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jueves, 21 de abril de 2022

Desconfía, de Jon Arretxe.


 









Datos técnicos:



Título: Desconfía.

Título original: Meslidatu hizez.

Traducción: Cristina Ferández Blanco.

Autor: Jon Arretxe.

Editorial: Erein.

1ª edición: Octubre/2020.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-9109-656-6.

Idioma: Español.

Nº pág.: 240.



Sinopsis:



Tras huir de las presiones policiales sufridas en la Pequeña África en Bilbao y después de su breve estancia en un pueblo del Pirineo navarro, su particular odisea lleva a Touré a la Ville Lumiere, a París. La ciudad donde vivió su hija Sira y donde nuestro desharrapado personaje pretende pasar inadvertido, camuflándose entre tanto migrante de origen africano que la habita. Por primera vez desde el comienzo de su periplo, Touré vive en la abundancia. La forma en de ganarse la vida en la que le ha adiestrado su compañera Yareliz lo lleva, por primera vez, a vivir sin aperturas, a enviar dinero a su familia en Burkina Faso, y a encontrar un cierto sentido al hecho de haberse embarcado en esa peligrosa empresa que es la migración.


Pero, en el fondo, Touré sigue siendo la misma persona, fraternal y solidaria que, sin proponérselo, se ve inmersa en otra peligrosa peripecia que pondrá en jaque su cómoda situación y su vida. La Ciudad de la Luz se convertirá en la de las Tinieblas para nuestro detective-vidente.



Opinión Personal:




Desconfía es la quinta novela que leo y reseño en este blog de la saga que protagoniza el peculiar detective Touré, y el séptimo título que la conforma. Este peculiar detective tiene el añadido de que se define como vidente, por lo que este don que afirma tener puede ayudarle a jugar con ventaja a la hora de realizar las pesquisas en las investigaciones en las que se involucra. Y se involucra de pleno porque forma parte de su idiosincrasia, en su particular forma de ver la vida que le rodea, al ser un “sin papeles” y todo lo que significa esta irregularidad, en la que tiene muy en cuenta que los que le piden ayuda estén en las mismas condiciones de ilegalidad que él. Estoy seguro de que, quienes leen por primera vez uno de los títulos que protagoniza, estarán muy pendientes de la nueva entrega o, en su defecto, deciden sumergirse en la lectura de alguno de los títulos anteriores que la preceden. Jon Arretxe, el creador de este singular antihéroe, es consciente de que la independencia de cada una de las novelas es un gran aliciente para que el lector sienta interés por conocer las vicisitudes que le acompañan en Bilbao, en donde encuentra su hábitat particular en la calle San Francisco, conocida como la Pequeña África, por los muchos subsaharianos que la pueblan, entre los que trata de pasar desapercibido al mezclarse entre ellos. Esta calle le recuerda al estilo de vida que tenía en Burkina Faso, en Gorom-Gorom, que es el pueblo en el que deja a su familia, porque decide embarcarse en un peligroso viaje en el que busca un futuro mejor, que le haga olvidar la miseria en la que vivió hasta entonces.

(Mirador Parque de Belleville-París)
Touré escapa de la calle San Francisco, en Bilbao, conocida por los subsaharianos como la Pequeña África, para huir de las presiones policiales que sufre, porque eran cada vez más asfixiantes. Tras un breve paréntesis en un pueblo del Pirineo navarro No digas nada (reseña)—, su particular odisea le lleva a la Ciudad de la Luz, a París, en donde se le agolpan dolorosos recuerdos, porque en la capital francesa fue asesinada su hija Sira. En París Touré vive en la abundancia. En su nuevo oficio para ganarse la vida es adiestrado por su compañera, la mulata dominicana Yareliz, pero el ritmo vertiginoso que le confiere Jon Arretxe a la trama desde que le piden que investigue la desaparición de Zoila, hermana de Nelson, un colega haitiano de Yareliz, incita a que el lector sienta interés por las vicisitudes que le acompañan en sus pesquisas. Unas vicisitudes que ponen en jaque su cómoda situación, porque le hacen descender de la Ciudad de la Luz a la Ciudad de las Tinieblas, en la que se las tendrá que ver con personajes que representan el lado más oscuro y cruel de la condición humana.

