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miércoles, 9 de noviembre de 2022

Reseña Cuestión de suerte, de Pablo de Aguilar González.

 












Datos técnicos:




Título: Cuestión de suerte.

Autor: Pablo de Aguilar González.

Editorial: Dokusou.

1ª edición: Julio/2021.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-12414608.

Idioma: Español.

Nº pág.: 168.




Sinopsis:




Una suerte de estafador convencido de que nació para ser una estrella, una ninfómana que abrió sus piernas con su primera regla y que ya no las cerró, un traficante del tres al cuarto que cuenta sus noches entre rayas y copas, un técnico de ascensores que se debate entre la nostalgia y la conformidad. Esta colección de personajes nos conducen por una trama en la que la suerte, buena o mala, va inclinando la balanza hasta llevarlos a su desenlace final.



Opinión Personal:




Como ya comenté en alguna reseña publicada en este blog, admiro a los autores que no se encasillan en un género literario concreto, sobre todo si en sus obras se percibe que se sienten cómodos durante el proceso de elaboración del trabajo literario de turno. Sin duda alguna, el escritor albaceteño Pablo de Aguilar González es un claro ejemplo de lo que acabo de comentar. En relación con lo que acabo de comentar, en mayo de 2021 leí y reseñé su novela histórica La sinagoga del agua (reseña). Hoy comparto mis impresiones sobre la segunda que leo de su autoría, Cuestión de suerte, una novela negra que atrapa al lector desde las primeras páginas y que, en mi modesta opinión, su desarrollo tiene ritmo de thriller a medida que se aproxima el desenlace.

(Parque de La Cornisa-Madrid)
Cuestión de suerte es una novela circular y, como indica la sinopsis, el lector se encontrará con unos personajes que no parecen guardar relación entre si. En este sentido, tras seguir el desarrollo de los primeros capítulos tenía la sensación de que estaba ante una serie de relatos encadenados, aunque también supuse que algún nexo los unía, lo que queda confirmado en el último tramo. Tal y como se desarrolla el hecho impactante que se relata en el capítulo inicial, al que más bien califico como prólogo, y se desarrolla en el Hotel Imperial, en Madrid, me dije que el autor tuvo claro cómo plantearlo, por la información concreta que ofrece la voz narrativa, incitándome a estar muy pendiente del origen y las consecuencias derivadas del mismo.

Pablo de Aguilar González construye una trama en la que tiene muy en cuenta para su desarrollo el fragmento que expone antes del cuerpo de la novela, en el que hace referencia a una frase de Fray Antonio de Guevara: «Nadie confíe en los halagos de la prosperidad, porque es estilo de la fortuna entretenerse y deleitarse en quitar hoy lo que dio ayer». Una trama en la que se suceden episodios propios de novela negra, incluso diría que muy negra, sobre todo los episodios que se desarrollan en los capítulos más álgidos. Unos episodios narrados con grandes dosis de realismo porque, tal y como se relatan, bien pudieron haber sucedido en la vida real. En relación con el fragmento que resalto en cursiva, a lo largo de los 23 capítulos cortos posteriores al prólogo, encabezados por el día y la hora en la que se desarrollan, el narrador omnisciente relata todo lo que sucede hasta que se produce el hecho impactante que menciono en el párrafo anterior. Unos capítulos en los que se refleja cómo la suerte, sea buena o mala, mueve de una forma u otra los hilos de la vida, como se podrá comprobar a través de los personajes que conforman el elenco que transita por sus páginas.

