Páginas

jueves, 21 de noviembre de 2024

Reseña Las ratas, de Miguel Delibes.

 









Datos técnicos:




Título: Las ratas.

Autor: Miguel Delibes.

Editorial: Destino (Edición para el diario

El Norte de Castilla).

1ª edición: Enero/2004.

Año de publicación inicial: Enero/1962.

Encuadernación: Tapa dura.

ISBN: 84-08-04973-9.

Idioma: Español.

Nº páginas: 168.




Sinopsis:




Delibes, coartado en su libertad de expresión a la hora de denunciar la postración del medio rural castellano desde el periódico que dirige, El Norte de Castilla, busca las vueltas a la censura y escribe esta novela, «Las ratas», una visión descarnada y trágica de la tierra y las gentes de la Castilla de mediados del siglo pasado.

El clima, el medio geográfico y la inmutable estructura social determinan de modo decisivo -como el inapelable destino en las tragedias clásicas- el ser y el existir de los vecinos del villorrio de la novela, cuya pobreza, en algunos casos, les obliga a tener que alimentarse de ratas de río para sobrevivir.

Entre todos los personajes del relato, elementales y broncos, surge la milagrosa figura del Nini, niño que sabe de la naturaleza y su entorno más que nadie y cuya candidez se eleva por encima de la sórdida realidad que le rodea.

Como un auténtico símbolo del bien sobre el mal, de la pureza contra la miseria y la astucia, el Nini se erige en el único bastión contra la tragedia que se cierne y acaba desencadenándose sobre el pueblo y sus habitantes. El Nini es, sin duda, una de las más señeras creaciones salidas de la pluma de Delibes.




Opinión Personal:






Para disfrutar de la excelsa producción literaria de don Miguel Delibes Setién es preferible degustar a fuego lento la obra que elijamos de su amplia bibliografía. Leer a don Miguel Delibes Setién es empaparse de su amada Castilla y los castellanos, porque puede decirse que es el cronista oficial de esta tierra en unos tiempos tan duros para las gentes del campo como lo fueron los años del franquismo. Un cronista que se percibe en la novela que elegí en esta ocasión, Las ratas.

Las ratas es una obra de denuncia social en las que el escritor vallisoletano sortea airoso la censura franquista para que su narrativa no pierda la calidad que atesora, consciente de que el lector tiene que comprender el mensaje que le transmite. Una denuncia social ante el abandono que sufre el campo castellano, del que se olvidan los máximos representantes del régimen, como se puede comprobar en varios episodios de esta novela. Episodios que duelen, por las punzantes palabras que les dirige en uno de ellos el Gobernador Civil, Fito Solórzano, a los vecinos del villorrio, ante un hecho que les insufla esperanza. Pero también está presente el bien y el mal, porque Matías Celemín, el Furtivo, «No respeta las leyes ni reglamentos y en primavera y verano salía al campo con la escopeta al hombro como si tal cosa» (pág. 53). Un furtivo que tendrá sus más y sus menos con los vecinos de este pequeño pueblo, porque muchos de ellos se tienen que contentar para alimentarse con las ratas de río o los cangrejos.

Delibes ofrece en esta joya literaria estampas costumbristas de los pocos vecinos que residen en este pequeño pueblo, próximo a Torrecillórigo. Unos vecinos que se desloman en el campo que lo circunda para recoger una buena cosecha con la que puedan alimentarse, sobre todo durante los meses más duros del año. Comparten sus conocimientos para que todos puedan beneficiarse de la sabiduría popular que les sirve de guía para realizar las labores de siembra y recogida, mirando siempre al cielo, conscientes de que determinados fenómenos atmosféricos pueden arruinarles la cosecha o también beneficiarles. Un cielo del que también están pendientes de las aves que lo surcan, por la relación que dicen que guardan con las cosechas. Una sabiduría popular que atesoran sobre todo los de más edad, y que también extienden al santoral, que también les sirve de guía para tener muy presentes las fechas más adecuadas para obtener los beneficios deseados. Sabiduría popular que el tío Rufo, el Centenario, cita mediante refranes, puede decirse que su particular forma de hablar: «-Por San Clemente alza la tierra y tapa la simiente» (pág. 27).

