Datos
técnicos:
Título: El
sombrero de tres picos.
Autor:
Pedro Antonio de Alarcón.
Editorial:
Vicens Vives.
Colección:
Aula de Literatura.
1ª edición: 2002.
1ª edición: 2002.
Año de
publicación original: 1874.
Encuadernación:
tapa blanda.
ISBN:
84-316-6381-2.
Idioma:
español.
Nº pág.:
164.
Sinopsis:
A
principios del siglo XIX y en una ciudad de provincias, un viejo
corregidor se empeña en seducir a una atractiva molinera, aun a
sabiendas de que está casada y de que quiere mantenerse fiel a su
esposo. Para lograr su propósito, el corregidor traza un plan que le
permita entrar en la casa de la mujer de sus sueños y sorprenderla a
solas en mitad de la noche. Sin embargo, las cosas no salen según lo
previsto, y el corregidor, la molinera y otros muchos personajes
acaban enzarzados en una divertidísima maraña de enredos.
Tal
es la historia que Pedro Antonio de Alarcón (1883-1891) nos narra en
El
sombrero de tres picos, un magistral relato cómico
que Emilia Pardo Bazán llamó con toda justicia «el rey de los
cuentos españoles».
Opinión
Personal:
Hoy
comparto mis impresiones sobre una novela corta cuyo título estoy
seguro resultará muy familiar, sobre todo a los apasionados por los
autores clásicos: El sombrero de tres picos, de Pedro Antonio
de Alarcón. La crítica especializada dice que es la obra maestra
del escritor natural de Guadix (Granada), y la mismísima doña
Emilia Pardo Bazán la calificó como «el rey de los cuentos
españoles». Esta obra la recuerdo con cariño porque la leí en mis
años de estudiante, y es una de esas lecturas que me quedaron
grabadas por lo mucho que disfruté con ellas. La edición que tengo
en casa es para estudiantes de la ESO, del Aula de Literatura de
Vicens Vives, con una introducción en la que la editorial ofrece
unas pinceladas sobre el romanticismo tardío de Alarcón y El
sombrero de tres picos, más los textos auxiliares en los que
sirven de fuente para esta novela y una serie de actividades para los
alumnos.
Pese
a que estamos ante una novela corta escrita en 1874, y que en ella
Alarcón aborda desde una perspectiva cómica el tema de la
infidelidad, en ningún momento se me hizo desfasada la historia que
cuenta el narrador omnisciente; de hecho, su lectura me resultó muy
entretenida y divertida, con situaciones de enredo que levantan
cuando menos una sonrisa. En este sentido, el narrador omnisciente, a
modo de cronista, implica al lector en su relato por la forma en que
lo gestiona, como lo podrá comprobar a lo largo del prólogo del
autor y los treinta y seis capítulos cortos y titulados en los que
está estructurado. Sin duda alguna, esa gestión que hace el narrador del
relato, al actuar como cronista, incita al lector a estar muy
pendientes de lo que ocurre sobre todo en determinados episodios, lo
que acrecienta el interés por conocer el desenlace, tras el empeño
que tiene un viejo corregidor en una ciudad de provincias, en seducir
a una atractiva molinera, aun a sabiendas de que está casada y de
que quiere mantenerse fiel a su esposo. ¿Logrará el corregidor
conseguir su empecinado propósito? ¿Logrará la molinera mantenerse
fiel a su esposo, como así lo afirma en los primeros capítulos?
El
sombrero de tres picos es una novela costumbrista con un claro
trasfondo histórico y que sitúa la trama en una época concreta, en
la que Alarcón construye una historia de tal forma que el lector
tenga una clara idea tanto de la estructura social de la época en la
que se desarrolla como de las costumbres que imperan por aquel
entonces. Y es que el lector comprobará a lo largo de los capítulos
cómo quienes ejercían un mayor poder, ya fuera civil o
eclasiástico, aprovechaban su situación en el escalafón social
para alcanzar las metas que se marcaban, sin importarles los recursos
que tuvieran que utilizar para lograrlo.
Uno
de los grandes atractivos de El sombrero de tres picos es esa
relación tan estrecha que mantienen las fuerzas vivas de esta ciudad
de provincias -diría incluso que demasiado vivas, aprovechando la
coyuntura política del momento-. El lector se preguntará cómo
logra el molinero y su señora mantener esa relación tan estrecha
con las autoridades de la época, pese a la diferencia social que los
separa. Y esa respuesta no tardará en tenerla, porque si las
autoridades tenían su poder para utilizarlo a su antojo, el tío
Lucas y la señá Frasquita tienen las suyas para alternar con las
autoridades locales.
Otro
atractivo son los personajes, con los que el lector no tarda en
familiarizarse y conocer los fines que persiguen unos y otros en esta
historia. Alarcón aprovecha esta novela para caricaturizar sobre
todo a las fuerzas vivas de la época y también les confiere unos
rasgos psicológicos en los que busca reflejar el lado más ruin del
ser humano. Sin embargo no todos son así, porque esa fachada
exterior que muestra algún personaje guarda un interior que invitan
a empatizar con ellos, pese a que determinadas situaciones que
protagonizan hagan que nos hagamos otra idea de ellos. En este
sentido, el lector sonríe con los epítetos con los que califica a
algunos personajes, caso de la señá Fraquita -la hija de los
Pirineos es uno de ellos, por su origen navarro- o Garduña, el
alguacil del corregidor, que actúa como si de un secuaz se tratase.
