Datos técnicos:
Título: Eres la luz de mis ojos
Autora: María José Rivera
Editorial: Ediciones Casiopea (enlace)
1ª edición: marzo de 2017
Idioma: Español
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-946727-0-5
Nº pág.: 426
Sinopsis:
Aunque su inauguración oficial tuvo lugar el 17 de
noviembre de 1869, en 2017 se cumplen 150 años desde que el
primer barco atravesó el Canal de Suez, un canal que cambió
una forma de viajar en plena era Victoriana. Para celebrarlo sacamos
esta novela inspirada en tan histórico acontecimiento.
Un banquero suizo que administra las finanzas de la
construcción del Canal de Suez, un joven ingeniero
egipcio comprometido con el progreso de su país, y un mujer rodeada
de misterio que envolverá a ambos, conforman el triángulo
de una historia que tiene como escenario la obra monumental
que cambió los viajes entre oriente y occidente. La lucha sin
escrúpulos por el poder y el dinero en los restos del imperio
otomano y los intereses de la Inglaterra victoriana, Francia y
Prusia, arrastran al lector en el trepidante ritmo de esta novela, en
la que transitan personajes como Lesseps, Eugenia de Montijo,
Flaubert, Dostoievski, Verdi, Eiffel o Pasteur. Su lectura conduce a
una época de glamour ya desaparecida marcada por el
ferrocarril, los barcos a vapor y el telégrafo.
Opinión
Personal:
Cuando vi
que Ediciones Casiopea publicaba una novela ambientada en torno a la
construcción del Canal de Suez, me dije que era una buena
oportunidad para acercarme de nuevo a un país tan atractivo
literariamente como es Egipto, por lo que representa su civilización
a lo largo de los siglos. Esta atracción viene añadida por una
portada que imanta, y un título y subtítulo que enamora al lector
que disfruta con una buena novela histórica. A ello le añadiría
después el papel que desempeñan, sobre todo cuando nos acercamos al
desenlace, los restos arqueológicos hallados durante la construcción
del canal, y que pertenecen al período de los faraones. Estos
descubrimientos arqueológicos darán lugar a los episodios más
intrigantes, atractivos y sobrecogedores de la novela, en los que
algún que otro giro le espera al lector, y que guardan relación con
el Museo de Bulak, en donde me encontré con el lado más humano de
Stefan Vertheimer, el personaje principal de esta novela.
(Canal de Suez)
Quien
disfruta con la lectura de una novela histórica, agradece que el
autor de turno le ofrezca una historia que se salga de los cánones
habituales del género. Pese a que está estructurada en capítulos
titulados, tal y como iba relatando un narrador omnisciente los
episodios que se sucedían, me daba la impresión de que tenía ante
mí una crónica de la época, porque veía que se limitaba a
contarme lo que pasaba en cada uno de ellos, sin profundizar en el
interior y en la evolución de los personajes. Para ello, la autora
recurre al relato epistolar, resaltado en cursiva para diferenciarlo
del resto de la narración. En este sentido, cuando me encontraba con
estas epístolas me producía la sensación de que de invadía su
intimidad, por las confidencias que encontraba en este cruce de
correspondencia, o en los fragmentos del diario que escribía el
banquero suizo Stefan Vertheimer, que administraba la financiación
de la construcción del Canal de Suez. Serán los tres personajes que
se mencionan en la sinopsis, y que forman el eje de la historia,
quienes utilizan este recurso. Aunque, pese al papel que desempeñan
estas correspondencias, me dio la impresión de que el retrato que
nos hace la autora de cada uno de los personajes que desfilan por sus
páginas, tenía más que ver en torno a la labor que desempeñaban
en esa obra de proporciones faraónicas.
María José Rivera ofrece al lector una trama que
gira en torno a la construcción del Canal de Suez, y el personaje
ficticio de Stefan Vertheimer, que estará omnipresente en cada no de
los capítulos que conforman la novela. Pero, a pesar de lo que
comenté en el párrafo anterior sobre los personajes, me sirvió
para conocer lo que pensaban sobre esa obra dos de los personajes que
tienen más peso en la novela: el ya mencionado Stefan Vertheimer, y
el ingeniero egipcio Ahmed. En este sentido, son muy interesantes los
diálogos que mantienen entre ellos, relacionados sobre todo en lo
que significa para uno y otro el Canal de Suez, y en los que
comprobaremos cómo en sus criterios influye el origen occidental de
uno, y el musulmán del otro; lo que no impide que entre ellos se
vaya fraguando una relación de amistad, que también se verá
afectada por esos episodios que comenté en el primer párrafo.