Si hay algo que une a buena parte de la narrativa de Delibes es la presencia de la infancia en sus novelas. Quizás haya influido en ello el hecho de que durante su vida estuvo rodeado de niños, bien en la casa paterna o en la propia, porque fueron seis lo hijos que tuvo, quienes le alegraron la vida con varios nietos. Delibes moldea los niños con rasgos certeros, porque sabe cómo adaptarlos al medio en el que viven. Son protagonistas de varias de sus novelas, en las que forman parte de diferentes clases sociales, y no dejan indiferente durante su ciclo vital, en el que influyen determinadas situaciones que los marcan en algún momento dado. De los niños que me encontré en La sombra del ciprés es alargada (reseña), en Mi idolatrado hijo Sisí (reseña) o en El camino (reseña), quizás sea el protagonista de Las ratas el que más me atrajo e impresionó. El Nini es un niño que vive con naturalidad las miserias de sus convecinos del pequeño pueblo que está situado cerca de Torrecillórigo. Está acostumbrado a la crueldad que supone trabajar los campos de la meseta castellana, con el añadido de que se amolda a las paupérrimas condiciones de vida que comparte con su padre, el tío Ratero, a quien hay que sacarle con sacacorchos las pocas palabras que dice. Ambos viven en una cueva de la que quiere desahuciarlos el Gobernador, por la mala imagen que dan. El Nini utiliza la gran capacidad de observación que tiene para absorber las enseñanzas de los más mayores, lo que origina que sus vecinos lo tengan por un sabio, porque a toda pregunta que le hacen responde con la respuesta adecuada, pese a lo que dicen de él: «La señora Clo, la del Estanco, atribuía al Nini la ciencia infusa, pero doña Resu, o como en el pueblo le decían, el Undécimo Mandamiento, afirmaba que la sabiduría del Nini no podía provenir más que del diablo» (pág. 26).

(Fotograma película Las ratas)
Para que el lector se haga una idea de cómo es la fisonomía del villorrio, antes del cuerpo de la novela, el autor ofrece un croquis de los espacios por los que transitan los personajes. Pero también antes resalta un fragmento bíblico que indica cuál es el eje sobre el que gira la trama: «Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. Y tomando un niño lo puso en medio de ellos...»(Marcos, 9, 35-38). El primer capítulo ofrece una clara imagen de la vida del Nini con el tío Ratero en la cueva, al igual que la presión que les ejercen sobre este para que la abandonen, pero también cómo asaetan al niño a preguntas: «Nini, rapaz, ¿viene agua o no viene agua?» «Nini, rapaz, ¿traerá piedra o no traerá piedra esa nube (pág. 18). Los capítulos se leen con interés por todos los episodios que se suceden en cada uno de ellos, en los que hay situaciones que atractivas que incitan a estar pendiente de lo que en ellas sucede, por la forma en la que el protagonista las resuelve, sobre todo si el tío Ratero es uno de los personajes que intervienen, aunque también se tuercen algunas. Se refleja también la estructura social de este pequeño pueblo y la influencia que tienen las fuerzas vivas -Justito, el Alcalde; José Luis, el Alguacil; Frutos, el Jurado, que hacía las veces de Pregonero-, incluidos don Antero, el Poderoso y don Zósimo, el Curón. A lo largo de los capítulos hay una serie de episodios que atrajeron poderosamente mi atención, como el entierro de la abuela Iluminada, la impactante descripción de la matanza del cerdo de la señora Clo, la Estanquera, la llegada de los extremeños, «empleados del Estado en la ardua tarea de la repoblación forestal» (pág. 80), y otras situaciones de interés en los que incluso la intriga está muy presente, en los que también se palpa la tensión entre los personajes que las protagonizan, aunque no se pone de manifiesto por el tono de voz empleado, si no por cómo se mantiene la conversación o también porque la voz narrativa resalta algunos gestos que indican el roce que les enfrenta.

En Las ratas Miguel Delibes desarrolla una trama dura, descrita por un narrador omnisciente con gran realismo, con episodios impactantes, entre las que sobresale uno de los desenlaces más sobrecogedores y redondos que me encontré en mis años como lector, y de los que es difícil olvidarse. En mi opinión es, sin duda alguna, una verdadera joya literaria.






Biografía:





Escritor y periodista español, Miguel Delibes ocupó durante muchos años el sillón de la “e minúscula” en la Real Academia de la Lengua Española. Es considerado uno de los escritores españoles más importantes del siglo XX.

