de la voz omnisciente sea
muy
dinámica,
porque el
lector se encontrará en cada capítulo,
algunos de ellos de apenas dos páginas, con
episodios que atraen su atención.
Capítulos que están estructurados de tal forma que se percibe que
la
autora tiene muy claro en donde cortar el relato para que se esté al
tanto de lo que sucede en las diferentes localizaciones en las que se
desarrollan las subtramas que enriquecen a la principal.
Unas subtramas en las que la
voz narrativa ofrece la información de tal forma que se va un paso
por delante de la que tienen los personajes.
Esto que acabo de comentar se refleja, sobre todo, entre los dos
protagonista, porque en
más de una ocasión me pregunté si llegarían a tener constancia de
las dudas que les preocupan y las reacciones que desencadenarían, ya
que a lo largo de los capítulos se refleja que la atracción entre
ellos es cada vez más manifiesta. Otro tanto sucede con los
personajes secundarios que mayor peso tienen en la novela,
aunque prefiero que sean quienes se interesen por la lectura de El
cielo sobre Canfranc, quienes deduzcan si sucederá o no esta
circunstancia.
La
vida de la joven Valentina Bágena da un vuelco desde el momento en
el que regresa de entregar un paquete en la estación ferroviaria del
Bosque de Les Forges d´Abel, en Francia, a la altura del túnel ferroviario de
Somport. Da un vuelco porque, de regreso a Canfranc, y sin darse
cuenta de que ella los ve oculta por un árbol, observa cómo unos soldados recogen unos fardos, porque
«escuchó
a su espalda unos pasos que hicieron crujir la hojarasca. No podía
huir en cualquier dirección y anticipó que, en cualquier momento,
sentiría una mano sobre su hombro»(pág.
29). Pero también porque entra a formar parte de su
vida el paracaidista alemán Franz Geist, aunque, según transcurre la
relación entre ambos se presiente un amor imposible, porque las
vicisitudes que les acompañan provoca que el lector se pregunte si
ese romance terminará con el final previsto dadas las
circunstancias personales de ambos. Una vida que cambiará también
porque ese mismo día se produce un incendio devastador que arrasa
con uno de los pueblos más hermosos del Alto Aragón, Canfranc.
|
(Bosque Les Forges d´Abel-Francia) |
Al
igual que en Volver a Canfranc, en
El cielo sobre Canfranc
hay un gran componente histórico sobre el que gira la trama de esta
novela. Hay un homenaje a los miembros de la Resistencia que
colaboraron para que, a través de los Pirineos, pudieran salvar las
vidas del mayor número de judíos posible, para que pudieran iniciar una
nueva vida lejos de la barbarie nazi porque, si los apresan, son
conducidos a los campos de exterminio. Se cifran en unos cuatro mil
los que consiguieron eludir la deportación a través la Estación
Internacional de Ferrocarril de Canfranc. Sus salvadores fueron
personas normales y corrientes que arriesgaron su vida con la simple
arma de la valentía y el altruismo, porque para ellos suponía
salvar vidas humanas de una muerte que no tiene calificación. Pero
también es de carácter histórico el devastador incendio de
Canfranc, y todo lo que sucede en torno a este triste episodio, desde que «Franco
decide adoptar esta noble villa que, cual Ave Fénix, resurgirá de
sus cenizas con unas alas todavía de mayor envergadura»
(pág. 66).
Un incendio del que derivan unas subtramas en las que la intriga está
muy presente por todo lo que sucede para que la reconstrucción del
mismo se haga realidad y sus habitantes puedan regresar a sus casas.
Rosario
Raro consiguió que realizara un viaje literario a la época en la
que se desarrolla la trama, mientras me enfrascaba en la lectura de
El
cielo sobre Canfranc, en todo momento tuve la sensación de que paseaba junto a los personajes por
los diferentes escenarios por los que transitan. Las poblaciones del
Alto Aragón, así como Huesca, Jaca, Zaragoza y Vigo, en España, al igual
que Pau y París, en Francia, son descritas de forma clara y precisa,
por lo que no se interrumpe el ritmo narrativo. A través de estas
imágenes visuales pude imaginar cómo eran estas localizaciones en
ese entonces, al igual que los espacios interiores y los medios de
transporte que se utilizan, según la clase social a
la que pertenecen los personajes, entre los que me atrajo el
vehículo del que tanto presume el Gobernador Civil de Huesca, y que
desempeña un papel trascendental en las decisiones que toma Franz
Geist, desde que tuvo que abandonar Canfranc, una vez finalizadas las órdenes de trabajo recibidas por
sus superiores. Una ambientación en las que el narrador omnisciente
describe los paisajes que las rodean cuando el episodio de turno es
propicio para ello. En este sentido, me atrajeron mucho las que se muestran sobre los parajes del Alto Aragón, en donde
no faltan leyendas que guardan relación con estos, y la vida en Pau
y París en una época en la que se presentía que no tardaría en
firmarse las actas de capitulación alemanas que dieron fin a la Segunda
Guerra Mundial. No me olvido del papel que desempeña la Estación
Internacional de Ferrocarriles de Canfranc, que es un personaje más
de la novela, y del que merece la pena recrearse con la historia
que atesora este mítico edificio.
