Páginas

miércoles, 30 de junio de 2021

Los otros hijos de Dios, de Ángeles López de Celis.

 











Datos técnicos:


Título: Los otos hijos de Dios.

Autora: Ángeles López de Celis.

Editorial: Almuzara.

1ª edición: Septiembre/2020.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-18089-84-8.

Idioma: Español.

Nº pág.: 416.



Sinopsis:



Elena, diplomática española y Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Refugiados, está a punto de iniciar el viaje más importante de su vida. Mientras espera su vuelo a El Cairo, irá desgranando su historia y las poderosas razones que la impulsan a dar a su existencia un giro de ciento ochenta grados. Su compromiso con los desheredados de la tierra y su profundo amor por Diego Serrano, un médico sin fronteras y un ser humano extraordinario, son determinantes en su decisión.

Un relato conmovedor ambientado en una de las regiones más pobres del planeta: los campos de refugiados del África subsahariana, donde millones de seres humanos luchan cada día por ganar la batalla al hambre, la miseria, la guerra, la enfermedad y la peor de las adversidades: la desesperanza. Son "Los otros hijos de Dios".

Una tormentosa historia de amor que da pie a una trama apasionante, con unos personajes que cautivarán al lector y le moverán a la reflexión sobre uno de los dramas más graves y complejos de nuestro tiempo: los flujos migratorios.



Opinión Personal:



Los otros hijos de Dios es la última novela publicada hasta la fecha por la escritora madrileña Ángeles López de Celis. Es el cuarto título de su autoría que leo y reseño en este blog. En mi modesta opinión, creo que hay un calificativo que une a todas ellas, porque en sus tramas está muy presente el carácter social, enfocado de tal forma que los temas que aborda no dejan indiferente al lector e invitan a la reflexión. En este sentido, diría que Los otros hijos de Dios es la obra que más incide en estos rasgos que acabo de mencionar, porque a lo largo de los 36 capítulos que la conforman, agrupados en tres partes tituladas, la escritora madrileña reivindica la labor humanitaria de los cooperantes que se dedican en cuerpo y alma, y con total altruismo, a la atención de los seres humanos que luchan cada día para ganar la batalla del hambre, la miseria, la guerra, la enfermedad y la peor de las adversidades: la desesperanza, como adelanta la sinopsis. Un altruismo que se manifiesta a través de personajes que no dudan en abandonar la vida acomodada que llevan, derivada de los frutos de su prestigio profesional en algunos casos. Casi todos ellos proceden del mundo desarrollado, pero desde que toman contacto con los campos de refugiados y son testigos de las circunstancias extremas que les rodean, no dudan en realizar la labor humanitaria de forma desinteresada y con total entrega. Son conscientes de que su lugar está junto a quienes les ven como la última esperanza que les sirve de apoyo para enfrentarse a la triste realidad que viven, a la que hay que añadir las guerras que dominan el África subsahariana, que es el principal detonante de los flujos migratorios, junto con los desastres naturales, sobre todo los que provocan hambruna. En algunas fases de la trama el narrador omnisciente describe cómo miembros de las ONG que trabajan en los campos de refugiados son víctimas de estos enfrentamientos armados.

(Campo ref. de Breidjing-Chad)
La vida de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Refugiados, Elena Palacios, da un giro de 180 grados. Un narrador omnisciente rememora en la terminal del aeropuerto de Cointrin de Ginebra el viraje existencial de su carrera como diplomática que estaba «en el momento, pero que toma una decisión trascendental, posicionada a medio camino entre impulsiva y meditada, implicaba el abandono definitivo de una carrera profesional en su cénit, de un mundo de relaciones sociales exquisitas y de una economía más que desahogada» (pág. 19), pese a la incomprensión y las críticas derivadas de su decisión. Un giro radical que es consecuencia de una tormentosa historia de amor con el reconocido traumatólogo infantil Diego Serrano de quien el lector conocerá el pasado que lo atormenta, y que da pie a una trama apasionante que discurre entre el mundo de la cooperación humanitaria como telón de fondo, aunque también fluye en las lujosas sedes que los organismos internacionales tienen en Ginebra y Nueva York. Ambos protagonistas defienden percepciones diferentes sobre cómo encauzar la ayuda humanitaria a las regiones más pobres del planeta, lo que dará lugar a que en más de una ocasión me pregunte por el desenlace de una relación sentimental que se percibe enturbiada por las ideas que sostienen con vehemencia los dos personajes.

Ángeles López de Celis planifica y desarrolla una trama que, en mi modesta opinión, catalogaría como crónica novelada de lo que sucede en una de las zonas más pobres del planeta. Llego a esta conclusión por la información en cursiva que facilita al comienzo de cada capítulo sobre la cruda y dura actualidad que viven y padecen los africanos y que, de un modo u otro, guarda relación con lo que sucede en cada uno de los capítulos que conforman Los otros hijos de Dios, así como por el realismo que se percibe a lo largo de las páginas, porque los episodios que relata la voz narrativa bien pudieron haber sucedido. Para provocar el efecto que acabo de comentar se percibe una exhaustiva labor de documentación realizada para que el lector sea testigo directo de lo que sucede en el África subsahariano. Una trama que tiene como epicentro al campo de refugiados de Breidjing, en el límite fronterizo entre Darfur del Norte —uno de los 18 estados de Sudán— y Chad. Una región que se ve asolada por los ataques de la guerrilla de los janjaweed, lo que arrastra a millares de sus ciudadanos a buscar amparo en los campos de refugiados más próximos a ellos, que en su gran mayoría se sienten desbordos. En muchos casos ven cómo varias generaciones de una misma familia no conocen otro asentamiento que las cobijan. Un campo de refugiados que es un personaje más de la novela, por las descripciones que hace la voz narrativa en relación al día a día de los acogidos, las instalaciones que disponen y las necesidades que cubren cuando los capítulos se prestan a ello. También se reflejan las duras condiciones en las que tienen que realizar las labores sanitarias el personal médico y los cooperantes que les asisten, sin olvidarme del encomiable trabajo que realizan las monjas carmelitas que están al frente de este campo.

(N´Djamena-Chad)
Los otros hijos de Dios es una novela de personajes, pese a que la voz narrativa describe unas detalladas, visuales y atractivas imágenes del paisaje africano por el que se mueven, al igual que las estampas que ofrece de Ginebra, ciudad a la que acompañará el lector a los personajes que se desplazan por diferentes razones, aunque también algunas escenas se desarrollan en París o Barcelona, esta última relacionada con el traumatólogo infantil. La autora perfila unos personajes que cautivan al lector, carismáticos, muy vivos y cuya forma de ser, pero sobre todo de actuar, no deja indiferente, tanto por el vuelco que supone para ellos la decisión que toman al abandonar la vida acomodada que llevan la mayoría de los cooperantes, como por las que se ven obligados a tomar para que los refugiados sientan cubiertas sus necesidades sanitarias, e incluso por las que tienen que adoptar en función a los peligros que corren por el conflicto bélico al que me referí en el párrafo anterior. En mi modesta opinión, diría que sus perfiles son estereotipados, aunque entiendo que es la mejor identidad que se les puede dotar para que reflejen la labor humanitaria que realizan los cooperantes de las ONG. A los ya mencionados Elena Palacios y Diego Serrano, destaco los diálogos que en determinados capítulos mantiene la diplomática con su hermana gemela, porque no tienen desperdicio, sobre todo por el tono mordaz de ésta. Atrajeron mi atención también sor Federica Vagnoni y la hermana Magdalena, porque sus conversaciones me parecieron muy reflexivas. Pero también resalto el papel que desempeñan en la trama los refugiados Sumaya y Nilo, que atraen la atención del lector por la historia que hay detrás de estos dos personajes. Ambos se van integrando a lo largo de los capítulos en la vida de los cooperantes, sin olvidarme de la cooperante de Martinica, Annabelle, y los duros episodios que protagoniza en el último tramo de la novela.

