Reseña El templete de Nasse House, de Agatha Christie.

 

Datos técnicos:

Título: El templete de Nasse House.

Título original: Dean m´ans Folly.

Autora: Agatha Christie.

Traductora: Stella de Gal.

Editorial: Molino.

Selecciones de Biblioteca Oro.

Encuadernación: Tapa blanda.

ISBN: 84-272.0279-2.

Idioma: Español.

Nº pág.: 233.

Sinopsis:

El matrimonio Folliat, encargado de organizar la fiesta del pueblo, decide encomendarle a su amiga y escritora de libros de misterio Ariadne Oliver la planificación de un falso asesinato, para entretenimiento de los presentes. Ella acepta encantada, y se pone manos a la obra. Tras varias semanas de planificación, Ariadne acude en el último momento a su amigo Hércules Poirot para obtener su valiosa ayuda, ya que sus instintos le dicen que algo siniestro se incuba detrás del divertimento. Efectivamente, Poirot no tardará en descubrir que nada ni nadie es lo que aparenta... ni siquiera el falso asesinato (233 pág., tapa blanda).

Opinión Personal:

Por algo llaman a la escritora inglesa Agatha Christie la reina del crimen. Cualquier seguidor de esta prolífica autora de novelas de misterio sigue con mucho interés los casos que investigan los detectives más carismáticos creados por su imaginación, Hercules Poirot y Miss Marple, aunque también cuidó a otros quizás menos seguidos por los miles de lectores fieles a las tramas policíacas que crea, como los detectives amateurs Tommy y Tuppence Berestford o Parker Payne, un detective del corazón, como así se define.

En mi opinión, sus novelas de misterio son atemporales, en el sentido de que muchos autores actuales de lo negrocriminal siguen las pautas marcadas por la autora de obras archiconocidas, como Asesinato en el Orient Express, Diez Negritos, Muerte en el Nilo o Matar es fácil. Sin duda alguna, el utilizar sus elementos recurrentes convierten la trama en una obra en la que el entretenimiento está asegurado desde las primeras páginas y la voz narrativa de turno invita al lector a que intente averiguar quién es el culpable de haber cometido el delito de turno. En mi caso, en la novela que hoy reseño y sin duda alguna recomiendo, El templete de Nasse House, no fui capaz de averiguarlo. En este sentido, la escritora británica sabe jugar al despiste, porque todos los personajes en los que pone el foco pueden ser señalados como culpables de haber asesinado a la joven Marlene Tucker, con el añadido de que nada es lo que parece.

En El templete de Nasse House, Hercules Poirot es invitado por la excéntrica escritora de novelas policíacas, Aridane Oliver, para que visitara el pueblo durante las fiestas que organiza el matrimonio Folliat. Unas fiestas en las que se propone un juego innovador para hacerlas más atractivas: la Persecución del Asesino. La escritora quiere que sea Poirot el encargado de entregar el premio al ganador. Sin embargo, la escritora presiente que algo no va bien y teme que pase algún episodio desagradable que altere el buen desarrollo de los actos que se organizan. Unos actos que creen que tendrán éxito porque participarán muchos vecinos y gente de los alrededores. Pero Poirot se encuentra con que la preocupación de Ariadne Oliver se convierte en una realidad, ya que aparece muerta la joven Marlene Tucker, que se había ofrecido para desempeñar el papel de la fallecida que tenían que encontrar los participantes en el juego ya citado en las primeras líneas de este párrafo. Lo que parecía un lugar de ocio para Poirot se convertirá en una de las investigaciones más dificultosas de su carrera como detective privado.

En esta obra el carismático detective belga, Hercules Poirot, debe resolver un asesinato con las cualidades que lo caracterizan, si bien la lógica deductiva sacada del estudio de la condición humana, hace que se dé cuenta de que no sigue el camino correcto, para inculpar a quien cometió el crimen de la joven Marlene Tucker. El mismo camino sigue la investigación que lleva a cabo la policía británica, dirigida por el inspector Bland. Su fama como tal le precede; de hecho, en el pueblo al que es invitado para entregar el premio en el que los participantes tienen que resolver las pistas que se les ofrece para llegar al desenlace del juego citado en el párrafo anterior, se asombran y enorgullecen con su presencia en las fiestas del pueblo. La escritora británica  desorienta mucho al lector con el abanico de pistas falsas que se abren para encontrar al culpable del crimen cometido, con el añadido de que utiliza la técnica que mucho éxito le dio en sus obras de misterio, como es la de que nada es lo que parece. Sin embargo, Poirot es un sabueso que no duda en darle las vueltas que sean necesarias a sus investigaciones, porque es consciente de que su astucia le llevará a poner en manos de la policía al culpable de turno. Su estudio a conciencia de los rasgos psicológicos de los personajes le ayudan a llegar al desenlace esperado. En mi opinión, diría que Agatha Christie supo sacarle el mayor provecho posible a las cualidades que definen al detective privado de origen belga. Diría que es una de las novelas en las que puso más a prueba sus calidades, porque la desilusión también llegó a estar presente en este personaje. El encallamiento en que convierte a El templete de Nasse House convierte al desarrollo de la trama en muy atractiva, si bien diría que hay fases en las que el procedimiento policial se me hizo un tanto tedioso, aunque he de reconocer que las minuciosas investigaciones llevadas a cabo por el inspector Bland sirvieron a Poirot para sacar a relucir sus cualidades con las que descifrar el misterio del asesinato de la joven que aceptó desempeñar el papel de muerto en el juego de la Persecución del Asesino.

