Comenzamos la tercera semana de enero. En cuanto a lecturas se refiere, le tocaba el turno a Cuatro muertos más para el desierto, de Christopher Pollinini, en formato digital, pero me van a remitir un ejemplar en formato papel, por lo que decidí esperar hasta la recepción del ejemplar correspondiente. Por lo que este fin de semana empecé El caso de la mano perdida, de Fernando Roye (Editorial Sinerrata). Ya he leído el 50% de la novela y me está gustando.
Sinopsis:
Allá por los años cincuenta del siglo pasado en el sur de España, en
plena Sierra Morena, una mano seccionada es encontrada por una pareja de
la Guardia Civil en el monte, cerca de la pequeña localidad de Santa
Honorata. Se hará cargo de la investigación el peculiar jefe de puesto,
el sargento Carmelo Domínguez, cuyos singulares métodos y extraordinaria
suspicacia despiertan admiración, miedo y rechazo a partes iguales;
Carmelo aborrece los problemas, y estos no han hecho más que empezar.
Mientras todo el pueblo, incluyendo sus subordinados y los mandatarios
locales, está centrado en la próxima visita del caudillo de España a
este rincón de Sierra Morena, el sargento hechizado, como es conocido
Carmelo en los alrededores, intentará solucionar un caso con raíces más
antiguas y oscuras de lo que nadie, excepto quizás él, pudo prever. "El
caso de la mano perdida" es, entre otras cosas, el retrato de un pequeño
pueblo de fines de la posguerra. Asomándonos a esta ventana
descubriremos la vida de sus habitantes, los oficios que desempeñaban,
sus sueños y también sus pesadillas. Y todo esto contado desde los raros
ojos de un sargento de la Guardia Civil y con el telón de fondo de las
ambiciones y los rencores de sus agentes, la abnegación de sus mujeres y
la disciplina castrense de la casa-cuartel en la que malvivían. (278 pág., aprox.)
Después le tocará el turno a la novela de Fernando García Calderón, Yo también fui Jack el Destripador.
Sinopsis:
John Riordan, octogenario
forense de Scotland Yard, se enfrenta a un sujeto que posee, así lo
asegura, delicados secretos del club al que perteneció en 1888. Por él
pasaron desde Bram Stoker o H.G. Wells hasta Bernard Shaw. Desde Alfred
Waterhouse hasta John Goodall, máximo goleador de la estrenada liga de
fútbol. Aquella elite de la confidencialidad viviría, con interés
inusitado, las andanzas del asesino más arrogante que se recuerda.
John Riordan, en su condición de ayudante del inspector Abberline, se ve obligado a perseguir sombras que escapan de una época victoriana en decadencia, cuando llega a Londres como un prometedor discípulo del deductivo Joseph Bell y se enfrenta a una investigación de altos vuelos. Habrá de esperar a la finalización de la II Guerra Mundial para descubrir el mayor enigma de la historia del crimen.
Yo también fui Jack el Destripador es la viva expresión de un tiempo fronterizo entre los estertores de un siglo xix velado por la hipocresía moral y la eclosión de un mil novecientos que pondrá a prueba la capacidad de regeneración del hombre y su instinto de supervivencia. (384 pág., tapa blanda con solapas)
Y, como ya hace algún tiempo que no hay sorteo en este blog, esta semana activaré uno.
Leer lo es todo. La lectura me hace sentir que he logrado algo, he aprendido algo, que soy mejor persona.
John Riordan, en su condición de ayudante del inspector Abberline, se ve obligado a perseguir sombras que escapan de una época victoriana en decadencia, cuando llega a Londres como un prometedor discípulo del deductivo Joseph Bell y se enfrenta a una investigación de altos vuelos. Habrá de esperar a la finalización de la II Guerra Mundial para descubrir el mayor enigma de la historia del crimen.
Yo también fui Jack el Destripador es la viva expresión de un tiempo fronterizo entre los estertores de un siglo xix velado por la hipocresía moral y la eclosión de un mil novecientos que pondrá a prueba la capacidad de regeneración del hombre y su instinto de supervivencia. (384 pág., tapa blanda con solapas)
Y, como ya hace algún tiempo que no hay sorteo en este blog, esta semana activaré uno.
Y, como dijo en su día Nora Ephron (guionista y directora de cine estadounidense) ,
Leer lo es todo. La lectura me hace sentir que he logrado algo, he aprendido algo, que soy mejor persona.
¡Felices lecturas!
Pues ya nos contarás qué te han parecido. Creo que tienes dos buenas lecturas entre manos.
ResponderEliminarBesos
Ambas novelas me apetecen hace un tiempo. El de Sinerrata lo tengo por el kindle esperando turno, a ver si tu reseña le da un empujoncito.
ResponderEliminarFeliz semana.
Besos.
Los dos primeros no los conozco y el de Yo también fui Jack el destripador me gustó
ResponderEliminarBesos
Pues me ha encantado la frase de Nora Ephron.Totalmente acertada.
ResponderEliminarY las lecturas también pintan bien. Lástima tener tantos esperandome...
un abrazo.
Ya nos contarás qué tal las lecturas :-)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Nora :-)
Besos!
¡Oh, "El caso de la mano perdida" de Fernando Roye! ¡Es estupendo! Me alegro muchísimo que te esté gustando porque es una novela genial, distinta, divertida, con un humor y un estilo personalísimos. A mí me encantó. Bss
ResponderEliminarTengo pendiente el de Jack el destripador desde hace un montón, ya me vale
ResponderEliminarBesos
La de García Calderón es una pasada. Ya verás. Besos.
ResponderEliminarDos libros muy apetecibles, así que disfruta con sus lecturas. Besos
ResponderEliminarMe gustó mucho El caso de la mano perdida me gustó mucho. Una lectura diferente en una época curiosa :)
ResponderEliminarBs.
¡Me apunto yo también fui Jack el Destripador que no lo he leído. Felices lecturas. Besinos.
ResponderEliminarMuy interesantes tus dos apuestas¡¡¡ Estaré pendiente y también del sorteo¡¡¡ Un abrazo
ResponderEliminarEl caso de la mano perdida lo leí el año pasado y me gustó mucho, espero tus impresiones sobre el libro. Feliz semana. Un abrazo :)
ResponderEliminarLa segunda es la que más me llama...
ResponderEliminarDisfruta de tus lecturas.
ResponderEliminarEL primero no lo conocía. DEl segundo he visto reseñas muy favorables.
ResponderEliminarBesos!
Espero que los hayas disfrutado!
ResponderEliminarBesos