Es mi primera participación en una lectura conjunta y he de decir que es un incentivo más para promocionar la lectura, máxime si se trata de difundir la obra de un autor nacional, como este es el caso. Esta vez la convocatoria corre a cargo de Mari Carmen, la administradora del blog Adictos a los libros.
La
portada no es que sea un gran acierto, pues esa silueta no nos dice, en
principio, nada. Luego está la cama y una maleta sobre ella. Ambas cosas
enmarcadas en un cuadro. ¿Indicará la silueta que el protagonista puede ser
cualquiera de nosotros?. Pues quizás sí, porque lo que le pasó a él le puede
haber ocurrido a cualquiera en su lugar. Los hechos se suceden en una España en
crisis y, tal y como hace nuestro protagonista, aunque se vaya de vacaciones,
hay que buscar lo más económico, independientemente de que el destino sea una
zona turística muy concurrida, que bien pudiera ser la costa levantina.
Los personajes que tendrán alguna relación en la
vida de Santiago están bien trazados por el autor y nos podemos dar una idea de
cómo son: Su aspecto físico, condición social, las ideas, pensamientos y formas
de actuar de cada uno, de los que de alguno de ellos se llevará alguna
sorpresa. Así, vemos cómo su madre conserva, en ciertas expresiones y forma de
pensar, rasgos de haber pasado por un colegio de monjas y él nos recuerda cómo
diferenciaba a sus dos hijos en la manera de vestirlos para que Santiago,
cuando era un niño, no ensombreciera la belleza de su hermana Sonia, quien le
rebelará un secreto que solo conocía su padre; su cuñada Montse,
a la que no soporta y tiene por pija. La vida de ricachona que lleva, con su
chalet, su velero, sus palcos VIP en los eventos a los que asiste, provocan un
rechazo entre ellos que dará lugar a algún incidente e influirán en el
alejamiento definitivo de su hija.
El viaje del idiota es, sin duda, una novela que recomiendo para su
lectura con la que pasaremos un momento entretenido pero que también nos hará
meditar.
Miguel Paz Cabanas, nacido en Sestao, residen en León desde 1988. Ejerce como articulista en el Diario de León en la sección «Contracorriente». Su obra abarca el ensayo, el relato y el artículo periodístico. Ha recibido en los tres campos literarios que trabaja varios premios. Cuenta con relatos publicados en más de veinte antologías. En 2004 publicó Cuentos crueles para leer tumbado en la cama, de Ediciones Leteo.
Sinopsis:
Santiago
es un empleado de pompas fúnebres, separado, que a sus cuarenta años solo tiene
un coche con dos airbag y una familia que le considera un fracasado
irrecuperable. Inicia un viaje con el que pretende reconciliarse con su hija,
que terminará arrojándose en brazos de su familia política. Todo lo que le va a
ocurrir tendrá un aire surreal, pero también un ámbito grotesco o fatídico. El
único aliciente de su vida es un chateo con su padre que cada vez irá
adquiriendo un tono más delirante y profundo. Tratará de encontrar su pasado
pero lo que conseguirá será meterse en un sórdido club, dedicado a robar
incunables, traficar con pistolas y a la trata de blancas.
Opinión personal:
«
— No digo idioteces —me defiendo— ¿Por qué decís que suelto idioteces?. Creo
que soy generoso. Te he dado a elegir la mitad del viaje. La otra mitad la
organizo yo. Al fin y al cabo soy el que pone el dinero» (pág 26).
Santiago
es un hombre de cuarenta años, relaciones públicas de una empresa de pompas
fúnebres. Lo único que tiene en esta vida es un coche con dos airbag. Su
familia lo tiene por un idiota y por un fracasado pero él no lo ve así. Estaba
casado con Miriam, de la que se divorció y con la que mantiene no muy buenas
relaciones y tiene una hija, Luisa, que reparte sus vacaciones entre ambos, con
una actitud díscola como la mayoría de los jóvenes de su edad.
