Datos técnicos:
Título: El taller de libros prohibidos
Autora: Olalla García
Editorial: Ediciones B (Grupo Pengüin
Random House)
1ª edición: Octubre/2018
Encuadernación: Tapa dura con
sobrecubierta
Idioma: Español
ISBN: 978-84-666-6832-2
Nº pág.: 571
Sinopsis:
Alcalá
de Henares, 1572.
La joven librera Inés Ramírez acaba de quedar viuda y ha de ponerse
al frente del negocio familiar. Pronto descubre que su esposo poseía
la clave de acceso al único ejemplar de un libro prohibido, cuya
desaparición había sido ordenada por el poder político y la
Iglesia siglos atrás.
Con
la colaboración de Pierre Arbús, un oficial de imprenta francés,
inicia la investigación. Tendrá que tratar con personajes de todo
tipo: maestros impresores, eruditos, delincuentes, nobles de alta
cuna. Y todo bajo la sombra omnipresente de la Inquisición, que vela
por controlar el pensamiento y la palabra, y la estricta censura de
Felipe II.
Opinión
personal:
Hoy
comparto mis impresiones sobre una novela histórica que me atrajo
entre las novedades editoriales del año pasado: El taller de libros
prohibidos, de Olalla García (Madrid, 1973). Si la sinopsis me
resultó muy atractiva, encontré un mayor aliciente en el papel que
desempeñan los libros en el desarrollo de la trama. El lector
comprobará en algunos episodios cómo los trabajadores de este
gremio tenían que estar muy atentos a las intervenciones de la
Inquisición, institución judicial eclesiástica que vigilaba muy de
cerca todo lo que guardaba relación con la palabra escrita, por el
poder y la influencia que tenía en la población, pero sobre todo si
su contenido se alejaba de las pautas marcadas por el Concilio de
Trento. Quienes estén interesados en la lectura de El taller de
libros prohibidos disfrutarán de una novela instructiva, sobre todo
por los episodios que ofrece la escritora madrileña en torno al
trabajo que realizaban las imprentas y las librerías en el siglo
XVI.
(Catedral Santos Justo y Pastor-Alcalá de Henares)
Olalla
García ofrece a los lectores una historia con elementos
detectivescos, pues la joven librera Inés Ramírez descubre que su
fallecido esposo poseía la clave de acceso al único ejemplar de un
libro prohibido, cuya desaparición había sido ordenada por el poder
político y la Iglesia siglos atrás, como adelanta la sinopsis. Si
bien El taller de libros prohibidos se cataloga como thriller, me
atrevería a decir, en mi modesta opinión, que más bien estamos
ante un domestic noir, porque las labores de investigación que se
mencionan en la sinopsis las realizan la joven librera, junto Pierre
Arbus, oficial de imprenta francés, quienes tendrán que enfrentarse
a personajes de dudosa reputación, en episodios en los que el lector
se encontrará con algunas escenas propias de una novela negra. En
este sentido, la escritora madrileña intercala los episodios propios
de la investigación con otros que guardan relación con los dos
protagonistas de una forma muy natural, sin que el lector apenas se
dé cuenta de ese cambio de registro. Si bien lo que más destacaría
en esta fase de la novela es la visión que la autora ofrece de
Alcalá de Henares, ya que el lector caminará junto a los personajes
por las calles y plazas de esta villa complutense, aunque en todo
momento tuve la sensación de que trazaba una visión de la ciudad
complutense acorde con los episodios que relata el narrador
omnisciente. Está claro que Olalla García conoce bien cada uno de
sus rincones y sabe cuáles son los más apropiados para ubicar las
escenas propias del género. Estoy seguro que quienes conocen la
ciudad complutense se sentirán sorprendidos por la visión que se
les muestra de unos escenarios que les resultan familiares, a los que
se les confiere los rasgos necesarios para que causen en el lector el
efecto deseado.
El
taller de libros prohibidos es una novela que tiene un ritmo de
lectura fluido, aunque me dio la impresión de que se ralentizaba en
la segunda parte, por las descripciones y reflexiones que se ofrecen
en ella, para repuntar en el tramo final, en el que el lector se
encontrará con una serie de giros que atraerán su atención y que
le invitan a continuar con la lectura porque sentirá interés por
conocer el desenlace al que se enfrenta. El ritmo de lectura está
acorde con la sucesión de episodios que tienen lugar a lo largo de
los capítulos, en los que los dos protagonistas se enfrentan a
situaciones que influirán en su evolución, y sobre todo en la
relación que se va fraguando entre ambos, pese a los diferentes
intereses que tenían en un principio.
