El
día 2 de marzo del presente año salió a la venta en todas las
librerías de España la nueva novela de la escritora melillense,
afincada en Valencia, Dolores García Ruíz, La Reina del azúcar
(Versátil Ediciones). Una
novela con la que disfruté mucho mientras la leía y me sentí
realmente transportado a una incipiente ciudad cosmopolita y exótica,
que nos asombrará, sobre todo, por la riqueza arquitectónica que
nos irá descubriendo su autora a lo largo de la narración, y por
las magníficas descripciones, desgarradoras en algunos momentos, de
los episodios que nos relata sobre las guerras del Rif . En este
enlace se puede leer mi reseña.
Biografía:
Dolores
García Ruiz nació en Melilla en 1964, en esta ciudad pasó su
primera infancia. A los nueve años se trasladó a Valencia, donde
reside actualmente. Cursó estudios de Derecho por la UNED y es
correctora profesional de edición.
Colabora
en diversos programas de radio y televisión y publica artículos en
revistas culturales de prestigio. Asimismo, imparte charlas y
conferencias sobre Leonardo Da Vinci en las principales
capitales
españolas.
Su
obra El
Secreto de Monna Lisa (Roca
Editorial) está traducida a varios idiomas y ha sido publicada en
numerosos países, entre ellos EEUU, donde ha sido seleccionada por
diversas universidades para formar parte de su fondo de biblioteca de
obras en idioma español.
Hoy
vamos a conocer un poco más sobre la autora y su nueva publicación
a través de esta pequeña entrevista que tan amablemente me
concedió.
1)
Francisco Portela.- En primer lugar, gracias por concederme esta
entrevista porque últimamente la agenda la tienes un tanto
apretadita. Se ve que la editorial Versátil apuesta fuerte por tu
novela pues son unas cuantas las presentaciones que te esperan y por
lo que se ha visto hasta la fecha, están levantando una gran
expectación entre el público.
Dolores
García.- La verdad es que “Versátil Ediciones” se está
volcando con esta novela y está llevando a cabo una importante gira
promocional por muchos puntos de España. Ya la hemos presentado en
Valencia y en Madrid. En Valencia fue masiva la asistencia del
público, sobrepasó todas las previsiones. Nadie podía imaginar que
acudieran cerca de 200 personas. En Madrid fue estupenda y de la mano
de Javier Sierra. Todo un lujo.
Pero,
lo más importante es que cada día recibo a través de Facebook
mensajes de quienes ya han leído “La reina del azúcar”, en
ellos expresan lo que han sentido y lo mucho que les ha gustado.
2)
F.P.- Melilla: tan cerca y tan lejos, porque los melillenses se
sienten tan españoles como sus conciudadanos de la península. ¿Por
qué ese oscurantismo hacia esta ciudad?
D.G.-
Pues no lo sé. No es algo nuevo. Se diría que hay una “consigna”
para que los españoles peninsulares no “descubran” lo que tienen
en la orilla del Mediterráneo africano. Yo misma no reconozco en
muchas ocasiones las imágenes que emiten sobre mi ciudad natal. Por
supuesto que deben corresponderse con la realidad; pero no es, ni
mucho menos, representativa de lo que es realmente Melilla: la
segunda ciudad en el mundo con más patrimonio de edificios
modernitas, sólo después de Barcelona.
3)
F.P.- Y, sin embargo, tras leer La reina del azúcar, uno se
da cuenta de que Melilla bien se merece una visita. ¿Crees que tu
novela ayudará a que veamos con otros ojos a tu ciudad natal?
D.G.-Espero
que sí. La he escrito con varias motivaciones; pero la fundamental
es dar a conocer Melilla, su belleza tan singular y su verdadera
trascendencia en la historia de España, especialmente, en la
reciente, principios del siglo XX.
La
historia que vivirá la protagonista en Melilla servirá para que el
lector descubra al mismo tiempo que ella una pequeña ciudad
cosmopolita y exótica, que rompe el enclaustramiento de siglos entre
murallas y se expande a gran velocidad por el valle del Gurugú
levantando bellos edificios modernistas y aspirando a ser una capital
cultural y comercial. En definitiva, una ciudad llena de ganas de
vivir, pero que siempre está viviendo en los límites de Occidente.
