Datos
Técnicos:
Título:
Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café
Autor:
Isaac Pachón
Edición:
Amazon (Autoeditado)
Idioma:
Castellano
Formato:
Ebook
ASIN:
B00UFTY138
Nº pág.:
192
Precio:
2,99€
Sinopsis:
Cuando
busco la inspiración, pido o me preparo un café (siempre con
leche), cojo mi bolígrafo de tinta azul o coloco mis manos sobre el
teclado, según esté en alguna cafetería agradable o en el
silencioso despacho de mi casa, y empiezo a escribir. Y escribo
cosas, cosas que pasan, que son verdad, cosas que imagino, que ni
suceden ni sucederán, cosas que te harán sonreír o llorar, cosas
en las que seguirás pensando durante un tiempo o cosas que olvidarás
justo al pasar de página. Y doy un pequeño sorbo a mi taza de café,
todavía caliente. Historias en las que la vida, con todos sus
aspectos, buenos o malos, es la gran protagonista. Relatos de amores
no confesados, de zapatos mágicos, de ancianos entrañables, de
ilusionistas desilusionados, de sorprendentes infidelidades, de
contagios cotidianos, de idas y venidas entre el cielo y el infierno,
de locuras en pijama, de inquietantes herbolarios… y degusto de
nuevo el café, ya más templado. Me pierdo entre sus escenarios; los
concurridos mercados de Marrakech, las estrechas y húmedas calles
venecianas, un auténtico café de Nueva York, un hospital parisino,
y cómo no, algún que otro rincón de mi querida Barcelona. Y cuando
termino de pasear, de husmear, de soñar por sus callejuelas,
encontrando el fin a estas historias, siempre sucede lo mismo y, la
verdad, es un fastidio porque cuando echo mano a la taza, sin haber
sido consciente, se me ha enfriado el café.
Impresión
Personal:
Fue
todo un gran descubrimiento esta antología de relatos.
Isaac Pachón se estrena como escritor por todo lo alto, y como se ha
comentado en alguna ocasión en las RR. SS., este libro se merece el
que una de las editoriales que editan sus obras en papel se fijaran
en él, porque se llevarían una grata sorpresa por la calidad que
tienen, pues bien se nota que el autor puso todo el cuidado para que,
quien quiera darles una oportunidad, disfrutara placenteramente de
todos ellos, portada incluida: ese hombre asomado al balcón con una
taza de humeante café en su mano derecha, pensativo, con la mirada
como distraída. Preciosa portada, y sugerente. Adictiva, diría.
Y
desde luego que se cumplió la expectativa esperada de lo que
anunciaba la sinopsis y se escondía tras esa portada. Degusté uno
tras otro, casi sin darme cuenta, pues me dije que bien podía
alternarlos con la novela que estaba leyendo, porque esa es la
ventaja que tienen los relatos. Pero hubo un momento en el que me
enfrasqué tanto en su lectura que, cuando me di cuenta, ya había
llegado al final, aunque al autor, como bien nos comenta en el último
microrrelato, no le gusta hablar de él. Si es que donde esté un
buen café, la buena compañía está asegurada. Aunque solo sea el
disfrutar de esa infusión que tanto nos gusta, aunque solo sea
percibir ese aroma gratificante, incluso un simple descafeinado, como
es mi caso. Ese momento no tiene precio. E Isaac Pachón hizo el
resto con sus relatos.
Cosas
que escribí mientras se me enfriaba el café nos muestra la vida
tal y como es desde diversos ángulos, en los
que el autor badalonés se adapta al registro que debe de utilizar en
cada uno de ellos para que el lector sepa apreciar las historias que
nos relata, casi siempre, un narrador omnisciente, aunque en otros
está claro que admite que sea el propio personaje el que nos la cuente en primera persona.
La publicista Paula Campos nos da una idea clara de lo que nos vamos a encontrar en estos relatos: «Lo curioso de este libro es esa magia que te permite entrar en cada uno de los relatos. Por eso, y aunque sea imperceptible para la vista, cada relato tiene una línea cero que dice: «Pasa, pasa». Tenlo claro. Aquí no vas a leer palabras, líneas o párrafos; vas a observar historias...Este libro va de historias que observar.» «No pude conformarme con observar porque me veía en cada historia. Tuve que entrar. Pasé de observar desde fuera a observarme desde dentro.»
La publicista Paula Campos nos da una idea clara de lo que nos vamos a encontrar en estos relatos: «Lo curioso de este libro es esa magia que te permite entrar en cada uno de los relatos. Por eso, y aunque sea imperceptible para la vista, cada relato tiene una línea cero que dice: «Pasa, pasa». Tenlo claro. Aquí no vas a leer palabras, líneas o párrafos; vas a observar historias...Este libro va de historias que observar.» «No pude conformarme con observar porque me veía en cada historia. Tuve que entrar. Pasé de observar desde fuera a observarme desde dentro.»
(Zoco Marrakech)
En
Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café el lector
se encuentra con un estilo directo y una prosa ágil, amena, y
fresca. Algunos de ellos diría incluso que son muy literarios, como el
Caroline, el primero que inicia la antología, o Bellini, sin olvidarme de El gran Loussini: ambos con ese toque de
magia que les confiere un halo especial. El amante, El niño imaginario o Tampoco era ella son otro buen ejemplo de lo que acabo de comentar, de ese buen hacer literario del autor.