Por
las páginas de El
cielo sobre Canfranc transitan un elenco de personajes muy atractivos, dadas las
circunstancias que rodean a todos ellos en la trama, sobre todo los
que desempeñan un papel trascendental, tanto los dos protagonistas
como los secundarios que más peso tienen en esta historia. Unos
personajes que, como ya comenté en esta reseña, cobran vida propia,
y de los que el lector estará muy pendiente a lo largo de los capítulos. Una trama en la que diría que se produce
un efecto dominó, porque el lector se encontrará con vidas
entrecruzadas, lo que origina una serie de situaciones de las que
se está muy pendiente, sobre todo si cobran protagonismo los
gerifaltes de la provincia afectos al régimen franquista, por la influencia que tienen sus actuaciones en los demàs personajes. La autora
los perfila de tal forma que el lector se familiariza con ellos con el paso
de los capítulos, en los que estamos muy pendientes de las
situaciones a las que se enfrentan, porque dadas las circunstancias
que les rodean, su vida puede correr peligro. Y es que, dadas las pretensiones de algunos, les llevan a tomar unas decisiones en las que se arriesgan a conseguir un desenlace funesto.
Circunstancias que provocan que no se dé crédito ante las
actitudes perversas de alguno para el disfrute de sus más bajos
instintos, creyéndose inmune por el cargo que ostentan. El narrador
omnisciente relata todo lo que les sucede de forma imparcial, desde el punto de vista de cada
personaje.
|
(Canfranc tras inc. 1944-Alto Aragón-Huesca) |
Los
personajes vuelven a ser uno de los grandes alicientes que invitan a
mostrar interés por la última novela publicada hasta la fecha por
Rosario Raro. Personajes que son un fiel reflejo de la época que les
toca vivir, y en los que el perfil
psicológico está muy presente, sobre todo en los episodios más àlgidos. En mi opinión,
entiendo que tienen un mayor peso los femeninos, aunque
los masculinos no tienen desperdicio, sobre todo los que son afectos
al régimen y guardan relación con la reconstrucción de Canfranc, o
el padre de Valentina, Goyo Báguena, que desempeña un papel un
tanto oscuro y autoritario con su familia, quienes no tienen muy claro por qué se ausenta tanto tiempo para dedicarlo al negocio en el que trabaja. Al
igual que sucede en Volver
a Canfranc,
la actividad que realizan alguno guarda relación con la que llevaron
a cabo personajes reales, o bien tienen un origen literario. Entre
los miembros de la Resistencia, Laurent Juste es un personaje que en
la realidad corresponde al francés Albert Le Lay. Considero que
tienen carácter literario Esteve Durandarte, Jana Belerma y, en mi opinión, también Günter,
un alemán que vive en un chamizo del puerto de Vigo, y por el trato
cada vez más cercano que mantiene con Franz Geist, así como por los
episodios que vivió en el pasado y rememora, cuando la relación entre ambos es
más estrecha, tuve muy presente la novela corta de Hemingway, El
viejo y el mar,
porque encontré muchas similitudes con el protagonista de la que se
considera la mejor obra del escritor estadounidense. También hay alusiones literarias en episodios concretos que recuerdan a pasajes de autores clásicos, como los famosos cuentos de los hermanos Grimm o Bram Stocker, y su novela Drácula, entre otros. El lector se
encontrará con personajes femeninos de todo tipo: desde quienes incluso corren el riesgo de que su vida esté en peligro, por su compromiso firme con la Resistencia, o porque no dudan en tomar
decisiones que guardan relación con las autoridades de las que
depende la reconstrucción de Canfranc, como alguna de las esposas de estos, una vez que se enteran del papel real que desempeñan en la
reedificación del pueblo. Sus decisiones originan una serie de
episodios de los que estuve muy pendiente, no sólo porque deduje que eran
capaces de hacer cualquier cosa, sino también por las escenas que
guardan relación con lo que sucede en casa de Visitación, a
escondidas de su esposo. En el otro extremo está Zósima, una mujer de fuerte carácter, esposa del procurador en Cortes, Simeón Bellver. No me
olvido del papel que desempeña en esta subtrama Fausta Arellano, que
está al frente de la Dirección General de Propaganda del
Movimiento, a quien los mandamases provinciales toman como una mosca
cojonera, así como el papel que desempeña Leonor, la madre de
Valentina, de carácter más bien pesimista, pero que no duda en
dar consejos a su hija en relación con su futuro. Pese a lo que
comento sobre Leonor, hay episodios en los que su presencia supone un
aire fresco, por la reacción que muestra ante las situaciones a las
que se enfrentan madre e hija, acompañadas de Maider, una niña de
Canfranc que es acogida por Valentina tras el incendio del pueblo.