El
sombrero de tres picos es una lectura amena, divertida, y con
escenas que pueden provocar cuando menos una sonrisa o incluso
hilaridad por el enredo que se produce en ellas, por las reacciones
que muestran los personajes en esas situaciones ingeniosas que dan
lugar a equívocos, por lo que uno se pregunta si el corregidor y la
molinera serán capaces de mantenerse firmes en sus propósitos. El
ritmo de lectura es muy fluido se lee prácticamente de una sentada.
El texto muestra una gran riqueza del lenguaje, adaptado al estilo
coloquial de la obra, y como se muestra en expresiones utilizadas por
algunos personajes en los diálogos o por el narrador en algunas
fases de la novela. Este narrador omnisciente aprovecha algunas
ocasiones para hacer juegos de palabras, alguna alusión mitológica
e incluso literarias para definir de forma irónica a alguno de los
personajes. Alarcón muestra en esta novela corta una gran
imaginación, en la que el lector se encuentra con escenas muy
dinámicas, e incluso diría que algunas un tanto surrealistas. El
lector puede hacerse una idea clara de los escenarios por los que se
mueven los personajes, porque se encuentra con descripciones claras y
concisas, al igual que puede imaginarse las escenas que protagonizan
los personajes, con el añadido de que esta edición de Vicens Vives
ofrece unas ilustraciones en las que se recrean algunas de las
escenas.
Biografía:
(Guadix,
España, 1833 - Madrid, 1891) Novelista español. De ideas
anticlericales y antimonárquicas durante su juventud, la carrera
literaria de Pedro Antonio de Alarcón en Madrid no tuvo éxito en un
principio, por lo cual regresó a Granada, desde donde se mantuvo
activo, sin embargo, en las intrigas políticas de su época.
Alarcón
fue director del periódico satírico El Látigo, y posteriormente
participó en la guerra de África, experiencia que recogió en
Diario
de un testigo de la guerra de África (1859).
Más tarde realizó un viaje a Italia, del que saldría su segunda
obra documental, De Madrid a Nápoles. A su vuelta experimentó un
giro hacia una postura católica y conservadora, a la vez que
iniciaba su carrera como novelista con una serie de narraciones
breves, de las que sobresale El
sombrero de tres picos (1874).
Entre las mejores novelas de su producción se hallan El
escándalo (1875),
El
niño de la bola (1878)
y La
pródiga (1880).
Aunque su figura ha quedado oscurecida por la inmensa talla de los
grandes novelistas del periodo (Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas
«Clarín» o Juan Valera), la crítica coincide en subrayar el
innegable valor literario de su narrativa.
Nota: Datos técnicos y sinopsis, tomados del libro. Fotografía del autor, tomada de Wikipedia. Biografía de Pedro Antonio de Alarcón, tomada de la web biografíasyvidas.
Ay, aquí me has ganado. Mi paisano. Una de sus obras más divertidas. Como buena guadijeña he leído todas sus obras. Te recomiendo encarecidamente El niño de la bola y El capitán veneno.
ResponderEliminarMe alegra que te hayas decidido por este clásico.
Besos
Recuerdo haberla leído en el colegio y recuerdo que me gustó mucho. También creo haber visto alguna adaptación en la Televisión. Puede que en aquel programa que se llamaba "Novela" y que ponían después de comer. Creo que también he visto una adaptación de "El escándalo".
ResponderEliminarNo es algo que me apetezca ahora mucho, pero nunca se sabe.
Un beso.
¡Me encanta Paco! Es también uno de los que he barajador para el reto, aunque luego me he inclinado por otro, ya verás cuál 😁😁😁
ResponderEliminarMe encanta, me gusta muchísimo y te ha quedado una reseña perfecta.
Besitos carinyet 💋💋💋
Ooooohh, cuanto tiempo! Creo que volé en el tiempo con ese sombrero yme ha gustado de nuevo paladear su sabor, gracias!!
ResponderEliminarLo leí hace muchos años, cuando aún estaba en el colegio, qué tiempos aquellos jajaja
ResponderEliminarPero recuerdo que me pareció divertidísimo
Besos
Madre mía, qué título nos traes hoy. Este libro lo vimos en el colegio y la verdad, no había vuelto a pensar en él. Me has refrescado un poco la memoria y eso se agradece. Besos
ResponderEliminarCuánto me divertí en el instituto leyéndolo, creo que fue de las lecturas obligatorias que más me gustaron y además, me has traído buenos recuerdos a la mente con tu reseña.
ResponderEliminarBesos
Hola Paco, he leído varias novelas de este autor y me parece que está también y que además la tengo, si fue así, fue hace mucho tiempo. No me importaria releerla. Besinos.
ResponderEliminarMe gustan las novelas de enredos, y ando en busca y captura de algo divertido, pero no sé, me llevé hace poco una decepción con Cuatro corazones con freno y marcha atrás, y eso de que tenga un toque costumbrista me echa para atrás.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.
El típico libro que lees de adolescente en el instituto y del que tengo que confesar que no recuerdo demasiado. Como veo que es corto y dices que es ameno y divertido, no descarto para nada su relectura.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarA mí nunca me tocó leerlo para clase, pero tengo la misma edición heredada de mi hermano mayor, aunque sin leer.
Teniendo en cuenta lo cortito que es, debería plantearme ponerme con ella en algún momento, que me has dado ganas.
¡Un saludo!
Un clásico costumbrista muy ameno que siempre apetece releer. Un abrazo
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