Datos técnicos:
Título: El rodar de un agua interminable.
Autora: Sara Mañero Rodicio.
Editorial: Maluma.
1ª edición: Mayo/2022.
Encuadernación: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-125230-9-6.
Idioma: Español.
Nº páginas: 496.
Sinopsis:
«Quisiera hablarte del mar, pero no puedo. Se me olvidó cómo se mecen las olas. Sin embargo, aún recuerdo el sonido del agua al rasgar las piedras de la playa en una despedida perpetua». Con estas palabras Juana abre la novela, adentrándonos en los repliegues de una memoria, cuyo eco resuena en otra posterior, la de Carmina, con la que se entrelaza. En el devenir de unos años convulsos, dos mujeres afrontan su mundo desde la mirada de quien se niega a ser mero testigo, y nos desgranan el acontecer de sus siglos, el XIX y el XX, hasta fundir su historia con la Historia.
Dos mujeres, dos épocas, dos destinos divergentes y un juego de espejos que acaba por confluir de manera insospechada. Dos conciencias de mujer, cada en su tiempo, en un fluir similar al de ese mar que tanto añora una de las protagonistas y que invita a una reflexión sobre las raíces de nuestro propio presente.
Opinión Personal:
El rodar de un agua interminable es la quinta novela que leo de la escritora madrileña afincada en la provincia de Valencia, Sara Mañero Rodicio. En mi modesta opinión, entiendo que uno de los rasgos que definen sus trabajos literarios es que se alejan de las pautas que marcan la narrativa actual, si bien el celo con el que planifica y desarrolla cada trama, origina que el lector se encuentre con historias consistentes, cargadas de verosimilitud y rasgos didácticos, aunque tampoco faltan giros narrativos, e incluso sorpresas que no esperamos. Sorpresas que, sin duda, provocan en nosotros el efecto deseado, porque echan al traste la impresión que nos provoca el devenir de la historia de turno lo que, en mi caso, origina que me entusiasme y admire el recuro utilizado por la autora. Me gusta mucho la forma en la que transmite la información histórica, porque buena parte de ella se ofrece a través de diálogos entre personajes que están versados en la materia de turno, y quienes sienten interés en recibirla, porque la curiosidad se apodera de ellos, ya que son conscientes de que les puede ser muy útil la conversación que mantienen. Otro rasgo que caracteriza su narrativa es la fuerza que emana de los personajes, carismáticos, de carne y hueso, y que no resultan indiferentes, sobre todo si percibimos que están adelantados a su tiempo.
(Palacio de Riofrío-Segovia) |
Sara Mañero planifica y desarrolla dos subtramas muy atractivas, que captan la atención del lector desde las primeras páginas. Dos subtramas desarrolladas en el marco de una ambientación espacio-temporal exquisita, que consigue que el lector realice un viaje literario en el tiempo a la época en la que se desarrollan. La que abarca buena parte del siglo XIX comienza en una aldea de Galicia, en la que conocemos a Xoana, quien es reclamada para su servicio por la propietaria del pazo grande, dona Pilar, la señora viuda, al que se desplaza para huir de los calores veraniegos de la Corte. Una niña que siente mucha tristeza al comprobar cómo su familia acepta la propuesta y se desprenden de ella como si fuera una verdadera desconocida para sus progenitores. Con el tiempo, doña Pilar solicita prohijarla, porque quiere que se convierta en su ama de compañía, con las funciones que tiene que desempeñar en este cargo de responsabilidad, al tratarse de una dama que forma parte de la Corte Real. En el siglo XX nos encontramos con Carmina, quien vela el cadáver de su abuela, y no permite que su criada y amiga Leandra vaya al tanatorio a despedirse de la que fue su señora y amiga, porque ya es una mujer mayor y, dado su delicado estado de salud, le preocupa la reacción que pueda producir en ella su asistencia al velorio de su señora.
(Palacio de Cervellón-Valencia) |
No tardé en empatizar con las dos protagonistas femeninas sobre las que gira el eje de cada subtrama. Sara Mañero construye dos personajes femeninos perfilados con mucha fuerza, tanto física como psicológica, que me mantuvieron muy pendiente de los episodios que protagonizan. No dejan indiferente al lector, quien asiste a la evolución de la que encabeza la primera línea temporal, y obtiene información sobre el personaje pasivo al que se refiere el narrador omnisciente en la segunda. En la subtrama que se desarrolla en el siglo XIX nos encontramos con un personaje como Juana — Xoana, en su aldea gallega—. Me resultó un personaje muy interesante, sobre todo por cómo se amolda a la nueva vida que marca su devenir, su relación cada vez más estrecha con doña Pilar y el interés que pone en todo lo relacionado con la administración del hogar y la vida social de su señora. Con ella se traslada a su residencia en La Granja, en donde se instala la Corte durante el estío, y al palacete en el que reside doña Pilar buena parte del año. Juana siente mucho interés por la información que recibe de Raimundo por todo lo que sucede en un período tan convulso como fue el siglo XIX, al igual que por la labor que desempeña Tomás, a quien había conocido en el Palacio de Riofrío. En el siglo XX me atrajeron mucho el triángulo formado por la abuela Carmen, su nieta Carmina y Leandra, la criada. Las tres mujeres protagonizan episodios de interés, en los que en los que estuve muy pendiente del roce que mantienen abuela y nieta, que se incrementará con el paso de los capítulos, y del papel que desempeña Leandra, un personaje que sirve como verdadero apagafuegos ante las desavenencias que tienen lugar entre ambas. La ideología de una y otra influye mucho en su relación, sobre todo porque Carmina está muy convencida de los ideales que defienden los vencedores de la Guerra Civil, está afiliada a Falange y comprometida con un falangista. Con el paso de los capítulos, y otros episodios que presencia en el país vecino, relacionado con los maquis y los republicanos huidos, hacen que se tambalee la firmeza de su convicción política.
(Plaza de Pedro Zerolo-Plaza del Guá-Madrid) |
Biografía:
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de la editorial Maluma. Imagen del Palacio de Riofrío tomada de la web del Patrimonio Nacional. Imagen del Palacio de Cervellón tomada de Wikipedia. Imagen de la Plaza de Pedro Zerolo o del Guá, tomada de la web de El Diario. Fotografía de Sara Mañero tomada de la web de la editorial Verbum.
Coincidimos totalmente, no es solo la historia de las dos mujeres, sino los momentos históricos que viven que muchas veces te hacen pensar que la Historia se repite. Lo cuenta tan fácil y ameno que resulta subyugante. Me alegra mucho coincidir contig.. Besos
ResponderEliminarPues yo sigo sin estrenarme con la autora. A ver si le pongo remedio, que lleva tiempo en mi lista de pendientes. Y no me importarái estrenarme con esta novela, que por lo que cuentas, pinta muy bien y la ambientación me llama mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Paco, a mi también me gusta mucho como escribe Sara y eso que sólo he leído Atrapando la luz, a ver si el año próximo me animo con otra de sus historias que ya va siendo hora. Besos.
ResponderEliminarPinta muy interesante esta lectura, apuntada me la llevo. Besos
ResponderEliminarEs una pena que todavía no me haya estrenado con esta autora. Como te dije me lo tomo como un reto personal para 2023. Esta novela me parece muy interesante por la mirada desde diferentes prismas de los acontecimientos históricos del s.XIX y XX . Apertas
ResponderEliminarPues tú has leído cinco de la autora y yo ninguna. Voy a tener que hacerte caso y ponerme a ello. Una reseña tan interesante como la novela. Me alegro que la hayas disfrutado. Besos
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