Estudió Derecho y empezó muy joven a ejercer como periodista. En 1947 ganó con su primera novela, La sombra del ciprés es alargada, el Premio Nadal. A partir de ahí su carrera literaria se desarrolló jalonada de éxitos al mismo tiempo que trabajaba como director del periódico El norte de Castilla.

De entre todas sus obras destacan títulos como Cinco horas con Mario (1966), reflejo de las contradicciones dentro de la clase media franquista, y Los santos inocentes (1982), obra en la que perfiló de manera magistral el mundo rural de Castilla. Esta novela fue llevada al cine con gran éxito por el director Mario Camus.

En muchas de sus obras se destaca una de sus grandes aficiones, la caza, como en Diario de un cazador, novela por la que recibiría el Premio Nacional de Literatura de 1966.

Con su novela El hereje (1988) consiguió otro Premio Nacional de Narrativa. A partir de entonces publicó varios libros en los que recopiló su trabajo periodístico, casi siempre dedicado a Valladolid y a la zona de Castilla.

Fue propuesto en diversas ocasiones al Premio Nobel de Literatura, y recibió menciones tan importantes como el Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Cervantes.


Notas: Datos técnicos, sinopsis y fotografía de Miguel Delibes tomados de la web de la Fundación Miguel Delibes. Biografía de Delibes tomada de la web de Lecturalia. Cartel de la película Las ratas tomada de la web Filmaffinity. Fotograma de la película Las ratas tomada de la web del Diario El Norte de Castilla. 






lunes, 18 de noviembre de 2024

Lectura semana 47/2024: Los espacios efímeros, de Fernando García Calderón.

 








Comenzamos la penúltima semana del mes de noviembre con la lectura de la novela de Fernando García Calderón, Los espacios efímeros




Sinopsis: 


«Un hombre inmóvil, de mirada ausente, apoya la cabeza en la ventanilla de un tren. Escucha un pitido intenso, que parece no molestarle, y nada más. En ese momento, aislado, llega a la convicción de que va a morir».

Un atentado desata el terror y despierta el instinto de un par de profesionales de amplia trayectoria que, convencidos de su inminente final, abordan con perspectivas muy diferentes el deseo de ser recordados.

Set, guionista justiciero, y Tomás, sabueso infalible, se retarán en una serie de asesinatos que replican los inmortalizados en películas de culto, desencadenando una trama que ha de conducirlos a su irrenunciable destino. Si jinetes del Apocalipsis se citan en Madrid para sembrar el caos y cosechar la catástrofe, alguien tendrá que descabalgarlos.

Los espacios efímeros relata la historia de dos vidas paralelas, resignadas, que se quiebran hasta converger por un breve periodo en una causa superior.

Los espacios efímeros es el thriller de nuestros miedos. El miedo a la soledad, el miedo a la muerte, el miedo al olvido (360 pág., tapa blanda con solapas).











viernes, 15 de noviembre de 2024

Reseña Tres malditos en Lay City, de Pablo Carnicero de la Cámara.

 












Datos técnicos:




Título: Tres malditos en Lay City.

Autor: Pablo Carnicero de la Cámara.

Autoeditado Amazon (enlace).

1ª edición: Octubre/2022.

ASIN: B0BFBV3LC3.

Libro formato digital.

Idioma: Español.

Nº páginas: 330.





Sinopsis:





Jason Morales decide aceptar el último caso en el que su difunto tío, un detective privado de Lay City, andaba involucrado. Pronto descubre que el nuevo mundo profesional que se abre ante él es mucho más duro y complicado de lo que pensaba.

Leroy Dickinson consigue salir de la cárcel antes de cumplir su condena gracias a las influencias de un viejo conocido. Pero nada es gratis, y debe aceptar el trabajo que el general le impone: encontrar el paradero de su hijo secuestrado. Para ello, debe adaptarse a un mundo completamente diferente del que estaba acostumbrado.

El teniente Justin Mallard fue en el pasado el mejor investigador de la policía de Lay City, pero ahora vive una vida tranquila y sedentaria al frente de la Brigada de Suicidios. Pero la visita de una enigmática mujer enciende la chispa que provoca su regreso a la investigación en activo.

Las vidas de estos tres hombres malditos se entrelazarán, a la vez que recorren las calles de Lay City, una ciudad que experimentará un cambio radical y que, al mismo tiempo, también modificará las almas de sus habitantes.