En Los otros hijos de Dios, Ángeles López de Celis sigue fiel a su estilo narrativo. Pese a que domina la narración frente a los diálogos, el ritmo de lectura me resultó fluido, porque en cada uno de los capítulos me encontré con episodios que atrajeron mi atención. Utiliza una narración directa y efectiva, con un lenguaje sencillo pero adaptado al medio en el que se desenvuelven los personajes, y cuando los episodios lo permiten utiliza algunos términos en swahili, con su respectiva traducción. El lector se encontrará con episodios duros pero descritos sin sensacionalismo alguno, porque la sensibilidad está muy presente en las escenas que más impacto causan, y que por desgracia conviven a diario con quienes realizan las labores de ayuda humanitaria a los refugiados. La voz narrativa relata una trama consistente en la que se alterna la atención sobre la labor que desarrollan los dos protagonistas, y en la que se encontrará con una serie de giros que redoblan el interés por lo que sucederá en los siguientes episodios, al igual que le invitan a preguntarse por el desenlace que le espera. Me encontré con una trama que mantiene la intriga hasta la última página, en la que hay también escenas emotivas y conmovedoras, derivadas de las situaciones extremas a las que tienen que enfrentarse en su día a día. Estoy seguro de que, a quienes leyeron esta magnífica novela, también les sorprendió el desenlace inesperado, a la par que impactante, que supone un gran colofón a una historia muy entretenida, bien escrita y narrada con altas dosis de realismo.



Biografía:



Mª Ángeles López de Celis, psicóloga y escritora madrileña. Funcionaria de carrera, y única persona que ha formado parte de la secretaría de los cinco presidentes del Gobierno de la democracia, desde Adolfo Suárez a José Luis Rodríguez Zapatero. Por su singularidad, la editorial Espasa publicó en 2010 su libro Los Presidentes en zapatillas. Posee la Cruz de la Orden del Mérito Civil, que le fue concedida por Su Majestad el Rey, en 2006. En 2012 publicó un análisis de los casos de corrupción más flagrantes de nuestra historia reciente, El Síndrome de Alí Babá (Espasa), y en la primavera de 2013, un libro muy esperado, Las Damas de la Moncloa (Espasa), que nos introduce de nuevo en la Presidencia del Gobierno, en esta ocasión de la mano de las primeras damas de la democracia española. Las Crónicas de Armikelo (reseña), su esperada primera novela, se publica en 2014 (Editorial Odeón), y nos narra uno de los momentos clave de nuestra historia reciente, el cese de la lucha armada de la banda terrorista ETA. En 2017 vio la luz, de la mano de Espasa, La diputada (reseña), su segunda novela. La Esfera de los Libros le encargó su primera novela histórica, Los Horcher (reseña) (2018), un recorrido apasionante por la Europa del siglo XX, a través de una saga familiar de cuatro generaciones, en el que se mezclan con maestría ficción y realidad, historia y gastronomía.

Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomados de la web de la editorial. Imagen del campo de refugiados de Breidjing cedida por la autora. Imagen de D´jamena tomada de la Wikipedia.

jueves, 24 de junio de 2021

Las hogueras del cielo, de Yolanda Fidalgo.

 











Datos técnicos:



Título: Las hogueras del cielo.

Autora: Yolanda Fidalgo.

Editorial: Roca.

1ª edición: Octubre/2020.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.

ISBN: 978-84-17968-96-0.

Idioma: Español.

Nº Pág.: 414.



Sinopsis:




Los Ángeles, mayo de 1910.

La misma noche en que la Tierra atraviesa la cola del cometa Halley, llamado "El Destructor", en la casa de los mellizos Henry y Ellie Blur sucede algo terrible que los obliga a huir. Se dirigen hacia el monte Wilson, donde se ubica el observatorio astronómico más grande del mundo. Bajo ese cielo transparente encontrarán su propio destino, incluido el amor.

Hasta que uno de los dos desaparece.




Opinión Personal:




Algunas de las reseñas que leí sobre Más allá de los volcanes, novela con la que Yolanda Fidalgo fue la ganadora del IV Premio Internacional de narrativa Marta de Mont Marçal , coinciden en que la escritora zamorana dejó el listón muy alto. Sin duda alguna, entró con fuerza en el panorama literario nacional con su ópera prima, aunque sus orígenes comienzan en el mundo de los relatos y microrrelatos, con los que quedó finalista en varios concursos de este género literario. Pese a que la Astronomía es una temática que me atrae sólo en cuestiones muy básicas, no dudé en leer su nueva novela, Las hogueras del cielo. Tras finalizarla, me dije que no era una casualidad que se alzara con el galardón literario antes citado, sino que entiendo que hay que tener muy en cuenta su buen hacer literario, porque me atrapó la calidad de su narrativa y el gran trabajo realizado, no sólo en lo que se refiere a la labor de documentación que se percibe tras la historia relatada por el narrador omnisciente, sino por la magnífica construcción de una trama compleja y desarrollada de tal forma que consigue que el lector esté muy pendiente de lo que sucede en cada uno de los capítulos titulados en los que se estructura.

(Observatorio Monte Wilson-USA)
La trama de Las hogueras del cielo es de ficción histórica, si bien a lo largo de su desarrollo hay una serie de subtramas que la enriquecen. La voz narrativa relata una historia que gira en torno al Observatorio Astronómico del Monte Wilson, el primero que se construyó en la cima de una montaña y donde se hicieron los descubrimientos astronómicos más importantes del siglo XX, como explica la autora en una interesante entrevista que le realizan en el diario digital de La Opinión de Zamora. Un observatorio del que el narrador omnisciente nos informa de los trabajos que realizan los astrónomos con el telescopio de 60 pulgadas, con el aliciente de que el lector mostrará interés por la construcción de otro de 100 pulgadas, de la que sentirá interés por cómo trasladan los materiales necesarios a la cima del monte donde está ubicado el observatorio para construir el nuevo telescopio. Una trama que se desarrolla entre la década de 1910 y 1920, en la que se refleja la labor que hacen los astrónomos en el Observatorio del Monte Wilson, pero en el la que también estará muy pendiente de la labor anónima que desempeñan las mujeres en una ciencia en la que han participado en los grandes descubrimientos y contribuido al progreso de la astronomía. La autora reivindica la labor realizada por muchas astrónomas olvidadas por la Historia, pero también se refiere al papel que en aquella época se les permitía realizar en los observatorios astronómicos, caso de las conocidas como el «Harén de Pickering», citadas en la novela.

