Nueve
son, hasta la fecha, las novelas de Miguel Delibes que han sido adaptadas al
cine, a la televisión o al teatro. Incluso de una de sus novelas que más
impresionó en su momento, El Hereje, están comprados los derechos
audiovisuales obra en poder de una productora para hacer una adaptación
cinematográfica de la misma. Sería, desde luego, una gran noticia el poder ver
en la gran pantalla esta gran novela. Pero hoy me quiero referir a una película
en especial y no es otra que Los Santos Inocentes, considerada como una
de las mejores producciones del cine español. Sin duda, estoy totalmente de
acuerdo con ello. Y es, también, quizá la mejor interpretación de un pedazo de
actor como es Alfredo Landa.
Sinopsis:
Paco y Régula forman, junto a sus tres hijos,
una familia de campesinos a las órdenes de los señores del cortijo que aguantan
toda clase de órdenes y humillaciones sin queja alguna. Un día se presenta
Azarías, el hermano deficiente mental de Régula, pues ha sido despedido del
cortijo en el que él trabajaba y decide unirse a la familia de su hermana para
trabajar. Ahora, deberán hacer frente a todas las penurias típicas de la época
juntos.
Nacionalidad: España,
1984.
Director: Mario Camús.
Ficha artística: Alfredo
Landa (Paco, El Bajo), Terele Pávez (Régula), Belén Ballesteros (Nieves), Juan
Sachez (Quirce), Susana Sánchez (La Niña Chica), Francisco Rabal (Azarías),
Ágata Lys (Doña Pura), Agustín González (Don Pedro), Juan Diego (Señorito
Iván), Mary Carrillo (Señora Marquesa), José Guardiola (Señorito de la Jara),
Manuel Zarzo (Médico).
La película, se rodó entre las ciudades extremeñas Mérida,
Zafra y Alburquerque. Ganó la mención especial del jurado en el Festival de
Cannes en 1984 y por sus interpretaciones, Alfredo Landa y Paco Rabal
recibieron ex aequo el Premio de interpretación masculina.
Los Santos Inocentes es la historia de una España
dividida, de una clara diferencia social entre los grandes terratenientes que
se dedican a la gran vida y la gente del pueblo llano que trabaja para ellos,
servidores para lo que haga falta. Está ambientada en un cortijo de Extremadura
pero podía estarlo también en cualquier pueblo en los que las diferencias
sociales se ahondan más claramente y, sobre todo, en una época en la que está
ambientada pues, aunque no haya una clara referencia a los años en que se
desarrolla, hay un hecho clave que se menciona en la misma, como es la
celebración del Concilio Vaticano II, celebrado entre junio de 1963 y 1965, año
en el que se da por concluido. Es, pues, en pleno franquismo, cuando tiene
lugar la historia que nos relata Miguel Delibes y que tan bien adapta Mario
Camús a la gran pantalla.
La caza y la pesca son dos temas que suelen aparecer en las
novelas de Delibes. En este caso es el mundo de la caza pero una caza en la que
se ahonda en la humillación y desprecio del ser humano poniéndolos a la altura
de los animales. Los trabajadores del cortijo hacen todo lo que les pidan sus
amos con tal de tenerlos contentos para poder mantener su trabajo. Un trabajo
indigno pero con el que Paco, el bajo, puede alimentar a su familia. Y a Paco,
el bajo, no le importa que lo degraden y lo traten como a un esclavo, como una
propiedad más del amo, sobre todo del despiadado de Iván, el hijo del dueño del
cortijo. La escena más dura de la película quizás sea cuando vemos a Paco hacer
de sabueso, de rastreador para que su amo pueda hacerse con la pieza que desea
cazar.
Los Santos Inocentes es una película dura, cruel en
ocasiones, que demuestra un gran realismo y refleja la situación que se vivía
en aquella época, una época de lujos para unos y de miserias para otros. La
España de la opulencia, de aquellas reuniones en las que se tomaban decisiones
importantes a base de probar puntería en los dominios del anfitrión de turno.
Pero es la España en las que unos se enriquecen a costa de los más débiles y se
aprovechan de su situación porque saben que la gente necesita trabajar para
sustentar a su familia.
La fotografía, la ambientación y los diálogos son
magníficos. En ella hay que destacar la gran actuación de dos monstruos de la
pantalla, como son Alfredo Landa y Paco Rabal. Por eso traigo os dejo hoy este
pequeño homenaje a un gran actor al que se le acuñó el término de landismo, porque
interpretaba papeles en los que siempre se veía en él al español que intentaba
ganarse la vida como fuera, al español cateto, al español casi inculto, o sin
casi, que llevaba una vida sencilla y que era feliz con lo poco que tenía. Un
actor que supo ganarse el respeto y la admiración de todos.
Fuentes: wikipedia, rtve.es, you tube.
Una de mis películas favoritas, grandes actores que echaron el resto en la interpretación. El libro lo tengo pendiente, no tengo perdón.
ResponderEliminarBesos
Una grandísima película. Besos.
EliminarTengo la película en DVD pero nunca la he visto porque me intimida: me han comentado que la historia es muy dura y nunca he encontrado la ocasión de hacerle hueco... Puede ser un buen momento para conocer la trama y homenajear a Alfredo Landa, un gran actor que se ha ido recientemente. 1beso!
ResponderEliminarMerece la pena verla aunque tenga momentos crudos pero creo que refleja la realidad de aquella época. Besos.
EliminarBuenas tardes, Paco. A mí, personalmente, me apetece mucho acercarme a las páginas de "Cinco horas con Mario". Dejé escapar su representación teatral que cosechó muy buenas críticas, y me arrepiento. Un abrazo,
ResponderEliminarCinco horas con Mario fue un libro que me encantó. Nunca tuve la ocasión de ver la representación en teatro. Un abrazo.
EliminarEl libro es sin duda una maravilla, pero reconozco que la película me dejó los pelos de punta. La interpretación sobre todo de Landa y Rabal fue apoteósica. He visto varias veces la película y en cada una de ellas vuelvo a llorar de rabia al ver la situación tan dura pero tan real que vivían.
ResponderEliminarHoy has conseguido hacer un doble homenaje muy merecido a un gran autor y a un gran actor que por desgracia hemos perdido.
Un saludo.
Una gran película, con un reparto que está magnífico. Y desde luego el libro es una pequeña joya, de las mejores novelas de Delibes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Un peliculón y un pedazo de libro. En casa tengo El hereje y lo quiero leer pronto para el homenaje a Delibes que organizó Tatty. Alfredo Landa fue un magnífico actor, incluso en aquellas películas de antaño. Siempre me hizo reír y a veces llorar en algunos metrajes de Garci. Besos.
ResponderEliminarMe gustaron tanto el libro como la novela, aunque mi libro preferido de Delibes es "Cinco horas con Mario". Un beso
ResponderEliminarNunca entenderé esa clase de argumentos (los del tipo: no he visto tal película por su dureza). En "Los santos inocentes" aparecen hombres crueles y otros rebajados a una condición animal; es dura en su crudeza de personajes y ambientes, pero vaya, no es "La matanza de Texas". Si todos siguiésemos esa clase de argumentación, en los cines sólo se proyectarían copias de Blancanieves.
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