miércoles, 18 de septiembre de 2019

La senda del rey, de Rafaela Cano.





















Datos técnicos:


Título: La senda del rey.
Autora: Rafaela Cano.
Editorial: Grijalbo (Grupo Pengüin Random House).
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
Idioma: Español.
ISBN: 978-84-263-5767-1.
Nº pág.: 496.



Sinopsis:


1611. Felipe III sale en procesión para festejar la expulsión de los moriscos de los reinos españoles. Mientras, en Extremadura, el joven Tristán debe dejar atrás su aldea y a la joven cristiana a quien ama.

De Rabat a Marrakech, de las bulliciosas calles de Sevilla a la biblioteca de San Lorenzo de El Escorial y al claustro de un convento de clarisas… El enfrentamiento entre iguales, el amor pasional, los celos, un pasado oscuro y la locura de un sultán se entrecruzan con maestría en este relato histórico emotivo y apasionante.




Opinión Personal:



Me llamó mucho la atención la novela sobre la que hoy comparto mis impresiones, La senda del rey, de Rafaela Cano. No es el hecho de que fuese la ganadora del II premio Caligrama en la modalidad de best seller, sino porque en ella se trate el tema de la expulsión de los moriscos, teniendo como punto de referencia la encomienda de Magacela, a la que pertenecían las tres villas que se mencionan en el tercer capítulo, entre las que figuraba Campanario, el pueblo natal de la autora. A parte de lo que acabo de comentar, y una vez leída la novela, mientras afrontaba la lectura  sentí que realizaba un viaje literario en el tiempo, porque Rafaela Cano logra que tengamos la sensación de que por un momento nos trasladamos a los primeros años del siglo XVII, a través de una ambientación exquisita, resultado de una exhaustiva labor de documentación con la que logra conseguir ese efecto.
(Fortaleza de Magacela-Badajoz)
La lectura de La senda del rey me resultó muy fluida, porque puede decirse que en todos los capítulos hay algún episodio que atrajo mi atención. Está claro que la autora trabajó a conciencia el argumento de la novela y su estructura, para que atraer la atención del lector en todo momento. Y es que Rafaela Cano construye un argumento muy atractivo y bien hilvanado, conformado por varias subtramas que lo enriquecen. A lo que acabo de comentar hay que añadir el que agrupase en cuatro partes bien diferenciadas los 89 capítulos de muy corta extensión más un epílogo en que está estructurada, porque cada una de ellas se cierra de tal forma que incita al lector a interesarse por los episodios que le esperan a medida que nos acercamos al desenlace. Sin duda alguna, esta estructura de la novela y todo lo que en ella sucede hace que no nos demos cuenta de que estamos ante un tocho de casi 500 páginas.