Sin duda alguna, leer las novelas de misterio de Agatha Christie es tener el entretenimiento asegurado, con el añadido de que el lector siente el interés de averiguar quién es o quiénes son los culpables de haber cometido el delito de turno. Aunque en muchas de las tramas que escribió no lo pone muy fácil, porque utiliza la técnica en la que nada es lo que parece, con lo que el juego del despiste está asegurado. Quizás El templete de Nasse House no sea una de sus mejores obras, pero a mí me gustó mucho, porque los dieciocho capítulos en los que se estructura la trama incitan a estar muy pendiente de todo lo que sucede en su desarrollo, al igual que a recorrer los espacios por donde se mueven los personajes. Unos espacios muy atractivos y visuales. La reina del crimen se sirvió en este caso del condado no metropolitano de Devon para ubicar los episodios que tienen lugar en esta novela, en donde se mencionan algunos parajes conocidos, como Plymouht o Torquay, la ciudad en la que nació. El templete de Nasse House tiene un ritmo de lectura muy fluido, porque predominan, y con diferencia, los diálogos frente a las descripciones. La escritora británica utiliza un estilo directo, y un lenguaje sencillo, en el que en ocasiones el lector se encontrará con vocablos escritos en francés y resaltados en cursiva, a consecuencia del origen belga de Hercules Poirot. Un Hércules Poirot a quien se le acumulará el trabajo, porque la idea inicial de aceptar la entrega del premio al ganador de las fiestas del pueblo, en las que pasaba una temporada la excéntrica escritora, Ariadne Oliver, se convirtió en un vuelco inesperado para el detective privado. Poirot tendrá que resolver un asesinato cometido en la persona de la joven Marlene Tucker, que se ofreció para actuar como figurante en la Persecución del Asesino. Una trama en la que las sorpresas desagradables se sucederán a medida que avanza su desarrollo hasta que el lector se encuentra con un desenlace bien cerrado. Sin duda alguna, la reina del crimen tenía muy claro cómo atraer la atención del lector en sus novelas de misterio. 

Biografía:

Escritora inglesa, Agatha Christie es considerada como una de las más grandes autoras de crimen y misterio de la literatura universal. Su prolífica obra todavía arrastra a una legión de seguidores, siendo una de las autoras más traducidas del mundo y cuyas novelas y relatos todavía son objeto de reediciones, representaciones y adaptaciones al cine.

Christie fue la creadora de grandes personajes dedicados al mundo del misterio, como la entrañable Señorita Marple o el detective belga Hércules Poirot. Hasta hoy, se calcula que se han vendido más de cuatro mil millones de copias de sus libros traducidos a más de 100 idiomas en todo el mundo. Además, su obra de teatro La ratonera permaneció en cartel durante 23.000 representaciones.

Nacida en una familia de clase media, Agatha Christie fue enfermera durante la I Guerra Mundial. Su primera novela se publicó en 1920 y mantuvo una gran actividad mandando relatos a periódicos y revistas.

Tras un primer divorcio, Christie se casó con el arqueólogo Max Mallowan, con quien realizó varias excavaciones en Oriente Medio que luego le servirían para ambientar alguna de sus más famosas historias, al igual que su trabajo en la farmacia de un hospital, que le ayudó para perfeccionar su conocimiento de los venenos.

La obra de Christie se extiende a lo largo de más de cincuenta años, con personajes como Miss Marple o Poirot, siendo clasificada como novela de misterio. De entre sus novelas habría que destacar títulos como Diez negritos, Asesinato en el Orient Express, Tres ratones ciegos, Muerte en el Nilo, El asesinato de Roger Acroyd o Matar es fácil, entre otros muchos. Las adaptaciones al cine de su obra se cuentan por decenas.

Agatha Christie murió en Wallingford el 12 de enero de 1976.

Notas: Datos técnicos y sinopsis tomados de la editorial Molino. Biografía de la autora tomada de Lecturalia.