Datos técnicos:
Título: Nuestra Señora de París.
Título original: Notre-Dame de Paris.
Año de publicación original: 1831.
Año de edición definitiva: 1832.
Autor: Víctor Hugo.
Traductora: Maritza Izquierdo.
Editorial: Verbum.
1ª edición: 2019.
Encuadernación: Tapa blanda.
ISBN: 978-84-9074-926-5.
Idioma: Español.
Nº pág.: 530.
Sinopsis:
Nuestra Señora de París comienza con las celebraciones populares en el Palacio de Justica con motivo de la epifanía de 1482. La novela nos presenta a una serie de personajes que han quedado para la historia de la literatura: la gitana Esmeralda, que predice el porvenir y atrae fatalmente a los hombres; Quasimodo, un deforme joven campanero que vive en la catedral, con una fuerza enorme y detrás de cuya fealdad se esconde un corazón sensible; y el archidiácono Claude Frollo, padre adoptivo del campanero.
Frollo, atraído por la bailarina, pide a su protegido Quasimodo que la rapte. Sin embargo, la intervención del capitán Febo de Châteaupers impide el secuestro y lleva a Quasimodo a ser condenado al suplicio público. Es azotado en la plaza y recibe todo el odio y los insultos del pueblo, que lo detesta por su fealdad. Sin embargo, la gitana Esmeralda sube al patíbulo y le ayuda, un gesto por el que Quasimodo siente un agradecimiento y un afecto enorme por su piedad, ya que no estaba acostumbrado a que lo trataran bien.
Opinión Personal:
Los miserables fue la primera novela que leí y reseñé en este blog en octubre de 2011. Nueve años después, me acerco de nuevo a la narrativa del gran escritor francés Víctor Hugo, con la que se dice que es su mejor obra, Nuestra Señora de París. Quienes la hayan leído estoy seguro que en algún momento, o incluso durante toda la lectura, se acordaron de aquel fatídico 15 de abril de 2019, en la que nos sorprendía la sobrecogedora noticia del incendio de uno de los templos más conocidos del arte gótico. ¿Sería una premonición lo que escribió el creador de Quasimodo en el prólogo: «El hombre que grabó aquella palabra —se refiere a ´Ana kh (y que es el título del capítulo IV del libro séptimo)—en aquella pared hace siglos que se ha desvanecido, así como la palabra ha sido borrada del muro de la iglesia y como quizás la iglesia misma desaparezca pronto de la faz de la tierra»?
(Plaza de la Grève-París) |
El lector se encontrará con una trama de ficción histórica en la que se conjugan ingredientes propios del romanticismo y de la literatura gótica. Para crear las figuras de Esmeralda y Quasimodo, el autor parte del mito de la bella y la bestia, un cuento de hadas tradicional francés. La obra comienza con una «doble celebración en la gran sala del Palacio de Justicia, porque según el cronista Jehan de Troyes coincidían, ya de tiempos inmemoriales, la fiesta de la epifanía del día de Reyes y la fiesta de los locos» (Pág. 17). Esas escenas conducen a un entramado complejo, porque la historia está estructurada en XI libros, y estos divididos en capítulos titulados, en los que irá conociendo a los dos protagonistas, los personajes secundarios, y un variopinto grupo de figurantes que, por la forma en que se desarrollan algunos capítulos, me daba la sensación de que estaba asistiendo a una representación teatral. Víctor Hugo planifica una historia con una gran carga de realismo, aderezado con los componentes propios de la corriente literaria de la que es uno de sus grandes exponentes, y que conquista al lector con escenas sobrecogedoras, duras y de corte sobrenatural descritas con gran maestría.
(Palacio de Justicia-París) |
Nuestra Señora de París contiene una historia en la que el lector se encontrará a través de sus páginas con amores imposibles, personajes desdichados, pasiones, lealtades y celos. El último tramo le mantiene porque se producen una serie de giros sobrecogedores que invitan a preguntar qué desenlace espera en una historia tan intensa y que, en mi modesta opinión, está conformada por historias entrecruzadas. El estilo narrativo de Víctor Hugo es recargado en las descripciones, y junto con las largas peroratas de algunos personajes secundarios hace que la lectura sea muy lenta en varios tramos, porque en el desarrollo de la trama abunda la narración frente a los diálogos. Por eso no es una lectura para recomendar alegremente, salvo para aquellos que gusten leer las grandes obras de los autores clásicos. Pese a lo que acabo de comentar, disfruté mucho con esta grandísima novela.
