Datos técnicos:
Título: Insolación (Historia amorosa).
Forma díptico con Morriña, en BNE.
Editorial: Biblioteca Nacional de España.
Edición Original: 1889.
1ª edición: Diciembre de 2018.
ASIN: B07LC4RS1S.
Formato: Libro digital.
Idioma: Español.
Nº pág.: 122.
Sinopsis:
Asís Taboada, viuda de su tío, el Marqués de Andrade, desde hace dos años, se verá sometida, como prácticamente todas las protagonistas de las novelas decimonónicas, a los impulsos del instinto y a las apetencias del deseo ante los intentos de la seducción de Pacheco, un joven andaluz. Se debatirá, incluso, entre los dictámenes de la razón y los del sentimiento, entre el determinismo social y el fisiológico. Todo el proceso de seducción y la caída de la protagonista en brazos del conquistador es presentado por la autora bajo la metáfora de la insolación, que puede situarse entre el recurso naturalista y el finisecular, por ser a la par naturaleza y símbolo.
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Opinión Personal:
Comienzo esta nueva edición del reto literario Nos gustan los clásicos con una novela que, a la par, provocó polémica y escándalo cuando se publicó en 1889: Insolación, de la ilustre y prolífica escritora Doña Emilia Pardo Bazán. Y es que a finales del siglo XIX impera en este católico país la doble moral, porque se mira con lupa lo que hace una mujer en lo que a relaciones sentimentales se refiere, pero se le quita importancia a las canas al aire del macho ibérico. Y, claro está, faltaría más que esta doble moral no se plasmara en las obras que se publicaban en ese período. Una Insolación que no sentó muy bien a escritores de la época, caso de José María de Pereda o Leopoldo Alas Clarín y algunos más, porque se echaron las manos a la cabeza e incluso llegaron a catalogarla como pornográfica. Estoy seguro de que estas lindezas dirigidas a Doña Emilia le entraron por un oído y le salieron por el otro. Y es que seguro que ellos, tan amarrados a los cánones literarios del momento, se sorprenderían ante la técnica narrativa utilizada por la autora de Los pazos de Ulloa, y la temática abordada: un romance entre dos personajes de distintas clases sociales, nada menos.
(Romería de San Isidro-Madrid) |
Atrajo mi atención la técnica que utiliza la escritora gallega en el desarrollo de la trama. Una trama que empieza in media res, y en la que utiliza dos voces narrativas. La protagonista de esta novela es Asís Taboada, Marquesa de Andrade, a quien en el primer capítulo la encontramos postrada en su cama, «—¡Ay! ¿Tenemos la maldita jaquecona?» (Es la doncella, a la que apoda la Diabla, la que pregunta, diría que con cierto tono de ironía, cap. I). Asís, como es conocida por todos a lo largo de los 21 capítulos más el epílogo en el que se estructura la novela, se queja de la fuerte insolación que le provocó la estancia en la pradera de San Isidro, al aceptar la propuesta de Diego Pacheco para ir a la romería del santo patrón de los madrileños, en vez de dirigirse a las Pascualas para asistir a misa, que era su intención inicial. El ajetreo de la romería sirvió para que el joven gaditano, a quien apenas conocía, utiliza todas sus artes conquistadoras que tanto éxito le dan con el género femenino, para engatusar a semejante beldad de alta alcurnia. La aparición de este personaje en escena provoca que todo lo que sucede a lo largo de los capítulos no tenga desperdicio porque, pese a que Asís se arrepiente de su actitud en la romería, cada vez que entra en escena el meridional, como así es llamado en la novela, siente que la atrae como un imán, con sus requiebros, galanterías y carantoñas que le hacen rendirse a sus pies y olvidarse de sus propósitos de enmienda, situación que me dio lugar a estar muy pendiente del desenlace me espera, dados los vaivenes que me dicen que esta relación puede terminar en algo más serio.