El lector se encontrará en Desconfía con una trama que acostumbro a definir como novela negra genuina, incluso diría que muy negra, sobre todo a medida que se aproxima el desenlace, porque tal y como se suceden los capítulos, me decía que Touré se enfrenta a una clara carrera contra el reloj y contra el crimen organizado. Una carrera en la que tendrá que hacer frente a obstáculos muy difíciles de salvar, ya que incluso en algunos episodios pone en juego su propia vida, sobre todo a medida que son más reales las sospechas que presiente. Sus pesquisas le llevan a barrios peligrosos como Barbès y el Distrito 13, la famosa Chinatown francesa, en donde tiene un duro contrincante, como es la poderosa mafia china, por lo que el lector sentirá interés por todo lo que le sucede, consciente de que cualquier descuido en las decisiones que adopte para rescatar a Zoila pueden acarrearle consecuencias funestas. En este sentido, me gustaron mucho las descripciones que ofrece el escritor basauritarra a través del relato de Touré en primera persona, porque son un gran aliciente para que el lector perciba el ambiente oriental que se vive en los dos barrios mencionados en este párrafo, de tal forma que tiene la sensación de encontrarse en países del sudeste asiático o en China, sobre todo cuando se adentra en el ya citado Distrito 13. Sin duda alguna, Jon Arretxe tiene muy en cuenta el origen subsahariano de Touré y procura ubicar sus historias en ambientes en los que no se sienta descolocado, lo que se percibe en las descripciones que realiza, sobre todo si se refiere a restaurantes o bares de los que emanan olores que le son muy familiares, y establecimientos que le recuerdan a los que frecuentaba en la Pequeña África.

(Lago Dausmenil-París)
Por las páginas de Desconfía transitan un variopinto grupo de personajes de dudosa reputación, al estilo del elenco al que ya está habituado Touré en cada una de las novelas que conforman la saga que protagoniza. Diría que en esta séptima entrega se encuentra con individuos que me resultaron muy similares a los que deambulan por la Pequeña África. «Dos hombres de mediana edad comen sentados frente a frente en la pequeña terraza de un minúsculo kebab del Pigalle. Cuarenta y tantos años, uno magrebí, otro negro, ambos bastante altos, aunque el de piel más oscura, el que tiene la nariz aplastada contra la cara, es mucho más corpulento que su compañero, aparentemente algo más joven» (pág. 17). Los capítulos en los que tienen presencia los dos personajes que menciono en el fragmento que resalto en cursiva son relatados por un narrador omnisciente. En estos capítulos me sentí muy intrigado por el papel que desempeñan estos dos policías, que velan por la seguridad del Distrito 18, el que les han asignado en la Comisaría de La Goutte d´Or. Por su forma de actuar me recordaban a los infames maderos que le obligaban a colaborar con ellos en Bilbao, si no quería ser expulsado del país. Mis sospechas se fueron confirmando a medida que se desarrolla la trama, porque Touré siente que se encuentra en una situación similar, y teme que de algún modo descubran el oficio al que se dedica. Diría que el policía francés de origen marroquí, Martínez, y Perrot, que así se llama su compañero de color, son más capullos incluso que los que lo acosaban en la Pequeña África: actúan muy al límite de la ley y se aprovechan de su condición de agentes al servicio de la seguridad ciudadana, pese a las reprimendas que reciben de su capitana, a quien apodan la Ardilla. Aunque también se encontrará con personajes como la mulata dominicana Yareliz, a la que ya mencioné en el segundo párrafo de esta reseña, o la colombiana Gabriela, que trabaja en un salón de apuestas. Ambos personajes femeninos no dejarán indiferente al lector, sobre todo porque en torno a ellas se producen unos giros que incitan a estar muy pendiente en todo lo que se relaciona con la investigación que realiza Touré, y su trato cada vez más cercano con la mafia nigeriana y la china. No me olvido de Georgi, que en la novela se describe como chino pequeñajo, es asiduo a la sala de juegos, acuciado por las deudas que tiene, por lo que Gabriela le recomienda a Touré que puede sacarle alguna información sobre el paradero de Zoila. Su cerco a los capos de ambas mafias origina una serie de episodios en los que me sentí extrañado por la actitud que muestra el detective-vidente, si bien está claro que tiene muy en cuenta el asesinato de su hija Sira.