Opinión Personal:






Pablo Carnicero de la Cámara es un autor autoeditado cuya narrativa es sinónimo de entretenimiento y buen hacer literario. Tiene el aliciente de que no se encasilla en un género determinado, por lo que son varias las opciones que el lector tiene entre sus novelas para elegir por cuál decantarse, sobre todo si es la primera vez que decide acercarse a su creación literaria. Se encontrará con tramas bien construidas, con los giros necesarios para incrementar el interés por lo que le espera al o los protagonistas de turno y unos personajes trazados con rasgos certeros, creíbles y cercanos, con los que incita a meternos de pleno en la lectura de las historias que protagonizan.

De su variada producción literaria elegí, en esta ocasión, la novela negra Tres malditos en Lay City. Esta es la cuarta que leo de su autoría que se encuadra en el género literario al que me refiero en la línea anterior. En esta ocasión, me encontré con una trama negrocriminal de corte clásico; cómo digo en estos casos, es una novela negra genuina, en la que nada es lo que parece, la corrupción campea a sus anchas y los personajes transitan por la ciudad ficticia de Lay City, cerca de Los Ángeles, en el estado de California, en Estados Unidos.

En esta ocasión, el escritor arriacense se decanta por tres historias cortas cuyas tramas se desarrollan en la ciudad ficticia de Lay City. Una ciudad ficticia que es un personaje más, e incluso diría que ensombrece a quienes transitan por su callejero. Está descrita y trazada de tal forma que nos familiarizamos con las localizaciones en las que se desarrollan los episodios que protagoniza el elenco que conforma cada una de ellas. Al desarrollarse las tres historias en varios años, centrados en la década de los años 30 del siglo pasado, somos testigos de su evolución y de cómo cambia la población que cobija, o bien es trasladada a otras barriadas por los planes urbanísticos que la van transformando, en los que la especulación está a la orden del día.

Siéntese el lector a disfrutar de una obra escrita en blanco y negro -en el doble sentido de la expresión-, prepárese para inhalar tabaco estadounidense -en cigarrillo o en pipa, según el gusto-, que envicia el ambiente de quienes gustan relajarse con esta droga legal, aunque también tienen la opción de decantarse por la ilegal, que también la hay. Pero puede optar por levantar el ánimo con una confortable ambarina bebida espirituosa, sobre todo si hay una buena conversación de por medio, aunque también puede terminar como el rosario de la aurora, si los interlocutores deciden ponerse a la defensiva en un momento dado. Si quieren degustar un buen desayuno pásese por el Moby Dick Coffee, y Sandy le atenderá gustosamente, aunque puede correr el riesgo de que le interrumpa alguna mosca cojonera y le amargue la primera comida del día. Pero también se encontrará con elementos propios de la novela negra clásica, que beben de los cánones de los grandes maestros anglosajones del género, -en un episodio se cita a Conan Doyle- porque, a parte de encontrarse con historias en las que nada es lo que parece, también se va a encontrar con pistas falsas y un atractivo desenlace en el que se explica quién o quienes han cometido el delito de turno y los motivos que le indujeron a perpetrarlo.

Las tres novelas cortas desarrollan temas que, pese a que se ubican en años posteriores a la Gran Depresión y la Ley Seca son, por desgracia, muy actuales: la especulación urbanística ya mencionada en el párrafo anterior, la lacra que supone la corrupción policial y delitos que se esconden bajo apariencias engañosas. En la primera, el detective privado Jason Morales acepta la investigación de la muerte del dueño de una casa de empeño. En el segundo, el teniente Mallard está al frente de la eufemísticamente llamada Brigada de Homicidios de la policía de Lay City, y le encargan investigar el caso de Simon Robins, cerrado porque la policía lo archivó como suicidio. En el tercero, el capitán Leroy Jethro Dickinson recibe el encargo obligado de investigar la desaparición del hijo del general James Walker.

Los tres relatos me resultaron muy atractivos. Pablo Carnicero de la Cámara los planificó y desarrolló de tal forma que suscitó mi interés desde las primeras líneas. Y es que tal y como comienza cada uno de ellos se presume que la investigación va a provocar una serie de sorpresas que indican que al sabueso de turno no le va a ser nada fácil resolver unos hechos en los que se presiente que detrás de ellos se esconde algo turbio, por lo que incluso se intuye que puede poner en peligro la integridad física de alguno de los personajes. Cada historia gira en torno a un protagonista carismático, muy implicado en su trabajo, dado que el pasado que les acompaña les empuja a solicitar una segunda oportunidad y muestran a los demás que están capacitados para desempeñar el trabajo que les realizan, pese a que alguno de ellos da a entender que puede volver a los años turbios que lo llevaron por el mal camino.

