miércoles, 6 de julio de 2022

Sueño de una noche de teatro, de Mónica Gutiérrez Artero.

 











Datos técnicos:



Título: Sueño de una noche de teatro.

Autora: Mónica Gutiérrez Artero.

Editorial: Ediciones B (Grupo Pengüin Random House).

1ª edición: Septiembre/2021.

Formato: Ebook.

ASIN: B09BY92G7L.

Idioma: Español.

Nº pág.: 180.




Sinopsis:




Las mejores historias son las que comienzan cuando cae el telón.

Tras el éxito internacional de La librería del señor Livingstone, vuelve Mónica Gutiérrez con una novela repleta de magia y amor por la literatura.

Max Borges es un director de teatro barcelonés que conduce una pequeña y excéntrica compañía. El día del estreno de Macbeth, la obra de Shakespeare, Max está al borde del colapso. Todo parece que va a salir mal en la función que debería ser su salto a la fama más sublime: las brujas son demasiado bellas, al rey Duncan se le ha roto la corona y su Macbeth huele sospechosamente a whisky escocés…

Sin embargo, como suele recordarle su inteligente asistente de dirección, Elsa Soler, el espectáculo siempre debe continuar. Sorprendentemente, el duende del teatro parece haberles rociado con su suerte y la función es un éxito absoluto, tanto que son invitados a representar la obra en el Festival Fringe de Edimburgo, el más importante del mundo. La divertida compañía pone rumbo a una aventura en una ciudad llena de magia. Será allí donde, al caer el telón, el amor y la amistad se conviertan en los verdaderos protagonistas de esta historia.




Opinión Personal:

 

 



Si las cuentas no me fallan, Sueño de una noche de teatro es la séptima novela que leo y reseño en este blog de la escritora barcelonesa Mónica Gutiérrez Artero —más conocida en nuestro mundo blogueril como Mónica Serendipia—. Como ya comenté en alguna reseña sobre sus anteriores novelas, tiene una gran imaginación para crear historias feelgood, con las que siempre consigue que, durante el tiempo que estamos sumergidos en su lectura, nos olvidemos de la realidad que nos rodea y nos sintamos atraídos por la positividad que emana de los  personajes que transitan por sus páginas, e incluso incitan a levantar alguna que otra sonrisa por las situaciones disparatadas que viven a lo largo de los capítulos. Una positividad que les acompaña, pese a que en algunos episodios se tienen que enfrentar a algún problema que otro, lo que les invita a la reflexión, ante la dificultad que les puede acarrear si no ponen remedio a las dudas que les plantean. La magia también está presente en su narrativa, al igual que las alusiones literarias. En este sentido, y en relación con lo que acabo de comentar en la frase anterior, diría que la trama de Sueño de una noche de teatro está a caballo entre La librería del señor Livingstone (reseña) y Próxima estación (reseña) : en relación con la primera, tanto por las alusiones literarias que cita en determinadas escenas y el carácter metaliterario de la novela, como por los guiños que hace a las librerías en varias fases de la trama. En relación con la segunda, porque la magia gira en torno al personaje de Elsa Soler, que busca soluciones incluso situaciones que parecen imposibles de resolver, y la que ofrece Edimburgo a los miembros de la compañía de teatro, quienes comprobarán cómo, al caer el telón, el amor y la amistad se conviertan en los verdaderos protagonistas de esta historia, como adelanta la sinopsis.

(Teatro Nacional de Cataluña-Barcelona)
A medida que se sucedían los capítulos, me decía que Mónica Gutiérrez planificó y desarrolló la trama de Sueño de una noche de teatro con mucho celo, de tal forma que, junto con la portada, formara un perfecto engranaje. Un engranaje que también se percibe en su estructura, conformada por 21 capítulos titulados, divididos en dos partes, y encabezados cada uno de ellos por un fragmento de Macbeth, que guarda relación con su desarrollo. Una portada que es un aliciente para el lector, porque le incita a que sienta interés por el origen del mismo. En mi modesta opinión, diría que el fragmento de Macbeth, que se encuentra antes del cuerpo de la novela, guarda mucha relación con el mensaje que envía a lo largo de su desarrollo: «Confortaos con lo que os pueda alegrar, que no hay noche tan larga que no termine en día».