Aunque también en esos diálogos de los que hablo tendrá relación
también cabida el tercer personaje que forma ese trío, una mujer
enigmática que prendará al banquero suizo, aunque el lector podrá
comprobar la postura de cada uno de ellos ante esa relación que se va forjando entre ambos, y opinar
sobre el desenlace de la misma. Esta relación despertaría
nuevos sentimientos en Stefan Vertheimer, más interesado por todo
lo relacionado con su trabajo, que por su vida privada y sentimental.
El lector se encontrará en esta novela con un
magnífico documento de la época, en la que verá cómo de nuevo
asiste a un período convulso más de la historia, en donde la guerra
franco-prusiana está próxima, o los conflictos entre Francia e
Inglaterra, que se trasladarán también a la construcción del
canal, y por los cambios que se iban produciendo y que influirían, sobre todo, en las relaciones comerciales. La presencia de los británicos en el canal provocará
preocupación entre los egipcios, de la que presenciaremos su
reacción a medida que pasan los capítulos, sobre todo al comprobar
que el país tenía poco peso en torno a una obra que iba a cambiar
el rumbo de las relaciones comerciales.
(Ferdinand Lesseps)
En lo que a personajes se refiere, a parte de lo que ya
comenté en párrafos anteriores, nos encontraremos con que algunos
de ellos son históricos, y tomarán parte activa en la trama, como el
Vicompte Ferdinand de Lesseps, diplomático de carrera y empresario
francés, cuyo papel más importante fue realizar dos de las obras de
ingeniería más ambiciosas del siglo XIX, como son el ya mencionado
Canal de Suez y el de Panamá; los miembros de la poderosa familia de la banca Rostchild, con los que Stefan Vertheimer se las tendrá que ver en
más de una ocasión; la emperatriz Eugenia de Montijo, que presidirá
su inauguración oficial; figuras destacadas de la medicina, como
Pasteur, que influirá en la labor sanitaria que se lleva a cabo en
torno a los obreros que trabajan en su construcción; o Verdi, que
compondrá la ópera Aida para la inauguración del canal; sin
olvidarme la figura de Imsail Pachá, Kedhive de Egipto bajo el
control del imperio otomano. Estas últimas que menciono son ya más
testimoniales, aunque el Kedhive Ismail Pachá será mencionado en
más de una ocasión a lo largo de los capítulos, sobre todo por
temor a sus derroches económicos, que le darán más de un
quebradero de cabeza al banquero suizo; problemas económicos que
también le causará el ya mencionado Lesseps.
La lectura de Eres la luz de mis ojos me resultó
muy atractiva y adictiva, por el interés que iba causando en mí
todo lo relacionado en torno a la construcción de este canal. Creo
que es una novela instructiva, porque asistimos prácticamente a todo
su proceso, el trasfondo histórico de la época y, como bien dice la sinopsis, su lectura conduce a una época de glamour ya desaparecida marcada por el ferrocarril, los barcos a vapor y el telégrafo. También se destaca por su dinamismo
ya que, aunque la mayor parte de ella se desarrolla en Egipto,
acompañaremos a Stefan Vertheimer hasta Manila, Cádiz, Baden Baden,
Panamá o Zürich, en donde tiene su residencia y está la sede del
Zürker Kommrz Bank, entidad bancaria que ahora dirigía tras el
fallecimiento de su padre. Será en Manila, Cádiz y Baden Baden en
donde se encontrará con esa enigmática mujer, pero con el paso de
los capítulos irá atando cabos para asegurarse de que las
conjeturas que se iba formando sobre este personaje femenino tenían
una base fundada. A raíz de esto que acabo de comentar, se dará cuenta del porqué de las reacciones de esta mujer a la que terminaría uniéndose en matrimonio.
