Datos técnicos:
Título: Lemmings.
Autor: Jordi Dausà.
Editorial: Delito.
1ª edición: Enero/2019.
Idioma: Español.
Encuadernación: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84.949361-2-8.
Nº pág.: 238.
Sinopsis:
Te
despiertas en una nave abandonada de un polígono industrial lejos de
la civilización. A tu lado hay dos cadáveres. Rastros de una pelea.
Tienes el cuerpo malherido pero no sientes ningún tipo de dolor.
Tampoco recuerdas nada.
La carrera por recuperar la identidad y descubrir si eres víctima o verdugo, de dónde vienes y cómo has terminado en ese submundo de degradación absoluta, rodeado de personajes ambiguos y amorales que pululan por polígonos y descampados, quizás te ayudará a entender que tú sólo eres un elemento más de este paisaje de condenados.
Opinión
Personal:
Conocí
a la editorial Delito a través de su cuenta de twitter, en la que
promocionaban su incipiente catálogo de novelas publicadas en
castellano. Hasta la fecha son tres las novelas que lo conforman y, al leer las respectivas
sinopsis y buscar algunas críticas sobre ellas, me dije que
estábamos ante una editorial a la que había que tener en cuenta.
Ante esa perspectiva, tuve claro que tenía que leer alguna de ellas,
para así comprobar que no eran erróneas las sensaciones percibidas. Me decanté por Lemmings,
porque la sinopsis me hizo pensar que estaba ante una trama con sabor
a clásico y mis neuronas me decían que ese título les sonaba de
algo, lo que se confirmó en una escena determinada de la narración.
Y ya adelanto que Jordi Dausà es una de las gratas sorpresas
lectoras de este año, tanto por su buen hacer literario,
como por su conexión con el lector, pese a utilizar una voz
narrativa en segunda persona.
Tras
finalizar la lectura de
Lemmings,
me dije que quienes estuvieran interesados en esta novela,
disfrutarían de una trama original. El lector se encontrará con un
protagonista con unas características muy particulares, que incluso
le harán pensar en algún momento que podían corresponder a algún
personaje de ciencia-ficción. Sin embargo, el narrador irá
desgranando a lo largo de los capítulos esos detalles que tanto nos
llaman la atención, lo que provocó que me preguntara en más de una
ocasión por qué practicaba un deporte que podía acarrearle riesgos
muy graves para su salud, respuesta que tendría a lo largo de la
narración. A parte de esas características tan peculiares que
comento en este párrafo sobre el protagonista, el narrador no
mencionará su nombre en ninguno de los capítulos que conforman la
novela. Me llamó también la atención
la voz narrativa, porque es poco utilizada en literatura. Y es que
Jordi Dausà elige la segunda persona del presente durante todo el relato en el que se construye la identidad del protagonista de esta novela. Seguro que más de un lector
se quedará sorprendido ante este detalle, pero es que no queda otra
opción que emplear un narrador de estas características porque,
como adelanta la sinopsis, el protagonista se despierta en una
nave abandonada de un polígono industrial en la que hay rastros de
de pelea, no recuerda nada de lo sucedido y su amnesia se mantendrá a lo largo de los capítulos que la conforman. Y, como
supongo que el personal se preguntará cuáles son esas
características tan particulares de este personaje, pues les sigo
dejando con la duda, porque entiendo que esos rasgos forman parte de
la intriga que despierta el interés del lector que se interese por
esta novela de Jordi Dausà.