El lector se encontrará a lo largo de los capítulos que conforman la última novela publicada hasta la fecha por Mónica Gutiérrez con un homenaje al mundo del teatro, en el que estará pendiente de las dos perspectivas que la conforman. Y es que no sólo describe la puesta en escena de Macbeth y su estreno en el Teatre Nacional de Catalunya, en Barcelona, sino también que estará muy pendiente del día a día de quienes conforman la pequeña, excéntrica y divertida compañía que dirige el no menos excéntrico director de teatro Max Borges. Está escoltado por una suerte de vigía, —incluso diría que su Pepito Grillo particular—, Elsa Soler, su inteligente ayudante de dirección, indispensable para que la puesta en escena de la obra de Shakespeare tenga el éxito que merece en el lugar elegido para la representación, dadas las peculiaridades que caracterizan a los actores que la van a representar. Pese a lo que acabo de comentar, los actores son conscientes de que los consejos que les da la eficiente ayudante de dirección son un aliciente para que el papel que desempeñan en la función teatral salga airoso, porque el lector comprobará cómo el miedo escénico se apodera de ellos antes de que se levante el telón. Tras la representación, reciben la sorprendente noticia de que son invitados a representar la obra en el Festival Fringe de Edimburgo, y «dependiendo de las críticas de dicha representación, la sociedad pondría a su disposición el mismísimo Coven Gardent de Londres durante toda la temporada teatral de invierno» (Cap. 1).

En mi modesta opinión, diría que la autora conjuga con gran acierto las peculiaridades de los personajes que conforman el elenco del excéntrico grupo de teatro con los espacios por los que transitan a lo largo de los capítulos. No son muchos los personajes que deambulan por las páginas de Sueño de una noche de teatro, aunque el lector se encuentra antes del cuerpo de la novela con su relación, por lo que es una guía muy práctica para tener una idea inicial de cada uno de ellos. Conocerá más en profundidad a los que más peso tienen en el desarrollo de la trama, caso del director de teatro Max Borges y su ayudante Elena Soler, sin olvidarme de la diva Margot Devard —quien interpreta a Lady Macbeth—, ni del dramaturgo Enzo Pooh que hace varios años trabaja para Max Borges, y le gusta observar la obra con detenimiento a pie de escenario y está obsesionado con la obra de Shakespeare. Pese a que su presencia en la trama es más bien anecdótica, no me olvido del papel que desempeña Derek B. Plum, director teatral londinense y némesis de Max Borges, porque lo tiene entre ceja y ceja.

(Eilean Donan Castle-Escocia-R. U.)
En el párrafo anterior hago mención a la conjugación entre personajes y espacios por los que transitan. En las novelas de Mónica Gutiérrez se percibe que cuida también con detalle las descripciones por las que transitan los personajes, y en las que tiene muy en cuenta la frontera que separa el realismo de la magia, para que surta en el lector el efecto deseado. Disfruté con las descripciones que la voz narrativa ofrece del paisaje urbano y rural por el que se desarrolla la trama, y que transcurre entre Barcelona y Escocia. En este sentido, se percibe que conoce muy bien su ciudad porque sabe qué espacios utilizar para que los personajes se sientan cómodos y muestren con naturalidad su forma de ser y actuar. Si resultan muy atractivas las localizaciones de Barcelona, otro tanto puede decirse del viaje de la compañía de teatro a Escocia, en el que me sentí un miembro más de este excéntrico elenco, porque no perdí detalle de lo que me mostraron de Edimburgo ni del que realizan, sobre todo Elsa, a la Isla de Skay, así como los bellos parajes que describe el narrador omnisciente, si bien hay que tener muy en cuenta la advertencia «la geografía de esta novela es, en algunos casos, fiel a la realidad y muchos de los lugares que se describen existen de verdad»

