Título: Dile que no la olvido
Autor: Mario J. Les
Editorial: Terra Ignota
1ª edición: Diciembre/2017
Encuadernación: Rústica con solapas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-947801-0-5
Nº pág.: 445
Sinopsis:
1939.
La derrota republicana en la Guerra Civil Española es un hecho, y
grupos de combatientes y hordas de civiles escapan a Francia por
temor a las represalias de los vencedores. Lejos de encontrar la
ansiada libertad, llegan a un país invadido por los nazis y en el
que son repudiados. Marcial Segura y otros muchos compatriotas son
capturados por la Wehrmacht y
deportados a Mauthausen, el más inhumano campo de concentración del
Reich, donde
un simple golpe de suerte puede ser clave para la supervivencia.
1945.
Días antes de que Mauthausen sea liberado por la infantería
estadounidense, las tropas de las SS salen del campo en estampida.
Altos jerarcas del nazismo también huyen de los antiguos dominios
del Reich con
destino ultramar. En pleno corazón de aquella vorágine, la
guardiana Klein se halla en paz con su conciencia, sin saber todavía
que la odisea que marcará su vida no ha hecho sino comenzar.
Esta es la historia de
Marcial, de Joan, de Benito, de Luis y de tantos otros que
compartieron hambre y sufrimiento, pero también confidencias y
amistad en el infierno austriaco.
Esta es, más allá de los
Pirineos, también nuestra historia.
Opinión Personal:
Hoy publico mi reseña sobre
Dile que no la olvido, la
novela con la que Mario J. Les (Cascante-Navarra, 1972) cierra la
trilogía que dedica al Holocausto. En septiembre 2014 leí y
publiqué en este espacio mi reseña sobre El
plan Bérkowitz (reseña), con la que el
escritor cascantino presentaba sus credenciales en el panorama
literario nacional, con la primera de las tres novelas cuyas tramas
giran en torno a la barbarie cometida por los nazis. En septiembre de
2016 le tocaba el turno a la segunda de ellas, Sombras
tras los cristales (reseña). Sin duda alguna,
quienes estén interesados en afrontar la lectura de esta trilogía
se sorprenderán por la calidad que guardan sus páginas y también
comprobarán la evolución de su estilo narrativo que, como dice su
editor en el prólogo, «destacan
por su pulcritud y un estilo que, pese a estar muy depurado desde sus
inicios, ha ido madurando y perfeccionando con el
paso del tiempo, haciendo que la lectura sea disfrutable por la
inmensa mayoría de lectores que decidieron sumergirse entre sus
páginas, y disfrutar con una historia sólida y apasionante».
(Basílica del Romero-Cascante)
Dile que no la olvido es una
novela conformada por dos subtramas. La primera de ellas está
dedicada a los republicanos españoles que fueron deportados al campo
de exterminio nazi de Mauthausen. Está claro que nos encontramos con
un aliciente que invita a conocer las ignominias que sufrieron en sus
carnes quienes, tras la victoria franquista de 1939, decidieron
exiliarse a Francia. Marcial Segura ofrecerá su testimonio a los periodistas
de la empresa audiovisual Mendebaldea ProMedia. Les hablará sobre el destino que les
esperaba a los republicanos españoles que deciden cruzar los
Pirineos tras finalizar la Guerra Civil Española, algunos de los
cuales volverán a reencontrarse en uno de los barracones de
Mauthausen. La otra subtrama está protagonizada por Nadine Klein,
aunque de forma pasiva. En esta línea argumental, David y Simeón
Bérkowitz, los mecenas de los jóvenes periodistas de la empresa
audiovisual ya mencionada, quienes se desplazarán junto con los
hermanos Kraus hasta Buenos Aires (Argentina), donde intentarán
localizar a la antigua empleada que trabajaba en el negocio de los
padres de los judíos alemanes. Ambas subtramas transcurren de forma
paralela a lo largo de la novela, para confluir a medida que nos
acercamos a su desenlace, y sin que el lector se dé prácticamente
cuenta de esta convergencia. Una convergencia que ofrece un desenlace
atractivo y bien cerrado, ya que al lector le espera algún giro que
incrementa su interés por conocer lo que sucede en las últimas
páginas de esta novela.
