jueves, 16 de enero de 2025

Reseña Violetas de marzo, de Philip Kerr.

 










Datos técnicos:





Título: Violetas de marzo.

Título original: March Violets.

Autor: Philip Kerr.

Traductora: Isabel Merino.

Editorial: RBA.

1ª edición: Septiembre/2019.

Año publicación inicial: 1989.

Formato digital: Ebook.

Nº pág.: 338




Sinopsis:




Bernie Gunther era un policía en Berlín que, tras la llegada de Hitler al poder, se vio obligado a abandonar el cuerpo para no sentirse cómplice de un gobierno que detesta. Ahora, en 1936, se gana la vida como detective privado resolviendo casos como el que le acaba de llegar. Un poderoso magnate quiere que encuentre un valioso collar de diamantes que ya ha causado la muerte de su hija y su yerno. Aunque el móvil inicial aparentemente es el robo, Gunther descubre que los brutales asesinatos esconden algo más y que el rastro conduce a algunos nombres importantes de la Alemania nazi.



Opinión Personal:




Uno de mis eternos sabuesos literarios pendientes de leer alguno de los casos que investiga era el investigador privado Bernhand Gunther, Bernie para los amigos, creado por la pluma del escritor escocés Philip Kerr. Por fin se hizo realidad mi acercamiento a este personaje con un resultado muy satisfactorio. El título elegido fue Violetas de marzo, primera novela de la llamada Trilogía berlinesa o Berlín noir. Estoy seguro que merece la pena leer las otras dos que la conforman, porque es un gran atractivo el trasfondo histórico en el que se desarrolla la trama, con la Alemania nazi como telón de fondo, a través de la que el lector está muy pendiente de todo lo que sucede en este país desde que Hitler toma el poder.

(Unter den Linden-Berlín-Alemania)
Violetas de marzo es una novela que me mantuvo muy entretenido e intrigado a
lo largo de los 19 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, con el aliciente de que es el propio investigador privado quien relata en primera persona todo lo que le sucede. Como digo en estos casos, la trama no tiene desperdicio, porque en más de una ocasión me pregunté qué más le podía pasar, dado el oscuro cariz que toman los acontecimientos que protagoniza, sobre todo a medida que se aproxima el desenlace. Supongo que a más de un lector le pasó lo que a mí, porque no esperaba que los últimos capítulos fueran tan impactantes, en un tramo en el que lo que sucede no deja indiferente, sobre todo a quienes leyeron ficciones ambientadas en el período en el que la barbarie nazi sembró el terror, ya que se encontrarán con situaciones evocadoras.

Philip Kerr sitúa la trama semanas antes de comenzar los Juegos Olímpicos que se celebran en Berlín en 1936. Unos juegos que tienen también su protagonismo, no sólo con escenas que se desarrollan dentro del mismo estadio, sino también por la imagen que se le está dando a la ciudad de cara al exterior. Una imagen que, sin embargo, no evita la multitud de simbología nazi que recuerda al mundo y a los berlineses quién manda ahora en el país. En este caso, Bernie Gunther es contratado por un poderoso empresario berlinés del acero para que encuentre un valioso collar de diamantes que ya ha causado la muerte de su hija y su yerno, como adelanta la sinopsis, y averigüe quién la asesinó. Pero el protagonista tiene la sensación de que algo se le escapa durante las investigaciones que lleva a cabo, cada vez más convencido de que tenga que averiguar algo más que la citada desaparición, lo que origina que entren en escena nombres importantes de la Alemania nazi.

Bernhard Gunther es un protagonista que no deja indiferente al lector y cuya personalidad y modus operandi le da mucha vitalidad a la trama, que es muy dinámica. De hecho, el éxito de este investigador privado en la Tilogía berlinesa dio lugar a que el autor prolongara su presencia durante 14 novelas más. En un principio tuve la sensación de que este personaje me parecía que estaba fuera de lugar: no lo veía como un berlinés más, sino como un sabueso que se asemeja a sus colegas estadounidenses. Pero a medida que uno se familiariza con su forma de pensar y con su percepción del nuevo orden que el nazismo establece en su país, indica que tiene unas ideas muy firmes al respecto, que parten de su salida de la policía criminal berlinesa, en la que tenía el grado de inspector. Philip Kerr construye un personaje con unos rasgos que indican que no le amedrentan ni los nuevos tiempos ni los clientes para los que trabaja, por mucho poder que tengan. De hecho, no pasa desapercibida su forma de actuar, porque tiene sus más y sus menos incluso con los gerifaltes del régimen. Es un veterano de la Gran Guerra que está de vuelta de todo, que se manifiesta en el lenguaje que utiliza, porque no tiene pelos en la lengua, al igual que forman parte de su forma de expresarse la ironía y el cinismo, y no duda en malencararse con quien sea, consciente de que sabe cómo utilizar sus armas, físicas y verbales, para que la situación de turno salga lo más posible a su favor, aunque en algunas no obtiene el resultado deseado.

