Datos técnicos:
Título: Desparecida en Siboney.
Autora: Rosario Raro.
Editorial: Planeta.
1ª edición: 30/abril/2019.
Encuadernación: Tapa dura con solapas.
ISBN: 978-84-08-20927-0.
Idioma: Español.
Nº pág.: 512.
Sinopsis:
En 1875, Mauricio Sargal,
un millonario antillano retornado a España, libertino y bon vivant,
se ve obligado a regresar a Cuba cuando le comunican que su hermana
Dulce ha desaparecido de su hacienda de Siboney. Para saber de ella
tendrá que enfrentarse a su cuñado, Bartolomé Gormaz, quien fuera
prófugo de la justicia y que, con el olvido de cualquier escrúpulo,
ha conseguido reunir una de las mayores fortunas de todos los
territorios españoles, peninsulares y de ultramar. En su búsqueda,
Mauricio encontrará también el amor en la enigmática Deva, por la
que sentirá una atracción irresistible.
Opinión Personal:
Mi relación con la
narrativa de Rosario Raro (Segorbe, Castellón, 1971) comenzó en
2015 con la lectura de su ópera prima Volver a Canfranc (reseña), con
la que pondría un magnífico colofón a un año lector muy
interesante. Desde entonces soy un fiel seguidor de sus obras, porque
me atraen su estilo narrativo, la temática que ofrece en sus
novelas, así como la exhaustiva labor de documentación que realiza,
y que queda reflejada tanto en la ambientación de la época en la
que se desarrolla la trama como en los personajes que desfilan por
sus páginas, sin olvidarme de la información que facilita tanto a
lo largo de la narración como en los diálogos. El lector siempre se
encontrará en sus novelas con una clara denuncia social, sobre todo
dando voz a quienes se ven afectados por decisiones que se toman sin
tener en cuenta las posibles consecuencias que puedan surgir de
ellas. En este sentido, quizás sea La huella de una carta (reseña) su
apuesta más personal, porque en su trama denuncia el abandono de
quienes se vieron afectados en nuestro país por la talidomida.
(Comercio triangular esclavos)
Rosario Raro aborda en
Desaparecida en Siboney el tema de la esclavitud, en el
sentido más amplio de lo que significa la explotación de seres
humanos, porque la escritora segorbina refleja a lo largo de los 66
capítulos más el epílogo en los que se estructura esta novela,
cómo gente sin escrúpulos se enriquece a costa de sus semejantes, e
industriales que medran su patrimonio utilizando el llamado comercio
triangular sin importarles el riesgo que puedan correr quienes son
tratados como mercancías, y que no dudan en presentarse ante sus
conciudadanos como filántropos, próceres y o mecenas. Sin duda
alguna, lo que acabo de comentar queda plasmado a lo largo de los
capítulos a través de un amplio elenco de personajes, en el que
queda perfectamente reflejado todo el entramado que había en la
trata de esclavos. Pero entre estos personajes el lector se
encontrará también con abolicionistas, que no dudan en utilizar
contra ellos toda la información que recaban, para que la sociedad
conozca la procedencia de la riqueza de estos industriales, y al
mismo tiempo reflexione ante la doble moral que utilizan quienes
presumen ser los que están a la cabeza del tejido industrial del
país.
Pese a que el ritmo de
lectura de Desaparecida en Siboney se me hizo más bien
pausado, sin embargo en ningún momento tuve la sensación de que
leía un tocho de poco más de 500 páginas. Un ritmo que quizás
viene provocado por una narración que me recordaba a las novelas del
siglo XIX, sobre todo en lo que se refiere a las descripciones y
algunos diálogos que producen ese efecto, aunque sin el ornamento
en muchos casos vacío que le confieren los autores decimonónicos,
que sí provocan un ritmo realmente pausado en la lectura. Otro tanto
ocurre con el estilo narrativo empleado, en el que la autora utiliza
un lenguaje muy cuidado, y que se adapta a la época en la que
desarrolla la trama. El lector puede comprobar lo que acabo de
comentar en las relaciones entre los personajes, sobre todo si
pertenecen a distintas capas sociales, el trato que mantienen en los
diálogos los miembros de una misma familia, sobre todo si son los
hijos quienes dialogan con sus padres, sin olvidarme del respeto en el trato que
se observa en las conversaciones que mantienen Don Benito y Mauricio,
pese a la amistad que se va fraguando entre ellos.
Pese a lo que acabo de
comentar sobre el ritmo de lectura en el párrafo anterior, Rosario
Raro estructura la novela de tal forma que consigue que la trama sea
dinámica, al encontrarse el lector con capítulos de corta extensión
y con cambios continuos de escenarios que lo llevan a una y otra
orilla del Atlántico, y en algunos episodios hasta la costa
africana. Está claro que con esta estructura la escritora segorbina
logra que nuestra atención apenas decaiga a lo largo de los
capítulos, porque el lector tiene el aliciente de que se encuentra
con episodios atractivos en cada uno de ellos, que incluso le hacen
pensar que determinadas situaciones que tienen lugar en un capítulo
pueden influir en el devenir de alguno de los personajes en los
siguientes episodios. Durante buena parte de la lectura me pregunté
qué relación había entre estos saltos de escenarios, pero tendría
la respuesta a este interrogante a medida que estaba próximo el
desenlace.