Lemmings
es una novela negra con un claro sabor a clásico, como ya comenté
en el primer párrafo de esta reseña. A lo largo de los capítulos el lector se encontrará con un ramillete
de personajes que «viven
muy cerca de la civilización pero, al mismo tiempo, a universos de
distancia» (pág. 223). Son personajes perdedores, aunque también diría que
son personajes a los que la sociedad no ofrece muchas oportunidades
para integrarse en ella, y tienen que buscarse la vida como
buenamente pueden,y el lector comprobará cómo se ayudan entre
ellos, dentro de lo que se lo permiten sus posibilidades. Por eso
también digo que es una novela dura, no por escenas espeluznantes
que impacten al lector, sino por la dureza de la vida a la que se
enfrentan. Son personajes que les toca vivir en el submundo de la
degradación absoluta, y en los que la moral brilla por su ausencia,
porque nada tienen que perder, y saben que se mueven en un espacio
físico en el que la policía apenas se adentra, como le recuerda al
protagonista uno de los personajes que comparte escenas con él en
algún momento de la narración. Sin duda alguna, la ambientación es
uno de los grandes atractivos de esta novela, porque el escritor
natural de Cassà de la Selva refleja de una forma muy visual los
sórdidos escenarios por los que se mueven, mencionados ya algunos de
ellos a lo largo de esta reseña.
Jordi
Dausà construye unos personajes que son fiel reflejo del ambiente
que les rodea: el mundo de las drogas, el de las peleas ilegales o el
de las barriadas de una pequeña ciudad. Junto al protagonista, de quien el narrador no menciona su nombre, el lector se encontrará con personajes como Tío-tia, a quien el protagonista decide llamar con este
apodo, porque en un principio no tenía muy claro si era un hombre o
una mujer. Tío-tía lo lleva a su chabola después de que se tuviera
que marchar del bar del polígono en el que dos clientes avanzan
hacia él con cara de pocos amigos; Moha el Moro, que vive en una de las infraviviviendas que hay en torno al polígono industrial; el tatuador Cristo,
personaje que intentará a ayudarle a encontrar su identidad. Junto a
estos personajes, el lector conocerá también a Ángel y a Ernesto,
quienes le enseñaron las técnicas de las Artes Marciales, y que el
lector comprobará cómo uno y otro representan las dos caras que
muestra el deporte: «No
tardaste en entender que, en realidad,
Ángel
no quería enseñar kárate a aquellos chavales, tan solo intentaba
sacar unos cuantos del agujero»
(pág. 95). Sin embargo, Ernesto representa la otra cara del deporte,
porque estaba inmerso en el mundo de las peleas ilegales, en el que
se verá inmerso el el personaje que busca su identidad, como lo
puede deducir el lector desde las primeras páginas de la novela. No
me olvido de Lucía, quien fue prácticamente la única amiga que
tuvo el protagonista en su infancia.
Lemmings comienza por el desenlace, como lo puede deducir el lector del primer
párrafo de la sinopsis. Jordi Dausà construye la identidad perdida del protagonista
partiendo del contacto que mantiene en un principio con los
personajes que le ayudan a encontrar su identidad en lo que podría
tomarse como la primera línea temporal para, en una escena
determinada, ofrecer información sobre su infancia y juventud,
etapas en las que conoceremos la relación con su familia, que entiendo puede definirse como disfuncional, los
motivos que lo llevaron a frecuentar un gimnasio o su vida
universitaria. A partir de esa información que recibe el lector de los personajes que en algún momento tuvieron relación directa con el protagonista, el lector conocerá las causas que le llevaron a situarle en el escenario que se describe en las páginas iniciales.
Jordi
Dausà utiliza un lenguaje sencillo y un estilo directo, con un ritmo
de lectura fluido, pese al inconveniente que podría surgir de la voz
narradora en segunda persona, porque si no se utiliza bien, puede
enfriarse la relación con el lector. Sin embargo, el autor logró atraer mi atención en todo momento, porque actúa como
confidente de uno y otro al mismo tiempo, lo que provocó que la historia
me resultara absorbente. Pese a que no hay grandes giros que eleven
todavía más nuestro por el desarrollo de la trama, aunque el lector sí se encontrará con escenas que atraerán su atención, porque tendrá interés en conocer cómo las solventa el protagonista. A parte de este último comentario, Jordi Dausà sabe cómo suplir esa ausencia con la información dosificada que facilita el narrador para construir la identidad del
protagonista. El escritor natural de Cassà de la Selva utiliza de forma muy estudiada las
herramientas que tiene para que el lector sienta interés por conocer
cómo llegó realmente el protagonista a esa nave industrial
abandonada, en donde despierta junto a dos cadáveres, sin acordarse
de nada y sin saber si fue su víctima o verdugo. Por lo que comenta en la relación de agradecimientos, entiendo que el autor tiene relación con el mundo del boxeo, lo que supongo le ayudó a obtener una mayor información para que las escenas en las que están presentes las artes marciales tuvieran un mayor realismo, junto con el asesoramiento recibido por quienes le ayudaron a documentarse sobre este deporte y otros aspectos relativos al protagonista de esta novela.