El lector se encontrará con un elenco de personajes muy atractivos, diría que estereotipados, y que son un fiel reflejo de los que transitan por las novelas negras ambientadas en Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX. A los tres protagonistas es mejor conocerlos en su salsa, porque las primeras dudas que les acompañan en los episodios iniciales sirven de espoleta para interesarse por la evolución de sus pesquisas pero, sobre todo, para estar muy pendiente de las decisiones que toman, sobre todo si tienen que hacer frente a alguien que les puede poner en un aprieto, conscientes de que tienen poder para que no sigan metiendo las narices donde no deben. Hay también varios personajes secundarios interesantes, como la viuda Esperanza Norris, el teniente Michael Watson, la periodista Lana Dartold, el detective privado Charles Marger o el jefe forense Edward James Adams, por el papel relevante que en las tres tramas, en las que algunos de ello repiten presencia. La presencia de estos personajes puede influir en la resolución de cada caso o incluso tratan de perjudicar la investigación.

Tres malditos en Lay City es una novela negra bien escrita, con un lenguaje sencillo pero cuidado, de ritmo ágil y adictiva, con atractivos y dinámicos diálogos, que incitan a estar muy pendiente de todo lo que sucede a lo largo de los capítulos que conforman las tres historias. Tres historias en las que están muy presentes la intriga, la corrupción, la especulación, el racismo y los crímenes encubiertos.



Notas: Datos técnicos, sinopsis y fotografía del autor tomados de Amazon. Biografía de Pablo Carnicero de la Cámara tomada de la web de Babelio. 


Biografía:






Apasionado de la literatura desde la infancia, gracias a El Señor de los Anillos, su carrera como escritor amateur comenzó tan pronto como finalizó la lectura del último libro de la trilogía de Tolkien, fascinado por el mundo de fantasía que se abría ante sus ojos. Compagina su pasión por la literatura con sus otras dos pasiones: el baloncesto y la historia, de forma que entre libros, pistas de baloncesto y ordenadores se puede hacer un rápido retrato de su personalidad: autodidacta, apasionado y a la vez arriesgado.

Se inicia como autor, con El Mundo de las Sombras, un marco en el que se ambientan sus cuatro primeras novelas publicadas: Inmortal, El Filo de la Espada, Tiempos Aciagos y Sangre Inmortal. Sin embargo no es hasta Diciembre del 2013 cuando publica su primera novela negra, “Un tipo casi normal en una situación casi anormal”, donde se aprecian influencias de Andrea Camilleri, Eduardo Mendoza e incluso algún trazo de Conan Doyle. Más adelante continuó con la novela negra “Decisión encadenada” para proseguir con la ficción histórica con“El secreto de los Dedos de Aignes” y “Operación “La sangre del diablo“, en una literatura muy alejada de la Fantasía, pero que le cautiva de igual manera, no buscando otra cosa más que entretener al lector con una lectura rápida, entretenida, fresca y apta para cualquier edad, sin más pretensiones.



martes, 12 de noviembre de 2024

Reseña La heredera del mar, de Juan Francisco Ferrándiz.

 





           






Datos técnicos:





Titulo: La heredera del mar

Autor: Juan Francisco Ferrándiz.

Editorial: Grijalbo (GPRH).

1ª edición: Marzo/2024.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.

ISBN: 978-84-84-253-6687-1.

Idioma: Español.

Páginas: 608.





Sinopsis:




1348. La Corona de Aragón vive una de sus épocas más convulsas. Una enfermedad terrible y desconocida llega al puerto de Barcelona y comienza a propagarse por sus calles cuando Marina Montaner, descendiente de un largo linaje de mercaderes valencianos, desembarca en una Ciudad Condal sumida en el caos. Huyendo de los secuaces del rey Pedro IV el Ceremonioso, la joven es perseguida por una afrenta de la que ha sido injustamente acusada.

