jueves, 23 de diciembre de 2021

La estrella de quince puntas, de Noelia Lorenzo Pino.

 











Datos técnicos:



Título: La estrella de quince puntas.

Autora: Noelia Lorenzo Pino.

Editorial: Erein.

1ª edición: Febrero/2020.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-9109-581-1.

Idioma: Español.

Nº Pág.: 416.



Sinopsis:



La aparición del cuerpo decapitado de una joven en el Parque Ecológico de Plaiaundi, con las yemas de los dedos abrasadas con ácido sulfúrico, pondrá de nuevo en jaque a la unidad de investigación criminal de la Ertzaintza. Esta, deberá enfrentarse a un asesino astuto que imposibilitará el hallazgo de pistas concluyentes en un caso en el que nada es lo que parece.


Como telón de fondo el día a día de los Careaga, una familia afincada en una urbanización de lujo de Punta Galea, que nos irá mostrando, poco a poco, los secretos y miserias con los que conviven desde hace muchos años.


Como en sus anteriores entregas, la autora nos sumerge en la materia con ayuda de una pormenorizada cronología de los hechos, y vuelve a demostrarnos su maestría a la hora de describir las relaciones personales que se trenzan entre sus personajes.


El suboficial Jon Ander Macua y la agente Eider Chassereau se verán inmersos en una compleja y absorbente trama en la que se involucrarán al máximo y que les conducirá a un final de vértigo que cambiará sus vidas para siempre.




Opinión Personal:




Le estrella de quince puntas es la cuarta entrega de la serie que protagonizan la agente de la Ertzaintza Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua. Me decanté por esta novela porque la recomendó Laky, la administradora del blog Libros que hay que leer, para el reto Serendipia recomienda. Este es un reto literario en el que se aconsejan lecturas de títulos que sean poco conocidos y con los que descubramos pequeñas joyas literarias a los demás lectores. En mi modesta opinión, entiendo que es una recomendación acertada, porque nos encontramos con una trama que tiene una clara influencia clásica, en cuyo desarrollo la escritora irundarra mantiene nuestra expectación hasta la última página, y supongo que a la mayoría de quienes la hayan leído les habrá pasado lo que a mi, porque no fui capaz de adivinar quién pone de nuevo en jaque a esta unidad de la Ertzaintza en Oiartzun. Antes de pasar a comentar mis impresiones quería resaltar que el hecho de que sea el cuarto título de esta serie no supuso obstáculo alguno para que me sintiera cómodo durante su lectura; al contrario, me resultó suficiente que el narrador omnisciente me pusiese en antecedentes sobre unos episodios, todavía recientes, que influyen en el estado de ánimo de los miembros de esta unidad de investigación criminal, lo que se ponen de manifiesto a lo largo del desarrollo de la trama.

(Parque Eólico Plaiaundi-Guipúzkoa)
Noelia Lorenzo Pino (Irún, Guipúzkoa, 1978) tiene muy claro cómo mantener muy entretenido al lector durante el desarrollo de la trama, jugando con las bazas propias de este género literario y porque es consciente de que le expone una historia de corte clásico, con el aliciente de que nada de lo que sucede a lo largo de los capítulos es lo que parece. Sin duda alguna, logra mantener un claro equilibrio entre el universo de personajes que transitan por las poco más de 400 páginas que la conforman, las localizaciones por las que se mueven y el ambiente que los rodea, tanto en lo referente a las características atmosféricas propias de Euskadi como el espacio temporal de la trama, que comienza el miércoles 22 de abril y finaliza el sábado 27 de junio, con un capítulo que podría tomarse como epílogo, porque tiene lugar cinco semanas después, el sábado 1 de agosto. Sin duda alguna, este período en el que suceden los episodios que parten de la aparición del cuerpo decapitado de una joven en el Parque Ecológico de Plaiaundi, entiendo que no es elegido al azar por la autora, como se podrá comprobar sobre todo en base al cúmulo de situaciones que se suceden en el último tramo, y dan lugar a que me haya preguntado en más de una ocasión por el desenlace que me esperaba.