Pese a lo que comenté en el primer párrafo de mi reseña sobre mi relación con la Astronomía, me sentí muy a gusto durante la lectura de Las hogueras del cielo, a la par que me encantó el desarrollo de la trama. Todo el relato de la voz narrativa gira en torno a esta ciencia. Está claro que detrás de este trabajo literario hay una exhaustiva labor de documentación con la que el lector siente que realiza un verdadero viaje literario al primer tercio del siglo XX, que le lleva hasta la cima del monte Wilson, en la Sierra de San Gabriel, en Estados Unidos. También está claro el trabajo que realiza Yolanda Fidalgo para que el conjunto de la historia que contiene esta magnífica novela gire en torno a la temática que aborda a lo largo de los capítulos que la conforman, porque tanto el fragmento que precede a la historia que relata la voz narrativa, tomado de Plutarco «Las mentes no son odres a llenar, sino hogueras a encender», como los recursos literarios que utilizan tanto el narrador omnisciente como los personajes en sus diálogos, están relacionadas con la ciencia que tanto apasiona a la gran mayoría de los personajes que desfilan por sus páginas, sin olvidarme de los títulos de los capítulos que la conforman, que en un sentido u otro están relacionados con la Astronomía. En este sentido, me gustó mucho cómo encajaba la autora las leyendas mitológicas relativas a los astros y constelaciones en relación con determinados episodios que se citan en algunos capítulos, o utilizan los personajes en sus diálogos. En mi modesta opinión, es un gran acierto el que utilice todo lo relativo a la Astronomía en el conjunto de la narración, porque en mi caso supuso un mayor interés por conocer la terrible historia que obliga a Henry y Ellie Blur a huir de su casa en Pomona, quienes se dirigen hacia el monte Wilson, donde se ubica el observatorio más grande del mundo, como adelanta la sinopsis. Una sinopsis que, junto con la portada, suponen un gran aliciente para el lector, que se hará las mismas preguntas que se resaltan en la contraportada y se preguntará qué o quién provocó la desaparición de uno de los dos hermanos.

(George Ellery Hale-Astrónomo)
Sin duda alguna, es un gran acierto el que la escritora zamorana haya incluido otras subtramas en la novela que enriquecen la trama principal. El lector se encontrará a lo largo de los capítulos con ingredientes propios de novela romántica, en la que se refleja tanto la relación homosexual, como la heterosexual. Ambas me resultaron muy atractivas, tanto por lo que significaba el romance entre dos personas del mismo sexo en una época en la que esta relación estaba muy perseguida, y castigada con dureza, como se refleja en varios episodios, en los que los personajes relatan lo que les sucedió o puede sucederles en un futuro si mantienen o vuelven a mantener un lazo sentimental rechazado por la sociedad de aquel entonces. Pero también se percibe a lo largo de los capítulos la relación que se va forjando entre Ellie Blur y el astrónomo Paul Allen, pese a ese terrible episodio que la obligó a huir de su casa, con la intriga que provoca la reacción de este personaje femenino ante el interés que muestra por ella el científico, y la lucha interna que se produce en ella. Otro aliciente de esta novela es la intriga que se mantiene en todo momento, porque no dejé de preguntarme qué había sucedido para que uno de los dos hermanos desapareciese. Esta es una subtrama que la autora dosifica a lo largo de los capítulos y que, en mi modesta opinión, tiene ingredientes de corte clásico, sobre todo por cómo se desarrolla el desenlace que conduce a la resolución de esta misteriosa desaparición, ya que incluso entendí que se facilitaban pistas falsas para mantener la duda sobre lo sucedido. Pero también el carácter intimista estará muy pendiente a lo largo de los capítulos, porque los personajes que tienen un mayor peso desnudan su interior y nos hacen partícipes de sus reflexiones, miedos, dudas, sentimientos, sensaciones y emociones, que se manifiestan sobre todo en los diálogos y en episodios en los que los hechos que tienen lugar invitan a que revelen sus confidencias y las inclinaciones que sienten hacia sus interlocutores o determinados personajes de la novela. En este sentido, destaco la presencia y relación del indio Khumu con el personaje femenino antes citado.

Yolanda Fidalgo construye unos personajes muy atractivos, perfilados de tal forma que parecen cobrar vida propia. Esta es una de las grandes bazas de Las hogueras del cielo, porque el lector los conocerá muy a fondo, sobre todo los que mayor peso tienen en la trama. La autora intercala con naturalidad ficticios con históricos, de los que ofrece información en el epílogo, y que merece la pena leer con interés, no sólo por las referencias a los astrónomos que se citan en la novela, sino también porque explica el germen de la trama. Como ya es habitual en mí, sentí la necesidad de buscar en Internet algunos de los que me suponía podían ser históricos, sobre todo por la labor y el rango que desempeñaban en el Observatorio Astronómico, caso del astrónomo solar George Ellery Hale, el mayor Edwin Hubble o Harlow Shapley. Pero junto a estos personajes, destacaría también al observatorio astronómico como un personaje más, al igual que el monte en el que se ubica, por cómo los astrónomos que en él trabajan y la voz narrativa muestran las diferentes estancias del mismo y los parajes que forman parte del Monte Wilson. En este sentido, me asombraba cómo resolvían las dificultades con las que se encontraban los científicos en una época en la que todavía no podían disfrutar de los grandes avances de la ciencia, y su adaptación a un medio agreste como el que les rodeaba pese a que, cuando sus turnos o descansos se lo permitían, se desplazaban hasta Pasadena.

(Harén de Pickering-Harvard-USA)
Las hogueras del cielo es una novela que tiene un ritmo más bien pausado, en la que domina la narración frente al diálogo. En este sentido, el lector se encontrará con unas conversaciones atractivas y dinámicas, tanto en lo que se refiere a la Astronomía como al aspecto más intimo de los personajes, sobre todo en los ficticios. Pese al ritmo pausado, me encontré cómodo durante su lectura, por el elegante estilo narrativo de la autora. Yolanda Fidalgo construye una historia muy atractiva, compleja y con unos personajes bien perfilados y con muchos matices, sobre todo los ficticios. Tiene ingredientes muy atractivos, a los que ya hice referencia a lo largo de esta reseña. La voz narrativa centra su atención, sobre todo, en el Monte Wilson y en el Observatorio Astrónomico allí ubicado, aunque también relata episodios que se desarrollan en Washington, Pasadena, Pomona, Santa Mónica o Chasmort, en Inglaterra, si bien es mejor que sea el lector quien descubra los motivos que les llevan a dos de los personajes a viajar hasta Chasmort, en donde se desarrollan escenas de corte clásico. Se encontrará con una novela en la que se reivindica el papel de la mujer en el campo de la Astronomía, y el peligro que significaba en aquella época mantener relaciones homosexuales. Aunque también los ecos de la Primera Guerra Mundial estarán presentes, porque quienes trabajaban en el observatorio astronómico están muy pendientes de lo que sucedía en la Gran Guerra, e incluso alguno de ellos se verá afectado por este conflicto bélico.



Biografía:




Yolanda Fidalgo (Zamora en 1970). Estudió Empresas Turísticas en la Universidad de Salamanca, pero su pasión han sido siempre los libros. En Madrid fundó su propio taller de encuadernación, que aún mantiene. Su primera novela, Más allá de los volcanes, ganó el Premio Internacional de Narrativa Marta de Mont Marçal. Esta es su segunda novela.


Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía, tomados de la web de Roca Editorial. Imagen del Observatorio del Monte Wilson tomada de la web Pin on Observatories. Imagen del astrónomo George Ellery Hale tomada de la web Visoutinè lietuviy enciklopedija. Imagen Harén de Pikering tomada de la web xatakaciencia.com.














viernes, 18 de junio de 2021

El Pergamino, de Fernando de Cea Velasco.