Juan Francisco Ferrándiz, uno de los maestros de la novela histórica, nos traslada a un año clave de nuestro pasado en que la Guerra de la Unión, la primera revuelta de insubordinación a la Corona en España, coincidió con una terrible epidemia de peste que cambió el mundo. A lo largo de las páginas de esta obra trepidante seguiremos los pasos de Marina, una heroína inolvidable que surcará el Mediterráneo en busca de la forma de salvar a su familia.




Opinión Personal:




Tras leer y reseñar en este blog Las horas oscuras (reseña) y La tierra maldita (reseña), hacía  varios años que no me acercaba a la narrativa del escritor contestano Juan Francisco Ferrándiz (Cocentaina, Alicante, 1971). La preciosa portada y la sinopsis me imantaron, porque me incitó a preguntarme qué relación podía haber entre la imagen del puerto y la afrenta ocasionada a la figura del rey Aragón, Pedro IV el Ceremonioso. Sin duda alguna, Juan Francisco Ferrándiz es uno de los grandes maestros de la ficción histórica de nuestro país, y con su estilo elegante relata a través de la voz narrativa de turno historias bien construidas, evocadoras, cargadas de realismo y por cuyas páginas transitan unos personajes que denotan fortaleza, a quienes acompañamos en su evolución, influidos sobre todo por las vicisitudes que se encuentran en el camino.

(Palacio Real, Valencia)
La trama de la La heredera del mar no deja indiferente a lo largo de los 105 capítulos más un prólogo, una introducción y un epílogo en los que se estructura. Y es que impone todo lo que sucede en torno a la peste negra de 1348, pero también son de interés la llamada Guerra de la Unión -una de las primeras revueltas contra el abuso de poder de la monarquía- y el papel que desempeñaron en este siglo tan mortífero las beguinas, a lo que hay que añadir un frente más, porque el destronado Jaime III de Mallorca ansía recuperar la corona de su reino. En mi caso, he de reconocer que desconocía el conflicto bélico al que me refiero en este párrafo pero, sobre todo, la existencia en aquel entonces de las mujeres antes citadas, que atendían a los más necesitados de la población, sobre todo en esta centuria tan devastadora.

El autor planifica y desarrolla una ficción muy trabajada, que se percibe no sólo en las interesantes subtramas que la conforman, sino también en la estructura de la novela, cuyos capítulos conforman cinco partes bien diferenciadas. En el párrafo que figura antes del prólogo resalta que «hay capítulos que comienzan con el vaticinio de un día según el calendario astrológico lunar del Atlas mallorquín de Cresques. En otros se citan, al inicio o al final, hechos y datos históricos sorprendentes tal como quedaron documentados en su tiempo». Una ficción en las que, en mi opinión, las subtramas están muy equilibradas y en el desenlace se cierran los flecos sueltos a fuego lento y con precisión, y en el que todavía falta alguna sorpresa.

Me gustaron mucho las alusiones literarias implícitas y explícitas que entiendo se reflejan a lo largo de los capítulos de La heredera del mar. Me encontré con episodios que no desentonarían con el Decamerón, de Boccaccio ni con Las mil y una noches, o con las atractivas leyendas que relatan algunos personajes en episodios que guardan relación con los hechos que protagonizan, como la de Eloísa y Abelardo, la que más me atrajo. También se hace referencia a la devastación de Barcelona provocada por la razía de Almanzor, y recogido en El día que Barcelona va morir, o las alusiones al Nuevo Testamento y el Apocalipsis, en estas ocasión al cuarto jinete, por lo que significa. Pero también me encontré con escenas propias del género de aventuras que me dije que bebían de las creadas por Emilio Salgari, por la aventura que emprende Marina Montaner en una coca, con la que surca las aguas del Mediterráneo porque, tras el expolio de buena parte del patrimonio de los Montaner, busca la forma de salvar a su familia, como adelanta la sinopsis.

En esta novela tienen un papel predominante los personajes femeninos que, como aclara el autor en la nota final que acompaña al cuerpo de la novela, «A mediados del siglo XIV había beguinas, campesinas, constructoras, artesanas con taller propio -algunas con oficio distinto al de su marido, maestras talladoras de coral, mercaderas al frente de compañías mercantiles junto a sus esposos, damas nobles con grandes señoríos, inversoras y redes asistenciales de mujeres» (pág. 604). Se resaltan las trabas que se ven obligadas a sortear en un mundo en el que el hombre impone los designios de la sociedad, y en el que los religiosos hacen hincapié en la misión bíblica que se les encomienda, sobre todo tras la mortandad provocada por la peste bubónica. Pese a ello, algunas se resisten y muestran el coraje que emana de las arriesgadas decisiones que toman. Decisiones que invitan a la reflexión.