A parte de lo comentado en el
segundo párrafo de esta reseña, nos encontramos con otro aliciente
que ofrece Dile que no la olvido. Mario J. Les ubica una parte de los escenarios de la primera
línea temporal en su ciudad natal, Cascante, ofreciendo al lector
una verdadera visita guiada a través de los rincones más
emblemáticos de esta población navarra, con unas
descripciones muy claras y visuales. Esos escenarios son elegidos a
conciencia para que encajen a la perfección en los episodios que se
desarrollan en ellos, y surtan en el lector el efecto deseado. El
atractivo que muestran estos escenarios sirven también para que el
lector se relaje con ese paseo literario que ofrece el autor
cascantino por su ciudad natal, y suavizar un tanto la tensión
narrativa que está muy presente a lo largo de los capítulos. En la
segunda línea temporal, el lector se trasladará a una de las
arterias más renombradas de Buenos Aires, la Calle Garibaldi, en
donde los veteranos turistas, los hermanos Bérkowitz y los Kraus, se
reencontrarán con el pasado. A través del relato de Marcelo
González Klein, hijo de quien había sido empleada de los Kraus
hasta los duros episodios de La noche
de los cristales rotos, en la que
perdieron todo contacto con Nadine Klein, a quien consideraban como una hermana
mayor. Pese al recelo inicial mostrado por el hijo de la antigua Aufseherin,
los veteranos turistas judíos conocerán de forma directa la
verdadera odisea de la madre del galerista, quien no dudó en incorporarse
como guardiana de los campos de concentración nazis para encontrar
el paradero de los hijos de los Kraus, sobre todo porque quería
entregarles una reliquia que pertenecía a su familia, y que desahogaría merecidamente sus vidas.
(Casa de los Eichman-Buenos Aires)
Pese al título de esta
novela, Dile que no la olvido,
en mi modesta opinión entiendo que estamos ante una obra coral, pese a que Nadine Klein estará muy presente en buena parte de los
capítulos, porque también formará parte de algunos de los episodios relatados por Marcial Segura a los periodistas de la
empresa audiovisual Mendebaldea ProMedia, a quienes ofrece su testimonio de lo vivido en el campo de concentración de Mauthausen,
que les servirá para producir un documental con el máximo rigor
periodístico, propuesto por su mecenas, David Bérkowitz. Estamos
ante una novela de personajes y de historias cruzadas, ya que puede
decirse que los 23 capítulos en los que se estructura conforman un
verdadero puzzle, cuyas piezas va encajando el autor a la perfección
a medida que se aproxima el desenlace. Al igual que en El
plan Bérkowitz y Sombras
tras los cristales, el lector se
encuentra con un elenco de personajes trazados con mucha fuerza, y
muy cercanos, sobre todo los que conforman la primera línea
temporal, al igual que ocurría en las dos novelas antes citadas.
Junto con los miembros de la empresa audiovisual ya mencionada, Alex,
Fran, Maialen y Lynette, el lector se reencuentra con sus mecenas,
los hermanos David y Simeon Bérkowitz, y los hermanos Lina y Leni
Kraus. En esta novela el lector se encontrará con nuevos personajes:
Marcial Segura y Marcelo González Klein nos presentarán a quienes
vivieron el horror nazi en Mauthausen con el republicano
español y la madre del galerista argentino, destacando sobre todo
lo relatado en torno a la figura de Adolf Eichman, y los agentes del
Mossad que elaboran un operativo para capturar al responsable directo
del exterminio judío, sin olvidarme de la influencia personajes
ficticios como Rebekka Hafner y su padre Anton, que influirían de
una forma muy directa en el futuro de la antigua Aufseherin.
Al igual que sus dos novelas
precedentes, Dile que no la olvido es un thriller de marcado
contenido histórico, con altas dosis de intriga, y en donde el
lector se encontrará con escenas propias de una novela de espionaje,
sobre todo las que tienen lugar en Buenos Aires, en la segunda línea
temporal. Aunque también diría que a lo largo de los capítulos
están muy presentes los sentimientos y las emociones, por ese viaje
al pasado que realizan los cuatro veteranos judíos, junto con el
deportado republicano español y el hijo de Nadine Klein. El lector
se encontrará con escenas conmovedoras, que no dejan indiferente al lector,
porque los recuerdos acuden en cascada a la memoria de quienes
vivieron el horror nazi, lo que provocará que su relato se
interrumpa en varias ocasiones.