(Canción Me voy-Álb. Limón y Sal)
Cuestión de suerte es una novela coral, en la que los personajes que la protagonizan no dejan indiferente, porque tal y como actúan, unas veces nos incitan a que empaticemos con ellos, pero en otras sentimos rechazo, porque somos conscientes de que eligen el camino equivocado. Incluso algunos pudieron haber disfrutado de una vida más o menos asentada, porque les brindaron la oportunidad de ser hombres de provecho, pero prefirieron inclinarse por un camino que les condujo a un submundo del que es muy difícil salir, porque son absorbidos por las drogas, el sexo desenfrenado o un dinero que creen fácil obtener, mediante estafa, pero que les ocasionará problemas que pueden conducir a un final incierto. Un submundo con el que juega el autor para que estos personajes tengan una conexión que ni ellos mismos sospechan que los episodios que protagonizan les conducen a situaciones propias de una obra de enredo, y que tiene su culminación en los capítulos finales. Un submundo en el que incluso la nostalgia está presente en un personaje que atrajo mucho mi atención, porque con el paso de los capítulos sospecha de la doble vida que lleva su mujer, aunque le cuesta trabajo aceptarla, por la comodidad en la que está asentado.

Pablo de Aguilar González planifica y desarrolla una trama entretenida, en la que los personajes ensombrecen los espacios por los que se mueven, ubicados en Madrid, si bien descritos de una forma muy escueta. Incluso con el paso de los capítulos me resultó absorbente, porque estuve muy intrigado por el desenlace que me esperaba, pese al relato concreto que ofrece la voz narrativa, por lo que me incita estar muy pendiente del origen y las consecuencias que se derivan del hecho impactante que se relata en el capítulo inicial, al que más bien catalogo como prólogo, y que tiene lugar en el Hotel Imperial de Madrid. Aunque el lector se encuentra ante una novela corta, de 166 páginas, los personajes que conforman el elenco están bien perfilados. Unos personajes en los que el presente y el pasado van cogidos de la mano, porque el narrador omnisciente aprovecha determinadas situaciones que viven en la actualidad para rememorar episodios que protagonizaron en un tiempo que no olvidan. No los olvidan porque les marcaron, o incluso los añoran por lo que pudo haber sido, pero no fue, en los que se ponen de manifiesto los secretos que esconden algunos. Una trama relatada con un estilo narrativo muy directo, incluso diría que descarnado en determinadas fases, porque cuenta las escenas tal y como suceden, sin adornos ni alharacas. Pese a que domina la narración frente al diálogo el ritmo es ágil, porque el narrador omnisciente utiliza frases cortas, algunas incluso diría que telegráficas, con las que el autor confiere mayor énfasis a las escenas en las que están presentes. Utiliza también unos diálogos dinámicos y muy vivos, porque son conversaciones que van directamente al grano, algunas de ellas incluso monosilábicas o de muy pocas palabras. Una trama que también tiene su banda sonora, porque de las canciones que se mencionan se reflejan algunos fragmentos que están muy en consonancia con los episodios que protagonizan los personajes.




Biografía:




Pablo de Aguilar González nació en Albacete en 1963. En la actualidad reside en Molina de Segura. Es analista informático, trabajo que concilia con la escritura. Tanto su novela Los pelícanos ven el norte como Intersecciones han sido reconocidas por la crítica, en el caso de la primera resultando ganadora y la segunda quedando finalista de los premios Qué Leer. Ha publicado: -Los pelícanos ven el norte. -Cuéntame cosas que no me importe olvidar. -Lo que está por venir. -La sinagoga del agua. El autor es, además, miembro de la Orden del Meteorito de Molina de Segura.


Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de la web de Ediciones Dokusou. Imagen del Parque de la Cornisa, en Madrid, tomada de la web Foursquare. Imagen Álbum Sal y Limón, de Julieta Venegas, tomada de la web YaLetras.  




4 comentarios:

  1. Veo que Pablo ha reunido en esta novela a "la crème de la crème" jajaja. Una trama interesante de ver cómo resuelve el autor. Abrazos.

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  2. Hola Paco, una trama muy atractiva que incita a leerla. No conocía al autor pero me llevo apuntada la novela. Besos.

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  3. Tiene muy buena pinta esta novela. No la conocía ni a su autor, así que apuntándola estoy.
    Besotes!!!

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  4. Lo de Buenas lecturas y autores que no conocía con tu blog👏👏👏👏 gran reseña!!!

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