 











Datos técnicos:


Título: El Pergamino.

Autor: Fernando de Cea.

Autoeditado Amazon (enlace).

1ª edición: Mayo/2021.

Formato: Ebook.

ASIN: B094DR77QR.

Idioma: Español.

Nº pág.: 137.


Precio: 2, 69 € en ebook.

             10, 39 € en papel.


Sinopsis:



Inspirada en su mayor parte en hechos reales.



En el día de su retiro, el capitán de navío Héctor Céspedes hace limpieza en el despacho con la ayuda de su nieto. Entre los papeles del marino, el pequeño Mario encuentra una vieja cuartilla doblada en la que hay escrito un enigmático mensaje.


Héctor no le da importancia a la nota y la tira a la papelera, pero Mario insiste una y otra vez hasta que logra que su abuelo le cuente la historia más increíble que nunca haya escuchado. Un relato sorprendente que transcurre desde el mar Rojo hasta las islas Canarias y desde la guerra del Golfo hasta la lucha contra el narcotráfico. Una aventura fantástica de fortunas y desgracias en la que el propio Mario se verá implicado.



Opinión Personal:




El Pergamino
es la octava novela que leo y reseño del escritor madrileño afincado en Sevilla, Fernando de Cea Velasco
. Para mi es un autor cuyos thrillers tienen mucho aliciente, tanto por el carácter visual de las escenas que describe el narrador de turno, como por las alusiones directas o indirectas al cine, otra de sus grandes pasiones; de hecho, tiene publicados varios ensayos sobre el séptimo arte. Pero también añado el que en la mayor parte de sus novelas se perciben influencias de los grandes autores clásicos del género, por lo que el lector aficionado a estas obras se siente muy cómodo en su lectura, en las que no faltan pistas falsas y giros sorprendentes con los que le da un gran vuelco al desarrollo de la trama, y nos invita a hacer cábalas sobre el desenlace que nos espera.

(Port Said-Egipto)
Sin embargo, en esta ocasión Fernando de Cea sorprende con una trama en la que la aventura náutica y la novela negra aportan ingredientes un tanto diferentes a lo que es habitual en su narrativa. En El Pergamino, las alusiones cinematográficas tienen muy poca presencia, si bien la trama es muy visual y cinemtográfica en su desarrollo, por lo que el lector puede imaginarse cómo son las escenas que relata la voz narrativa. Otra atractivo de la trama es que, como adelanta la sinopsis, la mayor parte de la trama está inspirada en hechos reales, que se intercalan con los creados por la imaginación del autor. En mi modesta opinión supone un aliciente más porque en más de una ocasión me pregunté que escenas parten de hechos reales y cuáles son ficción, porque el autor construye un engranaje perfecto y uniforme entre unas y otras.

Como adelanta Fernando de Cea en el fragmento que precede al cuerpo de la novela, «Para que el acontecimiento más trivial se convierta en una aventura, es necesario y suficiente que uno se ponga a contarlo». El veterano oficial de marina, Héctor Céspedes, cumple los sesenta y cinco años, por lo que pasaba a la situación de retiro. Su nieto Mario le ayuda a hacer la limpieza en el despacho oficial de la Armada, hasta que descubre un papel en el que había un mensaje tan críptico como inquietante, y se lo muestra a su abuelo, sobre todo por el carácter amenazante en la segunda parte del mismo, tanto para el destinatario como para su familia. Pero el nieto consigue que su abuelo le cuente una historia que lo mantendrá en vilo durante todo su relato; sin embargo, como el niño que es, lo interrumpe en un principio, hasta que el protagonista de la aventura logra calmar su curiosidad y consigue narrarle toda la historia sin apenas interrupciones. Una historia que lo dejará asombrado a medida que avanzan los once capítulos más el epílogo en el que se estructura la trama, por cómo evolucionan los hechos que se suceden, sobre todo una vez que es consciente de los secretos familiares que le son revelados.

(Puerto deportivo de Las Palmas-Islas Canarias)
El Pergamino es una novela corta de personajes, pese a que las localizaciones que describe la voz narrativa son breves, concisas y muy visuales, tanto las escenas que tienen lugar en el Golfo Pérsico como en las Islas Canarias. El lector se familiarizará con los que mayor peso tienen en la trama, quienes están bien perfilados, tanto en lo físico como en su fortaleza psicológica. Unos personajes que guardan relación con «unas maniobras en las que las órdenes recibidas eran navegar hacia el Golfo Pérsico para ejecutar una resolución de la ONU. En aquella época, un país de Oriente Medio había invadido a su vecino y amenazaba con hacer lo mismo con todos los de su zona». Unas maniobras que, como adelanta la sinopsis, conducen a una serie de episodios en los que el narcotráfico está muy presente, en un submundo en el que el protagonista se encuentra con alguien de su pasado reciente, un canario apodado el Majorero, y la exesposa de éste, Sandine, quien desempeñará también un papel relevante en determinadas fases de la trama. Pero el lector se encontrará también con una serie de episodios que le mantendrán en vilo, porque las escenas que se suceden en una zona marcada por un conflicto bélico pondrán en más de un aprieto a los navíos que forman parte de la fuerza internacional que ejecuta la resolución de la ONU, a la que me refiero en el fragmento resaltado en cursiva en este párrafo, por las situaciones tensas que se desarrollan en algunas de ellas.  

El Pergamino es una novela bien escrita, con un ritmo de lectura muy fluido, y unos episodios y personajes que atraen la atención del lector a lo largo de los once capítulos más el epílogo en los que está estructurada, tanto en las escenas que tienen lugar en el Golfo Pérsico como en las Islas Canarias. El lector se encontrará con giros que atraerán su atención y con situaciones en las que la tensión narrativa y la intriga están muy presentes, por cómo se desarrollan las escenas que la conforman, en las que también la acción está presente en algunas fases. Se lee de una sentada y tiene una trama con la que disfrutarán quienes gustan de historias en las que la aventura y lo negrocriminal van cogidas de la mano.



Biografía:



Fernando de Cea Velasco es marino, economista y crítico de cine. Vive en Sevilla y escribe novela y ensayo. Ha ganado varios premios de literatura, entre ellos el XXI premio Nostromo de novela con Visibilidad Cero (reseña) (Editorial Juventud, 2018). Su ensayo Cine y Navegación (Berenice, 2018) se ha mantenido entre los más vendidos de su categoría. El suave roce de tu pelo, finalista en el primer premio "Alféizar" de novela, es best seller de Amazon en 2019. Otras obras suyas publicadas son: Puentes y Sombras (reseña), Cenizas para un blues (reseña), El suave roce de tu pelo (reseña), El leve brillo de tus labios (reseña) y La habitación 104 (reseña).

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de Amazon. Fotografía de Port Said, en Egipto, tomada de la web CruiseBe. Fotografía del puerto deportivo de Las Palmas tomada de la Web Oficial de Turismo de Gran Canaria. Fotografía del autor tomada de su web personal. 










miércoles, 16 de junio de 2021

La traductora de Toledo, de Pilar Cabrera Laguna.

 











Datos técnicos:


Título: La traductora de Toledo.

Autora: Pilar Cabrera Laguna.

Editorial: Almuzara.

1ª edición: Noviembre/2020.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-18346.38.5.

Idioma: Español.

