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jueves, 3 de junio de 2021

Nazarí, de Mario Villén Lucena.

 











Datos técnicos:



Título: Nazarí.

Autor: Mario Villén Lucena.

Editorial: Edhasa.

1ª edición: Junio/2020.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta

y lazo de punto de lectura.

ISBN: 978-84-350-6345-6.

Idioma: Español.

Nº pág.: 576.



Sinopsis:



Alarcos, 1195. El ejército musulmán ha derrotado claramente a las tropas lideradas por el rey castellano Alfonso VIII. La alegría es doble para Asquilula, naqîb andalusí: vuelve a casa victorioso y ese mismo día sabe del nacimiento de su primer nieto: Muhammad ibn al-Ahmar.

Son tiempos convulsos en la península ibérica, dividida política y culturalmente. En el norte, los reinos cristianos luchan entre sí; en el sur, donde la presencia musulmana se hace más fuerte, tampoco reina la unidad. Serán años de batallas y muertes, traiciones y compromisos, treguas y pactos mezclados con algaradas e incursiones por ambos bandos. Son tiempos duros en los que la vida y la muerte penden de un hilo. Y será en esos años cuando Muhammad ibn al-Ahmar, desde su Arjona natal, se convierta en un peligroso cegrí en la frontera con Castilla. Aclamado como sayj, encabezó la lucha de su pueblo por sobrevivir ante los constantes ataques de los reinos cristianos, llegó a ser nombrado emir y reunió bajo su mano los restos de al-Andalus que los almohades habían dejado tras las Navas de Tolosa. Teniendo como enemigo al firme y gran rey Fernando III el Santo, construyó no sólo un reino, sino una nueva dinastía para gloria de al-Andalus y de la Historia: los nazaríes. Y nunca estuvo solo…

Es ésta una novela de batallas, de conflictos políticos, de diplomacias y argucias, pero también de amores, amistad y esperanza. Una novela centrada en uno de los períodos más convulsos de nuestra Historia, la Reconquista, pero vista como nunca antes, desde la mirada andalusí. Una novela, en definitiva, sobre un personaje de leyenda.




Opinión Personal:




Si Mario Villén Lucena (Pinos Puente, Granada, 1978) ya mostró un buen hacer literario en sus novelas El escudo de Granada (reseña) y 40 días de fuego (reseña), con Nazarí refrenda el buen escritor que es y lo mucho que tiene que decir en el panorama literario nacional. Supongo que este título publicado por Edhasa sorprendería a propios y extraños por la excelente lección de historia que ofrece en torno a la figura de Muhamad ibn al-Ahmar, contada de tal forma que el lector estará muy pendiente de todo lo que sucede a lo largo de una trama lineal que no tiene desperdicio, y en la que sabe  cómo encajar hechos ficticios entre los reales que protagonizó el primer emir nazarí, pero que se fueron diluyendo en el olvido, Muhamad I. Un emir que fue el que más poder acaparó en al-Andalus sumida en luchas intestinales desde la caída del califato de Córdoba, que derivó en los reinos de taifas, lo que debilita su antigua fortaleza—, pero que se enfrenta al empuje del rey Fernando III de Castilla, que tiene como uno de los principales objetivos de su reinado recuperar para la corona el territorio ibérico que todavía estaba en poder de los musulmanes.

(Ubicación Batalla de Alarcos)
En mi modesta opinión, Nazarí es una historia construida con firmeza y plasticidad en la que Mario Villén desarrolla una trama muy dinámica. El lector se encuentra frente a una verdadera partida de ajedrez entre dos contrincantes que la protagonizan y distribuyen las piezas por el tablero, de forma que puedan conseguir el objetivo final que tiene marcado desde su comienzo. Una partida de la que estuve muy expectante ante los movimientos que realizan los dos contendientes para ganarla, aprovechando el conocimiento que tienen de sus principales bazas y el estudio de las opciones que se le presentan para acorralar a su oponente y darle el golpe definitivo con el que conseguir la ansiada victoria. Esta fue la sensación que tuve durante toda la lectura de esta magnífica novela, por cómo se desarrollan los episodios que protagonizan los dos antagonistas que se enfrentan en esta gran partida de ajedrez, que comienza en julio de 1195 y finaliza en el invierno de 1246. Aunque en esta partida tendrán que contar también con la presencia de una serie de piezas cuya labor que desempeñan puede ser perjudicial o crucial para que los dos rivales logren su objetivo, sobre todo en lo que se refiere a Muhamad ibn al-Ahmar, por las dificultades que le acarrea la figura del emir andalusí de Murcia Ibn Hud. Un reino de taifa que atraerá la atención del espectador, porque de su relación con el emir nazarí dependerá la marcha del plan que éste tiene establecido para al-Andalus, sobre todo desde que es consciente de la destreza del jugador al que se enfrenta, Fernando III de Castilla, conocido posteriormente como el Santo.