Como
ya comenté en el primer párrafo de esta reseña, no
sabría
qué calificativo elegir para definir el efecto que provocó en mí
la lectura de El
cielo sobre Canfranc,
porque creo que se quedaría corto. Como se suele decir en estos
casos, disfruté como un gorrino en un lodazal. Rosario Raro
planifica una historia atractiva, dinámica y absorbente, y en la que
la intriga está muy presente, tanto en lo que se refiere al amor
imposible que se percibe en el romance que mantienen Valentina, miembro
de la Resistencia, y Franz Geist, un paracaidista alemán al que
conoce el mismo día en el que se incendia Canfrac. La trama, que es relatada por un
narrador omnisciente imparcial, gira en torno a estos dos episodios
conexos, de los que derivan varias subtramas muy atractivas, lo que
provoca que los capítulos se sucedan prácticamente sin
darnos cuenta. Este efecto se origina tanto por el dinamismo que hay
entre las diversas localizaciones en las que se desarrolla cada una
de esas subtramas, como por la corta extensión de los capítulos, en los que me encontré con
episodios que atrajeron mi atención. El estilo narrativo es directo
y la autora utiliza un lenguaje depurado, ajustado en los diálogos
a la clase social de los personajes. Diálogos en los que también utiliza la
grandilocuencia, relacionada con los gerifaltes provinciales que
dirigen la reconstrucción de Canfranc. El ritmo
narrativo es fluido, y diría que incluso muy fluido en varias fases
de la trama, a lo que también ayuda la presencia de unos diálogos
cortos, muy vivos, naturales y dinámicos, en los que se palpa la tensión
narrativa en las situaciones más álgidas que se producen entre los
personajes. Otro tanto sucede en los episodios en los que se produce algún giro, en los que incluso se teme un desenlace funesto.
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(Calle Coso Alto-Huesca) |
En El
cielo sobre Canfranc, el
lector se encontrará con una trama en la que la mítica estación
ferroviaria es un personaje más de esta novela. Una trama en la que
un narrador omnisciente le lleva a realizar un verdadero viaje
literario en el tiempo y encontrarse con hechos que se desarrollaron
en un enclave que tuvo un papel relevante en el transcurso de la
Segunda Guerra Mundial. A lo largo de los capítulos se encontrará con una historia en
la que están muy presentes el amor imposible, la amistad, el altruismo de quienes forman
parte de la Resistencia para salvar vidas humanas del holocausto
nazi, el espionaje, la venganza, la pederastia, la corrupción, la intriga, y unos
personajes perfilados con mucha fuerza, sobre los que un narrador
omnisciente nos incita a estar muy pendiente de todas las vicisitudes
que les acompañan en un trayecto en el que, «a
veces, el tren equivocado te lleva a la estación correcta»,
fragmento que figura en una de las páginas que anteceden al cuerpo
de la novela. Un trayecto en el que también hay lugar para el amor en tiempos de guerra.
Biografía:
Rosario
Raro (Segorbe, 1971) es doctora en Filología Hispánica y profesora
de Lengua Española y Escritura Creativa en la Universitat Jaume I de
Castellón. Ha publicado en la editorial Planeta Volver
a Canfranc,
Desaparecida
en Siboney y
La
huella de una carta.
Con estas obras suma veinte ediciones hasta el momento. Un
viaje de novela,
el viaje teatralizado en tren y la ruta literaria sobre Volver
a Canfranc,
ha obtenido el premio a la mejor experiencia turística de Aragón
2021. La autora ha colaborado con sus artículos en Qué
leer,
El
País y
El
Dominical de
El
Periódico.
Su obra ha sido traducida a varios idiomas. Ganó el premio Magda
Portal del Ministerio de la Mujer de Perú, país donde vivió casi
una década, y el prestigioso premio Ciudad de Huelva de relato,
entre otros galardones internacionales.
Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de la Editorial Planeta. Fotografía de Rosario Raro tomada de la web de Todoliteratura. Imagen de la Estación Ferroviaria Internacional de Canfranc tomada de la web Turismo de Aragón. Imagen del Bosque Forges d´Abel tomada de la web Wikiloc. Imagen de Canfranc tras el incendio de 1944 tomada de la web del diario ABC. Imagen de la Calle Coso Alto, de Huesca, tomada de la web Flickr.
Todavía no he leído nada de la autora pero me queda muy claro que tengo que estrenarme con ella. Se nota que lo has disfrutado muchísimo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Rosario Raro y Canfranc tienen una relación muy especial. Leí "Volver a Canfranc" de la autora y me gustó mucho, así que no me importaría regresar al lugar con esta novela que nos traes. Desconocía el episodio del incendio. Abrazos.
ResponderEliminarHola Paco, no soy demasiado aficionada a las novelas que se desarrollan durante la II Guerra Mundial, pero Volver a Canfrac me gustó mucho, así que esta también la tengo apuntada. Besos.
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