Mi buena amiga la escritora Teresa Cameselle, autora de novelas como La hija del cónsul o Falsas Ilusiones, como desde hace algunos años, convoca desde su blog el HALLOBLOGWEEN. La edición de este año va sobre el tan cacareado FIN DEL MUNDO, DEL APOCALIPSIS. En definitiva, del AQUÍ YA NO PINTAMOS NADA Y POR LO TANTO NOS VAMOS AL OTRO MUNDO. (¡Si los mayas en su momento se estuviesen calladitos no había tanto follón con esto del 21/12!). En fin, este es mi relato para celebrar lo que fue la noche mágica del Samaín, porque me niego a llamarlo Halloween (y rima y todo), un invento norteamericano sustraído de la cultura celta. Y eso que no me gusta leer los relatos o novelas de terror pero ahí va:
EL APOCALIPSIS:
EL APOCALIPSIS:
«¡El fin del mundo está
cerca!. ¡El fin del mundo está cerca!». Esta letanía salía continuamente de
los megáfonos que portaban los organizadores del macabro desfile. Por todas
partes se veían cadáveres ambulantes cuyas cabezas eran unas calabazas preparadas para la ocasión, druidas que
parecían salidos de otro tiempo y que habían decidido abandonar sus bosques
infranqueables para sumarse a la juerga, brujas que daban verdadero miedo. Todo
un sinfín de personajes propios de las historias de terror que se narraban en
una noche tenebrosa en torno a una hoguera.
Esta escalofriante procesión
enfilaba hacia un sitio determinado como verdaderos autómatas. Eran la viva
imagen del Samaín típico desde la noche de los tiempos en que los celtas
celebraban lo que ellos llamaban el «Año Nuevo», en el que remata el
verano y entra el invierno y un día en el que los muertos se levantan y se
reencuentran con los vivos. Y es que
realmente eso era lo que parecía quien presenciase semejante comitiva.
Los que iban en cabeza ya veían
su destino. El cartel anunciador se podía leer claramente «¡Bienvenidos a El fin del mundo!.» «La noche de
Halloween pronto va a comenzar! » «¡En El fin del mundo y El
Paraíso les espera una gran noche aterradora!. ¡El miedo está
servido!.»
Todos aplaudieron como posesos.
El gentío se repartió por ambos locales. De pronto, un grito desgarrador sembró
el pánico entre todos los asistentes a la supuesta fiesta. Lo que antes era una
algarabía ahora era silencio.
(Este es mi estreno como escritor. Espero que seáis benevolentes). Os deseo a tod@s que paséis un buen puente de Difuntos, por lo menos quienes tengan la suerte de poder tomarse libre mañana viernes).
Un relato que nos deja con intriga, ¿a qué se debió aquel grito desgarrador que provocó tan aterrador silencio?.
ResponderEliminarMe gustan los relatos que me hacen pensar, que dejan a mi imaginación ponerle infinitos finales.
Bienvenido a la convocatoria.
Un saludo, Leonor.
Gracias, Leonor. Me alegro que te dejara con la intriga. El grito desgarrador tiene que ver con la temática que se trata en el mismo: El Apocalipsis. Creían que iban a una fiesta del Samaín pero los organizadores sabían realmente lo que les esperaba a todo el mundo. La profecía maya se había cumplido. Saludos, Paco.
EliminarCurioso relato que nos deja con la intriga. Los americanos se hacen "dueños" de una festividad que no es propia. No contentos con eso, la americanizan y luego venimos nosotros, tontos de remate, y la importamos. Como fiesta para los niños me parece bien, ésta y cualquier otra, pero para los adultos... Saludos.
ResponderEliminarEs una tradición realmente muy nuestra. En Galicia se perdió hace tiempo pero ahora se está recuperando y cada vez va cogiendo más fuerza. Respetemos mucho las tradiciones de nuestros antepasados, en este caso el mundo celta. La festividad de San Juan, el día de las hogueras, también tiene su significado y también es de origen celta. Saludos.
ResponderEliminarFrancisco, que respeto mucho las tradiciones de otros tiempos, especialmente si se mantienen tal como eran. Me encanta todo lo que tiene sabor añejo. Lo que no me gusta es la comercialización ni la manipulación. Lo que me fastidia es que preferimos lo que venga de fuera, en concreto de EEUU, en vez de darle valor a lo nuestro. Cualquier día nos da por celebrar también el 4 de Julio! Saludos.