A
parte del interés que mostré por todo lo que se narraba en torno a
los libros, sin duda alguna la exquisita ambientación es otro gran
aliciente que atrajo mi atención. Y es que en todo momento me sentí
transportado literariamente al siglo XVI, y más concretamente a la
ciudad de Alcalá de Henares, que es donde se desarrollan la mayor
parte de las escenas de esta novela, con algunos saltos en el tiempo
que llevan al lector hasta Barcelona. Olalla García ofrece en esta
novela un magnífico fresco costumbrista de la época, en el que
cuida hasta el más mínimo detalle los ingredientes que utiliza para
que causen el efecto que acabo de comentar. A las localizaciones de
la ciudad complutense por las que se mueven los personajes, y a las
que ya me refiero en el segundo párrafo de esta reseña, hay que
añadir también el interés que mostrará el lector por conocer los
usos y costumbres de la época, así como familiarizarse con una
serie de vocablos que se utilizan a lo largo de la narración, y que
se aclaran en el glosario que acompaña al cuerpo de la novela, lo
que es de agradecer. Al comienzo de ese glosario, la autora aclara
que algunos vocablos están en desuso y otros que se emplean tienen
un significado distinto al acostumbrado. En este sentido, el lector
comprobará a lo largo de los capítulos cómo el narrador se adapta
a la condición social de los personajes, lo que se refleja en los
diálogos que mantienen y que la autora cuidó con esmero para que
estos se ajustaran a los cánones de la época. Resaltaría también
el uso que utilizan tanto el narrador como los personajes de
refranes y dichos populares de la época, lo que me resultó un gran
incentivo para estar pendiente de los que me encontraba a lo largo de
la narración, pues reconozco que me gustan mucho y soy dado a su
empleo si la ocasión lo requiere.
(Plaza del Mercado-Alcalá de Henares)
En
El taller de libros prohibidos el lector se encuentra con una galería
de personajes que representan a los diferentes estamentos sociales de
la época, todos ellos perfilados con mucha fuerza, por lo que
realmente nos parecen que son de carne y hueso, como nos gusta decir
en estos casos. Con el paso de los capítulos nos familiarizaremos
con los intereses que mueven a unos y otros a actuar de la forma en
que lo hacen, con la ventaja de que en algunas fases de la novela
conoceremos sus verdaderas intenciones, mientras sus interlocutores
desconocen qué se traen realmente entre manos. Inés Ramírez y
Pierre Arbús son los protagonistas de esta novela: La joven librera
acaba de quedarse viuda y ha de ponerse al frente del negocio
familiar, enfrentándose a situaciones que son fruto de los negocios
turbios de su fallecido esposo, pero ante las que mostrará la
valentía suficiente para hacerles frente, y el arrojo necesario ante
los impresores que se enfrentarán a ella en algunas ocasiones, por
su condición de mujer. Pierre Arbús es un personaje al que el
lector tardará un tiempo en conocer realmente cómo es, tanto por su
pasado, que se desvelará en diversos saltos temporales, como por los
intereses que muestra desde los primeros capítulos, lo que hace que
algunos personajes desconfíen de sus verdaderas intenciones.
Olalla
García rodea a los dos protagonistas de un ramillete de personajes
históricos y ficticios muy atractivos, estos últimos creados por la
imaginación de la autora, aunque como dice en el dramatis personae,
están caracterizados según la mentalidad y los modos del siglo XVI.
Junto a los trabajadores de las dos imprentas que tienen mayor
presencia en la novela, el lector conocerá a otros personajes que
atraerán su atención por el peso que tienen en la trama, pese a que
dan la impresión de que están perfilados para que su papel sea poco
relevante; sin embargo, su actuación será decisiva en los episodios
más álgidos. En relación con lo que acabo de comentar, destacaría
los personajes de Matilde, sirvienta de la casa de la protagonista, o
el de su prometido Julián Díaz, sin olvidarme de la relevancia que
en un momento dado tendrá Ana Ribera, la madre de Inés Ramírez.
Sin duda alguna, la mujer desempeña un papel destacado en esta
novela, en la que el lector se encontrará con unos personajes
femeninos muy fuertes, a través de las que la autora reivindica su
papel en un mundo dominado por los hombres, teniendo reservadas para
ellas las funciones de madre y esposa que por su naturaleza les
correspondía, y se debían a las directrices que les marcaba la
Iglesia Católica en aquella época. Algunos de los personajes que
figuran en esta novela tienen un halo de misterio, ya que los
conocemos por los nombres de seres mitológicos y que guardan alguna
relación con el libro prohibido que se menciona en la sinopsis, y
que el lector no conocerá su identidad hasta el desenlace de la
novela. Quería hacer una mención especial de un personaje que
supongo se ganaría la empatía de quienes ya leyeron esta novela, y
no es otro que Albertillo, aprendiz del taller del difunto Antonio
Lozano, y que también cumplía funciones de servicio en la casa de
su maestro. Para mí es quizás uno de los personajes que ofrecen al lector una mayor evolución a lo largo de los capítulos.