La expulsión de los moriscos de Magacela va ligada al romance que viven Tristán y Mencía, dos jóvenes que verán truncar su relación sentimental, porque la vida relativamente tranquila que llevaban en la villa extremeña se alterará desde el momento en el que se pone en conocimiento de los vecinos los decretos de expulsión de los moriscos dictada por el rey Felipe III, en los que se les da un plazo para que abandonen la villa. Tristán y su familia morisca se ven obligados a abandonar Magacela. Desde ese momento, el lector se preguntará qué derroteros le esperan a esa relación sentimental que mantenían los jóvenes, y si esa separación será definitiva o cabe la posibilidad de que Tristán intente retornar y hacer todo lo posible para encontrarse con Mencía, la hija de Ezequiel, morero de Magacela y cristiano viejo.
(Ilustración Sevilla s. XVII)
La senda del rey es una novela dinámica, por las diferentes localizaciones por las que se mueven los personajes y los cambios de escenarios que nos encontramos a lo largo de los capítulos, y de las que  el narrador omnisciente mantiene informado al lector en todo momento de lo que sucede en cada una de ellas. Ese dinamismo da lugar a que se van alternando hechos históricos y los cuadros costumbristas en los que se muestra el día a día de la España de principios del siglo XVII. Los hechos históricos y cuadros costumbristas están reflejados con rigor histórico, o los que son creados por la imaginación de la autora como consecuencia de las lagunas documentales que facilitan el que se describan escenas que se adaptan a la época en que se desarrolla la trama. Y así es cómo el narrador omnisciente informa de todos los episodios que tienen lugar en la fortaleza de Magacela, al igual que la nueva vida que llevan los moriscos expulsados en lo que los personajes conocen como Berbería, más concretamente en Salé, así como los episodios que tienen lugar en el hermoso palacio de Marrakech, residencia del sultán de Marruecos Muley Zaidan. La ajetreada vida de Sevilla atrae también la atención del lector, de la que puede hacerse una clara idea a través de la magnífica ilustración que figura en la guarda delantera de la novela. Son atractivos también los episodios que se desarrollan en el Monasterio de San Lorenzo el Real, más concretamente en su espléndida biblioteca, o los que tienen lugar en el convento de Santa Clara de Peñafiel, en donde el lector se encontrará con personajes que le resultarán familiares y que han decidido recluirse en él, aunque sea mejor que sea él mismo conozca los motivos que les llevaron a tomar esta decisión. En algunas fases de la novela nos encontraremos también con personajes conocidos en el convento de Nuestra Señora de la Encarnación de Campanario, sin olvidarme de las escenas que están relacionadas con la actuación del que en la época era llamada la Santa Inquisición, sobre todo en Llerena.
(Biblioteca Monasterio El Escorial)
Rafaela Cano perfila unos personajes muy vivos -de carne y hueso, como nos gusta decir en estos casos-, porque tal y como se muestran a lo largo de los capítulos el lector tendrá en todo momento la sensación de que tienen vida propia. Si bien son Tristán y Mencía quienes tienen una mayor presencia en la trama, el narrador omnisciente nos muestra un ramillete de personajes secundarios que flanquean a los protagonistas con mucha fuerza. A lo largo de los capítulos, se nos mostrará lo mejor y lo peor de ellos, porque los celos, la locura, el amor pasional y los intereses de algunos de ellos les harán tomar decisiones que pueden afectar a su integridad o a la de otros personajes. Como se aclara en la nota de la autora, son históricos los personajes de los frailes traductores de la biblioteca de San Lorenzo de El Escorial y aquellos conocidos por todos en la historia, como el mencionado sultán Muley Zaidan, el Duque de Osuna, o el almirante Luis Fajardo, y otros que se citan en la nota mencionada. A lo largo de los capítulos se dan saltos en el tiempo en los que se ofrecen retazos del pasado oscuro de algunos personajes. Entre los personajes secundarios destacaría el papel desempeñado por los moradores de la fortaleza de Magacela: el alcaide don Juan de Hinestrosa, su madre Rosalía y su hermana Elvira, que protagonizan escenas que atraen la atención del lector por la tensión que se vive entre ellos en algunos de los capítulos que tienen lugar en esa fortalezaDon Alfonso de Silva,  rico sedero de Sevilla, y valedor del morisco Bartolomé de la Peña,  desempeñará también un papel destacado en la novela, junto con el Duque de Osuna. El traductor Diego de Urrea y fray Lucas de Alaejos protagonizarán algunos episodios en los que está presente la tensión entre ambos personajes, por el celo que guardan en relación con su trabajo en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo el Real, a donde se desplaza Amad Qasim, secretario del sultán Mulaey Zaidan, para cumplir el encargo que este le había encomendado, que guarda relación con la magna biblioteca que tenía en su palacio.

La senda del rey es una novela en la que Rafaela Cano muestra un buen hacer literario que, por lo que deduzco de las opiniones que leí sobre su ópera prima, Los ojos de Dios, indica que estamos ante una autora a la que hay que tener muy en cuenta en el panorama literario nacional. Junto a los episodios históricos y al romance que mantienen Tristán y Mencía, que se vería truncado por la expulsión de los moriscos, a lo largo de los capítulos hay una alta dosis de intriga que mantendrá la atención del lector en todo momento, junto con el pasado oscuro de algunos personajes y varios giros que redoblan su interés en una trama ya de por si atractiva. Aunque los moriscos son expulsados de la encomienda de Magacela, el lector se encuentra también con que las segundas oportunidades están presentes en la novela, en la que la autora trata con respeto a las dos religiones que convivían en un período convulso. Sin duda alguna, quienes disfrutan con la novela histórica tienen en La senda del rey una trama muy atractiva que les mantendrá entretenidos a lo largo de los capítulos que la conforman.


