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jueves, 29 de septiembre de 2022

Reseña Soñé en La Habana, de Dolores Conquero.

 










 

Datos técnicos:



Título: Soñé en La Habana.

Autora: Dolores Conquero.

Autoeditado en Amazon (enlace).

1ª edición: Noviembre/2019.

Formato: Ebook.

ASIN: B081NTNRJ3.

Idioma: Español.

Nº páginas: 241.

Precio: 2, 69 en ebook. 12, 47 en papel.




Sinopsis:




LA HISTORIA QUE NADIE SE HABÍA ATREVIDO A CONTAR


Tras muchos años deseando conocer Cuba, Alicia, acompañada de su hija, viaja a La Habana de vacaciones. Allí conoce a Yodiel, un joven de quien no puede evitar enamorarse.
Pese a los tópicos que rodean este tipo de relaciones, Alicia le da una oportunidad, pero a la vez, como si de una detective se tratase, decide investigar por su cuenta. ¿Quién es él realmente? ¿La quiere de verdad? ¿Qué hace cuando ella no está?


En su afán por averiguarlo todo, Alicia irá descubriendo poco a poco quién es su amor, pero también la compleja realidad de un país fascinante que poco tiene que ver con el de los tópicos.
Soñé en La Habana es la historia de un amor, pero también la de un misterio que se lee casi como un policíaco. Lejos de maniqueísmos, muestra, como nunca antes se había hecho, la historia real que han vivido mujeres y hombres de todo el mundo.




Opinión Personal:



«Dos hombres —uno de ellos policía—que charlaban animadamente. El más joven, que vestía de calle y era mulato o negro (no podría decirlo con exactitud debido a la escasa iluminación nocturna), giró la cabeza a mi paso y me abordó con una variante del clásico «yo a ti te conozco»».

Hoy comparto mis impresiones sobre una novela que atrajo mi atención no sólo por los comentarios leídos en la redes sociales, sino, sobre todo, por la temática que aborda, la compleja realidad de un país fascinante que poco tiene que ver con el de los tópicos. Soñé en La Habana es el título y la escritora cántabra Dolores Conquero, la autora. Soñé en La Habana es una novela que no deja indiferente a quien decide conocer la historia de Alicia, quien no puede evitar enamorarse del cubano Yodiel, desde que se encuentra con él por primera vez en el Malecón de La Habana, en un primer viaje que hace a Cuba con su hija Carla y del que en el prólogo expone sus impresiones, porque se topa con la cruda realidad.

(Paseo del Prado-La Habana-Cuba)
Dolores Conquero sabe cómo atraer la atención del lector desde las primeras páginas, porque a través del relato en primera persona de Alicia Helguera le incita a seguir con sumo interés lo que sucede en la Cuba castrista. Si bien es un relato subjetivo, incita a que saquemos nuestras propias conclusiones sobre el difícil día a día de los cubanos, en un régimen en el que tienen casi nulas posibilidades para salir de la isla. Quienes utilizamos con asiduidad las redes sociales, nos sorprenderán las dificultades que tienen para comunicarse con el exterior a través de estas herramientas, o cómo muy pocos tienen posibles para adquirir un móvil o incluso un teléfono fijo, sobre todo quienes viven en la miseria, que son quienes más atraen la atención de la protagonista y narradora, por lo que comento en el primer párrafo de esta reseña. El lector comprobará cómo se ven obligados a utilizar el intranet para comunicarse por correo electrónico con su entorno o con el exterior, con lo que las autoridades gubernamentales pueden tener un mayor control sobre los contactos que mantienen sus ciudadanos.

En Soñé en La Habana, la autora planifica y desarrolla una trama que puede catalogarse como romántica, si bien no es un romance al uso, porque no sigue las pautas propias de este género literario. La intriga y el misterio estarán muy presentes en su desarrollo, porque Alicia es consciente de lo que acostumbra a suceder en Cuba en lo que a relaciones de pareja se refiere, sobre todo si es con una extranjera. Por eso también la catalogo como una novela testimonio, por la constancia que deja a lo largo de los capítulos sobre el devenir de su relación sentimental con un cubano, en el que quiere creer que no priman los tópicos que rodean este tipo de relaciones, pero también ofrece información sobre el día a día de quienes viven en la miseria y cómo se ganan la vida para subsistir. Pese a lo que acabo de comentar, le surgen dudas y decide realizar una investigación en la que quiere averiguar quién es en realidad el personaje del que se enamoró. Unas dudas que intrigan al lector, porque en mi caso me pregunté en más de una ocasión qué desenlace me espera y porque, pese a lo que acabo de comentar,  Alicia realiza varios viajes más a la isla caribeña. Tal y como se desarrolla esa relación me dije que la autora es consciente de que la mejor forma de mantener mi interés en el desarrollo de la trama era informarme sobre lo que sucedía al mismo tiempo que el avance de la relación sentimental entre Alicia y Yodiel. Sin embargo, me resultó un tanto contradictorio el cariño que se profesan mediante correos electrónicos, sobre todo al estar próximo un nuevo reencuentro, lo que me dio a entender que podía ser una reacción de Alicia para contrastar después la realidad de ese sentimiento.

(Guantánamo-Cuba)
Soñé en La Habana es una novela que tiene una trama muy atractiva, porque en cada capítulo me encontré con episodios que atrajeron mi interés, tanto los que guardan relación con la idiosincrasia cubana, como con los viajes que hace Alicia con Yodiel a zonas que no son frecuentadas por los turistas, y en las que se refleja el día a día de una población que apenas tiene recursos para subsistir, y necesitan de la escasa ayuda económica que reciben de quienes deciden buscarse la vida en La Habana o en las ciudades más importantes del país, sobre todo si pueden servirse de la presencia de turistas extranjeros. Sin duda alguna, la ambientación es uno de los grandes atractivos de esta novela, porque el lector visualiza con descripciones claras y concisas lugares emblemáticos de la isla caribeña, en los que, en mi caso, destacaría no sólo las zonas de La Habana a las que el turista tiene acceso, sino también los cayos a los que se desplaza la pareja durante los viajes en los que la protagonista realiza a Cuba. Unos cayos en los que atrajo mucho mi atención el trato que mantenía con Yodiel el personal de los hoteles en los que se hospedan, dada su nacionalidad y raza, pese a que en el registro figuraba como pareja de una extranjera.