Nº pág.: 208


Sinopsis:



En plena Reconquista, una joven toledana debe tomar las riendas de su familia ante la adversidad, en un mundo dominado por hombres, desarrollando una excelente labor traductora en el momento en que los reyes Fernando III y Alfonso X pretenden asentar las bases del castellano, relevando al latín como lengua de transmisión del conocimiento. El Toledo de las tres culturas se despliega como escenario único entre las líneas de esta fascinante novela.



Opinión Personal:



La traductora de Toledo es la ópera prima de la escritora cordobesa Pilar Cabrera Laguna. Este es el segundo viaje literario que realizo al siglo XIII. Un viaje literario en el que de nuevo me encuentro con el monarca castellano Fernando III, quien acaba de conquistar Córdoba para su reino. También me encuentro de nuevo con el emir Ibn Hud, quien resistía aplacando varias sublevaciones de los cristianos, pero el rey cristiano se aprovechó de las noticias que le llegaban en torno a los episodios bélicos que tenían lugar en torno a la que fuera capital del califato. El lector se encuentra también con el infante Alfonso, quien recibía mayores responsabilidades de su padre y ya dirigía La Escuela de Traductores de Toledo, porque «en el siglo XIII la lengua vulgar empezó a adquirir un mayor prestigio, cuestionándose incluso en la corte la posibilidad de afianzar y fijar el idioma generalizado, el romance, que lo hablaba todo el mundo prácticamente en cualquier contexto»(pág. 19).

Esta es una novela que me atrajo tanto por el título como por la portada y el contenido de la sinopsis que la editorial ofrece en la contraportada. Tengo que reconocer que la historia me resultó entretenida y atractiva por cómo la relata el narrador omnisciente a lo largo de los doce capítulos en los que se estructura la trama. Sin embargo, y tras finalizar su lectura, me dije que esperaba más, porque se me había quedado corta, sobre todo por el papel que desempeña la protagonista. En este sentido, esperaba una mayor presencia de Amira, porque, en mi modesta opinión, creo se ve ensombrecido por las subtramas que protagonizan algunos personajes secundarios en varias fases de la novela. También eché en falta tensión narrativa y algún giro que aportara mayor aliciente al lector. Pese a lo que acabo de comentar, hay determinadas situaciones que me mantuvieron en vilo, si bien a medida que se sucedían los episodios en los que había una cierta intriga, me daban a entender que se percibía un desenlace previsible en los episodios.


(Puente de Alcántara-Toledo)
La historia y la metaliteratura están muy presentes a lo largo de los doce capítulos que conforman La traductora de Toledo. Una historia que la escritora cordobesa ofrece a través de la voz narrativa omnisciente cuando los episodios se prestan a ello. Los episodios relacionados con los hechos históricos están relatados de forma amena, por la que el lector recibe con agrado la información que se le ofrece. Una historia en la que el narrador omnisciente contará lo que sucede en Toledo tras la toma de Córdoba, a la que me referí en el primer párrafo de esta reseña. Los episodios históricos estarán también muy presentes en las subtramas en las que se relatan los orígenes de Raquel y Martín. La historia de los antepasados de la madre de Amira tiene origen en Bagdad y la de su padre en Córdoba. Pero también atraerán al lector las relativas al joven Faisal, hijo de una familia musulmana pudiente de Toledo. La metaliteratura está muy presente a lo largo del desarrollo de los capítulos que la conforman, no sólo por el trabajo que realizan quienes desempeñan sus labores en La Escuela de Traductores de Toledo, sino también por los fragmentos de diferentes cuentos de distinto origen que se relatan en los capítulos que guardan relación con la temática a la que se refieren los personajes que intervienen en ellos.

Pese a que Amira es la protagonista de La traductora de Toledo, deambulan en torno a ella una serie de personajes secundarios que desempeñan, de forma directa o indirecta, algún papel trascendental en la vida de la joven traductora. El lector se encontrará ante un personaje bien perfilado aunque, y siempre en mi modesta opinión, me faltó un poco más de profundidad psicológica que remarcara la dificultad que suponía para la mujer formar parte de un mundo en el que la presencia del hombre era quien realizaba las labores a las que ella aspiraba, al igual que los perfiles de los personajes femeninos que intervienen en algunas fases de la trama, sobre todo en relación al papel que tiene predestinado la mujer en aquella época. Pese a lo que acabo de comentar, la intriga estuvo presente en las soluciones que busca Amira para que fuera acogida como miembro de La Escuela de Traductores de Toledo, por las dotes que tenía en relación con el mundo que tanto le apasionaba. Pilar Cabrera Laguna intercala de forma muy natural personajes reales con ficticios. En este sentido, el lector se encontrará de nuevo con personajes históricos, que estoy seguro le resultarán desconocidos, caso del astrónomo y traductor de la institución que dirigía el infante Alfonso, Yehuda Ben Mosche, al igual que el clérigo cristiano Garci Pérez, o Lubna, bibliotecaria de Alhakén II, sin olvidarme de la presencia de Hroswitha de Gandersheim en Córdoba, a cuyo personaje se refiere en las Notas de la autora, que acompañan al cuerpo de la novela. Ya entre los ficticios, junto a los padres de Amira, Raquel y Martín, destacaría a su amigo Ismael, y a Faisal al-Husayni, hijo de Amin al-Husayni, un importante hombre de negocios de Toledo.

(Códex Lapidario)
La traductora de Toledo es una novela con un ritmo muy fluido, bien escrita, entretenida y adecuada para quienes quieran comenzar a familiarizarse con la ficción histórica. Está escrita con un lenguaje sencillo y trabajada de forma que el lector se familiarice con el período histórico en el que se desarrolla la trama. En este sentido, y en mi modesta opinión, diría que la voz narrativa y los personajes en sus diálogos utilizan un lenguaje muy actual, si bien deduzco que es para que uno se sienta más cómodo en su lectura. Pese a lo que acabo de comentar, la autora emplea también términos propios de la época, de los que ofrece información a pie de página. A lo largo de los capítulos muestra escenas en las que se reflejan las costumbres de la época, al igual que también resalta la relación que mantenían los creyentes de las tres culturas. En mi modesta opinión, entiendo que en La traductora de Toledo, Pilar Cabrera Laguna reivindica el papel de la mujer que aspiraba a algo más que desempeñar las labores para las que estaba predestinada en aquella época, a través de una trama en la que la convivencia de las tres culturas dio lugar a una período de esplendor en la ciudad situada en el margen derecho del Tajo, y que se percibe también en varias fases de su ópera prima.



Biografía:



PILAR CABRERA LAGUNA nació en Córdoba. Estudió Filología clásica en la Universidad Central de Barcelona, en la especialidad de Lengua y literatura latinas. Desde entonces se dedica a la enseñanza de Lengua española, latina y griega, primero en Barcelona y actualmente en Córdoba, donde reside. 

 

 

 

 

 Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomados de la web de la editorial Almuzara. Imagen del Puente de Alcántara, en Toledo, tomada de la web Luz del Tajo. Imagen del Códex Lapidario, tomada de Wikipedia.

  

jueves, 10 de junio de 2021

La Facultad, de José A. Jiménez-Barbero.










Datos técnicos:



Título: La Facultad.

Autor: José Antonio Jiménez-Barbero.

Editorial: Dokusou.

1ª edición: Marzo/2021.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-120953-7-1.

Idioma: Español.

Nº pág.: 304.



