miércoles, 31 de julio de 2019

Crónica ministerial, de Teresa Hernández.

























Datos técnicos:



Título: Crónica ministerial
Autora: Teresa Hernández
Editorial: Palabras de agua
1ª edición: 1/12/2017
Idioma: Español
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 978-8494806100
Nº pág.: 256



Sinopsis:

La vida de Ángela resulta de lo más convencional. Es madre de dos hijos, una adolescente y un pequeño, esposa de un fiscal y funcionaria del Ministerio de Hacienda. En el trabajo pasa el tiempo tramitando expedientes de compras y lidiando con compañeros peculiares que casi siempre resultan molestos. El ministerio es un lugar aburrido y casposo a menos que se vea a través de un cristal especial, por eso ella prefiere ponerse unas gafas que convierten lo que es gris en azul turquesa.

Crónica ministerial virada en turquesa es un relato que muestra la cara más divertida de la vida cotidiana.



Opinión Personal:



Descubrí la narrativa de Teresa Hernández en 2016 con la lectura de su novela de ficción histórica La galería de los susurros (reseña). Me volvió a conquistar en 2018 con La dama de las cavernas no tiene jardín (reseña), con su prosa elegante, absorbente y una trama consistente y bien hilvanada, que incita a estar pendiente de todo lo que sucede a lo largo de los capítulos que la conforman. Hoy vuelvo a acercarme a su producción literaria con otra de sus obras, Crónica ministerial, que es diametralmente opuesta a lo que el lector se encontrará en las dos títulos de su autoría que menciono en este párrafo, ya que se cataloga como humor literario.

En Crónica ministerial Teresa Hernández confirma que es una autora que no se encasilla en un género literario determinado, sino que se encuentra cómoda en cualquiera de ellos, salvo la fantasía, como lo recalca en una entrevista que le hacen sobre esta novela en la web de Culturalmas. Y ya lo creo que disfrutó escribiéndola, porque se percibe claramente a través de las situaciones que vive y relata en primera persona la protagonista, y cómo se adapta al género su estilo narrativo. Sin duda alguna, escribir un relato o novela de humor es muy difícil, porque los autores tienen que hilar muy fino para conseguir que el lector suelte la carcajada en los episodios que se prestan a ello y, sobre todo, porque lo que le resulta hilarante a unos puede no causar el mismo efecto en otros. Pero está claro que, si disfrutamos con una buena novela de este género literario, la risa, o cuando menos la sonrisa, saldrá a relucir en cualquier momento.
(Ministerio de Hacienda-Madrid(
Teresa Hernández construye una trama que parte de situaciones que muestran el día a día que viven los funcionarios que trabajan en uno de los ministerios más mentados por los ciudadanos, el Ministerio de Hacienda, porque la mayoría de la correspondencia que se recibe de este organismo público suele ir acompañada de información que da más de un susto al destinatario de turno. La protagonista y narradora de esta novela relata las situaciones que se desarrollan en un departamento de este ministerio, pero a las que la autora les da esa vuelta de tuerca para que sean percibidas desde una perspectiva humorística. Y es que Teresa Hernández logra que el lenguaje que se emplea en la narración, sobre todo a la hora de describir las escenas más hilarantes, cause en el lector el efecto necesario para que suelte alguna que otra carcajada cuando la situación invita a ello, o cuando menos se asome una sonrisa. En mi caso, ese efecto hilarante se produce en varias situaciones, porque la forma desenfadada y fresca que emplea la protagonista y narradora para relatarlas dan lugar a que el lector pueda imaginar cómo son.

A lo largo de las siete partes en las que se estructura la novela, el lector comprobará también las dificultades que suponen para este personaje conciliar la vida laboral y familiar, ya que que tendrá que solicitar la ayuda del abuelo para que acompañen a su nieta adolescente a las actividades a las que se apunta, y que darán más de un disgusto tanto a ella como a sus padres; o que su marido ejerza las labores doméstica y se haga cargo de los hijos, desde el momento que sabe que tiene que desplazarse a Japón para visitar la fábrica que una empresa de máquinas de oficina de última generación tiene en las proximidades de Tokio. Aunque también habrá lugar para misterios y sorpresas, porque el personal no las tendrá todas consigo cuando por el departamento se extiende el rumor de que hay un duende que lo recorre a determinadas horas mostrando sus partes nobles o quién es el hacker que saca a relucir los trapos sucios de los compañeros de Ángela. Sin duda alguna, son los giros que nos esperan sobre todo en el último tramo de la novela los que nos recuerdan que, pese a que estamos disfrutando de una comedia de humor, se producen, al igual que en la vida real, situaciones que mantienen en vilo a los personajes, por lo que se incrementa el interés ante el desenlace de los mismos.
Tokio
Todas los episodios que acabo de comentar en el párrafo anterior son protagonizados por un variopinto y peculiar grupo de personajes que acompañan a la protagonista y narradora de Crónica ministerial. Teniendo en cuenta siempre la particularidad de que estamos ante una comedia de humor, el lector se encontrará con unos personajes muy creíbles, cercanos, que nos hacen pensar que tienen vida propia, porque la autora muestra en algunos de ellos incluso hasta su lado más íntimo, aunque en alguna ocasión serán desvelados con mala fe, como se podrá comprobar en determinadas fases de la trama. A la mayoría de los lectores les resultará muy familiar la forma de actuar de los miembros de ese departamento, bien porque en alguna ocasión hayan tenido que desplazarse hasta este u otro organismo público de turno para tramitar documentación, bien porque ellos mismos sean empleados públicos y se sientan identificados con alguno de esos personajes y las situaciones que protagonizan. Pero a parte de los empleados de ese departamento del Ministerio de Hacienda, el lector se familiarizará también con los miembros de la familia de Ángela, en donde se encontrará con los problemas que acarrea una adolescente de 16 años que, para disgusto de sus padres, tiene un novio que no les cae muy simpático que digamos; o las situaciones que viven los padres de la protagonista, que dan mucho juego a la novela. La protagonista  y narradora también nos presentará a quienes pasan con ella en el parque las tardes que puede llevar a su hijo para que juegue un rato en estos espacios de recreo, en donde las madres aprovechan ese momento para el cotilleo, por lo que también nos enteraremos de intimidades que dejarán pasmada a Ángeles y a quienes la acompañan.