Eres la luz de mis ojos es una novela escrita de una
forma muy cuidada, cuyo ritmo de lectura a mi me resultó fluido —quizás influyó
en ello el hecho de que me atraía la historia—,
salvo en los episodios en los que dominaba el estilo epistolar en
donde el ritmo era un tanto más pausado. Solo me falta recomendar porque el lector disfrutará de una bien construida, y una galería de personajes históricos interesantes, y seguro que algunos de ellos desconocidos para los lectores.
Biografía:
María
José Rivera Ortún (Herramélluri, La Rioja, España) es Doctora en
Matemáticas por la Universidad de Valencia y Catedrática de
Matemáticas en la U.P de Valencia. Ha compartido su labor docente y
de investigación con la escritura. Su 1ªnovela, Harmattan, (Alianza
Editorial 2009), fue finalista del X Premio de Novela Fernando
Quiñones 2008. Siguieron Noches de Obon (2013) y Luz de los muertos
(2015) (Ed. La Pereza). Co-autora de Las mil y una Hipatias,
(Ed.Nivola 2011). Premio Relato Corto Antonio Gutiérrez de Cerezo
2013 con Encalmada. Con "Eres la luz de mis ojos" se
adentra en la novela histórica.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora, tomados de la web de la editorial, así como la fotografía de María José Rivera. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña, de google imágenes.
Ya intuía yo que esta novela te iba a gustar... En mi caso, me parece demasiado didáctica para mis gustos, más aún teniendo en cuenta que la novela histórica no es mi palo fuerte.
ResponderEliminarBesos.
Por lo que cuentas, creo que es de las novelas que más me gustan, las que mezclan historia y ficción de una manera acertada
ResponderEliminarDa gusto encontrarse con novelas así para los que nos encanta la novela histórica. Me parece muy interesante conocer más a fondo la época y lo que conllevó la creación del canal, sin duda la leería. Un abrazo
ResponderEliminarPue me gusta lo que cuentas y no me importaría nada leerla.
ResponderEliminarUn beso ;)
POr lo que cuentas, no tiene mala pinta.
ResponderEliminarBesos
Pues nos tocó este libro en un sorteo, pero se lo quedó MB así que yo al menos no creo que lo lea a corto plazo, por aquello de que intentamos no coincidir en lecturas para que sean siempre reseñables para el blog. Pero lo que cuentas es muy interesante, a la larga seguramente me haga con el libro :)
ResponderEliminar¡Besote!
Pues me parece interesante por toda la parte histórica y que además original porque no creo que haya leído nada ambientado en ese lugar, pero no puedo leer todo y lamentándolo mucho lo dejé pasar. Me alegro de que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminarBesos
Lo de personajes históricos desconocidos para el lector ya me ha hecho click, se me ha disparado el resorte de la curiosidad y de nuevo mi alma de portera se ha despertado, jajajaaj; lo del estilo epistolar me frenta un poquillo pero no lo bastante como para no darle una oportunidad al libro.
ResponderEliminarBuena reseña Paco.
Besitos.
Aprecie mucho esas notas históricas que aparecían en la novela. Muy interesantes.
ResponderEliminarMe alegra enormemente que la hayas disfrutado así. Desde luego, tu reseña denota entusiasmo y es que cuando los personajes nos llegan todo está ganado. La verdad es que es una historia muy interesante. Anotada queda pero estoy por sacar lo que tengo esperando en el estante que es demasiado y no debo ser realista.
ResponderEliminarBesos
Pues anotadísima queda, me gusta muchísimo lo que nos cuentas.
ResponderEliminarUn beso
Pues creo que podría gustarme mucho, así que apuntadito me lo llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
La verdad es que no termina de llamarme la atención esta novela porque el tema que trata no lo hace, pero tu reseña transmite perfectamente cuánto te ha gustado y no te creas, que solo por eso me tienta.
ResponderEliminarBesos.
Tiene una pinta fantástica. Habrá que tenerlo en cuenta. Besos
ResponderEliminarPor lo que cuentas es una novela que seguro me gusta. Espero poder hacerle un hueco. Besinos.
ResponderEliminarParece que la has disfrutado bastante! A mi la verdad es que no me llama, tengo el género algo apartado
ResponderEliminarBesos
Hum, no me convence la verdad, lo veo demasiado histórico, como dices, parece más crónica. Va a ser que no :/
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