A lo largo de la trama se percibe que Dolores Conquero se documentó para que el desarrollo estuviera cargada de realismo, de tal forma que en todo momento tuve la impresión de que acompañé a los dos personajes por la isla caribeña. Incluso me decía que, tal y como se suceden los episodios, tenía la sensación de que se desarrollan en tiempo real, pese a que la narración se realiza en pasado. Incluso, como se dice en estos casos, Soñé en La Habana tiene su banda sonora, siendo la mayoría de las canciones e intérpretes que se citan, cuando los episodios se prestan a ello,  naturales de Cuba, o también latinos. Las alusiones cinematográficas y literarias que guardan relación con la temática de la novela también están muy presentes, pero sobre todo atrajeron mi atención las novelas que lee del periodista y escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez, un referente del realismo sucio cubano. La autora dosifica la documentación a lo largo de los capítulos, en la que también cobran protagonismo los foros que visita la narradora y guardan relación con las dudas que le asaltan sobre la veracidad de su relación sentimental con Yodiel.

(Cayo Coco-Cuba)
Me gustó mucho Soñé en La Habana. Una novela bien escrita y que tiene un ritmo de lectura muy ágil, por todos los episodios que suceden a lo largo de los 16 capítulos más el prólogo en el que se estructura el desarrollo de la trama. A parte del misterio que esconde la verdadera personalidad de Yodiel, me atrajo mucho todo lo relacionado con la idiosincrasia cubana, y cómo Dolores Conquero cuidara el uso de giros y expresiones cubanas, para que los personajes hablen como ellos. Otro tanto sucede con su forma de ver y vivir la vida que les rodea, lo que queda reflejado en algunos diálogos que mantienen Alicia y Yodiel, sobre todo si este personaje recibe alguna información que desconoce, para sorpresa de Alicia; aunque, como le recuerdan en varias fases de la trama, «Es Cuba», con lo que le indican que tiene que darse cuenta de que está en un mundo muy diferente al suyo. En ocasiones el personaje de Alicia me resultó un tanto lejano, quizás influenciado por lo que acabo de comentar en la reseña, porque en algún momento me dio la sensación de que no terminaba de aceptar la personalidad real del cubano. Sin duda alguna, Soñé en La Habana es una lectura muy entretenida e interesante, porque el lector se encuentra con una temática que apenas se refleja en la narrativa española.




Biografía:



 

Dolores Conquero (Castro-Urdiales, Cantabria) es periodista, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Escribió durante diez años en todos los suplementos de El País, donde se especializó en reportajes y entrevistas, y ha sido jefa de sección en las revistas Marie Claire y Mía. En 2002 publicó el libro ¡Filmando! Seis maneras de hacer cine en España. También ha ejercido puntualmente como guionista de televisión. Su mayor orgullo es, sin embargo, el accésit del Premio Gerardo Diego de Poesía que le concedieron, en 1997, los poetas José Hierro y Claudio Rodríguez.


En 2018 publicó el libro de biografías Amores contra el tiempo (ed. Planeta).


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de Amazon. Imagen del Paseo del Prado en La Habana, tomada de la web Fotos de La Habana. Imagen de Guantánamo tomada de la web Visitar Cuba. Imagen de Cayo Coco tomada de la web EcuRed. Fotografía de la autora tomada de la web de El Diario Montañés. 





martes, 27 de septiembre de 2022

Lectura semana 39/2022: Soñé en La Habana, de Dolores Conquero.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comenzamos la última semana de septiembre. En cuanto a lecturas, le toca el turno a Soñé en La Habana, de Dolores Conquero

 

Sinopsis:

 

 

LA HISTORIA QUE NADIE SE HABÍA ATREVIDO A CONTAR


Tras muchos años deseando conocer Cuba, Alicia, acompañada de su hija, viaja a La Habana de vacaciones. Allí conoce a Yodiel, un joven de quien no puede evitar enamorarse.
Pese a los tópicos que rodean este tipo de relaciones, Alicia le da una oportunidad, pero a la vez, como si de una detective se tratase, decide investigar por su cuenta. ¿Quién es él realmente? ¿La quiere de verdad? ¿Qué hace cuando ella no está?


En su afán por averiguarlo todo, Alicia irá descubriendo poco a poco quién es su amor, pero también la compleja realidad de un país fascinante que poco tiene que ver con el de los tópicos.
Soñé en La Habanaes la historia de un amor, pero también la de un misterio que se lee casi como un policíaco. Lejos de maniqueísmos, muestra, como nunca antes se había hecho, la historia real que han vivido mujeres y hombres de todo el mundo (241 pág., ebook).


viernes, 23 de septiembre de 2022

La alegría de la vida, de Raymond Queneau.

 











Datos técnicos:




Título: La alegría de la vida.

Título original: Le dimanche de la vie.

Autor: Raymond Queneau.

Traductor: Manuel Arranz.

1ª edición: Noviembre/2019.

Edición original: 1952.

ISBN: 978-84-949989-8-0.

Nº pág.: 236.



Sinopsis:



Valentín brû, después de pasar cinco años en el ejército como soldado raso, decide no reengancharse y volver a la vida civil. Hombre de costumbres fijas, aficionado al vino blanco con sifón, sin ambiciones ni oficio, ha pensado en ser barrendero para ganar se la vida, cuando el sargento Bourrelier le hace una proposición que resolver todos su problemas. El exsoldado Brû no tiene más que casarse con la dueña de la mercería de la Rue Gambetta, Julia Julie, que se ha fijado en él. Su hermana, Chantal, “un pibón”, según el sargento Burrellier, ha ido a verle para informarse, y al parecer da la talla: no bebe, no juega, no va con mujeres. Sólo hay un problema, insignificante: Julia Julie es unos veinte años mayor que el ex soldado Brû. Pero ¿acaso el amor no es ciego? ¿Es que va a poner pegas a una proposición semejante? "Un pequeño comercio, eso no se rechaza, insiste Bourrelier. Valentín regentará la mercería y más tarde se hará vendedor de Marcos de fotografía. Lector asiduo de Marie Claire, renuncia a ampliar su negocio para no perjudicar a sus vecinos.


