jueves, 29 de agosto de 2019

El signo de los cuatro, de Arthur Conan Doyle.
























Datos técnicos:


Título: El signo de los cuatro.
Título original: The Sing of Four.
Autor: Arthur Conan Doyle.
Traductor: Rodolfo Martínez.
Editorial: Sportula Edicioones (enlace Amazon).
1ª edición: 1/ 4/ 2015
Idioma: Español.
Formato: Ebook.
ASIN: B00W1H5QCW
Nº pág.: 142


Sinopsis:


Sherlock Holmes alarga la mano para agarrar el frasco de cocaína mientras su leal compañero, el doctor Watson, lo mira con reprobación. Así arranca El signo de los cuatro, la segunda novela escrita por Arthur Conan Doyle protagonizada por su personaje más famoso.

A lo largo de sus páginas nos enfrentamos a un misterio que sólo Sherlock Holmes puede desentrañar y que está a punto de derrotarle, un misterio que obligará al detective y a su fiel compañero recorrer todo Londres (sus calles y plazas, sus puentes y embarcaderos, las mansiones de clase alta y los barrios bajos) mientras siguen las huellas del tesoro de Agra. La caza culminará en una persecución frenética por el Támesis en la que el premio puede ser tanto el tesoro como la muerte.

El signo de los cuatro es una de las obras capitales de la novela popular del siglo XIX, imprescindible no sólo para comprender el nacimiento y desarrollo de la literatura de misterio, sino para desentrañar las claves de uno de los principales iconos de la cultura popular.



Opinión Personal:


El año pasado reseñé en este blog la primera de las cuatro novelas que protagoniza uno de los detectives más famosos de la ficción literaria, en cuyo canon se inspiran otros autores para crear sus sabuesos literarios. Estudio en escarlata (reseña) es el título con el que el genial escritor sir Arthur Conan Doyle da a conocer al mítico y carismático personaje. Hoy comparto mis impresiones sobre El signo de los cuatro, la segunda de las novelas con las que el escritor británico continúa ofreciendo a los lectores las labores que Sherlock Holmes realiza como detective consultor, porque el mismo se presenta como tal en Estudio en escarlata.

En Estudio en escarlata comenté que mi opinión sobre Sherlock Holmes era más bien de rechazo, porque me resultaba engreído y miraba al resto de los mortales por encima del hombro. Sin embargo, ese rechazo al que hago referencia en este párrafo se tornó en una plena aceptación tras la lectura de El signo de los cuatro, sobre todo porque a lo largo de los doce capítulos que la conforman demuestra una gran profesionalidad, energía e ingenio, y no duda en utilizar todos los medios que estén a su alcance a la hora de resolver el caso que le encarguen. Pese a lo que acabo comentar, hubo algunos episodios que me dejaron un tanto desconcertado -supongo que también a la gran mayoría de quienes leyeron esta novela-, porque me decía que sería muy difícil ponerse en el lugar de Watson, cuando relata en el primer capítulo que la conciencia no me permitía descansar tranquilo cada vez que pensaba que me faltaba coraje para protestar. hasta que no le quedó más remedio que tratar esos desagradables episodios con Sherlock Holmes, que le respondió que necesitaba estímulantes artificiales porque su mente se rebela contra el estancamiento. Pero también me sorprendió el doctor Watson, a quien el amor llama a sus puertas, al quedar prendado de la señorita Morstan. Sin embargo, he de reconocer que me pareció una relación un tanto descafeinada, fría, porque me daba la sensación de que era una atracción contenida, si bien Watson tenían sus motivos para ello; en este caso, prefiero que sea el lector interesado en conocer a estos carismáticos personajes que averigüe las razones que le movían al inseparable compañero de Holmes a actuar de una forma tan comedida con la señorita Morstan, y que adolece de la pasión propia de una relación sentimental.
(221B Baker Street-Londres)
En esta ocasión, Sherlock Holmes recibe en su famoso domicilio del 221B de Baker Street la visita de la señorita Morstan, quien le explica los hechos que tienen lugar en torno a la figura de su padre, oficial en un regimiento de la India, y le muestra un sobre que recibió, al tiempo que le pide ayuda para resolver el misterio que hay tras la recepción de una carta en la que le comunican que «Vaya al tercer pilar desde la izquierda en el exterior del Teatro Liceo esta noche a las siete en punto. Si desconfía, puede llevar dos amigos...No traiga a la policía. Si lo hace, todo habrá sido en vano». La señorita Morstan les cuenta también que, desde esa fecha, recibe cada año una caja de cartón que contiene una perla muy grande y brillante. Quienes hayan leído Estudio en escarlata, comprobarán que Conan Doyle sigue la misma técnica para construir la historia de El signo de los cuatro, porque parte de unos hechos que tuvieron lugar en la India años atrás durante la rebelión de los cipayos. 