Sinopsis:



Han transcurrido dos años desde que Augusto Salas y Carmen Reverte esclarecieran una serie de crímenes cometidos en el prestigioso colegio Francisco de Asís. En la actualidad, ya retirados de la Policía, dirigen una exitosa agencia de detectives ubicada en el centro de Murcia. Su rutina se ve alterada cuando reciben el curioso encargo de resolver el asesinato de un famoso catedrático de Psicología.

En esta ocasión, Salas y Reverte deberán adentrarse en el opaco mundo universitario para investigar un extraño crimen aparentemente dormido. Pronto descubrirán que la víctima, Rodrigo Blatt, escondía un turbio pasado en el que se entremezclan tramas de corrupción, sexo y luchas de poder. Pero sus pesquisas podrían haber puesto muy nervioso a alguien de la propia Facultad que desea que la muerte del profesor continúe siendo un misterio, y que no dudará en matar para conseguir su propósito.



Opinión Personal:



De nuevo me encuentro con una novela y un autor a quienes les puedo aplicar la frase que en su día tomé —con permiso de su autora, por supuesto— de una reseña que mi buena amiga y gran bloguera Eva María Martín escribió en su día en la web que administra, La historia en mis libros: «No siempre detrás de una gran novela hay una gran editorial». En mi modesta opinión, entiendo que esta certera afirmación define la calidad del thriller que hoy reseño y, sin dudarlo, recomiendo: La Facultad. El lector se encontrará con una trama de corte clásico, que se podría catalogar, en su significado más amplio, como novela de misterio, al más puro estilo Ágatha Christie, con el aliciente de que, con el transcurrir de los capítulos, se dará cuenta de que nada es lo que parece, junto con otro de los rasgos que definen la narrativa de la reina del crimen, porque la historia que relata el narrador omnisciente está contada de tal forma que, quien quiera disfrutar de esta trama relatada en tiempo presente, se encontrará con que juega con ventaja con respecto a los dos protagonistas: en todo momento recibirá una información muy valiosa que le mantendrá en vilo durante la lectura. Esta anticipación le lleva a preguntarse en varias ocasiones cómo resolverán, y sobre todo, cómo encajarán Augusto Salas y Carmen Reverte los giros que les sorprenderán en la investigación que se comprometen a resolver en un plazo determinado, dado el interés que muestra en ella el personaje que les propone indagar este caso, del que son conscientes que no tienen que interferir en el proceso policial que se abra al respecto, como les advierten a los dos detectives privados a medida que van recopilando una información que conlleva apertura de una causa policial.

(Campus de la Cartuja-Universidad de Granada)
José Antonio Jiménez-Barbero planifica y desarrolla un thriller a conciencia, en el que a medida que se aproxima el desenlace van encajando todas las piezas que conforman un verdadero rompecabezas que a los detectives privados mencionados en el párrafo anterior les llevará un tiempo completar. En sus investigaciones se encontrarán con varias piezas que no tienen muy claro el lugar que les correspondería ocupar, pese a que en un principio estaban más seguros de su ubicación. Ante estas dudas se verán obligados a deliberar, en ocasiones incluso a contrarreloj, en qué lugar de la figura que tienen que formar encajan unas piezas que tanto dolor de cabeza les provocan en determinadas fases de la trama. Esta planificación se resalta incluso en el desenlace, porque me encantó como aprovecha el corte clásico de esta novela para resolverlo, con el añadido de que me mantuvo en vilo hasta la última página, porque todavía tenía reservada alguna sorpresa más, por lo que me dije que La Facultad remataba con un final redondo e incluso confiaba en que el autor deleitara a sus seguidores con alguna entrega más protagonizada por Augusto Salas y Carmen Reverte. Cruzo los dedos para ello.

La Facultad es la segunda novela que protagonizan los dos expolicías que ahora ejercen como detectives privados, pero ya adelanto que no es necesario leer antes El demonio escondido, porque el escritor barcelonés, que actualmente reside en Murcia, ofrece varias pinceladas de la primera investigación que realizaron los dos protagonistas a lo largo de los capítulos. En mi caso, me sentí muy cómodo con su lectura desde las primeras páginas, por lo que estuve muy pendiente de las peripecias que acompañan a los dos detectives en un trabajo que les va a dar más faena de la prevista. Es de agradecer que la voz narrativa tenga muy presente el caso complejo que resolvieron en la novela anterior, cuando todavía eran miembros del Cuerpo Nacional de Policía y recurra a las escenas de turno propicias para recordar episodios sucedidos en el mismo.

Augusto Salas y Carmen Reverte protagonizan un thriller en el que conocerán el lado más oscuro del mundo universitario, en el que investigan en este ámbito del Catedrático de Psicología Social Rodrigo Blatt, quien escondía un turbio pasado en el que la corrupción, sexo y lucha de poder están muy presentes, como adelanta la sinopsis, y de quien el narrador omnisciente desvelará en pequeñas dosis la opacidad relativa a este personaje pasivo. El lector estará muy pendiente de lo que le sucede a Rodrigo Blatt en el preámbulo, desde que llega al flamante despacho que este catedrático de Psicología Social tiene en la Universidad de Granada. Un preámbulo que sin duda alguna es un buen gancho para que esté muy pendiente de todas las peripecias que acompañan a los dos detectives privados a lo largo del desarrollo de la trama en la que investigan el pasado oscuro de este personaje pasivo, en la que se encontrará con una serie de giros muy atractivos, a parte de las pistas falsas que dificultan su trabajo. Pero también son conscientes de que sus pesquisas podrían haber puesto muy nervioso a alguien de la propia Facultad que desea que la muerte del profesor continúe siendo un misterio, y que no dudará en matar para conseguir su propósito, como adelanta la sinopsis.

(Hotel Los Rebites-Huétor Vega-Granada)
En esta segunda entrega el lector se encontrará con dos detectives privados diría que carismáticos porque, en mi modesta opinión, atraen su atención a medida que conocen su forma de ser y actuar. Ambos personajes no le dejan indiferente, tanto en su vida privada como en las peculiaridades que los caracterizan a la hora de realizar sus investigaciones. En este sentido, el prólogo titulado Cuatro pasos, un camino, firmado por Antonio Parra Sanz es certero en la definición de los dos protagonistas. Su personalidad absorbió mi atención en todo momento, sobre todo por lo complementados que están en las pesquisas que realizan, y cómo unifican sus diferentes puntos de vista para encontrar la mejor forma de encauzar el rumbo de las líneas de investigación que trazan para que el desenlace sea el mejor posible. En mi modesta opinión, diría que es un gran acierto que el autor construyera dos personajes tan diferentes. En lo que a sus dotes como investigadores, me decía que Augusto Salas tenía ciertas semejanzas con Hércules Poirot y Carmen Reverte es más deductiva y contundente, para lo que aprovecha sus conocimientos como psicóloga a la hora de estudiar el perfil de los investigados y aprovechar este rasgo para planificar su captura. Sin duda alguna, Salas y Reverte son el alma de esta novela, cuyos diálogos son muy naturales a la par que atractivos, y dan mucho juego a la trama. A ello hay que añadir la personalidad arrolladora de ambos, así como la profesionalidad y celo que muestran en el desarrollo de su trabajo, sin olvidarme de las disputas verbales en plena faena porque son un gran aliciente para el lector, al igual que los episodios de su vida privada, porque muestran su lado más humano.