(Barrio Judío-Barcelona)
A la cabeza de todas ellas está la protagonista, Marina Montaner, que presenta una gran evolución a lo largo del relato del narrador omnisciente, al igual que sus hermanas Teresa y Beatriu, influenciadas sobre todo por las vicisitudes que se encuentran en el camino, que no son pocas. Marina Montaner es una protagonista carismática, a quien la escuela de la vida le va marcando el camino a seguir en sus decisiones y ayudan a que crean en ella quienes la apoyan, que es la indicada para reflotar el expoliado patrimonio familiar. La primera mujer que influirá en la toma de decisiones es la beguina Agnès de Santa Margarida, «con casi sesenta años, pocas veces perdía la sonrisa y su humor mordaz. Era tanta su energía que llegaba a odiar a los demás» (pág. 107). Isabel de Carintia y su hija Leonor de Sicilia, son miembros de la realeza siciliana, e influyen en el éxito de la joven patrona para salvar a la población barcelonesa de la hambruna. Matilde Montaner, hermana de su padre Père Montaner, da un nuevo giro a los negocios marítimos de su sobrina. Destaco también el papel de la coralera barcelonesa Joana Fortunyà, que regenta un taller de talladoras de coral en la ciudad condal: no sólo atrae por su peculiar carácter deslenguado sino también porque regenta un negocio diferente al de su marido Tomás, cirujano.

En su caminar por esta centuria tan dura se encuentra también con personajes masculinos de diferente calado, unos no dudan en apoyarla en su empresa y otros suponen una gran dificultad para acometerla, sobre todo por el precio que pone a su cabeza el rey Pedro III el Ceremonioso, tras la afrenta sufrida en el palacio real. El destino de la joven mercadera cambia desde que irrumpe en su vida el barbero Gonzalbo de Rodas, uno de los líderes de la Unión Valenciana, al igual que el joven caballero Gil de Montnegre y el papel que desempeñan ambos en el devenir de la familia Montaner. Albar de Ondárroa es un personaje del que estuve muy pendiente, tanto por su pasado como por ser el capitán elegido por la protagonista para estar al mando del navío con el que surca el Mediterráneo, y no duda en respaldar las decisiones que toma, pese al riesgo que supone acometer estas empresas, consciente de que la vida de la joven mercadera pende de un hilo, por el episodio ya comentado. Forma parte de la tripulación que comanda el vasco, el galeno Walter de Brobuge, que no deja indiferente, tanto por su singular personalidad, como por su particular forma de comprender el mundo que le rodea, aunque hay que reconocer la razón que tiene en determinadas argumentaciones. En el submundo de Palermo uno de sus líderes es el que conocen como el Diablo, un personaje turbador «No atinaba a calcular su edad, si bien vio claro que rondaba la madurez, aunque su piel, blanca como la cera más pura, era tersa y brillante» (pág. 239).

La ambientación de La heredera del mar es exquisita. Durante su lectura sentí que realizaba un viaje literario imaginario en el tiempo a la época en la que se desarrolla la trama. Acompañé a Marina Montaner en su transitar por las diferentes localizaciones por las que se mueve a lo largo de los capítulos, pero también en su navegar por el Mediterráneo, que surca con la coca Picardía. Las descripciones de Valencia, Barcelona, Palermo y la isla de Mallorca son precisas y muy visuales, de tal forma que cada una de ellas es un personaje más de esta novela. En Valencia estuve muy pendiente de las adversidades de la familia Montaner en la Calle Caballeros, al igual de todo lo que sucede en el Palacio Real, porque de estos episodios dependen el futuro de esta familia de mercaderes. En Barcelona atrajeron mi atención todo lo que sucede en el beguinato de Santa Margarida, el aspecto siniestro que ofrece la Plaza de Santa María del Pi, los talleres artesanos regentados por mujeres que hay tras el Portal de Santa Ana, o los episodios que tienen lugar en el Raval y el puerto de la ciudad. En Palermo la voz narrativa incita a visitar las localizaciones que describe, en donde se desarrollan episodios de interés para la protagonista, como en la Capilla Palatina, la Lonja de los Catalanes o el suburbio de la Kalsa.