Biografía:
Entre su amplia producción narrativa destacan Bug-Jargal (1826); Han de Islandia (1823); El último día de un condenado a muerte(1829); Los miserables (1862) o Los trabajadores del mar (1866). En poesía: Los orientales (1829); Las hojas de otoño (1831); Las voces interiores (1837); Los castigos (1853) o Las contemplaciones (1856). Y en teatro: Marion Delorme (1831); El rey se divierte (1832);Lucrecia Borgia (1833) o Angelo, tirano de Padua (1835).
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de la web de la editorial Verbum. Imagen de la Plaza de la Grève, tomada de la web Divento. Imagen del Palacio de Justicia de París, tomada de Wikipedia.
Te voy a confesar que comencé a leerla gracias a la lectura conjunta que organizó Laky pero tuve que dejarla por problemas ajenos a la misma lectura y no la he retomado. De hecho, como a ti, esos capítulos en los que se explayaba con las descripciones arquitectónicas me encantaron. Creo que incluso por encima de la misma historia, porque me acercaban a la visión del autor sobre una ciudad, aunque fuese con años de diferencia.
ResponderEliminarAlgún día me animaré y continuaré.
Un abrazo
Leí esta novela en 1981, en una situación no muy buena para mí y de cambio en mi vida. me gustó, por supuesto, pero menos que "Los miserables" que he leído dos veces.
ResponderEliminarDicho esto, te diré que tu reseña es tan buena que me han entrado ganas de volver a leer "Nuestra Señora de París". No recordaba esa defensa del gótico que mencionas, ni esa vista del París de la época a vista de pájaro. La verdad es que recuerdo muy poco de la novela.
Lo que nunca olvidaré es el Watsapp que mi hijo me mandó desde París en el que decía: "Se debe de estar quemando algo, se ve mucho humo y se oyen sirenas y la gente está muy agitada, dicen que es Notre Dame". Lo siguiente que me mandó fue un vídeo que me puso los pelos de punta. Sí, el incendio pilló a mi hijo y su novia de vacaciones en París.
Un beso y gracias por esta reseña.
La empecé hace años y la abandoné, era más joven. Posteriormente la leí y me fascinó, aunque algunas partes se me hicieron áridas. Que hayas repetido en nueve años dice mucho de la obra y de tu persistencia. Fantástica reseña como siempre.
ResponderEliminarBesos
Hola Paco, esta novela esta entre mis pendientes, mira que me gustan Los Miserables, una de mis novelas favoritas de todos los tiempos, pero con esta no me he atrevido. En algún momento lo haré y espero no tardar mucho. Besinos.
ResponderEliminarLa leí hace unos años y me gustó mucho. Sí que tiene partes que se hacen un poquito lentas y densas, con tantas descripciones, pero merece y mucho la pena su lectura.
ResponderEliminarBesotes!!!
Todo un clásico que en algún momento leeré
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarAún no la he leído precisamente por lo último que dices, que prima la narración a los diálogos, y no es que no me guste la narración, pero me echa para atrás por el volumen de la novela. Sé que la leeré, eso lo tengo clarísimo, porque me flipan los clásicos, y sobre todo la literatura francesa y el romanticismo, pero voy poco a poco XD
Además, el tema de la crítica hacia la nobleza y el uso del poder me atrae.
¡Un saludo!
Menuda lección me has dado... Enfrentarse a esta lectura es muy meritorio. De Hugo no he leído nada y ya me vale pero te juro que me asusta un poco. Leyendo tu reseña, quizá me anime. Besos
ResponderEliminarLa verdad es que tiene su mérito leerla y hacer esta reseña. A mí siempre me ha llamado la atención y he tenido la intención de hacerlo en cualquier momento pero estoy bastante dispersa y esta lectura no es nada fácil. Tendrá que esperar.
ResponderEliminarBesos
Es imposible leerla y no acordarse del incendio.
ResponderEliminarYo ya sabes que la leí en la lectura conjunta. Reconozco que me costó mucho entrar. Las descripciones son buenísimas pero eternas y le cuesta muchos "libros" entrar en materia. Es un libro cuya lectura requiere un gran esfuerzo pero, ay, realizado éste te das cuenta de que ha merecido mucho la pena. Victor Hugo no sólo fue un gran narrador sino que tenía unos conocimientos extensísimos de muchos temas y aquí lo demuestra con creces.
Besos