Otro gran atractivo de La Facultad es el dinamismo de la estructura y la variedad de localizaciones, de tal forma que el lector se preguntará sobre el porqué de esta movilidad, de la que tendrá cumplida respuesta a medida que el desenlace está próximo. Una movilidad que pondrá el foco de atención del lector en Granada, y más concretamente en la Facultad de Psicología de su Universidad, a parte de otros escenarios que se describen de la ciudad nazarí. Si bien el lector se encontrará también con los dos protagonistas en Murcia, Madrid y Carballiño, en la provincia de Ourense. Los doce capítulos que conforman la novela están agrupados en dos partes bien diferenciadas, formada cada una de ellas por seis capítulos. Antecede a la segunda parte un fragmento de la obra de Ágatha Christie, Los relojes. Cada uno de los doce capítulos está subestructurada en varias partes numeradas, de tal forma que la voz narrativa ofrece cumplida información de lo que sucede en los diferentes focos en los que fija su atención, por el interés que tiene el desarrollo de las mismas para la resolución del caso. Se encontrará con unas descripciones espaciales muy visuales, y que diría cumplen otra de las máximas de las novelas de misterio de corte clásico, porque las escenas trascendentales se desarrollan en espacios cerrados. Sin duda alguna, La Facultad es un thriller muy entretenido, adictivo, y muy bien escrito, en el que José Antonio Jiménez-Barbero utiliza un estilo narrativo muy cuidado y directo, lo que ayuda a que la lectura sea placentera y el ritmo de lectura fluido.



Biografía:



José Antonio Jiménez-Barbero nació en Barcelona en 1975, aunque actualmente reside en Murcia. Tras varios años como agente de policía, y después, enfermero especialista en salud mental, actualmente ejerce como profesor en la Universidad de Murcia. Obtuvo el doctorado en 2013 con una tesis sobre la violencia escolar y los problemas de conducta en adolescentes y dirige varias líneas de investigación sobre el tema. Basadas en la amplia experiencia profesional y académica atesorada a lo largo de esos años, sus obras de ficción abordan la psicología infantil y juvenil desde una visión cruda y realista de su problemática.


Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de la web de Ediciones Dokusou. Imagen del Campus de la Cartuja en Granada, tomada de la web Patrimonio-Universidad de Granada. Imagen del Hotel Los Rebites tomada de la web hotellosrebites.



martes, 8 de junio de 2021

Libros leídos y reseñados en...mayo/2021.


 







Toca hacer balance de los libros leídos y reseñados en el mes de mayo, que han sido un total de 5.

 

 

-Los leídos: 

 

 

                                

 

 


                 



-Los reseñados: 

 

-La sinagoga del agua, de Pablo de Aguilar González

-Las rosas de las espinas, de Alexandra Martin Fynn.

-Méndel, el de los libros, de Stefan Zweig.

 -Años de mentiras, de Mayte Esteban.

 -La bibliotecaria de Auschwitz, de Antonio Iturbe.  

 

Nota: Con Méndel, el de los libros, Años de mentiras y La bibliotecaria de Auschwitz participo en el mes temático de la metaliteratura.  

 

 -Avance retos literarios: 

 

-Autores de la A a la Z (2021): (15/24) (63%) (+4).

-Reto Leemos 25 españoles (2021):  (20/25) (80%) (+4).

-Reto Leemos España provincia a provincia (2021):  (9/52) (17%). Añado Jaén y Valladolid .

-Reto V Edición Nos gustan los clásicos (2021): (5/8) (63%) (+1).

 -Reto Serendipia recomienda (2021):  (1/3) (33%) (+1).



 

 

 

 

 

jueves, 3 de junio de 2021

Nazarí, de Mario Villén Lucena.

 











Datos técnicos:



Título: Nazarí.

Autor: Mario Villén Lucena.

Editorial: Edhasa.

1ª edición: Junio/2020.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta

y lazo de punto de lectura.

ISBN: 978-84-350-6345-6.

Idioma: Español.

Nº pág.: 576.



Sinopsis:



Alarcos, 1195. El ejército musulmán ha derrotado claramente a las tropas lideradas por el rey castellano Alfonso VIII. La alegría es doble para Asquilula, naqîb andalusí: vuelve a casa victorioso y ese mismo día sabe del nacimiento de su primer nieto: Muhammad ibn al-Ahmar.

Son tiempos convulsos en la península ibérica, dividida política y culturalmente. En el norte, los reinos cristianos luchan entre sí; en el sur, donde la presencia musulmana se hace más fuerte, tampoco reina la unidad. Serán años de batallas y muertes, traiciones y compromisos, treguas y pactos mezclados con algaradas e incursiones por ambos bandos. Son tiempos duros en los que la vida y la muerte penden de un hilo. Y será en esos años cuando Muhammad ibn al-Ahmar, desde su Arjona natal, se convierta en un peligroso cegrí en la frontera con Castilla. Aclamado como sayj, encabezó la lucha de su pueblo por sobrevivir ante los constantes ataques de los reinos cristianos, llegó a ser nombrado emir y reunió bajo su mano los restos de al-Andalus que los almohades habían dejado tras las Navas de Tolosa. Teniendo como enemigo al firme y gran rey Fernando III el Santo, construyó no sólo un reino, sino una nueva dinastía para gloria de al-Andalus y de la Historia: los nazaríes. Y nunca estuvo solo…

Es ésta una novela de batallas, de conflictos políticos, de diplomacias y argucias, pero también de amores, amistad y esperanza. Una novela centrada en uno de los períodos más convulsos de nuestra Historia, la Reconquista, pero vista como nunca antes, desde la mirada andalusí. Una novela, en definitiva, sobre un personaje de leyenda.




Opinión Personal:




Si Mario Villén Lucena (Pinos Puente, Granada, 1978) ya mostró un buen hacer literario en sus novelas El escudo de Granada (reseña) y 40 días de fuego (reseña), con Nazarí refrenda el buen escritor que es y lo mucho que tiene que decir en el panorama literario nacional. Supongo que este título publicado por Edhasa sorprendería a propios y extraños por la excelente lección de historia que ofrece en torno a la figura de Muhamad ibn al-Ahmar, contada de tal forma que el lector estará muy pendiente de todo lo que sucede a lo largo de una trama lineal que no tiene desperdicio, y en la que sabe  cómo encajar hechos ficticios entre los reales que protagonizó el primer emir nazarí, pero que se fueron diluyendo en el olvido, Muhamad I. Un emir que fue el que más poder acaparó en al-Andalus sumida en luchas intestinales desde la caída del califato de Córdoba, que derivó en los reinos de taifas, lo que debilita su antigua fortaleza—, pero que se enfrenta al empuje del rey Fernando III de Castilla, que tiene como uno de los principales objetivos de su reinado recuperar para la corona el territorio ibérico que todavía estaba en poder de los musulmanes.