4)F.P.-
Podemos decir que Melilla tiene una gran similitud con la medieval
Toledo: la convivencia de las tres culturas que tanta fama le dieron
a la ciudad castellana. ¿Es pacífica la convivencia entre
musulmanes, católicos y judíos sefarditas?
D.G.-
Absolutamente. Nunca ha habido un problema de convivencia por motivos
religiosos. Cuando alguien aduce estas razones, sólo esconde tras
ellas otros intereses, tan mezquinos que los ha de ocultar con el
manto de lo espiritual. Cuando se han producido, han sido muy serios,
como en el caso del Desastre de Annual, y tras ellos latían
intereses políticos y económicos de los gobiernos de la época e,
incluso, del propio rey Alfonso XIII. De hecho, terminó costándole
la corona.
5)
F.P.- ¿Por qué precisamente has elegido el título de La reina
del azúcar para esta novela? ¿Era una industria floreciente en
esa época?.
D.G.-Melilla
era y es un puerto franco y entre sus peculiaridades comerciales
estaban las concesiones de determinados productos, como era el
azúcar, de gran importancia para la alimentación de toda la
población. Podría haber elegido la harina, pero me pareció que una
historia en torno a un negocio de repostería y de abastecimiento
general daba mucho más juego y casaba con relatos que oí de niña.
6)
F.P.- Bien se nota que la novela está escrita con el corazón y con
sentimiento. Los personajes que nos encontramos a través de sus
páginas destilan una gran fuerza. Pero entre todos ellos, sin duda
alguna, destaca la figura de Inés Belmonte. ¿Representa esta mujer
el espíritu emprendedor de los melillenses?.
D.G.-
Efectivamente, pero fíjate que no ha sido algo premeditado. Más
bien ha sido el personaje quien se ha ido modelando a sí misma a lo
largo de su evolución en la novela. Quizás por eso su fuerza es tan
auténtica, porque a medida que iba avanzando la historia y le
acontecían los obstáculos, Inés Belmonte iba adquiriendo más y
más carácter y personalidad, hasta convertirse en un auténtico
símbolo de lo que ha sido y es Melilla: una ciudad hecha a sí
misma, generosa e incomprendida.
7)
F.P.- En La reina del azúcar nos encontramos con varios
personajes históricos, pero seguro que de todos ellos destaca la
figura de Abd-El-Krim, que me imagino seguirá presente en la memoria
de los melillenses.
D.G.-
El personaje de Abd-El-Krim tiene una gran importancia en la novela.
Es un personaje histórico ineludible en la historia de Melilla y en
la de España entera. Desde el punto de vista como novelista y como
estudiosa de la época, es un personaje apasionante por su doble
cariz: por un lado, un enamorado de Occidente, un hombre culto, juez
de jueces, redactor del periódico local, profesor de árabe y por el
otro, un hombre apasionado que ama profundamente sus raíces. En la
novela veremos cómo y por qué se revuelve contra la que consideraba
su propia patria: España.
8)
F.P.- ¿Fue difícil documentarte para mostrarnos cómo era la
Melilla de principios del siglo XX?.
D.G.)
Diría que laborioso y me llevó bastante tiempo, en realidad, unos
cuantos años. No se trata de acumular datos, sino de ensamblarlos
para que resulte fidedigno y, al propio tiempo, utilizarlos de forma
sutil para no agobiar al lector con ellos, sino que formen un
trasfondo histórico pero que no asfixie la historia principal, la de
nuestra protagonista.
9)
F.P.- ¿Crees que tu estilo narrativo tiene influencia de
alguna autora como ya se ha mencionado en alguna reseña de La
reina del azúcar? ¿O eres de las que piensan que cada uno debe
de tener su estilo propio?.
D.G.-
No me identifico con ningún otro autor. No sé si esto es bueno o
malo, pero es así. Por otro lado, soy de los que piensan que de un
buen autor disfrutas sus obras y te queda un poso; pero del escritor
que no es tan bueno es de quien aprendes más, pues gracias a él
descubres lo que no debes hacer al escribir una historia.
Conseguir
un estilo propio no es un propósito, al menos, consciente; pienso
que es sencillamente inevitable. Otra cosa es que ese estilo conecte
con el lector y le resulte agradable y atractivo.
10)
F.P.- ¿En qué fase del proceso de elaboración de una novela
te sientes más cómoda?