Nazarí es una novela de personajes, porque la península ibérica vive unos tiempos convulsos, dividida política y culturalmente, como adelanta la sinopsis. En mi modesta opinión, entiendo que los actos de quienes transitan por sus páginas están muy por encima de la ambientación espacio-temporal. El lector se encontrará con una extensa lista de secundarios, si bien no tendrá dificultad para familiarizarse con los que más peso tienen en el relato contado por un narrador omnisciente, tanto en los que guardan relación con el emir nazarí como con el rey castellano. En este sentido, se puede consultar el árbol genealógico del emir en la página que antecede a la introducción del contexto histórico en el que se desarrolla la trama que protagoniza el fundador de la dinastía nazarí. Pese a lo que acabo de comentar, Mario Villén traza una ambientación espacio-temporal muy atractiva, en la que me deleitaba, sobre todo, con la plasticidad de las localizaciones andalusíes que se alternan a lo largo del desarrollo de la historia, frente a la sobriedad castellana de las ubicaciones por las que se mueven quienes giran en torno a las decisiones que adopte en un sentido u otro Fernando III. Y es que la voz narrativa traza verdaderas estampas del paisaje castellano y andalusí, por lo que me recreé tanto con el paisaje urbano como rural que describe, en las que se percibe la pasión que el autor siente por su tierra.

(Alhambra de Granada)
El escritor natural de Pinos Puente perfila unos personajes con mucho realismo, a los que dota de una personalidad acorde con las fuentes en las que se basa para construirlos. Al igual que sucede en El escudo de Granada y en 40 días de fuego, cuida con esmero los rasgos físicos y psicológicos del elenco que transita por las páginas de Nazarí, confiriéndoles caracteres que ayudan a que el lector se familiarice con quienes tienen un mayor protagonismo en esta espléndida historia que traslada al lector a un período concreto de la Reconquista, contada desde el punto de vista andalusí. Se encontrará con una clara estructura piramidal en la que se reflejan las distintas capas sociales de la época. Muhammad I y Fernando III no sólo están perfilados como monarcas, sino también como personas que son, por lo que se conocerá su lado más familiar y privado. El narrador omnisciente muestra las luces y sombras de ambos, que les acompañarán a lo largo de su reinado. En este sentido, la figura de Berenguela, madre del rey de Castilla, desempeña un papel destacado en la sombra, que aconseja con astucia y decisión al monarca, y cuya figura da mucho juego a las subtramas que protagoniza el soberano castellano, en alguna de las cuales estará presente el infante Alfonso, quien ya muestra maneras del buen monarca que sería. Otro tanto sucede con Asquilula, el patriarca de la rama materna del emir, quien estará a su lado en todo momento, formándolo en su instrucción militar, como consejero u ocupando cargos y misiones que el emir nazarí le encomienda. Sin embargo, el emir nazarí y el monarca castellano se verán acosados por intrigas palaciegas, por las ambiciones de algunos nobles castellanos, así como por las decisiones tomadas por determinados miembros de la Orden de Calatrava. Otro tanto sucede con las aspiraciones de dos de los hijos de Asquilula, Abd-Allah e Ibrahim en el reparto del emirato, quienes se basan en el en el derecho que les asiste por su parentesco con el emir. Estos episodios darán lugar a situaciones muy tensas, en las que me preguntaba por las decisiones que adoptarán tanto Fernando III como Muhammad I para solventar unos incidentes que podían poner en peligro incluso sus reinados.