(Adolf Eichman)
Mario J. Les utiliza las
figuras de tres narradores para relatar los episodios sucedidos en
ambas líneas temporales. Un narrador omnisciente sirve para
introducir al lector en las fases iniciales de los capítulos, o bien
en las interrupciones que se realizan durante la los relatos que
ofrecen en primera persona tanto Marcial Segura como Marcelo González
Klein. A través de estos dos personajes, el escritor cascantino
utiliza el recurso del diario, que van relatando a sus interlocutores
a lo largo de los siete días que abarcan el desarrollo de la primera
línea temporal de esta novela.
Sin
duda alguna, esta trilogía que resulta atractiva para quienes se sientan
atraídos por los sucedido durante el Holocausto. Dile
que no la olvido es una novela que
se puede leer perfectamente de forma independiente, pues aunque
comparta personajes con las otras dos que conforman la trilogía, el
lector se sentirá atrapado por los dos testimonios que ofrecen a
través de los dos diarios que se relatan a los interesados en dar a
conocer a la luz pública lo ocurrido en los campos de extermino
nazi. Al igual que en El plan Bérkowitz y Sombras tras los
cristales, nos encontramos con ingredientes que atraen la atención
del autor: Si Kenya está muy presente en las dos primeras novelas de
la trilogía, en esta ocasión el lector se encontrará con una
atractiva visita a su ciudad natal, Cascante, y que le puede servir
como guía por si siente interés en visitarla.
Mario J. Les (Castante.
Navarra) (1972), regenta desde hace dos décadas el negocio familiar
que abrió sus puertas allá por 1940. Debuta en el panorama
literario en 2013 con la novela El plan Bérkowitz, un thriller
histórico bien acogido por la crítica.
En 2015 sale a la calle
Sombras tras los cristales, una secuela de su primera obra, en la que
vuelve a unir en tiempo y espacio el continente africano y los campos
de concentración nazi.
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ahora co Dile que no la olvido, su
empresa más ambiciosa y que supone el cierre a la trilogía sobre el
Holocausto.
He seguido con interés tus opiniones sobre esta trilogía y la verdad es que me apetece mucho leerla, veo que aúna un tema que me interesa y además calidad literaria. A ver cuándo me animo que eso ya es complicado.
ResponderEliminarBesos
Me encanta el tema, siempre me llaman la atención libros que tratan estos periodos... así que me llevo apuntada la trilogía.
ResponderEliminarBesotes
En cuanto he leído "guerra civil" se me han puesto los ojos como platos y al llegar al final de la reseña ya sabía que tenía que leerla 😏
ResponderEliminarBesitos carinyet 💋💋💋
Aunque pueda leerse de forma independiente, creo qeu buscaré el primero, que me gusta ir en orden. Y parece que esta trilogía merece mucho la pena.
ResponderEliminarBesotes!!
Me gusta leer sobre la época, y lo que has contado me atrae, pero estoy convencida de que no es mi momento para leerla. Interesante, sin duda.
ResponderEliminarUn abrazo
No me veo leyendo esta novela. No me atrae demasiado el momento en el que se desarrolla, ni tampoco la trama; sufro mucho con estas historias. Pero te agradezco tu gran reseña, que me hace tan fácil decidirme. Abrazos.
ResponderEliminarCómo tu, he disfrutado mucho de la Trilogía. El autor ha ido evolucionando y la ha ido haciendo cada vez más interesante.
ResponderEliminarBs.
Tengo que reconocer que me llama más el tema de la Guerra Civil Española, que la Segunda Guerra Mundial, y por mi casi me iba directamente a este, pero si es trilogía lo mejor será empezar por la primera aunque puedan leerse de modo independiente. Besinos.
ResponderEliminarSin duda el momento histórico que trata me encanta y por lo que cuentas parece que merece la pena leer esta trilogía. Me dejas con unas expectativas muy altas. Un abrazo
ResponderEliminarAy madre, ¿cómo digo que no a esto? Mira que me dan rabia las trilogías pero es que la trama me atrae un montón. No sé, la verdad. Me dejas con dudas. Besos
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