Tras un accidente de su esposa Julia, Valentín, bajo la identidad de madame Saphir, se dedicaron con notable éxito a la adivinación. Mientras tanto, la guerra se avecina. La alegría de la vida (1952) sería llevada al cine en 1967 por Jean Herman.



Opinión Personal:




De vez en cuando le echo un vistazo al catálogo de Hermida Editores porque descubro títulos de autores clásicos que entiendo que merece la pena acercarse, bien porque se trata de obras de autores archiconocidos, caso de Louise May Alcott y su mítica Mujercitas o Lev Tolstói y su Guerra y Paz. Hermida Editores dio a conocer, y creo que con un gran acierto, una obra desconocida de la escritora estadounidense, Un susurro en la oscuridad (reseña), y que sin duda alguna recomiendo. Otro tanto sucede con el autor de Guerra y Paz, de quien publicaron su novela corta Dos húsares (reseña). Hoy le toca el turno a una obra que rescatan de un autor de culto francés, Raymond Queneau, La alegría de la vida, editada en 1952 por Editions Gallimard, con el título Le dimanche de la vie.

Valentin Brû pasa cinco años en el ejército como soldado raso. Finalizado este lustro, decide no reenganchar y reincorporarse a la vida civil, si bien no tiene una dedicación clara a la que ocuparse, porque incluso habla de trabajar como barrendero. A lo largo de los 20 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, el lector estará muy pendiente de las peripecias que le suceden a este peculiar personaje, tanto en su ciudad de origen, Burdeos, como en París. Enseguida mostré interés por los episodios que vive, porque en un principio me encontré con un joven más bien pánfilo pero, a medida que se suceden los capítulos, me sentí muy atraído por su evolución. Las primeras escenas ya invitan, cuando menos, a la sonrisa, por cómo se suceden los episodios en torno al exsoldado Brû. Las hermanas Julie y Chantal regentan una mercería en la calle Gambetta. Julie, quien es unos años mayor que Brû, se fija en este personaje, a quien todos los días lo ve pasar por la esquina de la rue Jules-Ferry. El hecho de que Julie se fijara en Valentin Brû origina una serie de diálogos que me resultaron muy ingeniosos, tanto entre las hermanas, pero sobre todo cuando el centro de los mismos es el sargento Burrellier, a quien piden referencia sobre el susodicho, sin olvidarme del capitán Bordeille, que les facilita mínimas e insuficientes referencias.

(Rue de Brèche aux Loups-París)
La trama de La alegría de la vida se desarrolla en el período de entreguerras. Es en París en donde tienen lugar las escenas que más me atrajeron y en donde no faltan las alusiones a la proximidad de un nuevo conflicto bélico, si bien hay personajes, como Valentin Brû, que no tiene tan claro que estalle una nueva guerra mundial, aunque las alusiones a Hitler así lo hacen presagiar. En mi modesta opinión, entiendo que dos de los personajes representan un papel simbólico en relación con el más que posible estallido de la Segunda Guerra Mundial, caso de Valentin Brû, y su cuñado Jules Bodrugat, tanto por su opinión al respecto, como por el enfoque en su labor profesional, como lo podrá comprobar el lector a lo largo de los capítulos. Una trama en la que el autor refleja una magnífica ambientación, aunque clara y concisa, porque en todo momento sentí que acompañaba al protagonista, sobre todo por los atractivos escenarios que la voz narrativa describe de la Ciudad de la Luz, tanto los más conocidos como los que no lo son tanto. Una ambientación a través de la que se refleja el diferente nivel de vida de ambos matrimonios. En este sentido, diría que la ambientación conforma un perfecto equilibrio con el estilo de vida que lleva el protagonista y su esposa Julie, y el cambio de vida de su hermana Chantal —a quien la sinopsis define como un «pibón»—, que tiene que mudarse a la capital francesa por el ascenso de su marido. Una Segunda Guerra Mundial que estalla, y que mantiene intrigado al lector por el destino que les depara en este conflicto bélico tanto a Valentin Brû como a Jules Bodrugat, lo que supone en el último tramo de la novela  una intriga más que añadir a una trama que atrae al lector desde las primeras páginas

Me gustó mucho La alegría de la vida, una novela corta de humor que tiene unas características muy peculiares, y como tal hay que afrontar su lectura porque, el lector se encontrará con situaciones extravagantes, absurdas —como las escenas que protagoniza junto a un personaje al que apodan Jean sans Têteo hilarantes que, cuando menos, levantan una sonrisa. En mi modesta opinión, estos rasgos, junto al estilo narrativo del escritor francés, ayudaron a que me encontrara cómodo durante la lectura de una obra diferente, fuera de mi zona de confort. Sin duda alguna, La alegría de la vida refleja que Raymond Queneau tenía muy claro que sus obras tenían que apartarse del «encorsetamiento literario, de las reglas, de las academias y de todo aquello que decidía lo que es o debía ser el arte y, en consecuencia, lo que no era arte» (pág. 15).

(Sacrè-Coeur-Paris)
La alegría de la vida es una novela que tiene una trama absorbente, no sólo por lo que comenté en el segundo párrafo de esta reseña, sino por todas las peripecias que acompañan a Valentin Brû, y los giros narrativos que atraen la atención del lector. Unos giros que llevaron a preguntarme en más de una ocasión cómo reaccionaría este personaje, sobre todo desde que su esposa Julie sufre un accidente y el protagonista tiene que tomar las riendas de la casa y del negocio familiar, porque Chantal decide que su hermana se vaya a descansar y recuperar a la mansión en la que viven. Un accidente que dará lugar a que Valentín conozca algunos secretos que ocultaba su esposa. Para obtener unos ingresos que añadir a la mermada economía familiar se dedica a a la adivinación, bajo el nombre de madame Saphir. Este es un personaje que no deja indiferente, por lo menos en mi caso, porque estuve muy pendiente de cómo Brû afronta su nueva «profesión». Junto a la trama absorbente Raymond Queneau construye unos personajes bien perfilados, que se ajustan a la perfección en el papel que les toca desempeñar en una obra experimental como esta que reseño y sin duda alguna, recomiendo.