Disfruté mucho con la nueva novela que protagoniza Touré, Desconfía. Un título que guarda mucha relación con las vicisitudes que acompañan al detective-vidente a lo largo de los 13 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, agrupados en tres partes tituladas muy diferenciadas: El laberinto, La telarana y El lumpen, en las que se refleja la vorágine de episodios que no dan lugar a respiro al lector, sobre todo a medida que el desenlace está más próximo. Touré es un protagonista que garantiza entretenimiento e intriga, porque incita a estar muy pendiente de las historias que protagoniza en su particular odisea, desde que salió de Gorom-Gorom, en Burkina Faso. El ritmo de lectura no decae y es muy fluido, porque Jon Arretxe es consciente de que el protagonista tiene que encontrarse con situaciones que pongan a prueba sus cualidades y tenga mucho cuidado con los contactos que mantiene, consciente de que su situación irregular puede expulsarlo del país y devolverlo a la casilla de salida. Este ritmo está ayudado por un estilo muy directo, en el que utiliza una prosa ágil y dinámica, que se refleja también en unos diálogos muy vivos y naturales. También es consciente de que no puede andar con rodeos para que Touré atraiga nuestra atención, y saca de la chistera giros que nos dejan boquiabiertos, porque cuando el de Burkina Faso se implica en una investigación lo hace desde su punto de vista solidario, y eso puede ocasionarle muchos problemas, e incluso generarle disgustos difíciles de digerir, o le llevan a sacar toda la rabia que tiene dentro. Aunque tampoco faltan las reflexiones en relación con todo lo que le sucede en cada historia que protagoniza y que, en esta ocasión, le mueven a realizar unos viajes sin rumbo, de los que desembarca cuando cree que lo acompaña cierta tranquilidad. Sin duda alguna, esta saga que protagoniza Touré, el peculiar detective-vidente sin licencia, atrae a quienes disfrutan con la novela negra, en la que está muy presente la crítica social.



Biografía:


(Basauri, 1963) Es doctor en Filología Vasca, licenciado en Educación Fisica y ha completado, en los conservatorios de Bilbao y Vitoria, sus estudios de piano y canto.

Este polifacético y exitoso autor tiene tiene la creación literaria por oficio, ofrece conferencias sobre sus libros o viajes y, además, canta ópera, en ocasiones como solista, siendo integrante del coro de ópera de Pamplona (AGAO).

Su incursión en la escritura fue a través de la literatura de viajes: 7 Colores, Tubabu, El sur de la memoria... Ha publicado títulos como Shahmarán, La Calle de los Ángeles, Sueños de Tánger, La banda de Arruti... y, fundamentalmente, la saga de su detective-vidente Touré. Un personaje a través de cuyas andanzas el autor nos hace partícipes de las vivencias y penalidades de los “sin papeles”.

Autor inagotable, también ha escrito literatura dirigida al público infantil y juvenil con títulos como Hacia la Gran Muralla o Los latidos de la Tierra.

Novelas de la saga protagonizada por Touré reseñadas en este blog: Sombras de la nada (reseña), Juegos de cloaca (reseña), Piel de Topo (reseña) y No digas nada (reseña).


Nota: Datos técnicos, sinopsis, fotografía y biografía del autor, tomados de la web de Erein. Imagen del Parque de Belleville en París, tomada de Wikipedia. Imagen del lago Daumesnil tomada de la web Dreamstime. 












4 comentarios:

  1. Arretxe es siempre cosa de mi chico, no quiere decir que no lo lea yo, pues me gusta mucho, pero lo suelo hacer a toro pasado...y se me acumula la faena 😅
    Buena reseña Paco.

    Besos

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  2. Pues pinta bien, pero son ya muchos libros. No sé si me animaré...
    Besotes!!!

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  3. Muy buena reseña. Me temo que yo me quedé en segundo y echo de menos a Touré,pero no me da la vida.
    Besos

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  4. Me ha gustado mucho que los libros se puedan leer de forma independiente aunque compartan al mismo protagonista, Touré.

    Si además se junta, como dices, una prosa ágil y dinámica y unos diálogos vivos, seguro que es muy ameno de leer.

    Veo también que hay crítica social, cosa que me suele llamar la atención si está bien incluida en la trama.

    Desde luego veo que tú has disfrutado mucho del libro. Felicidades por una reseña tan completa.

    Un saludo.

    Un saludo.

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