Biografía:
Jordi
Dausà (Cassà de la Selva, 1977), es maestro y escritor. A ratos
escribe en diferentes medios y fue bloguero cuando ya no quedaban
bloggers. Boxeador inconstante y tarambana, es autor de Manual de
Supervivència (Premio Montflorit de novela en 2010), el gat de
Schrödinger y Nits de matapobres. Algunos relatos suyos han sido
publicados en diferentes antologías colectivas y ha colaborado en
proyectos editoriales destinados a la enseñanza de la lengua
catalana. Lemmings es la primera de sus novelas que se publica en
castellano.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web de la Editorial Delito. Fotografía de Jordi Dausà tomada de Cassà Cultura.
Paso por encima de la reseña porque tengo el libro en casa y espero no tardar en leerlo. Me basta con saber que ha sido toda una sorpresa para ti, y de las buenas, claro.
ResponderEliminarEspero disfrutar de este libro
Abrazos
Pues si que es verdad que esa voz es un recurso poco utilizado, me llama la atención, también tus buenas impresiones, pero es que de momento no quiero añadir más libros, necesito despejar pendientes y descansar de blog este verano.
ResponderEliminarUn beso
La verdad es que lo de la segunda persona del singular como voz narrativa no es nada normal, resulta como mínimo chocante... no me disgusta la novela pero no sé si me atrae lo suficiente, al menos de momento 😯
ResponderEliminarLe doy una vuelta, besos 💋💋💋
Pues me ha gustado mucho lo que cuentas sobre la novela y las buenas sensaciones que te ha dejado. Me la anoto.
ResponderEliminarBesos
Primera noticia que tengo de esta editorial. Y muy buena pinta que tiene esta novela. La tendré muy en cuenta.
ResponderEliminarBesotes!!!
Conocía la editorial y la novela por una reseña que hizo Josevi Blender para MoonMagazine. Ya la tengo en mi estantería de pendientes. A ver si con este recordatorio la leo de una vez.
ResponderEliminarUn beso.
Me la llevo anotada, le echaré un vistazo en la librería a ver si me animo
ResponderEliminarBesos
Me encantan las novelas llenas de protagonistas perdedores y ojo que no lo digo desde el punto de vista que le desee mal a nadie jajaajja
ResponderEliminarPues a pesar de todos los mimbres que la presentan como una gran novela, el tema de la marginalidad no me atrae demasiado. Sin embargo, tomo nota del autor, porque lo que cuentas de él me gusta.
ResponderEliminarPor cierto, veo que estás leyendo "Tiempos de esperanza". Estaré atenta a tu reseña porque tiene muy buena pinta. Abrazos.
No conocía ni la editorial ni al autor así que los llevo apuntados para mirarlos con calma. Besinos.
ResponderEliminarA mí me llama lo que nos cuentas y aunque voy a anotar el título estoy casi pensando en hacer un descanso con el blog porque no doy a más.
ResponderEliminarBesos
Me agrada lo que nos cuentas de esta novela, de la que a priori no me habría fijado, pero que encuentro bastante original, y con unos personajes muy en la actualidad. Un abrazo
ResponderEliminarPues porque tú me hablas de ella porque no conocía la editorial. Están naciendo muchas y espero que se puedan mantener. En cuanto al libro, tengo mucha novela negra pendiente pero si te digo la verdad, esta no pinta nada mal. Besos
ResponderEliminarHum, tiene cosas llamativas, pero no termina de convencerme.
ResponderEliminar