(Cripta Colonia Güell-Santa Coloma de Cervelló-Barcelona)
En el tercer párrafo de
esta reseña comenté que su narración me recordaba a las novelas
del siglo XIX. Y es que, a parte de lo expuesto en esa apreciación,
me dije que Desaparecida en Siboney se podría catalogar como
novela realista, porque a lo largo de los capítulos que la conforman
queda reflejada de forma visual y minuciosa, aunque no tan recargada, la vida
cotidiana de la sociedad burguesa de la época, tanto en los
escenarios que se ubican en torno a Barcelona como en los que tienen
lugar en la isla de Cuba. A uno y otro lado del Atlántico se hace
mención también a los episodios históricos que vive el país, y
que en varias escenas serán comentados también por los personajes.
En este sentido, nos podemos imaginar cómo
es el palacete en construcción de Mauricio Sargal sobre una colina
de El Masnou y la vida que lleva este personaje tanto en el palacete
como en su casa de la calle Portaferrissa en Barcelona, la vida
acomodada que llevaba la familia del industrial Augusto Esmerla en su
mansión de Santa María de Sants, los actos que se celebran en
Barcelona en el Círculo Hispano Ultramarino, la colonia industrial
de Santa Coloma de Cervelló, las detalladas descripciones que hace
el narrador de la Hacienda Nuestra Señora de las Mercedes rn
Siboney, o las travesías que hacen los personajes en los vapores que
surcan el Atlántico en un sentido u otro en comparación a con el
resto del pasaje.
Desaparecida en
Siboney es na novela que, una vez leído el título, da a
entender al lector que tiene ante si una trama de corte policíaco,
thriller o incluso domestic noir. Y desde luego que no va mal
encaminado, porque es Mauricio Sargal quien se desplazará desde
Barcelona a Cuba para realizar las investigaciones pertinentes una
vez que tiene conocimiento de la desaparición de su hermana Dulce.
Pero Desaparecida en Siboney tiene también ingredientes
propios de varios géneros literarios magníficamente entremezclados,
porque el romance, la historia y la intriga están muy presentes a lo
largo de los capítulos. El lector se encontrará también con escenas en las que lo esotérico está muy presente, en
donde se llevan a cabo rituales de la santería y magia cubana cubana, sin olvidarme de escenas que tienen lugar en la Hacienda Nuestra Señora de las Mercedes, en Siboney, en las que los esclavos de la plantación de tabaco son el foco de nuestra atención, y se describen tanto las costumbres como el trato inhumano que reciben. Al igual que en
Volver a Canfranc, el lector se encontrará con elementos
metaliterarios, en los que destacaría sobre todo las alusiones
literarias que guardan relación con dos personajes de la novela, y
la referencia que se hace a la Arcadia, aunque prefiero que sea el
lector quien descubra cuáles son esos dos personajes que guardan una
clara relación con la Literatura, y por qué se menciona a la
Arcadia.
(Santiago de Cuba)
Si bien Mauricio Sargal
es el protagonista de Desaparecida
en Siboney, Rosario Raro perfila un amplio elenco de
personajes que lo secundan, y que representan claramente lo que
comenté en el tercer párrafo de esta reseña. El hecho de que sea
amplio el abanico de personajes secundarios que nos encontramos a lo
largo de los capítulos, no impide que el lector se familiarice con
ellos, porque están bien construidos, y de todos ellos nos llamará
la atención alguna característica concreta que los define. En más
de una ocasión me dije que tienen en la trama un gran peso varios de estos personajes, por lo que no podían calificarse como meros
secundarios. En este
sentido, diría que se puede hablar de una historia de vidas
cruzadas, porque casi todos ellos mantienen alguna relación con
Mauricio Sergal, y sobre todo por el nexo que tienen con la
esclavitud, en un sentido u otro. Entre ellos destacaría a Bartolomé
Gormaz, hombre sin escrúpulos, cuñado y antagonista de Mauricio
Sargal. Mauricio Sergal investigará no solo su posible implicación
en la desaparición de su hermana Dulce, sino también quiere dar a
conocer a la sociedad el oscuro origen de su fortuna, para que sepa
quién es realmente el propietario de una de las mayores fortunas de
todos los territorios españoles, peninsulares e insulares; la
enigmática Deva, a quien el protagonista conocerá en el buque
Providencia en su viaje a Cuba, y mantendrán una relación
que se va forjando con el paso de los capítulos; la peculiar pareja
que forman el sacerdote Narciso Vergel y la médium Orfiria; el
industrial textil Augusto Esmerla, y sus no menos peculiar esposa
Delia-quien le da una nota de humor a la trama- y su hija Carola; o
los abolicionistas Clive Barnaby y el sabio boticario Don Benito,
quien mantendrá una gran amistad con Mauricio y le ayudará en los
episodios más difíciles de la novela.