El
taller de libros prohibidos es una magnífica lectura, en
la que los libros son el eje en torno al que gira todo lo que se
desarrolla en la trama, por el poder que tiene la palabra escrita y
el celo con el que la censura de la época, a través de la
Inquisición, perseguía a quienes se apartaban de las pautas
marcadas por la Iglesia. Como ya comenté en el primer párrafo de
esta novela, el lector disfrutará de un magnífico fresco
costumbrista de la época y sentirá que realmente realiza un viaje
literario al siglo XVI, y a la ciudad de Alcalá de Henares. Olalla García realizó un exhaustivo trabajo de documentación para que esta novela causara en el lector el efecto que acabo de comentar.
Biografía:
Olalla
García (Madrid,
1973) estudió Historia en la Universidad de Alcalá, para la que
actualmente trabaja como profesora de literatura,.
Ha publicado con gran éxito cinco novelas: Ar-dashir,
rey de Persia (2005),
Las
puertas de seda (2007)
y El
jardín de Hipatia (2009),
Rio
de paso
(Ediciones B, 2014) y En tierra de nadie (2016). También ha
traducido al castellano numerosas obras de autores clásicos y
modernos. Desde hace diez años colabora estrechamente con diversas
editoriales como escritora, traductora y lectora.
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomados de la web de Megustaleer. Imagen de la Catedral de los Santos Justo y Pastor tomada de la web madrinalea.com. Imagen de la Plaza del Mercado de Alcalá de Henares tomada de la web portal de Fuenterrebollo.
Si sí, sin duda alguna me gustará, lo sabía desde que lo vi en tus lecturas de la semana 😉
ResponderEliminarMe gusta.
Besitos carinyet 💋💋💋
Pues después de leer tu reseña creo a mi también me gustaría esta novela, un beso
ResponderEliminarNo me suelen atraer demasiado las historias ambientadas en épocas tan lejanas, aunque alguna he leído que me ha gustado mucho. Tomo nota de esta porque veo que te ha sorprendido gratamente y porque tratando de libros y estando bien escrita y bien documentada, no puede no gustar.
ResponderEliminarUn beso.
La verdad es que dejé pasar esta novela por falta de tiempo pero no descarto buscarla más adelante porque me gusta mucho lo que cuentas y lo que he visto en general sobre ella.
ResponderEliminarBesos
Totalmente de acuerdo. Una gran novela, muy bien documentada y muy bien escrita. De mis mejores lecturas del año pasado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pinta estupendo lo que cuentas de esta novela y no me había llamado la atención. Desde luego las novelas sobre libros nos llaman la atención casi siempre pero que encima estén ambientadas en Alcalá de Henares le suma muchos puntos al entorno. Por cierto que es un lugar que tengo pendiente de visitar.
ResponderEliminarBs.
Muy buena reseña. Si tengo oportunidad la leeré, la trama y la ambientación me parecen muy apetecibles.
ResponderEliminarBesos
Tiene buena pinta, me gusta lo que cuentas.
ResponderEliminarBesos
Sé que me gustaría
ResponderEliminarQué reseña más buena, Paco. Y me encanta todo lo que cuentas. Le tengo echado el ojo al libro desde que salió y caerá más pronto que tarde.
ResponderEliminar¡Besote!
Hace tiempo que la tengo apuntada porque me llamaba la atención su temática, me encanta la novela histórica pero tiene que estar bien documentada y esta por lo que he leído en todas las reseñas lo está. Ahora sólo me falta hacerme con ella. Besinos.
ResponderEliminarMe llama especialmente por la ambientación, conozco bastante Alcalá, me encanta.
ResponderEliminarCaerá seguro =)
Besotes
Me llama mucho todo lo que cuentas y creo que la disfrutaría, la dejé pasar por falta de tiempo y ya me estoy arrepintiendo, tomo nota para más adelante.
ResponderEliminarUn beso
Ya sabía que te iba a gustar, es totalmente de tu estilo
ResponderEliminarPor lo demás, coincidimos en impresiones
Besos
Vamos a ver, Francisco: taller, libros y prohibidos... ¿cómo voy a resistirme? Además dices que está muy bien ambientada, que se palpa la ciudad (a la que hace tiempo que no voy, por cierto) y que los personajes parecen de carne y hueso. No sé hable más. Abrazos.
ResponderEliminarPues me has convencido, sin duda la leería, por la época histórica y por esa ambientación que nos cuentas. Muy buena reseña Paco. Un abrazo
ResponderEliminarEl título ya promete, pero además tu reseña me ha lanzado de cabeza. Apuntado queda y con muchas ganas de leerlo. Gracias, Francisco. Saludos.
ResponderEliminarUf, no sé, veo que te ha gustado mucho, pero es que los libros que se centran tanto en la ambientación llegan a aburrirme. En principio no me lo apunto.
ResponderEliminarla estoy leyendo ... magnifica! Me he sentido algo perturbada, ellenguaje me ha costado, porque no estoy acostumbrada a esta expresion, quiza por antigua, quiza por castellena, pero ... he aprendido tanto!!! UN placer, me han gustado tus comentarios, yo anadiria que toda la novela habla en lenguaje de la época, me ha sido dificil, pero ayuda a entrar en simbiosas con la époce ...
ResponderEliminar