Datos
técnicos:
Título:
Las guerras de Elena
Autora:
Marta Querol
Editorial:
Ediciones B
1ª
edición: enero de 2014
Encuadernación:
tapa blanda con solapas.
Idioma:
Castellano
ISBN:
978-84-666-5410-4
Nº pág.:
462
Sinopsis:
Valencia,
1968. Elena Lamarc planta cara a la vida con una fuerza arrolladora.
Tras
sorprender a su marido en la cama con una mujer ha decidido tragarse
las lágrimas y ser fuerte. Derrumbarse no entra en sus planes: su
empresa de moda infantil y su hija Lucía la necesitan más que
nunca. De ella, y solo de ella, depende el futuro de la niña.
Por
muy difíciles que sean las cosas, Elena lucha contra una sociedad
embalsamada, desafía los valores tradicionales y se opone a un
destino que parece inevitable. En su vida hay muchas guerras y debe
ganarlas todas. Con los últimos años del franquismo como telón de
fondo, Las guerras de Elena es una obra de intriga social que refleja
de forma magistral las pasiones eternas del ser humano.
Opinión
Personal:
Tras
comentar ayer en mi cuenta de Twitter que había finalizado la
lectura de Las guerras de Elena, su autora, Marta Querol, me
dijo vía Facebook que la había terminado muy rápido. Y es que yo
mismo me sorprendí por mi ritmo de lectura en lo que a esta novela
que hoy reseño se refiere, pero es que Las guerras de Elena
absorbe a quienes deciden darle una oportunidad. Y creo que merece la
pena dársela, porque el lector tiene el entretenimiento asegurado a
lo largo de todo el desarrollo de la trama y se encontrará con una
novela magníficamente trabajada, incluso diría que más literaria
que la anterior.
Para
quienes no hayan leído El final del ave fénix, les comento
que Las guerras de Elena se puede leer perfectamente de forma
independiente. Como bien dice la autora, cada una de las que
conforman la trilogía son autoconclusivas. De hecho, leí El
final del ave fénix en 2012 (reseña), y no necesité releerla —ni
siquiera mi reseña— para no sentirme perdido mientras me adentraba
en la historia que Marta Querol me contaba a través de un narrador
omnisciente en esta segunda parte de la trilogía. Otra cosa es que
el lector quiera empezar por El final
del ave fénix para así disfrutar
de una trilogía que va de más a más y que merece ser disfrutada
toda ella.
(Valencia-1970)
Creo
que el título es muy acertado porque en esas cuatro palabras la
autora nos avanza loque le va a ocurrir a Elena Lamarc a lo largo de
toda la novela, aunque hay otros personajes que también desempeñan
un papel destacado y entre todos ellos conforman un entramado
complejo, ya que estamos ante un conjunto de vidas entrecruzadas, de
tal forma que lo que haga uno de ellos influirá en las actuaciones
de los demás: forman como un puzzle en el que todas las piezas
encajan perfectamente. Y es que Elena se las verá con todo tipo de
conflictos: personales, sociales y bélicos, ya que su carácter
decidido y emprendedor no le amilanará ante el conflicto que se
recrudece en el Líbano, a donde acude para asistir a la Feria de
Mofitex en Beirut, porque ella sabe que de los pedidos que en esa
Feria le hagan depende en gran medida el futuro de su empresa, sin
olvidarse del de su hija Lucía, que siempre lo tendrá muy presente,
sobre todo desde que se separó de su exmarido, Carlos Company, y ve
cómo irrumpe con fuerza en la vida de éste otra mujer: Verónica,
por lo que se le abre otro frente más en el que luchar.
En
Las guerras de Elena, Marta Querol nos ofrece un magnífico
fresco costumbrista en el que el lector revivirá cómo era la España
de aquel entonces. Creo que la novela, en mi modesta opinión, muestra una alta dosis de realismo en todas sus páginas. Es un claro testimonio de lo que fueron los últimos años del franquismo. En este sentido, disfruté mucho con la exquisita
ambientación de la época, independientemente de que gran parte de
la trama se desarrollara en Valencia, pero es que las encorsetadas
costumbres del momento se daban por igual en cualquier rincón de
nuestro país. Incluso sonreía en algún momento de la lectura ante
la aparición de ciertos detalles que evocaban mi infancia y
adolescencia. Está claro que la autora cuidó con mimo la
ambientación para que el lector se sintiera realmente transportado a
la época en la que se desarrollaba la trama. Sin duda alguna, creo
que este es uno de los puntos fuertes de la novela. Pero, además, el
narrador nos recordará en algunas fases de su relato el trasfondo
político del momento, en donde había una gran expectación ante lo
que iba a ocurrir después del fallecimiento de Franco. Este aspecto
está claramente reflejado en los capítulos finales, pues los
personajes estarán muy pendientes de los acontecimientos que se van
produciendo ante las consecuencias que puedan tener en el devenir de
sus vidas las decisiones posteriores que se adopten.