Uno de los grandes atractivos que encuentro en La estrella de quince puntas es el papel que desempeñan los personajes. En este sentido, la autora otorga una gran trascendencia a las relaciones personales entre los miembros que conforman la Unidad de Investigación Criminal de Oiartzun, sobre todo de la agente Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua, confiriéndoles tintes intimistas, en los que no faltan reflexiones sobre determinadas situaciones a las que se enfrentan o ante dudas que se les presentan. No leí las tres novelas anteriores de esta serie -aunque no lo descarto-, pero entiendo que cuida con mimo las relaciones entre ambos personajes, porque es consciente de que sus encuentros y desencuentros le dan mucho juego a la novela, lo que dio lugar a que en más de una ocasión me haya preguntado si cabría la posibilidad de una relación sentimental entre los dos ertzainas, tal y como se desarrollan las escenas que originan estas elucubraciones mías. Aunque también cuida la relación que se establece entre los diferentes miembros de la Unidad de Investigación Criminal de Oiartzun, en las labores que desempeña cada uno, porque son conscientes de que es clave la unidad del equipo, ya que todavía no se han repuesto del gran golpe que recibieron mientras investigaban el caso anterior. Pero también estuve muy pendiente de la relación de la agente Eidder Chassereau con su sobrina Vanesa -una adolescente que ahora vive con ella-, y cuya relación dará lugar a una serie de episodios que ponen a prueba la profesionalidad de la ertzaina, porque no sólo tiene que estar muy pendiente de una investigación que les está dando muchos quebraderos de cabeza, sino que teme que la joven pueda ser objeto de la actuación del astuto asesino de quien les es difícil encontrar pistas concluyentes que lo incriminen.

(Punta Galea-Getxo-Bizkaia)
El lector estará muy pendiente de las relaciones personales entre los ertzainas de la Unidad de Investigación Criminal de Oiartzun, a la agente de la Ertzaintza Eider Chassereau y al suboficial Jon Ander Macua, a quienes les espera una labor de investigación compleja en el caso Maniquí. Se encontrará con unos personajes muy atractivos, a la par que inquietantes, como son los miembros de la familia Careaga, afincada en una urbanización de lujo de Pinta Galea, en Bizkaia. Una familia en torno a la cual Noelia Lorenzo Pino planifica y desarrolla una subtrama que no tiene desperdicio, tanto por los rasgos que caracterizan a los hermanos Thomas y Alexander Careaga, como a Melissa Greene, la actual esposa de Gustavo Careaga, el patriarca de la familia, y ahora postrado en estado vegetativo, sin olvidarme de Paula, la joven y bella esposa del hermano mayor. Una familia que vive en la opulencia, pero que también protagoniza unas escenas que provocan angustia por la forma en la que actúan algunos de los miembros que la conforman. Sin embargo, no tenía muy claro si la voz narrativa me mostraba pistas falsas sobre la posible implicación de alguno de los miembros de esta familia en el asesinato de la joven que se encontró decapitada en el Parque Ecológico de Plaiaundi, lo que deduje de los movimientos y conversaciones sospechosas que mantuvieron sobre todo entre los dos hermanos. Pero también me decía que a través de esas conversaciones comenzaba a descubrir en pequeñas dosis los secretos y las miserias con los que conviven desde hace muchos años, sobre todo por el misterioso papel que desempeña el hombre que se hacía llamar César.

Me ha gustado mucho la ambientación de La estrella de quince puntas. La autora cuidó con mimo las localizaciones por las que transitan los personajes, descritas de una forma clara y concisa, con la que logra captar la atención del lector para que disfrute de los paisajes urbanos y rurales que describe la voz narrativa, sobre todo cuando se trata de las escenas propias del día a día de los personajes. Pero destacaría, sobre todo, cómo consigue crear esa atmósfera perturbadora que confiere a espacios como el Parque Ecológico de Plaiaundi, o la lujosa urbanización de Punta Galea, en los que el lector se encontrará con escenas espeluznantes, o cuando menos preocupantes, porque esas fueron las impresiones que me provocaron algunos episodios que tienen lugar en Irún, porque algo me decía que en algunos episodios que tienen lugar en esta ciudad guipuzcoana podían poner en peligro la integridad de alguno de los personajes. En este sentido, diría que están muy en consonancia con las sensaciones que acabo de mencionar, una serie de escenas que tienen lugar en el llamado Triángulo del Arte, en Madrid, -Museo del Prado, Museo Reina Sofía y Museo Thyssen-Bornemisza-, en los que la intriga está muy presente, tras el inesperado encuentro que tiene lugar en el primero de ellos, y que tanto atraen a los dos visitantes que están muy interesados en las obras que exponen.