La sinopsis de Crónica Ministerial hace una clara descripción de la protagonista. Y es que Ángela aprovecha la sucesión de episodios que se desarrollan a lo largo del desarrollo de la trama para introducir reflexiones y rememorar su pasado más reciente. En su relato me atrajo también la naturalidad en la que intercalaba escenas de su día a día entre los compañeros del trabajo, en el parque o en el ámbito familiar con otras que se derivaban de estas y que dan lugar a situaciones disparatadas, surrealistas o de enredo, que darán lugar a malentendidos entre los personajes que los protagonizan, e incluso les pondrán en algún apuro. Aunque también nos encontraremos con escenas en las que la protagonista muestra su lado más decidido, en el que incluso se enfrenta a situaciones problemáticas.

Está claro que Teresa Hernández es una escritora que gana el corazón de los lectores con su buen hacer literario, y al mismo tiempo nos preguntamos con qué nos sorprenderá en la siguiente novela que publique. Quienes no hayan leído todavía ninguna de sus novelas, tienen en Crónica ministerial una lectura amena, divertida, hilarante, de ritmo fluido y personajes creíbles y muy vivos. Si no frecuentan las novelas de humor pueden elegir cualquiera de los títulos que se mencionan en su biografía.



Biografía:


Teresa Hernández es Doctora en Ciencias Químicas por la UCM, trabaja en investigación energética y es autora de numerosos artículos científicos en revistas internacionales. A lo largo de los años ha desarrollado una gran afición por la literatura de ficción. Ha sido ganadora y finalista de varios certámenes de relato corto, entre los que constan por su importancia el I Concurso Internacional de Microrrelatos convocado por la Latin Heritage Foundation y el I Concurso Mundial de Microrrelatos de la Internacional Microcuentista. En novela, combina la comedia con el drama. Uno de sus títulos, Crónica ministerial virada en turquesa, fue finalista del Premio Alfar de Narrativa 2011. Otras obras de la autora: Crónica de un adosado (2013); Kara la sonrisa oculta de Venus (2013), La dama de las cavernas no tiene jardín (2014), Las esquinas de mi cabeza (2015), La galería de los susurros (2016), De magos y distancias (2018).

Nota: Datos técnicos y sinopsis, tomados de la web de la editorial. Biografía, tomada de la web de la autora y de Amazon. Imagen del Ministerio de Hacienda, tomada de Wikipedia. Imagen de Tokio, tomada de la web Nippon.com, Fotografía de Teresa Hernández, tomada de la web de Babelio. Enlace a la web de Culturalmas. 













6 comentarios:

  1. Si uno sabe reírse de sí mismo, al contar su propia vida le puede salir un relato bastante cómico. Y cada vez valoro más a la gente capaz de hacerlo. El humor a costa de uno mismo es signo de inteligencia, al contrario del que tiene como víctimas a los demás, que me parece execrable y muestra de bastante miseria moral.
    No conocía a la autora.
    Un beso.

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  2. hola! puede ser interesante y con humor! se agradece, saludosbuhos.

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  3. Esta vez no me lo lleov Paco, no termina de llamarme, y la verdad es que con tanto pendiente no quiero sumar demasiados
    Besos

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  4. Ni idea Paco. No conocía a la autora pero veo que, si la sigues leyendo, es para tenerla en cuenta. Hay mucha gente que no les gusta los libros de humor pero yo me lo suelo pasar pipa, así que no lo descarto. Besos

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  5. No conozco a la autora pero por lo que cuentas podría gustarme, aunque no soy de leer novelas de humor de vez en cuando me gusta cambiar de registro, la tendré en cuenta. Besinos.

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  6. Con Hacienda hemos topado¡ Veo que es una lectura diferente y que puede resultar divertida, sin embargo este género no es de los que me atraen demasiado, pero veo que Teresa es camaleónica. Un abrazo

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