(Hotel Holliday Inn-Beirut)
Y
si la ambientación es exquisita, otro tanto se puede decir de los
personajes. Todos ellos están perfectamente construidos y nos
podemos hacer una idea de cómo son cada uno de los que desfilan ante
nosotros. Puede decirse perfectamente que son de carne y hueso,
porque realmente parecen cobrar vida propia. Y es que Marta Querol ya
había demostrado en El final del ave fénix que refleja de
forma magistral las pasiones eternas del ser humano. Al igual que en
la ambientación, en los personajes también cuida con mimo cualquier
detalle que nos ayude a conocerlos mejor, a que tengamos una idea muy
clara de cómo son y cómo actúan, sobre todo en lo que a los
personajes femeninos se refiere, pues a través de ellos nos muestra
cómo era la mujer en aquella época, en la que tenía un papel
claramente definido en un mundo cuyas pautas las marcaban los
hombres. Y diría que todos ellos son carismáticos, por el papel que
desempeñan cada uno en el desarrollo de la trama. La forma en la que
están trazados nos atrae, nos imanta, y llegaremos a empatizar con
unos y a odiar a otros, incluso me atrevo a decir que, en algún
momento, cambiaremos nuestra opinión sobre ellos tras juzgar sus
actuaciones.
Quizás,
en mi modesta opinión, lo que diferencia a Las
guerras de Elena de El final del ave fénix es que
en esta segunda parte de la trilogía nos encontramos con elementos
propios del thriller, pues la intriga y la acción están servidas.
Pero es que, además, creo que el desenlace, en mi modesta opinión,
está escrito a ritmo de este género literario. Puede que incluso
sea un tanto precipitado el cierre, pero es que tal y como se van
desarrollando los episodios que conducen al final de la trama creo
que es inevitable que sea ese el ritmo marcado. El lector lo
agradecerá porque estos elementos lo mantendrán en vilo y le
invitarán a seguir leyendo para saber qué es lo que va a pasar en
las siguientes escenas. Y es que en cada una de las tres partes en
las que se divide la novela siempre pasa algo. Pero no solo la
intriga y la acción están presentes en la novela, sino también la
tensión. Y es que Marta Querol demuestra que sabe crear esos
momentos en los que el lector está muy pendiente de las escenas en
las que se presiente que puede ocurrir algo que le haga dar un
respingo. Porque tal y como se van desarrollando algunos episodios
nos indican que algo va a pasar, y pese a que estamos advertidos, a
que la autora prepara el terreno, logra provocar en nosotros la misma
tensión que vive el personaje de turno. Y esto que acabo de comentar
ocurre en varias ocasiones a lo largo de la narración.
Está
claro que disfruté con la lectura de Las guerras de Elena,
por lo que supongo que no es necesario recordar que la recomiende.
Merece la pena disfrutar de una lectura como la que hoy presento a
quienes visitan este blog porque, a través de Las guerras de Elena,
Marta Querol nos abre una ventana literaria para recordar esa época
que muchos de nosotros hemos vivido.
Biografía:
Marta
Querol Benèch nació y se crió en Valencia, (España). Se licenció
en Ciencias Económicas y Empresariales, y estudió después dos
máster de especialización. Comenzó como asesora de empresas en la
implantación de sistemas y modelos de gestión para la excelencia, y
terminó dirigiendo el departamento de calidad de una multinacional
del sector de la iluminación.
Pero su auténtica vocación es la de escritora. Comenzó a escribir, fruto de una necesidad interior incontrolada, sacando tiempo de noches en vela para volcar lo que deseaba expresar en unas líneas . Aquellas primeras líneas reflejaron una vocación que latía en su interior.
Pero su auténtica vocación es la de escritora. Comenzó a escribir, fruto de una necesidad interior incontrolada, sacando tiempo de noches en vela para volcar lo que deseaba expresar en unas líneas . Aquellas primeras líneas reflejaron una vocación que latía en su interior.
Ese
impulso creativo se convirtió en el prólogo de su primera novela,
'El final del Ave Fénix' (2008), con la que participó en la 56
Edición del Premio Planeta de Novela. Fue una de las diez finalista
de ese año, y la confirmación de que había emprendido el camino
correcto.
Desde entonces no ha dejado de escribir. Colaboró desde octubre de 2007 hasta julio de 2011 en el periódico valenciano «Las Provincias» (Grupo Vocento) con un artículo semanal, ha escrito varios relatos cortos, ha colaborado en distintas publicaciones locales y foros de literatura, y participa como jurado en certámenes de relatos. Su cuento infantil «El niño que se convirtió en Rey Mago» salió publicado en la antología ilustrada, Ilusionaria, de carácter benéfico.
«Las
guerras de Elena»,
publicada por B de Books, es la segunda parte de la trilogía, que se
cierra con la novela Yo
que tanto te quiero.
Nota: Datos técnicos, biografía y sinopsis tomados de la web de Ediciones B. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña y de Marta Querol, de google imágenes.
Pues qué te voy a decir, si "El final del Ave Fénix" ya me encantó... Y aquí parece que esos ingredientes añadidos a la primera también son de mi agrado, así que se va directa a mi lista de deseos.
ResponderEliminarBesos.
No he leído nada de esta autora,a ver cuando me animo.
ResponderEliminarUn beso
A ver si me estreno con esta autora, porque no faltan buenas recomendaciones de sus libros.
ResponderEliminarUn beso ;)
Marta es fabulosa, si es buena escritora ya ni te cuento que tipo de persona es; Creo que Las Guerras de Elena supera a El ave fénix por que da una vuelta de tuerca a la ya tocada vida de la protagonista, la lleva a una acción desenfrenada...está muy bien escrita.
ResponderEliminarBuena reseña!!!!!
Mil besos
Yolanda
Tengo que animarme con esta autora, a ver si en 2017..
ResponderEliminarBesos
Tengo poca información sobre ella pero me ha interesado conocer la saga
ResponderEliminarEl primero me encantó, pero este lo empecé a leer y no me estaba gustando nada y lo dejé.
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