Sherlock Holmes mantendrá al lector entretenido desde el momento en el que inicia las investigaciones para resolver el misterio que hay tras escuchar el relato que le narra la hija del capitán Morstan. Y es que en cada uno de los capítulos que tienen lugar mientras se trata de averiguar el misterio que hay tras la desaparición del padre de la señorita Mortan y la recepción de esas perlas, se suceden episodios que atraen la atención del lector. Capítulo a capítulo Holmes y Watson reconstruyen los movimientos que se pudieron dar partiendo del relato que les narra la señorita Morstan y toman las decisiones que estiman convenientes para encontrar el paradero de quien puede darles luz en la resolución del caso. Estoy seguro que al lector se le harán muy familiares los movimientos que realiza el mítico detective, porque tanto las novelas de misterio como las que se catalogan como negrocriminales siguen unas pautas muy similares, de tal forma que atrae la atención del lector, pero al mismo tiempo también lo despista, porque es rara la ocasión en la que no nos encontremos con pistas falsas.
(Teatro Liceo-Londres)
El signo de los cuatro es una novela muy dinámica, por lo que su ritmo de lectura es muy fluido. Tal y como adelanta la sinopsis, Watson relata unas escenas que nos llevan por diversas localizaciones de Londres (sus calles y plazas, sus puentes y embarcaderos, las mansiones de clase alta y los barrios bajos), culminando ese dinamismo con una persecución por el Támesis que mantendrá en vilo al lector, porque se presiente que el desenlace está próximo. En este sentido, quizás sea en esta novela en donde Holmes muestra al lector en toda su plenitud las cualidades que le caracterizan, por las que se vanagloria, y que tanto maravillarán a Watson. En este sentido, me atrajo tanto como a Watson la capacidad retentiva que tiene Holmes para describir, sin apenas visualizarlos, las localizaciones que les conducen a uno de sus destinos.

En El signo de los cuatro el lector se encuentra con unos personajes que parecen muy reales, tal y como están construidos, aunque el lector no tardará en catalogar quiénes son los malos y quiénes los buenos de cada una de las historias protagonizadas por el mítico detective consultor. Y, al igual que en Estudio en escarlatatambién estará presente los ya familiares Irregulares de Baker Street, encabezados por Wiggins, y el lector se volverá a encontrar con los agentes de policía de Scotland Yard, a quienes Conan Doyle vuelve a ridiculizar, en esta ocasión representada por la figura del inspector Athelney Jones. Pero, al igual que el primer caso protagonizado por Holmesel misterio a resolver en El signo de los cuatro se vuelve más complejo, y Holmes se encuentra con otros dos relatos que complementan al se la señorita Morstan, narrados por Tadheus Sholto y Jonathan Small. En relación con Holmes y Watson También llama la atención el hecho de que Holmes y Watson se traten siempre de usted, pese a la amistad que se fragua entre ellos, desde que comparten residencia en el famoso número de Baker Street.

Tardé en leer las novelas protagonizadas por Sherlock Holmes, aunque nunca es tarde cuando la dicha es buena. Y es que Sherlock Holmes es un personaje que se gana a los lectores, pese a ese rechazo inicial. Sin duda alguna, Sherlock Holmes es un detective que deleita a los amantes de las novelas del género, porque el lector tiene el entretenimiento asegurado a lo largo del desarrollo de la trama, en donde no faltan giros que atraen su atención, y en donde Conan Doyle vuelve a mostrar un magnífico fresco victoriano.