Tras lo expuesto en esta
reseña, está claro que disfruté mucho con la lectura de
Desaparecida en Siboney. Solo me queda recomendarla, porque
estoy seguro de se interesarán por esta novela quienes se sientan
atraídos por la temática que trata en ella Rosario Raro, y que
invita a reflexionar sobre el papel que desempeñaron algunos
sectores de la sociedad española de la época en un tema inhumano
como es la esclavitud.
Biografía:
Rosario
Raro (Segorbe, Castellón, 1971) es profesora de Escritura Creativa
en la Universitat Jaume I, doctora en Filología Hispánica con una
tesis sobre las estrategias de escritura en internet, y profesora de
Lengua Española en el Departamento de Filología y Culturas Europeas
de lla Universitat Jaume I de Castellón. Dirige también el curso de
Escritura Creativa de esta universidad desde hace catorce años.
Posgraduada en Comunicación Empresarial y Pedagogía, imparte
talleres literarios para numerosas universidades e instituciones
desde hace tres décadas.
Sus
novelas han sido traducidas a varios idiomas y su obra narrativa ha
sido reconocida con numerosos premios internacionales. Vivió durante
una década en Lima (Perú).
De Volver a Canfranc (Planeta, 2015), en su versión francesa, Dernier train pour Canfranc (Editions Kero, 2017)], se han publicado hasta el momento once ediciones, éxito que después ha repetido con La huella de una carta, novela con la que ha cautivado de nuevo a los lectores y que durante 2019 se publicará también en árabe.
De Volver a Canfranc (Planeta, 2015), en su versión francesa, Dernier train pour Canfranc (Editions Kero, 2017)], se han publicado hasta el momento once ediciones, éxito que después ha repetido con La huella de una carta, novela con la que ha cautivado de nuevo a los lectores y que durante 2019 se publicará también en árabe.
Desaparecida
en Siboney, como en sus dos libros anteriores, parte de hechos
reales. En esta ocasión rescata una inquietante historia que
permanecía oculta hasta ahora.
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de Rosario Raro, tomados de la web de Planeta. Imagen mapa comercio triangular, tomada de Wikipedia. Imagen de la cripta de la colonia Güell, tomada de la web España es cultura. Imagen de Santiago de Cuba, tomada de Wikipedia.
La tengo en la estantería de la habitación esperando a que me entren ganas de leerla. Espero no tardar aunque el tiempo es el que es.
ResponderEliminarUn abrazo
LO tenía apuntado pero no muy entusiasmada pero es cierto que tu reseña me lo ha hecho mucho más atractivo y ha subido puestos en mi lista.
ResponderEliminarBesos
Está más que apuntada, gracias por la extensa reseña
ResponderEliminarTe he leído mientras entonaba mentalmente la canción de 🎵 siboneeeeeey🎶...cuando vi que lo ibas a leer ya me llamó la atención, pero es que tras tu reseña no me cabe la menor duda que me va a gustar mucho; el tema lo he leído poco pero lo he visto mucho en películas y la verdad es que me apetece embarcarme en una lectura completamente distinta y esta tiene todos los ingredientes para ello 😉
ResponderEliminarExcelente reseña Paco.
Besitos carinyet 💋💋💋
Cada entrada tuya es un nuevo autor (generalmente autora) que descubro. Lo malo es que el tiempo para leerlos es cada vez más escaso al aumentar el número de tareas pendientes.
ResponderEliminarTomo nota de Rosario Raro. Esta novela con esa mezcla de intriga, denuncia, historia... me atrae mucho.
En mi reseña de hoy que ya has visto, casualmente, se menciona Siboney, en este caso es el nombre del edificio donde vive Claire Jones, un edificio emblemático de Santander.
Un beso.
Una gran reseña, que desde luego, me ha convencido para leer esta novela. Y estrenarme con la autora!
ResponderEliminarBesotes!!!
Muy buena reseña,Paco. Tras haber leído mucho sobre Cuba y sus circunstancias creo que me has convencido para echarle un ojo en cuanto recupere mi ritmo lector.
ResponderEliminarBesos
De Rosario he leído Volver a Canfranc y me gustó bastante. Esta nueva novela que nos lleva a un paraje totalmente diferente también llama mi atención. El tema de la esclavitud es muy interesante, también me hace gracia que aparezcan lugares que he visitado como la Colonia Güell. Un abrazo
ResponderEliminarNo me llamó mucho cuando salió, al final no se qué haré con este libro, veremos
ResponderEliminarBesos
De Rosario Raro he leído Volver a Cafranc que me gustó mucho, de esta novela no tenía referencias pero leyendo tu estupenda reseña estoy segura de que caerá tarde o temprano. Besinos.
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