D.G.-En
la fase creativa, desde luego. La previa, la de documentación es más
engorrosa y la fase correctora es todo un ejercicio doloroso de
humildad. Si no reconoces tus propios fallos, lo que sobra, lo que
falta, lo que no tiene sentido y no reúnes el valor para eliminarlo,
la novela no tendrá vida propia. Lo cierto es que a medida que
maduras como escritor te duele menos sacrificar partes de tu obra,
sean palabras, frases o párrafos; porque sabes que es para liberarla
de sus ataduras y que pueda correr libre ante los ojos del lector.
11)
F.P.- En La reina del azúcar nos encontramos con la
convergencia de varios géneros literarios, en el que no falta una
gran dosis de ficción histórica. ¿Eres una gran lectora de novela
histórica? ¿O ha influido alguna otra causa en tu interés por los
hechos históricos que nos rodean?.
D.G.-No
soy especialmente lectora de novela histórica. En realidad, no tengo
ningún género como favorito. El que haya elegido estos hechos
históricos tiene un motivo muy personal. En realidad, es mi pequeño
pero sentido homenaje a todos los que perdieron la vida en las
guerras del Rif para proteger a los civiles que vivía en Melilla de
los ataques feroces de los rifeños. Entre ellos había tres niños
que con el tiempo fueron mis abuelos. Sin el valor y la entrega de
aquellos hombres, soldados a la fuerza, yo no estaría hoy aquí
disfrutando de una existencia que ellos perdieron.
12
F.P.- Y hablando de géneros literarios: ¿hay algunos autores
fetiche en tu bliblioteca?. ¿Hay alguna corriente literaria que te
atraiga más entre tus preferencias lectoras?.
D.G.-Soy
bastante anárquica a la hora de escoger lecturas. Me dejo llevar por
el estado de ánimo o por la apetencia del momento. Pero sí que
tengo obras inolvidables como “Tiempo de silencio”, “Los
girasoles ciegos”, y autores que admiro profundamente, entre ellos,
contemporáneos españoles como José Luis Sampedro, Antonio Muñoz
Molina y Javier Marías.
13)
F.P.- Espero que con esta batería de preguntas conozcamos un poco
más a Dolores García y su novela La reina del azúcar, de la
que espero se cumplan todas las expectativas que se tienen puestas en
ella.
D.G.-Muchas
gracias, a ti Paco y a todos tus seguidores y amigos. Gracias por
tenerme en cuenta. Espero que disfrutéis intensamente con la lectura
de “La reina del azúcar” y que os transporte hasta una época y
una ciudad apasionantes y cautivadoras. Un abrazo.
Nota: la biografía de la Dolores Ruiz García fue tomada de la web de la editorial. La portada de la novela y fotografía de la autora, de google imágenes.
Muy completa e interesante la entrevista Paco, aumentan aún más las ganas de leer esta novela
ResponderEliminarBesos
Tengo ganas de leerla y ahora más. Une entrevista estupenda! Besos!
ResponderEliminarMuy buena entrevista. Tengo que admitir que este libro lo tenía casi descartado, pero ahora me han entrado ganas de leerlo.
ResponderEliminarBesos.
Gracias por traernos una entrevista tan interesante, besotes
ResponderEliminarGracias por la fantástica entrevista! Una autora que no conocía y ahora me has dejado con ganas de leer su novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es un libro que tiene muy buena pinta. Gracias por darnos a conocer algo más de su autora.
ResponderEliminarMuy interesante la entrevista Paco. La verdad es que como en otras muchas cuestiones, creo que tenemos una imagen sesgada de estas dos ciudades, Melilla y Ceuta. Los medios de comunicación sólo las sacan en sus portadas cuando hay problemas entre diferentes culturas y esa es la imagen que nos transmiten. Pocos eventos de otro tipo aparecen en los medios.
ResponderEliminarBs.
Yo sigo esperándola ;(. La verdad es que tiene una pinta estupenda y además de Melilla no sé absolutamente nada. Muy buena entrevista. Besos
ResponderEliminarLa novela tiene muy buena pinta, y la entrevista ha hecho que me traiga aún más.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias por acercarnos a la autora, echaré un vistazo a la novela
ResponderEliminarBesos
Si las reseñas ya invitaban a leer la reseña esta entrevista termina de confirmarlo. Me ha gustado mucho su forma de entender la creación de una novela.
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