Datos
técnicos:
Título
Me llamo Lucy Barton
Título
original: My name is Lucy Barton
Autora:
Elizabeth Strout
Traductora:
Flora Casas
Editorial:
Duomo Ediciones
Primera
edición: agosto/2016
Segunda
edición: septiembre/2016
Encuadernación:
rústica con solapas
Idioma:
castellano
ISBN:
9788416261918
nº
Pág.: 224
Sinopsis:
En una
habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del
iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de
la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y
cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su
conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido
ensordecedor de todo lo que no se dice. En esa habitación de
hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en
realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una
hija que recuerdan lo mucho que se aman.
Opinión
personal:
Me
gusta leer una buena novela intimista, porque a través de ella el
autor de turno muestra unos personajes con los sentimientos y
emociones a flor de piel que nos llevan, en la mayoría de las
ocasiones, a reflexionar sobre lo que sucede a lo largo de la trama.
Aunque, -y esto me sucede casi siempre- después me resulta difícil
expresar las impresiones causadas una vez finalizada su lectura. Y
esto que acabo de comentar me volvió a pasar con la novela que hoy
reseño: Me llamo Lucy Barton, de Elizabeth Strout. Recomendaría
su lectura, pero siempre teniendo en cuenta que este tipo de novelas
son lecturas muy personales, y debe de ser el propio lector el
que juzgue si se siente atraído por la historia que cuenta la
autora. Como digo en estos casos, es una lectura a la que hay
que buscarle el momento adecuado para no perder detalle de lo que se
nos cuenta a lo largo de los capítulos; de otra forma, puede
resultarnos tediosa y abandonarla a las pocas páginas de haberla
comenzado. La novela me gustó en su conjunto, pero me faltó
profundización en la historia y en el conocimiento de los
personajes.
Lucy
Barton pasa varias semanas en un hospital a causa de unas
complicaciones ocasionadas por una operación de apendicitis.
Recibe la visita de su madre, a la que hacía tiempo que no veía. En
esos días que la acompaña, madre e hija recuperan parte de su
tiempo perdido, y esa lejanía que se instaló entre ellas dio paso a
un acercamiento que duró cinco días. En los primeros momentos de su
reencuentro se presiente un cierto titubeo a la hora de entablar una
conversación sobre un tema determinado, pero con el paso de las
horas que conviven en esa habitación, ese alejamiento se va
convirtiendo en familiaridad, en confidencias en las que poco a poco
van desgranando historias del pasado. Ambos personajes
recomponen un pasado que le tocó vivir a Lucy Barton en aquel
pequeño pueblo de Maine, Amgash, en el que, como recuerda la
protagonista, su familia era considerada como rara.
(Edificio
Chrysler-Nueva York)
Elizabeth
Strout nos da a conocer a Lucy Barton a través de sus dos caras:
como persona, y como escritora. Quizás
la parte que corresponde al pasado del personaje -sobre todo la
infancia- me pareció un tanto superficial,
por los temas que trata en la novela, a través de las conversaciones
que mantiene con su madre: la
pobreza, la marginación social, el maltrato, el sida, las relaciones
familiares, el amor, son tratados muy por encima,
como si la protagonista se avergonzase del pasado que le tocó vivir
y quisiera contar lo justo y necesario de unos años que prefería
mejor olvidar, por lo dura que le resultó la vida junto a los
suyos. Más
atractiva es su faceta como escritora:
conocemos a una mujer que, pese a vivir en el seno de una familia muy
humilde, en la que la relación entre sus miembros era compleja, con
fuerza de voluntad va saltando los obstáculos que se le ponen por
delante, y pasa de no tener apenas nada, pasa a tenerlo todo, o casi
todo. La lectura hizo que Lucy Barton viera que los libros eran una
oportunidad para que ella progresara en la vida, y con el tiempo se
convirtió en una escritora que logró que le publicasen sus relatos,
con los consejos que otra escritora,
Sarah Payne,
le daba en los talleres de escritura a los que asistía. De hecho, el
lector asistirá al momento en el que Lucy Barton se vuelca en la
escritura y a la decisión que adopta para seguir su camino como tal.
Me
llamo Lucy Barton es una novela en la que el lector debe de
tener en cuenta que apenas pasa algo trascendental, sino que lo
que atrae de la novela son las confidencias que se hacen madre e
hija, a través de las que repasan el pasado de su vida en familia;
aquellos episodios que más influyeron en ella y, en cierto modo, le
hicieron tomar la determinación de seguir su camino para alcanzar su
meta deseada: ser escritora. No profundiza en el perfil de
los personajes que tuvieron alguna relación con ella, o en la
ambientación de la época en la que tiene lugar el desarrollo de la
trama: casi toda ella tiene lugar en los años ochenta del siglo
pasado, de la que menciona los lugares de Nueva York en
los que vivió con William, su primer marido, y con el
actual: el West Village o Brooklyn Heigts,
en donde vivía en ese momento; o los espacios que le gustaba
visitar, como el Museo Metropolitano de Arte o Central
Park.
El
personaje de Lucy Barton es muy creíble, aunque
al resto que conforman el elenco de los que nos encontramos a lo
largo de los capítulos, los conoceremos de una forma muy difuminada,
con apenas datos que nos invitan a hacernos una idea de ellos,
como William, su ex marido, de quien hablará en más de
una ocasión; sus hijas Christina y Becka, a quienes echa
mucho en falta; o personajes que aparecen a modo de cotilleo,
como Katie Nicely o Harriet; sus
amigos Jeremy y Molla, y alguno más que nos presenta de
una forma muy puntual la narradora. Los dos personajes
principales de la novela, madre e hija, se me hicieron un tanto
lejanos, porque me faltó tensión narrativa y emocional, dadas las
circunstancias que rodearon la vida de la protagonista y, sobre todo,
el momento y lugar en el que tuvo lugar el reencuentro entre ambas.