El ritmo de lectura de La alegría de la vida me resultó muy fluido, tanto por la variedad de situaciones que viven los personajes, como por la abundancia de diálogos, que diría están muy por encima de la narración. Unos diálogos dinámicos, ingeniosos, en los que tampoco faltan la ironía y el humor. El lector se encontrará con un estilo muy particular, en el que el autor sigue las pautas en las que se percibe que escapa del encorsetamiento literario. En los diálogos estuve muy pendiente de las conversaciones que mantienen los personajes, porque en ellos se refleja cómo hablan gente de carne y hueso, porque «expresan frases y expresiones que pueden tomarse como aberrantes, porque no está acostumbrado a leerlas con tanta frecuencia en los libros, pero si en cambio a escuchar en la calle, en el metro, en el autobús, o incluso a utilizar el mismo con frecuencia»(pág. 12). En este sentido, entiendo que Julie se lleva la palma, pero en mi caso no me molestó en absoluto el que utilizara con tanta frecuencia vocablos malsonantes, sino que me decía que los dice con naturalidad, como quienes saben cuál es el momento adecuado para utilizarlos. Otro tanto sucede con los juegos de palabras o expresiones que emplea la voz narrativa, e incluso creo que también el tiempo verbal que utiliza, porque tuve la sensación de que el relato se alterna en pasado y presente, sin olvidarme de los errores gramaticales, que no son cometidos a propósito, o el juego de erratas que forma con el apellido Bodrugat, del que utiliza unas cuantas variaciones a lo largo de los capítulos.



Biografía:




Raymond Queneau, uno de los escritores franceses más originales y prolíficos del siglo pasado, nació en El Havre en 1903, y murió en París en 1976. Aficionado desde muy joven a la lectura, colabora en La Révolution Surrealiste desde 1924 hasta su ruptura con André Breton en 1929 por motivos personales como él mismo señala. Su primera novela, Le Chiendent (1933) obtiene el premio de Les Deux Magots convocado ese año por primera vez. A partir de 1937 empezará a trabajar para Gallimard, haciéndose cargo, desde 1954, de la dirección de La Enciclopedia de la Plèyade. En 1942 publica Pierrot mon amie, que será su primer éxito literario. Y en 1952 Le Dimanche de la vie (La alegría de la vida), título que toma prestado de Hegel. Pero van a ser sus Ejercicios de Estilo (1947) y Zazie dans le metro (1959) los que consoliden su fama y su peculiar estilo cáustico y satírico. Miembro de la Academia Goncourt desde 1951.


Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de la web de Hermida Editores. Fotografía de la Rue de la Brèche aux Loups tomada de la web Wikimedia Commons. Fotografía del Sacrè-Coeur de París tomada de la web France.fr.






lunes, 19 de septiembre de 2022

Lectura semana 38/2022: La alegría de la vida, de Raymond Queneau.

 












Comenzamos nueva semana del mes de septiembre. Le toca el turno a un clásico reeditado  por Hermida Editores: La alegría de la vida, de Raymond Queneau. 


Sinopsis:


Valentín Brû, después de pasar cinco años en el ejército como soldado raso, decide no reengancharse y volver a la vida civil. Hombre de costumbres fijas, aficionado al vino blanco con sifón, sin ambiciones ni oficio, ha pensado en ser barrendero para ganarse la vida, cuando el sargento Bourrelier le hace una proposición que resolverá todos su problemas. El exsoldado Brû no tiene más que casarse con la dueña de la mercería de la rue Gambetta, Julia Julie, que se ha fijado en él. Su hermana, Chantal, «un pibón», según el sargento Bourrelier, ha ido a verle para informarse, y al parecer da la talla: no bebe, no juega, no va con mujeres. Sólo hay un problema, insignificante: Julia Julie es unos veinte años mayor que el exsoldado Brû. Pero ¿acaso el amor no es ciego? ¿Es que va a poner pegas a una proposición semejante? «Un pequeño comercio, eso no se rechaza», insiste Bourrelier. Valentín regentará la mercería y más tarde se hará vendedor de marcos de fotografía. Lector asiduo de Marie Claire, renuncia a ampliar su negocio para no perjudicar a sus vecinos. Tras un accidente de su esposa Julia, Valentín, bajo la identidad de madame Saphir, se dedicará con notable éxito a la adivinación. Mientras tanto, la guerra se avecina. La alegría de la vida (1952) sería llevada al cine en 1967 por Jean Herman (236 pág., tapa blanda con solapas).


viernes, 16 de septiembre de 2022

Lágrimas de polvo rojo, de María Suré.

 











Datos técnicos:



Título: Lágrimas de polvo rojo.

Autora: María Suré.

Editorial: Maeva.

1ª edición: Junio/2022.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-19110-23-7.

Idioma: Español.

Nº páginas: 360.



Sinopsis:



La ciudad de Valencia se despierta una fría mañana de invierno con la noticia del extraño asesinato de una mujer. La disposición del cuerpo y las particularidades de la escena hacen que la policía se plantee que esa muerte no es más que el comienzo de un juego de pistas ideadas por el asesino que debe conducirlos a la verdad. La investigación del caso lleva hasta el Hypnerotomachia Poliphili, un extraño volumen del siglo xv, con páginas repletas de jeroglíficos y multitud de grabados con un contenido sexual nada habitual para la época.

La víctima, Clara, dirigía junto a su hermano un proyecto de investigación sobre el Alzheimer en BioXontec, la empresa biomédica de su padre, por lo que, en primer lugar, las pesquisas llevan a la policía hasta la compañía y hasta Francis Burrel, que colaboraba con Clara en el proyecto.