(Capilla Palatina, Palermo, Sicilia, Italia)
La heredera del mar es una novela que deleitará a los apasionados de la ficción histórica, aunque con capítulos muy entretenidos, propios del género de aventuras, en la que Juan Francisco Ferrándiz ofrece una trama escrita con un estilo elegante. Tiene un ritmo lector ágil, y unos diálogos dinámicos y atractivos, en los que se refleja la tensión que mantienen los interlocutores en los momentos más álgidos, pero también en los que se ofrece información sobre la situación política del reino, y con el foco puesto en la orden de captura de Marina Montaner. El autor ofrece una trama en la que están presentes ritos ancestrales, se refleja lo mejor y lo peor del ser humano e incide también en el afán de superación, la esperanza, la intriga, la codicia, la traición, la lealtad y el libertinaje. Los giros inesperados cambian el destino de la protagonista, sus dos hermanas y varios personajes que las secundan, pero también les sorprenderán crímenes difíciles de resolver.



Biografía:



Juan Francisco Ferrándiz nació en Cocentaina (Alicante) en 1971. Licenciado en Derecho, ejerce actualmente como abogado en Valencia. Es director del programa de radio Una nit al Castell, sobre historia, tradiciones, enigmas y leyendas valencianas, que se emite en varias emisoras a través de la Xarxa d'Emissores Municipals Valencianes. Sus novelas anteriores, Las horas oscuras (Grijalbo, 2012) y La llama de la sabiduría (Grijalbo, 2015), lo han consagrado como uno de los autores clave de la ficción histórica de nuestro país.

En su última novela, La tierra maldita, Juan Francisco Ferrándiz retrata la Barcelona del siglo IX con el talento y el rigor de los grandes maestros del género.


Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web  de penguinlibros. Imagen del Palacio Real de Valencia tomada de la web  del diario Las Provincias. Imagen del Barrio Judío de Barcelona tomado de la web Intriper. Imagen de la Capilla Palatina de Palermo tomada de la web  Información Turística de Palermo y alrededores. 




lunes, 11 de noviembre de 2024

Lectura semana 46/2024:

 








En esta segunda semana del mes de noviembre le toca el turno a la novela de Miguel Delibes, Las ratas




Sinopsis: 


Delibes, coartado en su libertad de expresión a la hora de denunciar la postración del medio rural castellano desde el periódico que dirige, El Norte de Castilla, busca las vueltas a la censura y escribe esta novela, «Las ratas», una visión descarnada y trágica de la tierra y las gentes de la Castilla de mediados del siglo pasado.

El clima, el medio geográfico y la inmutable estructura social determinan de modo decisivo -como el inapelable destino en las tragedias clásicas- el ser y el existir de los vecinos del villorrio de la novela, cuya pobreza, en algunos casos, les obliga a tener que alimentarse de ratas de río para sobrevivir.

Entre todos los personajes del relato, elementales y broncos, surge la milagrosa figura del Nini, niño que sabe de la naturaleza y su entorno más que nadie y cuya candidez se eleva por encima de la sórdida realidad que le rodea.

Como un auténtico símbolo del bien sobre el mal, de la pureza contra la miseria y la astucia, el Nini se erige en el único bastión contra la tragedia que se cierne y acaba desencadenándose sobre el pueblo y sus habitantes. El Nini es, sin duda, una de las más señeras creaciones salidas de la pluma de Delibes (168 pág., tapa dura).

jueves, 7 de noviembre de 2024

Libros leídos y reseñados en octubre/2024.


 







En octubre han sido un total de 4 libros los leídos y 5 los reseñados



-Los leídos: 











-Los reseñados: 





-La furia del cielo, de Francisca García Jiménez


-La perfumista de Nantes, de Teresa, Hernández


-Bajo la luz del eclipse, de Mercedes de Vega



-Sin latido, de Yolanda Cruz Ayala



-La dama de Jacobsland, de Mercedes Santos



-Avance retos literarios




-Reto VIII Edición Nos gustan los clásicos: (10/8) 100%. Completado



-Autores de la A a la Z (año 2024): (19/24) (79%). Sin avance



-Reto 25 españoles (año 2024): Completado. 35/25 (+10).