Las novelas feelgood de Mónica Gutiérrez cumplen el claro requisito  de este relativamente reciente género literario. No se espere el lector ni grandes giros que le sorprendan, ni una intriga constante que le mantenga en alerta a lo largo del desarrollo de la trama. Uno de los grandes atractivos de sus obras es que sabe cómo atraerle para que no tarde en empatizar con los personajes, con los que desde las primeras páginas consigue el efecto de sentirnos muy a gusto acompañándolos a lo largo de las situaciones a las que se enfrentan, teniendo muy en cuenta que le espera un final feliz. Planifica y desarrolla unas tramas atractivas, amables, entretenidas y bien escritas, porque su estilo narrativo es muy fresco y ágil, lo que hace que uno se sienta muy cómodo con la historia que relata el narrador de turno. No falta el humor, diría que de clara influencia británica, y diálogos chispeantes, como los que mantienen los padres de Elsa, o las tienen lugar entre este personaje en el Eilean Donan Castle con un peculiar personaje al que toma por un Macbeth un tanto anticuado. Sin duda alguna, Sueño de una noche de teatro es una lectura muy entretenida, en la que el lector que guste de novela feelgood disfrutará con la compañía que le proporcionan los peculiares personajes que conforman el excéntrico grupo de teatro que dirige el no menos excéntrico director Max Borges.




Biografía:




MÓNICA GUTIÉRREZ ARTERO nació en Barcelona y es licenciada en Periodismo y en Historia. Ha sido galardonada con varios premios y menciones en concursos de narrativa breve y poesía, y desde hace unos años también escribe ficción.

Es autora de siete novelas: Próxima Estación (reseña) (2020), El invierno más oscuro (2018), Todos los veranos del mundo (reseña) (2018), La librería del señor Livingstone (reseña) (2017), El noviembre de Kate (reseña) (2016), Un hotel en ninguna parte (reseña) (2014) y Cuéntame una noctalia (reseña) (2012). Todas han recibido una calurosa acogida por parte de los lectores y cuentan con más de un centenar de reseñas positivas en la red.

En la actualidad, desde su página personal (monicagutierrezartero.com) comenta lecturas, lleva a cabo actividades culturales de diversa índole y recoge las opiniones de los lectores sobre sus obras. Colabora como articulista en otros blogs e imparte un taller de novela.

 

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de Pengüin Libros. Imagen del Teatro Nacional de Cataluña, en Barcelona, tomada de la web del diario El País. Imagen del Eilean Donan Castle, en Escocia, tomada de la web Eilean Donan Castle. Fotografía de Mónica Gutiérrez Artero tomada de Amazon. 


9 comentarios:

  1. Ya sabes que soy fan de Mónica y de sus novelas feel good. Ésta la leí el año pasado, creo recordar y, como todas, me hizo sentir muy bien
    Besos

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  2. Mil gracias por esta fabulosa reseña de "Sueño de una noche de teatro", sin duda es la mejor que he leído hasta la fecha. Gracias por volverme a leer, pero sobre todo, gracias por conectar tan bien con la historia y los personajes, por acercarte y entender la intención y el trasfondo, gracias por el cariño con el que siempre me lees. Me alegra tanto haberte entretenido un ratito con esta historia tan shakespeariana... Un abrazo grande, gracias de corazón.

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  3. Me encantan las historias de Mónica y este que nos traes es uno de los que me faltan. Besos

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  4. Sé que me repito, pero es una gran reseña, como nos tienes acostumbrados. Y es una novela que tengo que leer sí o sí, Mónica es sinónimo de placidez y feel good, es una delicia leerla, así que espero que pueda leerla pronto.
    Besos

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  5. No soy muy fan de este género , pero sin embargo tengo ganas de leer algo de Mónica, y esta " teatral "novela podría ser un buen inicio con la autora. Apertas!

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  6. Es que no puedo decir otra cosa nada más que me encantó.
    Mónica es genial y esta historia, mira que ha tenido menos repercusión, pero yo veía una película genial detrás.

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  7. Fantástica reseña y una novela muy magica😊

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  8. Y yo sin leer nada aún de Mónica. Me has puesto los dientes largos, Paco.

    Además, si como nos cuentas esta novela feelgood es fresca, será ideal para leerla ahora en verano.

    Muy buena reseña, por cierto.

    Un saludo.

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  9. Muy de acuerdo con tu opinión. Sus novelas son tiernas, dulces y entretenidas. Nada de un ritmo vertiginoso, ni mucho suspense. A mí, particularmente, me encantan sus historias y esta me lo hizo pasar muy bien. Besos

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