(Ubicación Batalla de Alarcos)
En mi modesta opinión, Nazarí es una historia construida con firmeza y plasticidad en la que Mario Villén desarrolla una trama muy dinámica. El lector se encuentra frente a una verdadera partida de ajedrez entre dos contrincantes que la protagonizan y distribuyen las piezas por el tablero, de forma que puedan conseguir el objetivo final que tiene marcado desde su comienzo. Una partida de la que estuve muy expectante ante los movimientos que realizan los dos contendientes para ganarla, aprovechando el conocimiento que tienen de sus principales bazas y el estudio de las opciones que se le presentan para acorralar a su oponente y darle el golpe definitivo con el que conseguir la ansiada victoria. Esta fue la sensación que tuve durante toda la lectura de esta magnífica novela, por cómo se desarrollan los episodios que protagonizan los dos antagonistas que se enfrentan en esta gran partida de ajedrez, que comienza en julio de 1195 y finaliza en el invierno de 1246. Aunque en esta partida tendrán que contar también con la presencia de una serie de piezas cuya labor que desempeñan puede ser perjudicial o crucial para que los dos rivales logren su objetivo, sobre todo en lo que se refiere a Muhamad ibn al-Ahmar, por las dificultades que le acarrea la figura del emir andalusí de Murcia Ibn Hud. Un reino de taifa que atraerá la atención del espectador, porque de su relación con el emir nazarí dependerá la marcha del plan que éste tiene establecido para al-Andalus, sobre todo desde que es consciente de la destreza del jugador al que se enfrenta, Fernando III de Castilla, conocido posteriormente como el Santo.

Nazarí es una novela de personajes, porque la península ibérica vive unos tiempos convulsos, dividida política y culturalmente, como adelanta la sinopsis. En mi modesta opinión, entiendo que los actos de quienes transitan por sus páginas están muy por encima de la ambientación espacio-temporal. El lector se encontrará con una extensa lista de secundarios, si bien no tendrá dificultad para familiarizarse con los que más peso tienen en el relato contado por un narrador omnisciente, tanto en los que guardan relación con el emir nazarí como con el rey castellano. En este sentido, se puede consultar el árbol genealógico del emir en la página que antecede a la introducción del contexto histórico en el que se desarrolla la trama que protagoniza el fundador de la dinastía nazarí. Pese a lo que acabo de comentar, Mario Villén traza una ambientación espacio-temporal muy atractiva, en la que me deleitaba, sobre todo, con la plasticidad de las localizaciones andalusíes que se alternan a lo largo del desarrollo de la historia, frente a la sobriedad castellana de las ubicaciones por las que se mueven quienes giran en torno a las decisiones que adopte en un sentido u otro Fernando III. Y es que la voz narrativa traza verdaderas estampas del paisaje castellano y andalusí, por lo que me recreé tanto con el paisaje urbano como rural que describe, en las que se percibe la pasión que el autor siente por su tierra.

(Alhambra de Granada)
El escritor natural de Pinos Puente perfila unos personajes con mucho realismo, a los que dota de una personalidad acorde con las fuentes en las que se basa para construirlos. Al igual que sucede en El escudo de Granada y en 40 días de fuego, cuida con esmero los rasgos físicos y psicológicos del elenco que transita por las páginas de Nazarí, confiriéndoles caracteres que ayudan a que el lector se familiarice con quienes tienen un mayor protagonismo en esta espléndida historia que traslada al lector a un período concreto de la Reconquista, contada desde el punto de vista andalusí. Se encontrará con una clara estructura piramidal en la que se reflejan las distintas capas sociales de la época. Muhammad I y Fernando III no sólo están perfilados como monarcas, sino también como personas que son, por lo que se conocerá su lado más familiar y privado. El narrador omnisciente muestra las luces y sombras de ambos, que les acompañarán a lo largo de su reinado. En este sentido, la figura de Berenguela, madre del rey de Castilla, desempeña un papel destacado en la sombra, que aconseja con astucia y decisión al monarca, y cuya figura da mucho juego a las subtramas que protagoniza el soberano castellano, en alguna de las cuales estará presente el infante Alfonso, quien ya muestra maneras del buen monarca que sería. Otro tanto sucede con Asquilula, el patriarca de la rama materna del emir, quien estará a su lado en todo momento, formándolo en su instrucción militar, como consejero u ocupando cargos y misiones que el emir nazarí le encomienda. Sin embargo, el emir nazarí y el monarca castellano se verán acosados por intrigas palaciegas, por las ambiciones de algunos nobles castellanos, así como por las decisiones tomadas por determinados miembros de la Orden de Calatrava. Otro tanto sucede con las aspiraciones de dos de los hijos de Asquilula, Abd-Allah e Ibrahim en el reparto del emirato, quienes se basan en el en el derecho que les asiste por su parentesco con el emir. Estos episodios darán lugar a situaciones muy tensas, en las que me preguntaba por las decisiones que adoptarán tanto Fernando III como Muhammad I para solventar unos incidentes que podían poner en peligro incluso sus reinados.

En mi modesta opinión, entiendo que Nazarí es una crónica novelada de la época, entendiéndola como tal porque el lector se encontrará con un amplio elenco de personajes reales, con lo que esto significa para el desarrollo de la trama. Es la historia del emir Muhammad ibn al-Ahmar y una saga familiar que alcanzaría el mayor poder en al-Andalus. En este sentido, se percibe la exhaustiva labor de documentación de la que parte Mario Villén Lucena, y aprovecha las lagunas que encontró en la misma para intercalar episodios ficticios que estuvieran en consonancia con una época de transición e incertidumbre en la que se encontraba al-Andalus. Su lectura se me hizo muy fluida, pese a que domina con claridad la narración frente al diálogo, y quizás  influenciada por el dinamismo de los episodios fechados en los que se desarrolla la historia que protagoniza el primer emir nazarí, Muhammad ibn al-Amal. Unos episodios que llevan al lector a través de diversas localizaciones, según la voz narrativa entienda que los hechos que se relatan sirvan para que tenga la información suficiente sobre los avances de los planes que lleva a cabo el primero de esta dinastía para convertir su reino en el principal bastión andalusí

Nazarí es una novela en la que el narrador omnisciente incluye también la descripción de batallas, que sin embargo se leen con interés, porque es de agradecer que no se utilicen florituras descriptivas para reflejar el desarrollo del combate, sino que tendrá una idea general de cómo se desarrollan cada una de ellas, partiendo de la de Alarcos, y otras más que enfrentan a mahometanos y cristianos, o a mahometanos entre sí, por las intrigas y divisiones que había entre ellos, sin olvidarme de las algaras fronterizas que llevaban a cabo tanto los andalusíes como los cristianos. Sin duda alguna, Nazarí es una excelente lección de historia en la que uno se olvida de las páginas que tiene por delante, porque el autor sabe cómo atraer en todo momento nuestra atención y cuida con esmero la información que refleja a lo largo de las 576 páginas que la conforman, para que sienta que realiza un verdadero viaje literario a la primera mitad del siglo XIII, en el que se siente como un personaje más, imantado por una trama en la que el narrador omnisciente utiliza un lenguaje muy cuidado y claro, en el que se encontrará con términos propios de la época, sobre todo andalusíes, aclarados en el glosario que acompaña al cuerpo de la novela.



Biografía:



Nacido en Pinos Puente, Granada, en 1978 es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad de Granada y actualmente trabaja como funcionario de la Administración General del Estado en Málaga. Ha escrito multitud de relatos cortos con los que ha obtenido más de diez premios literarios en diferentes certámenes. Junto a los escritores Blas Malo y Carolina Molina, coordinó durante varios años las Jornadas de Novela Histórica de Granada.

Como escritor, amén de participar en algunas colecciones de relatos, como Pequeñas historias o Dolor tan fiero, tiene publicadas dos novelas hasta la fecha: El escudo de Granada (2012) y 40 días de fuego (2015) y ahora también Nazarí (2020).


Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de la web de Edhasa. Imagen de La Batalla de Alarcos tomada de la web del diario El país.com. Imagen de la Alhambra de Granada tomada de la web Alhambra Granada Tickets.