Creo que fue un gran acierto el presentarnos en primer lugar el relato de esa mujer que entra en un bar de la Gran Manzana y que atraerá toda nuestra atención; aunque veremos que no sólo la nuestra. Un buen gancho, desde luego. Pero también viajaremos a lugares muy distintos, pero al mismo tiempo atractivos, como a los mercados de Marrakech o a las húmedas calles venecianas. Y los habrá también de un claro corte intimista, como Julia y Marta, en el que nos cuentan sus confidencias, con sorpresa final. Sin olvidarnos de los que ubica en su querida Barcelona. De esos relatos viajeros me quedo, a parte del ya mencionado Caroline, con El herbolario de Abduh-Fida. Y también los hay metaliterarios: Los libros que nadie quiere —mientras avanzaba en su lectura, no sé por qué, me vino a la memoria la famosa novela de Farenheit 451, quizás porque encontré en él un cierto toque distópico—, o Bernard et Julien. «El desenlace está en tus manos, nadie mejor que tú podrá entender esta historia,¡regálame ese final Julien!».
Merece la pena saborearlos, ya lo creo.
Creo que fue un gran acierto el presentarnos en primer lugar el relato de esa mujer que entra en un bar de la Gran Manzana y que atraerá toda nuestra atención; aunque veremos que no sólo la nuestra. Un buen gancho, desde luego. Pero también viajaremos a lugares muy distintos, pero al mismo tiempo atractivos, como a los mercados de Marrakech o a las húmedas calles venecianas. Y los habrá también de un claro corte intimista, como Julia y Marta, en el que nos cuentan sus confidencias, con sorpresa final. Sin olvidarnos de los que ubica en su querida Barcelona. De esos relatos viajeros me quedo, a parte del ya mencionado Caroline, con El herbolario de Abduh-Fida. Y también los hay metaliterarios: Los libros que nadie quiere —mientras avanzaba en su lectura, no sé por qué, me vino a la memoria la famosa novela de Farenheit 451, quizás porque encontré en él un cierto toque distópico—, o Bernard et Julien. «El desenlace está en tus manos, nadie mejor que tú podrá entender esta historia,¡regálame ese final Julien!».
Merece la pena saborearlos, ya lo creo.
Biografía:
Isaac
Pachón Zamora (Badalona, 1978). Escritor de relatos y artículos
para diversas publicaciones en formato papel y digital. A destacar su
participación en antologías narrativas tales como "Cuentamínate"
(Ed. Hijos del Hule, 2012), "Relato Breve 2.0" (Ed.
Imprimátur, 2012) y "Porciones creativas: Pluma, tinta y papel"
(Ed. Diversidad Literaria, 2012). Ganador del Premio de Relatos
Revista Entropía (Ed. Entropía, 2013) con el relato Bellini, que
podéis leer entre las páginas de este libro. Coautor del libro
"Bárbara, Celia, Mariona y otros cuentos de Barcelona"
(2014). Para más información podéis visitar la web:
www.isaacpachon.com
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de Amazon. Imágenes que acomañan al cuerpo de la reseña, de google imágenes. Fotografía del autor, de su blog.
Los relatos no son lo mío así que lo dejo pasar
ResponderEliminarBesos
A pesar de tus buenas impresiones y de que ha cambiado mi opinión sobre este género, ahora mismo no es un género que me apetezca y creo que lo dejo pasar. Gracias.
ResponderEliminarUn beso
Pues aunque no soy lectora asidua de relatos la verdad es que todos los años leo algún libro de ellos así que por lo que cuentas éste merece la pena. Por cierto que la portada me encanta :)
ResponderEliminarBs.
Yo estoy demasiado cargada de lecturas y no soy muy de relatos, no obstante, me dejas con curiosidad con esa reseña tan buena.
ResponderEliminarBesos
Este autor ha sido un gran descubrimiento, disfruté un montón de los relatos y el prólogo me encantó!! daban ganas de empezar la a leer!!
ResponderEliminarAins. Me han entrado ganas de leerlo y al ser relatos puedo compaginarlo con mi lectura actual...
ResponderEliminarSaludos
Este lo voy a dejar pasar, leo relatos de forma muy esporádica.
ResponderEliminarBesos
¡Sabía que te gustarían los relatos de Isaac! ¿A que son sorprendentes? Empiezas a leer con curiosidad y en seguida te quedas inmerso en sus historias y su cuidadosa prosa (estoy de acuerdo contigo). Cuando quieres darte cuenta ya has llegado al final del libro :-) Bss
ResponderEliminarDe momento lo dejo pasar. Quizás después del verano.
ResponderEliminarGenial reseña.
¡Nos leemos! :-)
Esta vez no me animo, Paco. No suelo disfrutar los relatos.
ResponderEliminarBesos.
Me gustan los relatos, pero no se, este no libro no termina de convencerme.
ResponderEliminarBesos
No me importaría leerlos.
ResponderEliminarA mi es que me cuestan tanto los relatos...
ResponderEliminarEsos títulos por sí solos dicen mucho...Qué bueno sería darle una oportunidad.
ResponderEliminarLos relatos y yo no nos llevamos bien. Así que lo dejo pasar. Un beso ;)
ResponderEliminarMe gusta mucho este género, así que me llevo este libro bien apuntado, que tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarBesotes!!
Cada vez me estoy aficionando más al género de relatos
ResponderEliminarMe encantan los relatos y más los de historias cotidianas así que apuntado me lo llevo. Un beso
ResponderEliminarNo suelo leer relatos, aunque estos podrían estar bien
ResponderEliminarBesos
Me gustan los relatos para leerlos en trayectos cortos. Creo que puede ser una buena lectura. No conocía al autor. Un abrazo
ResponderEliminarVeo que has quedado encantado, no me gustan todos los géneros que toca pero supongo que con alguno sí que disfrutaría.
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