EliminarPaco, tu blog es uno de lo más instructivos que conozco. Siempre que entro aquí aprendo me llevo alguna curiosidad de tradiciones populares o de ámbito cultural. Creo que eso ya se ha convertido en tu sello distinto. Un abrazo y buen festivo.
ResponderEliminarGracias, Offuscatio. Me estáis acostumbrando mucho a echarme flores y me lo voy a tener que creer. Un abrazo y lo mismo te deseo.
EliminarLos relatos cortos y que encima te dejan algo pensativa son los mejores ^^
ResponderEliminarHay que saber hacerlo .
Un beso!
Me alegro que te haya gustado, Lesincele. Un beso.
Eliminarun silencio sepulcral después de la algarabía que mencionas me deja divagando y con hipótesis de lo más temerosas, jeje.
ResponderEliminarTampoco esta fiesta adoptiva me convence demasiado, al menos pro allí tenéis vuestro sello propio con el Samaín, que por cierto no sabía de su origen celta. Besillos
Es de origen celta y si leíste Las Horas Oscuras en la novela se llega a mencionar como su acepción primitiva Samhain. Besos.
EliminarUn relato que para ser tu estreno no está nada mal.
ResponderEliminarGracias, Tracy. Me alegro que te gustara. Los asistentes a la supuesta fiesta no se esperaban el final que les esperaba. Saludos.
EliminarBuen relato, sobre todo ese final, con ese grito y ese silencio sepulcral.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen. Un saludo.
EliminarEl inicio no está nada mal. Solo hace falta que te animes a seguir y no nos dejes con la intriga de lo que viene después y aunque me puedo inventar la continuación de la historia me gustaría saber que tenías en mente para seguir. Espero que empieces la siguiente frase y sigas...
ResponderEliminarUn saludo.
Dejo abierta la continuación para que podáis imaginar lo que pudo haber pasado. Este relato tiene que ser corto por eso se terminó ahí. No podía seguirlo porque le quitaría esa chispa. El tema es el fin del mundo. Saludos, Mariuca.
EliminarPues yo soy muy de Halloween pero ya sabes que he crecido fuera, sigo la tradición aunque esta vez me he quedado sin calabaza y sin disfraz porque trabajo mucho jaja. Lo celebré como pude, el relato y similares a este también me gustan mucho. un abrazo Paco
ResponderEliminarEl caso es poder celebrarlo de alguna manera, más aún si eres habitual de esta fiesta. Un abrazo, Paco.
EliminarPara mi un fin de fiesta espeluznante, grito y silencio ¿quien da más?
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, San. Había que finalizarla como decía la propuesta: ver lo que se nos ocurría a cada uno con aquello del fin del mundo. Saludos.
EliminarA mí tampoco me gusta mucho Halloween, pero qué le vamos a hacer, está de moda exportar lo extranjero, y si viene de los Estados Juntitos mucho mejor. Tu relato me ha encantado, de esos que te deja con la intriga de cómo pudo acabar aquello o por qué había sonado ese enorme grito. Espero que te animes a escribir algo más largo :)
ResponderEliminarUn beso shakiano!!
El final está en consonancia con la propuesta del Hablogween de este año, que era el fin del mundo. Ya sabemos que los norteamericanos quieren hacer suyo todo, hasta la hamburguesa y los perritos calientes, que son alemanes.Besos.
EliminarMuy buen estreno como escritor. Da su cosita este relato con ese grito. Aunque lo que más se teme es ese silencio posterior... Da para pensar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ese silencio es a lo que quería llegar por la temática que se trataba en esta edición. Así que si para el año vuelve a convocarse podéis participar. Besos.
EliminarImpresionante ese silencio final, símbolo de un apocalipsis realmente inesperado para los asistentes a la fiesta.
ResponderEliminarFueron los americanos los que importaron una tradición que acabó convirtiéndose en su Halloween y que nosotros importamos nuevamente.
Me gustó tu estreno.
Gracias, Pepe. Parece que el final es todo un éxito. ¿Le quitaré el puesto a Ken Follet con el tiempo?. Je, je. Qué más quisiera yo.