Opinión Personal:



En mi reseña sobre la última novela autoeditada hasta la fecha por la escritora salmantina afincada en Valencia, Maria Suré, Huérfanos de sombra, (Y de la que también leí El color del perdón (reseña) comento que es una de las autoras independientes que se está ganando a pulso que una editorial tradicional apueste por su buen hacer literario. Me alegré muchísimo que Maeva le diera la oportunidad de dar ese salto de calidad con el que darse a conocer en el panorama literario nacional, tras tomar la decisión de publicar su obra Lágrimas de polvo rojo. Sin duda alguna, en ella se reflejan las pautas que sigue en su producción literaria, porque cuida con celo hasta el mínimo detalle para que el lector sienta interés por todo lo que sucede a lo largo de los capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama. Este desarrollo constituye un verdadero puzzle cuyas piezas encajan a medida que el desenlace está cada vez más próximo. Un puzzle diría que complejo por la dificultad con la que se encuentra el lector para construir la figura que conforman las piezas diseminadas, porque la voz narrativa de turno acostumbra a no ofrecerle pistas que le faciliten su construcción o, si cree que descubre alguna, siempre se encontrará con sorpresas que rebajen la euforia inicial, porque no tarda en darse cuenta de que le falta alguna información para corroborarla.

(Estanque de los Naranjos-Jardín de Polífilo-Valencia)
En mi modesta opinión, Lágrimas de polvo rojo es una novela que difiere un tanto a las que María Suré autoeditó en Amazon. Si bien, como comento en el párrafo anterior, mantiene la esencia de sus trabajos literarios, me dije que la trama es de corte más clásico, en la que la investigación policial que se realiza en la que podría tomarse como primera línea temporal. Una línea temporal relatada por un narrador omnisciente, que es el eje del que parten las subtramas que derivan de la misma, y que originan que el contenido sea más propio de novela negra, por la denuncia social que hay en ellas. Subtramas que me llevaron a preguntar por la relación que podía haber entre ellasIncluso entiendo que también tiene una información más directa que los personajes en determinadas fases de la novela, por lo que uno se pregunte si en algún momento dado tendrán constancia de ella. Una constancia que les serviría de ayuda para atar los cabos sueltos que tanto les exige el comisario Patiño, por las continuas broncas que les echa a los miembros del equipo de Homicidios de la Policía Nacional encargados de resolver el caso de la muerte de Clara Tornamira, la «hija y mano derecha del dueño de BioXentec...Su meta es descubrir medicamentos para enfermedades que no tienen cura en la actualidad, como el Alzheimer, el cáncer o las enfermedades raras»(pág. 28).

Uno de los atractivos de esta novela es que me encontré con una obra coral, porque a medida que se sucedían los capítulos me dije que no hay un personaje que sobresale sobre los que conforman el elenco que transitan por las páginas de los 43 capítulos titulados y dos epílogos en los que se estructura su desarrollo. La autora construye unos personajes bien perfilados e incluso, tal y como se describen, parecen cobrar vida propia. Cimenta un universo equilibrado, en el que el lector está tan pendiente de los policías como de quienes son investigados por el posible vínculo que puedan tener con las extrañas muertes y los crímenes que se cometen en Valencia. Un carácter coral que no es impedimento para que se familiarice con los rasgos físicos y psicológicos que los definen, y que ayudan a atraer su atención. Otro tanto sucede con su vida privada, de la que también estará muy pendiente, porque en más de una ocasión me pregunté si influiría en su labor profesional, porque cualquier despiste podría poner en peligro la vida de quienes forman parte del equipo que trabaja en la investigación de este caso, como se podrá comprobar en algunos episodios. Pese a que los subinspectores de la Policía Nacional, Runa Østberg y Rodrigo Melgar —Roi— son los encargados de llevar el caso, el lector conocerá también en profundidad a los otros componentes del equipo de Homicidios que les acompaña, como el agente Quique Vila, que llama la atención por la forma en que se relaciona con sus compañeros, o el peculiar Lope, aunque este en menor medida. También atraerán su atención personajes como la pareja que conforman Julia y Eloy, o Andrés y el anticuario Julián.


(Miguelete-Valencia)
A lo lago de los capítulos la investigación policial se vuelve cada vez más compleja
, pese a la tenacidad de los dos subinspectores encargados de llevar este caso. Unos subinspectores que siguen todas las pistas posibles que les ayuden a dar con el culpable o culpables del extraño asesinato que tiene lugar en la ciudad del Turia, y averiguar también si existe algún nexo con las muertes en extrañas circunstancias que tienen lugar en Valencia. Pero se encuentran con la desagradable sorpresa de que se produce algún asesinato más, por lo que el equipo de investigación cree que es obra de una misma persona, conscientes de que utiliza el mismo ritual con las víctimas. Como adelanta la sinopsis, l
a disposición del cuerpo y las particularidades de la escena hacen que la policía se plantee que esa muerte no es más que el comienzo de un juego de pistas ideadas por el asesino que debe conducirlos a la verdad. Una investigación que les lleva hasta un extraño volumen del siglo XV, el Hypnerotomachia Poliphili, lo que les hace sospechar de que detrás de esos crímenes hay alguien que conoce este incunable del siglo XV. A lo que acabo de comentar hay que añadir las localizaciones por las que transitan los personajes, que muestran escenarios de una Valencia moderna. En este sentido, y como se refleja en la biografía de la autora, en estos espacios se percibe el interés que siente por el pasado de su ciudad de adopción, lo que se manifiesta sobre todo en los que guardan relación con los crímenes, porque sobre algunos de ellos explica qué uso se les daba en determinadas épocas, o el origen del nombre de algunas zonas muy conocidas de la capital levantina.