(Alexandreplatz-Berlín-Alemania)
La trama de Violetas de marzo marida de forma magistral el trasfondo histórico y los elementos propios de la novela negra. Como ya comenté en esta reseña, el lector se encontrará con una ciudad de Berlín que muda su fisonomía, porque las autoridades la reconstruyen -o mejor deconstruyen- a imagen y semejanza de lo que significa el nazismo. No sólo en la fisonomía en sí, sino también en el día a día de los berlineses, en el que influye también las diferentes organizaciones que crean los nuevos mandamases, y que se citan en determinadas fases, como la encargada de velar por el tiempo libre de los ciudadanos. Un trasfondo histórico en el que en esta primera entrega que protagoniza el veterano militar de la Gran Guerra observa cómo se le da un lavado de cara a Berlín con vistas a la celebración de los Juegos Olímpicos para ofrecer una imagen de una ciudad abierta al mundo, como describe en el primer capítulo, pero también desconfía de la construcción de las amplias carreteras que se construyen porque sospecha que pueden tener un fin determinado. En la trama el lector se encontrará con personajes reales, caso de Reinhard Heydrich o el mismísimo Göring, que es también cliente del expolicía.

Bernhard Gunther es el protagonista indiscutible y un personaje cuya presencia ensombrece al elenco de secundarios que transitan por sus páginas. Un elenco de secundarios que, sin embargo, le confieren un gran atractivo a la trama, sobre todo porque tal y como se suceden los episodios entiendo que se produce en ellos un efecto dominó. En este elenco cobran importancia los informadores que tiene el investigador privado, porque desempeñan un papel trascendental que le permiten seguir la pista al famoso collar desaparecido, al igual que al nuevo frente que se le abre en este caso. Pero también los personajes femeninos están presentes en la vida del protagonista, caso de su secretaria Dagmarr, aunque en esta ocasión no le gusta el cariz que está tomando la investigación de su jefe, dadas algunas visitas que recibe en su despacho, por lo que decide despedirse. Este cargo lo desempeña días más tarde la periodista freelance Inge Lorenz, una mujer fatal, porque protagoniza una serie de episodios de alto voltaje con el expolicía, aunque también le sorprende su eficiencia y compenetración con su forma de trabajar, sobre todo desde que la situación se pone fea. Tampoco me olvido del papel que desempeña la actriz Ilse Rudel y las consecuencias que se derivan de su presencia para el investigador privado.

(Columbia Haus-Berlín-Alemania)
Me gustó mucho Violetas de marzo. La trama es de una potencia tal que no da tregua al lector, porque en más de una ocasión me pregunté qué más podía sucederle, dado el cariz que toman la investigación que realiza. porque su personalidad arrolladora es muy absorbente, con gran éxito entre las mujeres. Es consciente de que tiene que actuar con pies de plomo porque los nazis pueden acarrearle problemas, sobre todo si mete la nariz donde no le llaman, o incluso en la boca del lobo, porque puede peligrar su integridad física. Violetas de marzo tiene un ritmo de lecturas muy ágil, en donde la acción está también muy presente, al igual que unos diálogos propios del género, muy dinámicos, en algunos de los cuales saltan chispas, con especial relevancia en el tramo final de la investigación, por cómo conduce las pesquisas que realiza, pese a las condiciones extremas en las que se desarrollan estos episodios.




Biografía:




Philip Kerr (Edimburgo, 1956 – Londres, 2018) Autor que encontró la fórmula mágica de la novela negra histórica para un público exigente: poner aventuras, toneladas de erudición y no poco humor negro al servicio de un personaje carismático y moralmente incólume. Ganador del Premio RBA de Novela Policiaca en 2009 por Si los muertos no resucitan, también firmó diversos thrillers como Plegarias o El arte del crimen y una trilogía sobre el lado más turbio del fútbol (Mercado de invierno, La mano de Dios y Falso nueve).





Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de Amazon. Fotografía de Philip Kerr tomada de la web de la editorial RBA. Imagen de la Avenida Unter den Linden y de la Alexanderplatz, en Berlín, tomadas de la Wikipedia. Imagen de Columbia Haus tomada de la web Berliner Woche. 

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