EliminarEnhorabuena por el relato me ha gustado y me ha sorprendido (tienes muchas facetas jeje) además de comentarnos esta iniciativa. Un beso
ResponderEliminarGracias, Rocío. Me alegro que te haya gustado.
EliminarBuen relato y mejor final. Felicidades
ResponderEliminarPues no podías haber tenido mejor estreno, quien lo diría. Te felicito, me ha gustado tu relato con sabor a tradición y un buen final.
ResponderEliminarUn saludo.
Te digo como Maribel, menudo estreno, Francisco. No sólo estremece, sino que parece premonitorio de ese silencio que se ha hecho para unas chicas en Madrid. La realidad, como suele decirse, supera siempre a la ficción. ¡Te animo a seguir deleitándonos con tus relatos! Besos.
ResponderEliminarM ha gustado tu estreno.
ResponderEliminarDe quien mucho lee y se fija, no esperaba menos, Francisco.
Buen puente y besos
Francisco, pues por mi parte te animo a que sigas escribiendo. Así empecé hace algo más de tres años y sin pretender ser escritora te he de decir que me ha ayudado muchísimo a entender esa carrera de fondo que es la de ser escritor.
ResponderEliminarMe gusta que no se olviden las tradiciones, es una parte muy importante de la historia de un pueblo, y tu has colaborado en ello.
Saludos.
Bueno, pues me dejáis gratamente sorprendido por el éxito de este mi primer relato. Tendré que ir preparando algo para publicarlo en el blog de vez en cuando. Gracias a todos por vuestras cariñosas palabras.
ResponderEliminarDespues del primero, llega el segundo... así que ya tienes tarea :)
ResponderEliminarSupongo que será casualidad, que habrías publicado tu relato antes de que saltara la noticia de la tragedia de la fiesta de Madrid. Desgraciadamente, esta vez, la realidad, supera la ficción.
Saludos!
Simplemente fue pura casualidad, Mar, salvo que tenga cualidades premonitorias y yo no lo sepa pero la verdad es que tenía dos alternativas escritas y la primera me parecía muy tradicional por aquello de un gran meteorito que chocaba contra la tierra, seísmos, etc.
EliminarUna verdadera desgracia lo de Madrid porque por las imágenes daba claramente la impresión que habían accedido más personas de las que permitían admitir en el recinto. Saludos.
Jolín, se me ha puesto un nudo en la garganta tras recordar lo ocurrido en la macrofiesta en Madrid. :/
ResponderEliminarMe alegra haber sido testigo de tu desvirgue (jijijiji...). Yo no soy quien para decirte si bien o mal, pero sí que me atrevo a decirte: andiamo!!!!!! :D
Besos de otra Halloblogweenera y ¿escritora? aficionada-novatilla. Que pases un buen finde, Francisco.
Gracias, L. Te deseo un buen finde, también. Saludos.
EliminarSin duda, menuda casualidad, tengo los pelos de punta!!
ResponderEliminarSeñor, estoy sin palabras... Las casualidades existen y la brillantez con que has narrado el paso de la euforia al terror es estupenda. Un abrazo.
ResponderEliminarUy, Olivia, eso de señor me llegó al alma. Desde luego que creo que las casualidades existen Tenía dos relatos preparados. Elegí este porque el segundo me parecía algo así como la película 2012. Un abrazo.
EliminarUn relato que tiene un final inesperado, y que se lee de corrido. No puedo creer que este sea un estreno, pero si es así, no dejes de escribir jamás.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues puedes creértelo, Sindel, que es mi estreno. Me estais dejando alucinado. Cuesta su trabajito pero lo seguiremos intentando. Gracias. Un abrazo.
EliminarTe ha quedado muy bien, muy logrado con el comienzo festivo y ese final redondo en el que la clave está en una expresión tan discreta como "supuesta fiesta".
ResponderEliminarGracias por participar ¡
Gracias a Teresa por traerte a lo juevero, BIENVENIDO Francisco.
ResponderEliminarPues parecía cosa de druidas de halloween sajón de ir en comitiva y en masa al jolgorio y en masa...luego el silencio. Espeluznante y poca broma.
!Salve! nos vemos espero.