Disfruté mucho durante la lectura de Lágrimas de polvo rojo, un título que me intrigó desde las primeras páginas, al que se hace referencia a lo largo de los capítulos que la conforman, si bien es mejor que sea el lector quien averigüe el origen del mismo. Una lectura que me resultó muy adictiva y de ritmo fluido, porque María Suré sabe cómo atraer la atención del lector, no sólo por cómo finaliza cada capítulo, sino también por los giros argumentales que forman parte de su desarrollo. Dosifica la información a lo largo de los 43 capítulos titulados más los dos epílogos que la conforman, en los que resalto la información que se ofrece en los diálogos, al igual que se refleja en la relación entre los personajes, sobre todo en los episodios más álgidos y a medida que los dos subinspectores son conscientes de que están próximos a resolver el caso. Los dos epílogos que acabo de mencionar suponen un gran colofón a una trama que diría que cada vez se vuelve  más negra, por las subtramas que se derivan tras la noticia con la que se despierta la ciudad de Valencia, en una fría mañana de invierno, con el hallazgo del extraño asesinato de una mujer. El carácter adictivo de la trama no sólo se manifiesta por lo que acabo de comentar en este párrafo, sino también por el relato en presente que ofrece en la que se puede definir como una segunda línea temporal, y que figura en varios tramos de la novela, de los que estará muy pendiente por los episodios que se desarrollan en este período y que, sin duda alguna, no dejan indiferente. Quienes disfrutan de lo negrocriminal tienen en Lágrimas de polvo rojo una novela bien escrita y muy entretenida que refrenda el buen hacer literario de María Suré.



Biografía:



María Suré (Salamanca, 1973), vive en Valencia desde hace muchos años. Estudió Ingeniería Informática en la Universidad Politécnica de Valencia y actualmente trabaja como analista y programadora informática. Hasta la fecha ha publicado tres novelas de temática diversa.

Desde siempre ha sentido un gran interés por el pasado de su ciudad de adopción, lo que la ha llevado a investigar sobre su historia. En Lágrimas de polvo rojo traza un recorrido por la Valencia moderna, donde aún pueden visitarse lugares donde hace siglos se exponía a los ajusticiados como advertencia.



Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de María Suré tomados de la web de Ediciones Maeva. Imagen del Estanque de los Naranjos, en el Jardín de Polífilo, en Valencia, tomada de la web Valencia Bonita. Imagen del Miguelete, de Valencia, tomada de la web Valencia Secreta. Fotografía de María Suré tomada de Amazon. 


lunes, 12 de septiembre de 2022

Lectura semana 37/2022: Lágrimas de polvo rojo, de María Suré.

 












Comenzamos una nueva semana de septiembre. En lo que a lecturas se refiere, le toca el turno a la nueva novela de María Suré, Lágrimas de polvo rojo



Sinopsis: 



La ciudad de Valencia se despierta una fría mañana de invierno con la noticia del extraño asesinato de una mujer. La disposición del cuerpo y las particularidades de la escena hacen que la policía se plantee que esa muerte no es más que el comienzo de un juego de pistas ideadas por el asesino que debe conducirlos a la verdad. La investigación del caso lleva hasta el Hypnerotomachia Poliphili, un extraño volumen del siglo xv, con páginas repletas de jeroglíficos y multitud de grabados con un contenido sexual nada habitual para la época. La víctima, Clara, dirigía junto a su hermano un proyecto de investigación sobre el Alzheimer en BioXontec, la empresa biomédica de su padre, por lo que, en primer lugar, las pesquisas llevan a la policía hasta la compañía y hasta Francis Burrel, que colaboraba con Clara en el proyecto (360 pág., tapa blanda con solapas).

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viernes, 9 de septiembre de 2022

Las herederas de la Singer, de Ana Lena Rivera.

 











Datos técnicos:



 

 

Título: Las herederas de la Singer.

Autora: Ana Lena Rivera.

Editorial: Grijalbo (Penguin Random House).

1ª edición: febrero/2022.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-253-6097-8.

Idioma: Español.

Nº pág.: 512.




Sinopsis:




Las herederas de la Singer cuenta la conmovedora historia de las mujeres de una familia ligadas a una máquina de coser que custodió un secreto durante cuatro generaciones.

El día que la joven Aurora se vio obligada a trabajar en la mina tras el accidente de su padre, se juró a sí misma hacer lo que fuera necesario para salir de aquel infierno.

Un matrimonio sin amor y la máquina de coser Singer de segunda mano que recibe como regalo de bodas le proporcionarán una nueva forma de salir adelante, hasta que un terrible suceso convierte la Singer en la única prueba de la amenaza que la perseguirá toda la vida.

Muchos años después, la complicidad que teje con su biznieta Alba desvelará el secreto que ha planeado sobre las mujeres de su familia.





Opinión Personal:





Me gustan mucho las novelas cuyas tramas giran en torno a una saga familiar porque, a través de varias generaciones de una sola familia, sigo con interés la historia del país y de la época que les toca vivir. Sagas familiares que ven cómo están influenciadas por los episodios históricos que, de una forma u otra, influyen en su devenir, e incluso en las relaciones entre los miembros de la familia que la conforman. Unas relaciones que se ven marcadas, sobre todo, si hay conflictos bélicos de por medio o episodios en los que salen a la luz secretos familiares, o bien se sospecha sobre alguno que no quieren que se desvele porque puede levantar ampollas o poner en peligro a alguno de los miembros de esta saga: en ambos casos suelen provocar un cambio en la armonía que los une. Sin embargo, en ocasiones, ese cambio ayuda a fortalecer el débil vínculo que empaña el trato entre sus miembros. En mi modesta opinión, entiendo que lo que acabo de comentar se percibe a lo largo de los 22 capítulos y el epílogo en los que se estructura la nueva novela de la escritora asturiana afincada en Madrid, Ana Lena Rivera, Las herederas de la Singer.

(Pozo Espinos-Turón-Asturias)
Disfruté con la trama de Las herederas de la Singer. Creo que uno de los grandes  aciertos de la autora es elegir la estructura de saltos temporales, porque de esta forma el lector recibe información de los cuatro personajes femeninos que llevan el peso de la trama. Sin duda alguna, es un gran esfuerzo que tuvo que hacer a la hora de utilizar este recurso literario, porque lo más habitual en las sagas familiares suele ser el empleo de dos o tres líneas temporales que se van alternando, hasta que confluyen en un momento dado, a medida que se aproxima el desenlace. Una estructura que, aunque parece inconexa, entiendo que hay una cierta relación en su desarrollo, porque cada capítulo comienza en primera persona con el relato de Ana, y después se intercalan episodios de las tres generaciones de mujeres de su familia que la preceden. Con el paso de los capítulos se percibe la repercusión que tienen los problemas que afectan a la mujer, y el interés que muestran quienes pueden verse afectadas por situaciones similares, y cómo se sienten apoyadas por quienes son conscientes de que la sociedad tiene que ser más justa, sin tener en cuenta la diferencia de géneros.