Ya
en la ciudad donde pasa sus vacaciones con su hija iremos conociendo a
personajes secundarios de lo más variopinto, algunos con un pasado un tanto
oscuro o metidos de lleno en el mundo del hampa, como Iván, con sus rasgos
típicos de los países del este europeo y que había entrado clandestinamente en
el país, del que poco a poco iremos conociendo su historia y cómo va creciendo
su amistad con Santiago, que a toda costa quiere librar a la novia de éste del
puticlub en el que le hacen trabajar a la fuerza. Esto le acarreará serios
problemas con Santiago Pavesi, un gordo con fama de pertenecer a los bajos
fondos y que ayudado por su sabueso Samuel Caravia, está involucrado en
negocios ilegales. Un mafioso total. Y, por último, aparecerán las dos mujeres
que le alegrarán un poco su existencia en ese mundo que tanto le daba la
espalda y del que llevaba golpes, tanto morales como físicos: Sagrario, la
casera, en cuya pensión se hospedará después tras decidir prolongar sus
vacaciones y ser despedido por la empresa, y la amiga de esta, Puri.
El
viaje del idiota es una novela que
me sorprende desde las primeras páginas. La narración es fluida, de fácil
lectura y con un lenguaje muy de nuestros días, con algunos tacos incluidos.
¿Quién no suelta alguno de vez en cuando?. A lo largo del relato Santiago nos
dará su opinión sobre lo que ve y pasa a su alrededor. En ocasiones, incluso,
sus pensamientos rayan en lo filosófico y es muy dado a emplear citas que
iremos viendo a lo largo del relato, como alguna de personalidades célebres,
caso de Martín Luther King o referencias a
películas, escritores o compositores.
Hay
momentos en los que el lector se encontrará con noticias que provocan alguna
sonrisa, como las que irán apareciendo sobre la famosa vaca Teresa o la mención
continua a la gota fría que se avecina. Se encontrará metido en líos que él
mismo se busca pues vemos que tiene el defecto de no saber parar a tiempo.
Miguel
Paz Cabanas nos trae una obra que, como bien se nos advierte en el prólogo de
la novela, firmado por Alberto R. Torices, conmovedora, incisiva,
descacharrante y que, a medida que transcurre la historia, primero nos hará
reír, después pensar y por último llorar, pues logra que empaticemos con el
protagonista. Lo que más me gustó de ella es el supuesto diálogo, vía chat, con
su padre, que se suicidó. Diálogo en el que cada vez irán profundizando más
sobre las cosas mundanas. Un padre que en vida fue lo que llamamos un «buen
elemento» y del que siempre desconfió su mujer, pues suponía que aprovechaba su
clínica veterinaria para liarse con las clientas.
El autor:
Miguel Paz Cabanas, nacido en Sestao, residen en León desde 1988. Ejerce como articulista en el Diario de León en la sección «Contracorriente». Su obra abarca el ensayo, el relato y el artículo periodístico. Ha recibido en los tres campos literarios que trabaja varios premios. Cuenta con relatos publicados en más de veinte antologías. En 2004 publicó Cuentos crueles para leer tumbado en la cama, de Ediciones Leteo.
Título:
El viaje del idiota
Autor.
Miguel Paz Cabanas
Prólogo:
Alberto R. Torices
Ilustración
cubierta: Julia D. Velásquez
Editorial:
Baile del Sol, 2010
ISBN:
9788415019121
Nº
Páginas: 174
Y qué casualidad, como estamos de celebración con los Rolling Stones, os pongo esta canción que se menciona en la novela: Ruby Tuesday.
Gracias Francisco, por tu reseña, me alegro que el libro te haya gustado y como tu dices es un libro para reflexionar.
ResponderEliminarSaludos
A ti por darnos a conocer a este autor. Saludos, Paco. Seguiremos escribiéndonos.
EliminarYo diría que la silueta en blanco pretende indicar que el protagonista es un hombre cualquiera, un "don nadie", alguien normal y corriente.
ResponderEliminarA mí también me gustó mucho. Al final, casi todas las reseñas están coincidiendo.
SAludos
Parece que sí, Laky. Vamos todos por el mismo camino. El autor, si sigue así, puede darnos muchas alegrías. Esperemos que esto no sea solo una casualidad. Saludos.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAnte una reseña tan impresionante, no puedo más que sentir un cierto arrepentimiento por no haber podido participar en la lectura conjunta. Es un verdadero placer leerte, Paco. Saludos.
ResponderEliminarGracias por tu amabilidad, Offuscattio.