En mi modesta opinión, entiendo que Nazarí es una crónica novelada de la época, entendiéndola como tal porque el lector se encontrará con un amplio elenco de personajes reales, con lo que esto significa para el desarrollo de la trama. Es la historia del emir Muhammad ibn al-Ahmar y una saga familiar que alcanzaría el mayor poder en al-Andalus. En este sentido, se percibe la exhaustiva labor de documentación de la que parte Mario Villén Lucena, y aprovecha las lagunas que encontró en la misma para intercalar episodios ficticios que estuvieran en consonancia con una época de transición e incertidumbre en la que se encontraba al-Andalus. Su lectura se me hizo muy fluida, pese a que domina con claridad la narración frente al diálogo, y quizás  influenciada por el dinamismo de los episodios fechados en los que se desarrolla la historia que protagoniza el primer emir nazarí, Muhammad ibn al-Amal. Unos episodios que llevan al lector a través de diversas localizaciones, según la voz narrativa entienda que los hechos que se relatan sirvan para que tenga la información suficiente sobre los avances de los planes que lleva a cabo el primero de esta dinastía para convertir su reino en el principal bastión andalusí

Nazarí es una novela en la que el narrador omnisciente incluye también la descripción de batallas, que sin embargo se leen con interés, porque es de agradecer que no se utilicen florituras descriptivas para reflejar el desarrollo del combate, sino que tendrá una idea general de cómo se desarrollan cada una de ellas, partiendo de la de Alarcos, y otras más que enfrentan a mahometanos y cristianos, o a mahometanos entre sí, por las intrigas y divisiones que había entre ellos, sin olvidarme de las algaras fronterizas que llevaban a cabo tanto los andalusíes como los cristianos. Sin duda alguna, Nazarí es una excelente lección de historia en la que uno se olvida de las páginas que tiene por delante, porque el autor sabe cómo atraer en todo momento nuestra atención y cuida con esmero la información que refleja a lo largo de las 576 páginas que la conforman, para que sienta que realiza un verdadero viaje literario a la primera mitad del siglo XIII, en el que se siente como un personaje más, imantado por una trama en la que el narrador omnisciente utiliza un lenguaje muy cuidado y claro, en el que se encontrará con términos propios de la época, sobre todo andalusíes, aclarados en el glosario que acompaña al cuerpo de la novela.



Biografía:



Nacido en Pinos Puente, Granada, en 1978 es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad de Granada y actualmente trabaja como funcionario de la Administración General del Estado en Málaga. Ha escrito multitud de relatos cortos con los que ha obtenido más de diez premios literarios en diferentes certámenes. Junto a los escritores Blas Malo y Carolina Molina, coordinó durante varios años las Jornadas de Novela Histórica de Granada.

Como escritor, amén de participar en algunas colecciones de relatos, como Pequeñas historias o Dolor tan fiero, tiene publicadas dos novelas hasta la fecha: El escudo de Granada (2012) y 40 días de fuego (2015) y ahora también Nazarí (2020).


Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de la web de Edhasa. Imagen de La Batalla de Alarcos tomada de la web del diario El país.com. Imagen de la Alhambra de Granada tomada de la web Alhambra Granada Tickets.







5 comentarios:

  1. Es una época fascinante y los escenarios me son muy conocidos, y yo tonta de mí aún no me he estrenado con el autor. Tengo que poner remedio.
    Besos

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  2. Aunque la época me encanta soy muy perezosa para leer novela histórica, me atrevo con películas, incluso me puedo pasar 3 horas antes la pantalla, pero las novelas me suelen desquiciar.
    Aún así a veces me arriesgo y me sale bien. Este libro va directamente para mi media naranja, lo apreciará más.

    Besos 💋💋💋

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  3. Me gusta mucho el período en que se desarrolla la historia así que tomo muy buena nota.

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  4. Buenas tardes, Francisco:
    Lo que más me ha llamado la atención de la novela, según nos cuentas, es el punto de vista andalusí de la historia. Estamos muy acostumbrados a leer y conocer los acontecimientos históricos de la Península Ibérica desde el punto de vista cristiano, castellano...Pocas veces se nos ofrece otra dimensión. Aunque, como excepción a esa "regla", me es imposible no citar la maravillosa novela de Antonio Gala El manuscrito carmesí, donde se nos muestra con otros ojos el mundo del Reino de Granada y sus gentes. A mí me abrió los ojos. Apunto la novela para el futuro.
    Un saludo y muchas gracias por tu interesantísima reseña!!

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  5. Como sabes no me gustaba la novela histórica. Y digo gustaba, en pasado, porque parece que me estoy aficionando.

    Me gusta mucho lo que nos cuentas de Nazarí y creo que la disfrutaría tanto por los personajes como por las descripciones y las batallas.

    Un saludo.

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