Me gustó mucho la planificación y desarrollo que le confirió Ana Lena Rivera a Las herederas de la Singer. En todo momento tuve la sensación de que una voz en off me relataba la crónica novelada de casi un siglo de la historia reciente de nuestro país. Resalto lo que acabo de comentar porque la voz narrativa intercala con naturalidad hechos históricos nacionales e internacionales que tuvieron mucha repercusión en la opinión pública del momento. En este sentido, es también un gran acierto el que relacione estos hechos históricos con los episodios que en esos momentos protagonizan alguna de las mujeres de esta saga familiar, porque me decía que era un incentivo para estar muy pendiente de las situaciones que viven, y el cierto paralelismo que tienen con los episodios históricos que acabo de mencionar. Sin duda alguna, atrajeron mucho mi atención los relacionados con la cuenca minera asturiana, tanto en la Guerra Civil Española como en la Postguerra y la Revolución Minera de 1934, en Asturias. Otro tanto sucede con el papel de la mujer en las minas, pese a que era un trabajo no reconocido y al escaso salario que percibían, como se podrá comprobar en algunos capítulos. Estoy seguro de que la gran mayoría de esas efemérides que rememora la voz narrativa les resultarán muy conocidas a los lectores, e incluso diría que algunos de ellos les harán sonreír, porque con ellos nos acordamos de una época de nuestra vida que se acostumbra a echar en falta, por lo que significa para el desarrollo del ser humano.

(Calle Uría-Oviedo)
A lo largo de los capítulos, el lector se encontrará con una trama en la que el mayor peso lo llevan los personajes femeninos. 
Unos personajes entre los que sobresale la fuerza de las cuatro mujeres que conforman la saga familiar protagonista de esta novela, e incluso me decía que alguna de ellas está adelantada a su época, por cómo percibe el mundo que le rodea y es muy consciente del limitado papel que desempeña la mujer en la sociedad de la época. No sólo destaco las mujeres que protagonizan esta saga familiar, sino también las secundarias que las escoltan y que atrajeron mucho la atención, por la relación que guardan, en un sentido u otro, con las mujeres de una saga que inicia Aurora Cangas. Llama la atención el hecho de que los nombres de las mujeres de esta saga familiar empiecen por la letra A: Aurora, Águeda, Ana y Alba, aunque no me olvido del papel, diría que casi testimonial, Estoy seguro de que a la gran mayoría de los lectores les atrajo Aurora, un personaje con el que se empatiza apenas se le conoce, porque su forma de ser y actuar no pasa desapercibida, al igual que las vicisitudes que vivió, alguna de las cuales le hicieron tomar decisiones que les costó trabajo entender a la familia y vecinos de Turón. Es de las que no tienen pelos en la lengua cuando hablan ni a la hora de encararse con quien crea que merece un escarmiento, si bien también es muy amiga de las escasas amistades que tiene, caso de Ramona o Herminia, a quienes no duda en ayudarles si precisan su reclamo, o le corresponden cuando lo necesita. Sin embargo, la relación que mantiene con su familia es muy diferente, quizás sobre todo por el fuerte carácter que tiene. En este sentido, sonreí en más de una ocasión en algunos diálogos que mantiene con su biznieta Alba, aunque ambas son muy diferentes, pero se complementan a la perfección: son conscientes de que saben cómo reacciona cada una de ellas en situaciones en las que, sobre todo, hay que mostrar el carácter que tienen. Muy diferente es su hija Águeda, aunque no por eso me pasó desapercibida, sobre todo por la relación que mantiene con su marido Jesús y con Florita, la hija de Herminia. Supongo que quienes leímos esta novela que hoy reseño, y sin lugar a dudas, recomiendo, el personaje con el que se tarda más en empatizar es el de Ana, pero con el paso de los capítulos se comprenden sus reacciones, sobre todo desde que quiere llevar una vida muy diferente a la de su madre y su abuela, al querer ir a estudiar Arquitectura a Madrid, y después formar una familia con el hijo de uno de los empresarios que más influencia y poder tiene en la capital.

En relación con lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, en mi modesta opinión entiendo que la autora ofrece una galería de personajes masculinos que representan el papel que desempeña el hombre a lo largo del casi un siglo que dura el desarrollo de la trama. Por eso, pese la gran importancia de la mujer en Las herederas de la Singer, hay personajes masculinos que no dejan indiferentes, sobre todo por la relación que mantienen con las cuatro protagonistas, y otros personajes femeninos secundarios, en los que se percibe vínculo de maltrato, sumisión o extramatrimonial. En este sentido, en la novela queda reflejado el carácter de los mineros de la cuenca asturiana, pero también se describe la labor que desempeña el hombre durante el franquismo, pese al puritanismo que se mostraba de puertas para afuera. Sin embargo, en el interior de determinados locales de ocio, e incluso en domicilios particulares, el desmadre estaba a la orden del día y los hombres mostraban su instinto más bajo, como se podrá comprobar en algunos capítulos, en los que no faltan quienes le ponen el piso de turno a la querida. Otro tanto sucede con el papel de los homosexuales, principalmente por la fuerte represión que sufrieron durante la dictadura. Personajes como Frutos, el marido de Olvido; Ceferino, el capataz del pozo Espinos, su hijo Cefe, o Jesús, el marido de Águeda, son un fiel reflejo de lo que comento sobre el papel del hombre en esta novela.