También me dio la sensación de que, pese a ese acercamiento, había
una cierta frialdad entre ellas, pese a que la protagonista le
manifiesta a su madre en más de una ocasión que la quiere. Creo que
fue un acercamiento forzado: su acercamiento es provocado por la
petición del actual marido de su hija.
Me
llamo Lucy Barton es una novela escrita con un lenguaje sencillo y un
estilo directo, sin florituras ni rodeos para explicar los episodios
que rodearon la vida del personaje principal. En mi modesta
opinión, creo se adapta al estrato social al que pertenecen los dos
personajes que más peso tienen en ella. Está relatada en primera
persona por la protagonista: tal y como estaba estructurada la
novela, me dio la impresión de que, más que una novela,
tenía ante mí un diario, por lo que comenté anteriormente sobre la
sucesión de episodios prácticamente inconexos, solo enlazados por
la presencia de Lucy Barton en el hospital, aunque a través de ella
trata los episodios que más influyeron en su vida. Está
estructurada en capítulos muy cortos, que ayudan a que el ritmo de
lectura sea muy fluido.
Biografía:
ELIZABETH
STROUT nació en Maine, pero desde hace años reside en Nueva York.
Es la autora de Olive Kitteridge, novela por la que obt6uvo el Premio
Pulitzer y el Premi Llibreter; Los hermanos Burgess, Abide with me y
de Amy e Isabelle, que fue glardonada con el Arth Seidenbaum Award de
Los Ángeles Times a la primera obra de ficción y el Heartland Prize
del Chicago Tribune. También ha sido finalista del Premio
PEN/fAULKNER y el premio Orange de Inglaterra. Sus relatos se han
publicado en varias revistas, como The New Yorker y O, The Oprah
Magazine.
Nota:
Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora, tomados de la
web de la editorial. Imagen del edificio Chrysler de la web de
losmejoresdestinos.com, y fotografía de Elizabeth Strout, de la web
del diario El Confidencial. Fotografía de Elizabeth Strout, de El
Confidencial.
Me gustó esta novela, la sensibilidad y sencillez narrativa de la autora me conquistaron.
ResponderEliminarBesos.
No he leído nada de la autora, pero creo que de momento la voy a dejar pasar.
ResponderEliminarBesos
Me gustó muchísimo y me enamoré de la manera de narrar de Strout.
ResponderEliminarUn beso
A mí me gustó mucho esta novela, me pareció diferente su forma de conseguir la introspectiva del personaje. Pero también opino igual que tú, depende del lector, del momento... puede gustar o no.
ResponderEliminarUn beso
Maremeua Paco!! Si la tengo en casa y se me había olvidado...😖😖😖😖
ResponderEliminarUf, que cabeza.
Besitos carinyet 💋💋💋
Me gustan mucho estas novelas de carácter intimista, pausadas, y que exploran las relaciones, en este caso, entre madre e hija. Quiero leerla hace tiempo pero emocionalmente, ahora mismo, no podría abordarla.
ResponderEliminarBesos.
Esa misma frialdad la comenté yo en mi reseña, me gustó pero a veces parecía como que los personajes ponían mucha distancia con el lector. Aun así es una lectura muy recomendable, pero como tú dices, sabiendo el tipo de historia que te vas a encontrar.
ResponderEliminar¡Besote!
Tengo ganas de leerlo, a ver si me quito pendientes de encima y me pongo con esta =)
ResponderEliminarBesotes
Opino igual que MaraJss me gustan este tipo de novelas intimistas ahora solo queda encontrar el momento de abordar su lectura. Un beso
ResponderEliminarMe encantó esta novela y me llego muy profundo en lo personal.
ResponderEliminarBs.
Me apetece esta novela, pero tendré en cuenta ese pero que pones al final del primer párrafo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Comparto contigo que estas novelas intimistas son muy personales. A mi me gustó más le siguiente novela de la autora. Un abrazo
ResponderEliminarDisfruté con su lectura. con lo que la autora cuenta y con lo que tambiénn omite
ResponderEliminarHe leído muy buenas reseñas sobre ella y destacan al igual que tú la forma de narrar y también una cierta frialdad. No te voy a negar que si me la encuentro, la leeré.
ResponderEliminarBesos
Quiero leer a esta autora (con otro de sus libros) pero le buscaré el momento :-)
ResponderEliminarTodos apuntais que esta novela está muy bien. A mí me resulta muy llamativo esas confidencias entre madre e hija, creo que en esas conversaciones puede haber mucho jugo. La tengo en casa porque me tocó en un sorteo pero la verdad es que no he encontrado tiempo para leerla todavía. Besos
ResponderEliminarUna novela intimista muy emotiva que llega al corazón.
ResponderEliminarBesos
Es una novela que me encantó, esos silencios entre Lucy y su madre me enamoraron.
ResponderEliminarUn beso ,)
He sido la oveja negra de este libro. A mi no me emocionó tanto como a los demás, la verdad es que no conecté y me dejó fría...
ResponderEliminarBesos
El no profundizar es parte del poder de la novela, lo que fortalece el contenido a través de la forma: la vida no se narra de una forma lineal y consciente, sino fragmentada y accediental. Los que tenemos media vida pasada sabemos que es tal cual se describe.
ResponderEliminarPermanentemente en la lectura de Lucy contraponía "Apegos feroces" de Vivian Gornick. Dos estilos para contar una vida, a través de las cicatrices de la pobreza y la crianza de la familia, especialmente Madre e Hija. Buscando entender las hijas exitosas, para llegar a vivir " que nadie es inferior a otro" búsqueda del libro de Strout
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