En la cuarta entrega de la serie de novelas que protagonizan la agente de la Ertzaintza Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua, Noelia Lorenzo Pino planifica y desarrolla una novela negra escrita a ritmo de thriller, porque los capítulos son de corta extensión, muy dinámicos y adictivos. Está escrita con un lenguaje sencillo y efectivo, y los diálogos son muy atractivos, porque entiendo que son un magnífico complemento a las descripciones que ofrece el narrador omnisciente. La autora sabe cómo atraer la atención del lector en todo momento, sorprendiéndolo con una serie de giros en los que se percibe que están planificados a conciencia para que su presencia origine el efecto deseado, y consigue que se anime a averiguar quién es el asesino astuto que imposibilitará el hallazgo de pistas concluyentes en un caso en el que nada es lo que parece. Los dos protagonistas se encuentran ante un caso muy complejo que les conducirá a un final de vértigo que cambiará sus vidas para siempre, como adelanta la sinopsis.



Biografía:



Su carrera profesional está ligada al mundo de la moda hasta que la novela negra, su gran pasión, le hace dejarla de lado. En 2013 publica su primera novela, Chamusquina. Dos años más tarde ve la luz La sirena roja (2015), donde nos presenta a los agentes de la Ertzaintza Eider Chassereau y Jon Ander Macua. Un equipo de investigadores que reaparece en sus siguientes novelas: La chica olvidada (2016) y Corazones negros (2018), esta última galardonada con el “Premio Cubelles Noir” a la mejor novela negra publicada ese año y finalista en “Tenerife Noir”, “Salamanca Negra”, “Premios Novelpol” y en el prestigioso “Dashiell Hammett” que se entrega en la “Semana Negra de Gijón”.

Además de novela negra escribe literatura infantil. Ha publicado tres cuentos en euskera de la colección “Ane eta Moon”.



Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomados de la web de Erein. Imagen del Parque Eólico de Plaiaundi, tomada de la web de TripAdvisor. Imagen de Punta Galea tomada de la web de la Guía Repsol. 














6 comentarios:

  1. Pues pinta bastante bien. NO me importaría leerla si se cruza en mi camino, aunque me gusta seguir el orden, así que mejor a ver si tropiezo con el primero.
    Besotes!!!

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  2. Noelia es única con las localizaciones, te hace viajar con ellas. Y la narrativa, buah!, Brutal.
    Una gran reseña.

    Feliz Navidad Paco 🎄🎉🎁💋

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  3. Hola, tengo el segundo libro de esta serie en casa desde hace años porque me tocó en un sorteo y siempre estoy esperando a leer el primero para animarme con la autora. Si dices que se pueden leer sin seguir el orden, tal vez lo haga, aunque reconozco que me cuesta mucho. Besos y Feliz Navidad!.

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  4. No conocía ni a la autora ni sus libros pero no me importaría leer esta historia. Besos y Feliz Navidad !!!

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  5. Había leído alguna opinión sobre la novela pero no le había prestado mucha atención. Ahora que leo tu opinión y veo que se pueden leer de manera independiente, ya que el narrador omnisciente nos explica todo lo que necesitamos saber, lo veo con otros ojos.

    Me gusta, además lo que comentas sobre las localizaciones y la forma de narrar de la autora.

    Me la llevo anotada.
    Un saludo y FELIZ NAVIDAD.

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  6. La verdad es que Erein nunca defrauda, ni las recomendaciones de Laky. A favor... las ambientaciones, por lo que leo de tu reseña. Me echa para atrás que sea la cuarta entrega, porque soy un obseso y me gusta leerlas en orden, aunque sé que no es necesario. Apertas y felices fiestas¡¡¡

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