(Urbanización La Finca-Pozuelo de Alarcón-Madrid)
Disfruté mucho con la primera novela que leo de Ana Lena Rivera,Las herederas de la Singer. Una máquina de coser que sirvió para que los miembros de las cuatro generaciones de esta familia ganaran un dinero que les valía para complementar el escaso sueldo que se cobraba en la cuenca minera asturiana. Pese a que fueron Aurora y su hija Águeda quienes se sirvieron más de esta herramienta de trabajo, puede decirse que es un personaje más de la trama, porque estará muy presente a lo largo de su desarrollo. Un episodio que tiene lugar durante la Guerra Civil Española es el detonante de un secreto que guarda y que la bisabuela Aurora no quiere revelar, porque teme las consecuencias que pueda acarrearle si se descubre. Esto origina una cierta intriga, sobre todo a medida que el desenlace está próximo, lo que dio lugar a que me preguntara en más de una ocasión si la bisabuela sería capaz de desvelarlo. También teme que lo descubran de una forma u otra, sobre todo desde que recibe una llamada telefónica inesperada. Pese a que en el cuarto párrafo de esta reseña comento que el lector se encuentra con una historia en la que los personajes son el activo principal, la voz narrativa ofrece unas descripciones muy atractivas sobre las localizaciones por las que transitan. Si bien la cuenca minera asturiana es el marco geográfico principal de la trama, el lector se trasladará también a Mieres, Gijón, Oviedo, Madrid, Sevilla, El Palmar de Troya, y París.

Me sentí muy cómodo durante la lectura de Las herederas de la Singer, porque el estilo narrativo de la autora me resultó cálido y muy cercano. Quizás influenciado por los continuos saltos temporales, el ritmo de lectura se me hizo muy fluido, ayudado también por el predominio dede los diálogos frente a la narración. Unos diálogos dinámicos y entretenidos, y que resultan muy atractivos cuando se ofrece información a través de ellos o se ponen de manifiesto los diferentes estados de ánimo de los personajes, que originan reflexiones sobre las situaciones que les preocupan, o bien saltan chispas en las conversaciones que mantienen durante los episodios más álgidos. Ana Lena Rivera construye unos personajes muy cercanos, y diría que muy representativos de la sociedad española de los casi cien años que abarca el desarrollo de la trama. Una trama en la que el lector se encontrará también con giros argumentales que atraen su atención hasta el desenlace, bien cerrado y diría que emotivo.

 

 

Biografía:





Soy asturiana de nacimiento y de corazón, pero llevo muchos años viviendo en Madrid, ciudad que me adoptó como una hija y en la que me he construido mi hogar. A veces hecho de menos el olor a sal y ver las olas romper contra las rocas. Estudié Derecho y Administración y Dirección de Empresas, y, aunque soñaba con ser escritora, criminóloga o comisaria de policía, tuve una carrera profesional emocionante dentro del mundo empresarial multinacional. Según cuentan en la familia, cuando era pequeña leía libros de forma compulsiva; la lectura fue mi gran compañía en la niñez, y estoy convencida de que, en buena parte, hoy soy quien soy por las innumerables horas que pasé rodeada de libros. Empecé a escribir con la ilusión de que mis novelas ofrecieran al lector la compañía, los referentes y el refugio que los libros me proporcionaron a mí. Cuando me quedé embarazada de mi hijo Álex, la prescripción médica de reposo me dio la oportunidad de escribir: descubrí mi pasión y empezó esta aventura. Por suerte, en la Escuela de Escritores, en la que tengo el privilegio de enseñar, tuve grandes profesores.

Las herederas de la Singer inaugura una nueva etapa después de las tres novelas dedicadas a la investigadora Gracia San Sebastián: Lo que callan los muertos (2019, Premio Torrente Ballester 2017), Un asesino en tu sombra (2020) y Los muertos no saben nadar (2021).

 

Nota:  Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de Ana Lena Rivera, tomada de la web de Penguinlibros. Imagen del Pozo Espinos, en Turón, Asturias, tomada de la web Patrimonio Industrial Asturias. Imagen de la Calle Uría, en Oviedo,  tomada de la web de Pinterest. Imagen de la Urbanización La Finca tomada de la web de La Información.

 



lunes, 5 de septiembre de 2022

Lectura de la semana 36/2022: Las herederas de la Singer.

 











Comenzamos la primera semana del mes de septiembre. En lo que a lecturas se refiere, le toca el turno a la novela de Ana Lena Rivera, Las herederas de la Singer

 

 

 Sinopsis: 

 

 

El día que la joven Aurora se vio obligada a trabajar en la mina tras el accidente de su padre, se juró a sí misma hacer lo que fuera necesario para salir de aquel infierno.

Un matrimonio sin amor y la máquina de coser Singer de segunda mano que recibe como regalo de bodas le proporcionarán una nueva forma de salir adelante, hasta que un terrible suceso convierte la Singer en la única prueba de la amenaza que la perseguirá toda la vida.

Muchos años después, la complicidad que teje con su biznieta Alba desvelará el secreto que ha planeado sobre las mujeres de su familia (512 pág., tapa blanda) .

 

 

 

viernes, 2 de septiembre de 2022

Libros leídos y reseñados en Julio y Agosto/2022.

                                          

   
                                                 

                                           



 

 

 

 

 

 

En esta entrada hago balance conjunto de los libros leídos y reseñados en julio y agosto: han sido un total de 8

 

 

- En julio

 

 

                      

-Sueño de una noche de teatro, de Mónica Gutiérrez Artero.  

 

-La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes.  


- Balvanera, de Francisco Narla



-En agosto: 

 

 

 

                  
 

                                   
                       


 

 -Los crímenes del glaciar, de Cristian Perfumo

 

-San Quintín, de José Javier Esparza.  


-Romperás la noche con un grito, de David Orange


-La Puerta, de Manel Loureiro.


-Templados por el sol, mecidos por el viento, de Marta Currás.



Avance de los retos literarios en los que participo



-VI Edición Reto Nos gustan los clásicos: (6/8) (75%) (+1).


-Reto Autores de la A a la Z (2022):  (17/24) (71%) (+4).


-Reto 25 Españoles (2022):  (25/25) 100%. Completado.

 

-Reto Leemos España provincia a provincia (2022): añado Ávila y Valencia (14 provincias).


-Reto Serendipia recomienda: (1/3) (33%). Sin avance.