EliminarEstoy de acuerdo con Offuscatio, ante esta reseña empiezo a sentirme bastante arrepentida de no haber participado en esta lectura. Me alegro que te haya gustado tanto y me has terminado de convencer. Besos
ResponderEliminarLa novela está bien trabajada por el autor. Quizás lo que a veces influye en sentido negativo es la portada. En muchas ocasiones se acierta y en otras no. Besos.
EliminarUna reseña fantástica! De primeras no me llamaba este libro, pero luego con las reseñas empezaba a dudar. Y ahora con la tuya haces que definitivamente tenga que incluir este libro en mi lista de pendientes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias, Margari, verás cómo te va a sorprender la novela. Besos.
EliminarLlevo unos días desconectada y no me enteré de la lectura pero por falta de tiempo tampoco habría participado, sin embargo tu reseña me ha gustado y creo que no puedo dejar pasar un libro que te hace reír, llorar y reflexionar, ¿se puede pedir más? No me parece adecuada la portada, creo que deberían buscar otra más atractiva para el público. Saludos.
ResponderEliminarMás no se puede pedir, Rebeca y, realmente, cumple las tres premisas. Saludos.
EliminarA pesar de que en general las reseñas que voy viendo en la lectura son positivas de momento no creo que me anime a leerlo, no termina de llamarme la atención
ResponderEliminarbesos
Creo que uno es muy libre de decidir lo que realmente le guste leer por mucho que determinado libro sea visto favorablemente por los demás. A mí también me pasó con alguno que otro. Besos.
EliminarCoincido contigo, Francisco, en que la portada tira para atrás. Una más atractiva le haría mucho bien. También es cierto que nos hace reír y reflexionar, yo para lo de la lágrima soy más dura...
ResponderEliminarBesos
A veces los libros empiezan gustando desde fuera, desde la portada pero también es cierto que hay libros con una buena portada y luego vas al contenido y te llevas un fiasco. Es difícil encontrar, realmente, ambas cosas que satisfagan. Ahí ya es cosa de que los diseñadores de las mismas acierten con lo que quieren para el producto. El asunto de la vaca Teresa, tal y como lo va tratando el autor a lo largo del relato me hizo reír más de una vez, aunque he de reconocer que soy de risa fácil. Besos.
EliminarEstoy con Laky en que la portada hace más alusión a un hombre perdido, sin rumbo, y al que todos ningunean. A mí me ha gustado bastante esta novela, cargada de adjetivos tristes y hediondos que ambientan la historia a las mil maravillas para describir a los personajes.
ResponderEliminarSaludos
Creo que, mirándolo bien, Pakiko, se le puede dar esa connotación: la soledad. El protagonista de esta novela está muy bien dibujado por el autor. Saludos.
EliminarVeo que por ahora a todos os ha gustado más que a mi...
ResponderEliminarMuy buena reseña, muy argumentada.
Un beso!
Gracias por tus amables palabras, Lesincele. Besos.
EliminarMe temo que mi opinión va en contra de lo que opinan la mayoría de participantes de esta lectura... Aún así, me alegra que lo hayas disfrutado; ojalá a mi me hubiera convencido tanto! 1beso!
ResponderEliminarGracias, Tizire. No tiene por qué convencernos a todos por igual, eso desde luego. Uno debe de tener sus propios criterios. Es una lectura conjunta pero cada uno opina lo que cree conveniente del libro. Besos.
EliminarNo estoy apuntada a la lectura conjunta porque tengo un montón en la lista, pero al final lo mismo me animo y la leo, porque por tu reseña parece una lectura interesante. Un beso
ResponderEliminarGracias, Pilar. Si te decides, estaré atento a tu reseña. Besos.
EliminarHola Francisco,
ResponderEliminarVista la conjunta ya encargué este título. Tiene una pinta estupenda.
Gracias por una estupenda reseña.
Besos
De nada. Estaré atento a tu reseña. Besos.
Eliminaren la silueta nos podemos colocar cualquiera, en el reflejo del espejo encontramos una maleta y un camastro, un buen resumen de la vida de alguien que vive la vida para ser feliz y para no desaprovechar aquello que se le pone delante, aunque a veces cometa errores, pero ¿quién no ha hecho el idiota alguna vez?
ResponderEliminarSantiago rompe sus últimas ataduras, en un viaje que se descontrola