Biografía:



Arthur Conan Doyle nació en Edimburgo en 1859, en una familia donde casi todos destacaban en alguna actividad artística. En su ciudad natal se educó en una escuela pública y posteriormente pasó a un colegio de jesuitas, donde conoció bien a los prosistas latinos y a los clásicos ingleses, principalmente a Shakespeare. Posteriormente, estudió Medicina en la Universidad de Edimburgo hasta 1881. En 1886 termina de escribir Estudio en escarlata, donde definía el personaje de Sherlock Holmes, quien protagonizaría muchas de sus historias hasta 1926 (El signo de los cuatro, El sabueso de los Baskerville, Las aventuras de Sherlock Holmes...). No obstante, Doyle también creó otros personajes singulares, como el profesor Challenger (protagonista de varias novelas, entre ellas El mundo perdido), y escribió novela histórica, que según confesó era su máxima aspiración literaria. En 1902 recibió del gobierno el título de Sir, y falleció en 1930 en Crowborough (Inglaterra) de un ataque al corazón.

Nota: Datos técnicos y sinopsis, tomados de la editorial. Biografía de Conan Doyle, tomada de la web de Babelio, porque en Amazon la editorial la tiene en inglés. Fotografía de Conan Doyle, tomada de Wikipedia. Imágenes residencia de Holmes y Teatro Liceo tomadas de Wikipdcia.




10 comentarios:

  1. Hace tiempo que leí las cuatro novelas las cuales tengo en un solo tomo y mi recuerdo es bastante borroso... hace unos años me propuse volver a leerlas en inglés e incluso me compré un tomo interesante en una tienda de segunda mano, pero aún no lo he hecho por cualquier motivo. Tu reseña es brillante y me han dado ganas de leerme, aunque sea, una de las novelas del detective más interesante. Un saludo!

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  2. Hace años que compré "Estudio en escarlata" con idea de empezar a leer todas las novelas de Sherlock Holmes, pero el caso es que me da una terrible pereza. Me atrae por mi afición al género, pero me atraen más, algunas de las muchísimas series modernas. No sé si me decidiré, aunque este que comentas parece más atractivo, pero lo de empezar por el segundo no me suele gustar... Veremos.
    Un beso.

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  3. Lo leí hace muchos años. La verdad es que siempre es un lujo leer a Conan Doyle
    Besos

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  4. Leído y releído hace años, cuando aún no tenía la madurez lectora de hoy. Creo que es uno de los que menos me gustó.
    Buena reseña.
    Besos

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  5. Que bien volver de vez en cuando a los clásicos, ¿verdad?
    besos

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  6. Me encanta volver de vacaciones y reencontrarme con grandes obras que como no podía ser de otra manera están en tu casa 😁

    Maravilloso, Paco!!
    Besitos 💋💋💋

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  7. Yo tengo la llamada Biblia Holmesiana, con unas 1700 páginas donde se juntan sus 4 novelas y sus 56 (si no recuerdo mal son 56) relatos de forma lineal en el tiempo... Una maravilla para los fans de éste peculiar detective y su compañero donde uno es cómplice de su evolución, acompañando a Sherlock desde su juventud hasta su vejez...

    Vaya universo bonito nos dejó su autor!!! :)

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  8. Parece que te has reconciliado con Sherlock. Yo debería agarrar unos cuantos clásicos también e ir desempolvando libros olvidados.
    Besos

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  9. Doyle y su criatura Holmes son de lo mejor que se ha escrito. Como dices, es el canon de la novela detectivesca que tantas maravillas han dado en el siglo XX. No sé cuál de todas prefiero. Esta, desde luego, me gusta mucho.

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  10. Un buen clásico, de los que no fallan. Has hecho un poco las paces con Holmes. Un abrazo

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