Biografía:



Rafaela Cano López nació en Campanario (Badajoz). Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura, ejerce como profesora de Lengua y Literatura en el IES Zurbarán.
Autora de numerosos cuentos, su primera novela Los ojos de Dios conquistó el favor de los lectores. Su segunda novela La senda del Rey, ganadora del II Premio Caligrama en la modalidad de best seller, ha supuesto su consagración como autora de novela histórica.

Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía de la autora y fotografía de Rafaela Cano, tomados de la web de Megustaleer. Imagen de la forteleza de Magacela, tomada de la web de Extremadura virtual. Ilustración Sevilla siglo XVII tomada de la web Zenda libros. Imagen de la Biblioteca del Monasterio de El Escorial, tomada de la web tingpereland. 







13 comentarios:

  1. No tiene mala pinta, me la lleva apuntada para cuando me apetezca leer una novela histórica ambientada en esta época.
    Besos

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  2. Al principio, nada más ver la portada y el título he sentido un poquito de rechazo, creo que hasta he puesto careto 😋 pero conforme iba leyendo y a pesar de no ser un género que me atrae normalmente, me gusta lo que has contado.

    Me parece interesante.
    Besitos 💋💋💋

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  3. Hola, sin duda es de la clase de lectura que me gusta, con un poco de todo, amor, aventura, historia, un pleno al 15 si al acabar la lectura te quedas satisfecha y das por bien empleado el tiempo que le has dedicado. Yo, como no, cojo nota del titulo. Gracias y saludos.

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  4. Se nota que la has disfrutado Paco. La ambientación y la época me llaman la atención. Este año tengo un poco descuidada la novela histórica. A ver si este trimestre me pongo más a ella. Un abrazo

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  5. La tengo apuntadísima, a ver si le hago hueco.
    Besos

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  6. No estoy mucho de este tipo de novelas de corte histórico, así que creo que lo dejaré pasar
    Besos

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  7. No me atrae esta novela. Ya había visto alguna opinión más y aunque son favorables, el premio como best seller y la portada, me disuaden. El tema de la expulsión de los moriscos sí me atrae, pero prefiero otro tipo de lectura. El mezclar la novela histórica con historias de amor, intriga, etc, me parece siempre un recurso fácil. Puede que esa idea me haga perderme cosas interesantes, pero como no se puede leer todo…
    Un beso.

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  8. Ohhh indudablemente de las que le encantan a mi marido y después de leerlas me da clases de historia jejeje. Lo tengo en cuenta Paco porque ahora viene su cumple y puede ser un regalo perfecto. Besos

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  9. Tengo un poco abandonada la novela histórica y aunque creo que podría ser una buena lectura para reencontrarme con este género, no es lo que más me apetece ahora mismo... en fin, que tomo nota por si me animo.
    Un beso

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  10. Tiene muy buena pinta y la dejo apuntada como futurible lectura, pero si soy realista sé que a corto plazo no podré hacerle hueco. Tengo mucho pendiente, demasiado, y por mucho que leo, el número no baja :((

    ¡Besote!

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  11. Me encanta la novela histórica, y si además está bien documentada, ya ni te cuento, aunque esta no es una de mis épocas preferidas. Pero no importa, tengo que anotarlo sin remedio. Abrazos.

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  12. Me llamaba la atención por su portada y porque el tema de la expulsión de los moriscos me resulta muy interesante por todo lo que conllevó, tu reseña me confirma que no estaría de más echarle un ojo...y mejor los dos.
    Besos

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  13. El regusto que deja es muy satisfactorio. Pero lamento matizar que el " pecado nefando " mencionado en diversas ocasiones a lo largo de la novela, no es tal, ya que según mi profunda ignorancia, se trata de la unión entre dos hombres o dos mujeres, nunca entre heteros. No obstante insisto he disfrutado mucho leyéndola.

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