Doña Emilia Pardo Bazán abandona momentáneamente las tramas que ubica en su tierra natal para ambientar Insolación en Madrid. Un Madrid muy visual porque en todo momento tuve la sensación de que acompañé a los dos personajes por la capital de España, en modo carabina. Aunque pese a que Insolación lleva el apellido de amatoria, tiene también un destacado rasgo costumbrista. Un costumbrismo que me hizo disfrutar con el verdadero fresco que plasma sobre la romería de San Isidro, de la que no perdí detalle, al igual que de las escenas que tienen lugar en las Ventas del Espíritu Santo, sin olvidarme de las descripciones que ofrece sobre los lugares más emblemáticos de la ciudad del oso y el madroño. A lo que acabo de comentar añado las reuniones que mantiene Asís Taboada con sus amistades de la alta sociedad, «Tarea maquinal y enfadosa, deber de los más irritantes que el pacto social impone...Menos mal que cuando las visitas se hacen, como las hacía la dama, en piés ajeno. Entonces lo arduo de la faena empieza en las porterías» ( inicio cap. XV).
(Iglesia y convento de San Pascual-Madrid) |
Me encantó Insolación, la única novela que Emilia Pardo Bazán ambientó en Madrid. Pese a que fue muy criticada por el escándalo que supuso en ese entonces, la escritora gallega tenía muy claro que su papel era la defensa de la mujer, en este caso en relación con la doble moral de la sociedad de la época. En esta ocasión pone énfasis en una dama de la alta sociedad, y su derecho a mantener relaciones sentimentales, una vez transcurrido el riguroso luto tras el fallecimiento de su esposo. La técnica narrativa que utiliza es innovadora, no sólo ya por el comienzo in media res, sino también por el hecho de que utilizar dos voces narrativas, y el que los dos protagonistas pertenecen a diferentes clases sociales: La Marquesa de Andrade y Diego Pacheco, un joven gaditano, apuesto, seductor, y que con su fácil verborrea andaluza sabe cómo camelar a las mujeres, pese a que él mismo reconoce que no da un palo al agua. El lector se encontrará con una trama que se lee con un ritmo muy ágil, fresca, y que tiene unos diálogos que no tienen desperdicio, por la viveza y naturalidad que ofrecen. Unos diálogos que ofrecen el añadido de que la autora utiliza entre los personajes el habla habitual que emplean en su día a día, en los que no faltan la ironía, los requiebros y el buen trato con quienes se dirigen a ellos. Un trato cercano y natural, con su fácil verborrea, sobre todo si perciben que son de una clase social superior, por lo que procuran aprovechar esta relación en su beneficio, aunque también son serviciales cuando la situación lo requiere.
Biografía:
De familia noble, Pardo Bazán recibió una esmerada educación en su Galicia natal y, tras contraer matrimonio, se instaló en Madrid durante unos pocos años antes de viajar por toda Europa donde la escritora completó su formación en varios idiomas.
Tras el nacimiento de su primera hija, la escritora publicó su primera obra, Pascual López (1879), a la que siguieron Un viaje de novios o La tribuna, en la que ya se puede apreciar la influencia del movimiento naturalista.
Sus ensayos sobre literatura, en los que analizaba, por ejemplo, la obra de Zola, fueron publicados en un solo volumen que provocó gran polémica y que estuvo a punto de acabar con su matrimonio, cosa que sucedió a los pocos años.
Pardo Bazán inició una relación con Benito Pérez Galdós, también escritor naturalista, aunque ambos mantuvieron con obras como Insolación o La prueba, una tendencia cercana al cristianismo y al conservadurismo, elemento diferencial respecto al mismo movimiento en países como Francia.
De su obra ensayística habría que destacar obras como La cuestión palpitante, Polémicas y estudios literarios y La literatura francesa moderna.
Pardo Bazán bse mostró muy activa para combatir el sexismo existente entre las élites intelectuales españolas de la época, fundando en 1892 La Biblioteca de la Mujer y proponiendo a otras escritoras para ocupar puestos en la RAE.
Emilia Pardo Bazán murió en Madrid el 12 de mayo de 1921.
Nota: Datos técnicos y portada tomados de Amazon. Sinopsis tomada de la web ub.edu. Fotografía de Doña Emilia Pardo Bazán tomada de la web del diario El Español. Biografía de la autora, tomada de la web de Lecturalia. Imagen de la romería de San Isidro tomada de la web del diario ABC. Imagen de la iglesia y convento de San Pascual, en Madrid, tomada de la web Turismo Madrid.